Memorias de la revolucion de Megico, y de la espedicion del general d. Francisco Javier Mina. Tr. por J.J. de Mora

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Página 225 - Siento haber caído prisionero ; pero este infortunio me es mucho mas amargo por estar en manos de un hombre que no respeta el nombre español ni el carácter de soldado.
Página 75 - Maíz, supo por sus avanzadas que Mina acampaba aquella noche á dos leguas de distancia, por lo que retrocedió, situándose ventajosamente en una altura junto al camino. Mina destinó los mejores tiradores de la Guardia de Honor y del Regimiento de la Unión...
Página 98 - En el lado opuesto había una elevación cónica, coronada por una obra de un cañón que dominaba también la vereda. El fuerte se hallaba también defendido hasta cierta distancia, por rocas perpendiculares y precipicios, y por un muro bajo construido mas allá : pero la verdadera defensa era el violento declive de los montes.
Página 68 - Al descubrir estos incómodos huéspedes, la tripulación de la Cleopatra se echó a los botes y pasó a tierra, llevando la noticia de aquel suceso a Soto la Marina y abandonando el repuesto que no les era posible defender, contra fuerzas tan superiores. Sin embargo, el capitán Hooper permaneció con su bote en el río ya corta distancia de los españoles con el designio de observar sus movimientos.
Página 147 - ... comandante y los soldados hubieran sido respetados en sus personas, y no se hubieran violado de un modo pérfido y cruel los términos de la capitulación. Cuando Arredondo vio aquella porción de hombres marchar fuera del fuerte, se acercó al comandante y le preguntó. . . ¿Es esta toda la guarnición?... Toda, respondió el comandante. ¿Es posible?
Página 61 - Garza con la guarnición y algunas familias evacuó el pueblo cuando tubo noticia de las fuerzas que se acercaban. A la entrada del pueblo, la división fue recibida por el cura que la acogió con los brazos abiertos. Cuando...
Página 53 - Durante su mansión en la Nueva Orleans lo único que hizo en favor de su gobierno fue enviar algunos socorros, poco importantes, de armas y municiones al general Victoria.
Página 146 - Arredondo, el ,cual dijo que su general sentía sobremanera sacrificar unos hombres que habían dado tan extraordinarias pruebas de valor, y que estaba autorizado a convenir en las condiciones mas generosas y honoríficas. En virtud de esto, y después de una pequeña discusión, se propuso y entregó al oficial la siguiente capitulación.
Página 99 - ... en diez y siete piezas viejas, malas, y casi echadas á perder de calibre de dos á ocho. La casa del comandante, los almacenes, hospital, y la mayor parte de las habitaciones de los soldados que no podían llamarse cuarteles, estaban á la parte del Sur de la elevación cónica.
Página 67 - ... mas útiles. Parte de su carga fue arrebatada por las aguas del rio : la otra parte que consistía principalmente en pólvora se dejó en el desembarcadero. Los oficiales y marineros de los buques habian plantado algunas tiendas de campaña en la costa para defender estas provisiones de la inclemencia.

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