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discurrieron eu aquella época, llegaron á concebir el de un monarquía, cuyo primer soberano seria el Libertador con este sólo título, i en que seguiria como sucesor, despues de su muerte, un príncipe de alguna dinastía europea. Mucho