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PRIMERA PARTE

I.

LA INVASION.

Escucho los pasos de legiones extrangeras, hollando el suelo de la patria. Ellas desplegan la insignia de la decapitacion de las naciones, que es la conquista. Proclaman sin pudor la palabra de ignominia para las almas libres, que es la traicion á la patria, á la independencia, á la República;-y veo la mano del nefando perjurio de la historia, estenderse para recoger la herencia de la libertad y la esperanza de un mundo, con el objeto de llenar el abismo del crímen,que en Europa y en el seno de su patria, abriera su alma fementida.

¿No bastaba á Napoleon III, el dominio de la Francia?¿No era el "el imperio la paz?" -¿Ese puñal que tiene clavado en Roma, no le responde de la conservacion del órden Europeo?--¿No ha sangrado la Francia lo bastante, en el Boulevard, en la Argelia, en Lambessa y en Cayenne?--¿No pesan nada los cien mil franceses muertos en la guerra de Oriente, sin beneficio de Dios, ni del diablo?--¿No daban bastante garantia los siete millones de sufragios?--¿O por ventura la sombra de Napoleon I, desaparece ante la luz de la historia, que derriba del altar al ídolo de barro?

Mas todo pasa y la Francia olvida; es humo esa gloria, es necesario renovar esa gloria de humo, y el minotauro pide víctimas para abastecer la racion de cádaveres que la Francia sa

crifica en la pira de su vanidad y orgullo. Es necesario alejar á la Francia de si misma, no darle tiempo á que piense, no permitir que mida la estatura del Emperador del 2 de Diciembre;--y es por esto que es necesario llevar la bandera al soplo de las aventuras, para comprometer el honor nacional---y decir: "la bandera de la Francia no retrocederá." (Palabras de los comisionados franceses en su proclama á los mejicanos).

"El imperio es la paz"--dijo Napoleon III. El imperio es el perjurio, repetirá la historia.

Guerras en Europa, en Asia y Africa. Faltaba la América. ¿Por qué ha sido hoy Méjico la víctima designada para hacer aparecer como torpe la inteligencia de la gran Nacion, y como pérfido el corazon del pueblo que habia predicado la fraternidad, y como verdugo del débil, al brazo tremendo de la Francia, en una guerra que ha de encontrar su Palafox?

Méjico tenia traidores que sembraban la tentacion;--Méjico es lo mas bello y lo mas rico de la América;---Méjico situado entre los dos occéanos, entre las Repúblicas del Sur y las del Norte, es el centro estratégico del comercio y de la política del nuevo continente; ---Méjico monarquizado, amaga á los Estados-Unidos y á las Repúblicas del Sur,---y con el apoyo de la Francia imperial, amenaza el mundo con la exterminacion de la República;---y sus tesoros explotados por la civilizacion imperial, pueden costear otra grande armada, para realizar el sueño de Felipe II, y la intencion escondida del heredero de Waterloo.

La guerra de España, la mas injusta de las guerras, la traicion de las traiciones de Napoleon I, fué la señal de su caida. La noble Iberia renovó el heroismo 'de Sagunto y de Numancia, y las guerrillas en Bailen, apresaron las águilas rapaces de las legiones imperiales

¿Y quién sabe si la Nueva-España no está llamada ádar la señal de la caida del imperio perjuro?

Oh Méjico, oh vosotros hijos de los Aztecas y de los castellanos, en vuestras manos está hoy la facultad de señalar el itinerario de la muerte, á los profanadores de vuestro suelo, y de arrojar la primera piedra á ese imperio, que será la señal de la lapidacion universal á que está destinado.

II.

EL PELIGRO DE LAS NACIONES QUE SE CREEN ÉSCOGIDAS Y DE

LOS GOBIERNOS QUE SE CREEN JUSTIFICADOS POR EL VOTO.

En esta invasion, hay dos peligros.

El primero es la conquista ó la desaparicion de la Independencia;

Y el segundo es la exterminacion de la República en el mundo.

La América habia ya casi identificado con su modo de ser, y señalado como objeto de su vida, la realizacion de la República. De modo que puede decirse habia gloriosamente unido en su esencia y existencia, la Independencia con la idea República, y la República con la idea Independencia. Y es que en el fondo de las cosas, ambas ideas sostienen una relacion necesaria. La soberanía del hombre ó de los pueblos, supone la independencia, y la independencia del hombre y de los pueblos supone el gobierno de sí mismos,que es la República. Una verdadera monarquía es la usurpacion de la soberanía del pueblo.

Un pueblo sin soberanía, no es independiente. Si se cree soberano porque no es gobernado por extrangera mano solamente, y vive sometido al tirano que lo engaña ó alucina, ese pueblo es ciego, es imbécil, y lo peor es que tiene que apelar al sofisma para acallar la protesta interna de la conciencia; y entonces su inteligencia extraviada se embrutece, y su corazon se pervierte. Esto pasa en Francia y en casi todos los gobiernos monárquicos.-No se puede jugar con la verdad.-Cuando se educa á un pueblo en el sofisma, cuando toda idea de justicia se subordina á la pasion,al patriotismo estrecho, al orgullo de raza, al egoismo de partido, de clases ó de castas, la inteligencia de ese pueblo tiene que esperimentar la decadencia de toda facultad falseada. Y si ese estado se perpetúa, el mal se arraiga, y la luz de la verdad brillará inúltimente á sus ojos. Pasan y pasarán los siglos, y las generaciones se trasmiten con amor como una parte esencial de su vida ó de su destino, el error acariciado, el sofisma aplaudido y el crímen justificado. Ved á los judíos. El error, el sófisma, el orgullo

de creerse el pueblo escogido, lo ha reducido á ser el pueblo escarnecido. Ved la Italia: la idea del dominio universal incrustada en todo italiano, como lo ha demostrado espléndidamente el maestro Edgar Quinet, ha sido la causa de que no ha podido ser nacion. Sacrificaba la soberanía del espíritu al Papa, porque creia de ese modo dominar con el Papa á todos los espíritus,-y perdió su espíritu, la soberanía de su pensamiento. Sacrificaba su nacionalidad é independencia al emperador germano, que se decoraba con el título de emperador Romano, creyendo de ese modo dominar á las naciones, y perdió su nacionalidad é independencia;-y hoy que renace, contra quién se estrella? contra el Papa, el enemigo de la razon independiente, y contra el emperador austriaco, el enemigo de su personalidad nacional. De donde resulta que debe haber íntima alianza entre el papado que decapita la personalidad del pensamiento, y el ímperio que decapita la personalidad nacional. Ambas tiranías se apoyan, son solidarias. Si el papado peligra, el imperio lo proteje. Si el imperio es amenazado, ó si la Italia se levanta para arrojarlo de fronteras, el papadó declara que los austriacos son sus hijos. Esto se ha visto, esto lo hemos presenciado en Roma mismo, el año de las esperanzas, en 1848, cuando los Italianos creian en Pio IX, y esto vuelve á repetirse hoy dia. ¿De quién es aliado el Papa, el papado, la Iglesia ó el catolicismo? ¿De Victor Emmanuel, ó Garibaldi, los fundadores y batalladores de la Independencia? No, del rey de Nápoles convertido en caudillo de bandidos, y del emperador austriaco, asesino y ladron de Italia. Ved y juzgad.

La Francia, á modo de los judios, tambien se ha creido pueblo escojido: "DIEU PROTEGE LA FRANCE " es su leyenda, y como los judios, crucificó á su VERBO que era la República. No lo comprendíeron, ó mas bien, ese verbo, la idea de la República, provoca el despertamiento de la conciencia y de la dignidad, y los hombres corrompidos los que mas temen, lo que mas odian es ese despertamiento que los revela á sí mismos como falsos, hipócritas, egoistas y sin personalidad moral. Es por esto que en todo pueblo pervertido, la aparicion de un Emperador, ó de un monarca, ó de un dictador, es saludada como un alivio, porque nos quita el peso de la conciencia, y en vez del juez interno que llevábamos, colocamos ese confesor, ese redemptor, ese cómplice, ese representante

de la suma de todas las miserias humanas. Asi pues, todo pueblo imperializado es un pueblo conquistado. El argumento de que sea elegido, no puede probar sino que el pueblo que lo ha hecho, elije el símbolo de sus miserias y el representante de su abdicacion. Y no es argumento la eleccion, porque nadie tiené derecho para votar sobre la desaparicion del derecho. El pueblo que tal hace, usurpa. Su acto es ilegal, y sobre el plesbíscito de la canalla, brilla la ley de la soberanía del hombre y del pueblo; ley inalienable, intransmisible, inabdicable. Silencio á los 7 millones!

Tal es el elegido (l' élu) que ha elegido á Méjico, para provocar otra eleccion sobre su forma de gobierno. Ved la legitimidad imperial convocando con el clarin del conquistador, los comicios que deban elegir en Méjico al futuro gobernante, para darle la legitimidad de la libre votacion del pueblo mejicano.

III.

LA INVASION ES ROBO Y DEGRADACION.

Nosotros vemos,no solo la independencia de Méjico en peligro,sino la independencia del nuevo continente; no solo su. territorio amenazado de robo, sino la idea vital de los pueblos de América amenazada de exterminio: la desaparicion de la República. Así es que podemos decir: Americanos, se nos quiere robar el territorio; Republicanos, se pretende degradarnos. Solidaridad de tierra, de interés, de dignidad, nos une. Veamos el modo de hacer la resistencia solidaria.

IV.

EL PRODIGIO EN AMERICA.

Pero antes de examinar los medios prácticos que el deber señala y que las circunstancias exigen, queremos profundizar las causas que ponen á la América en peligo. Es por esto, que

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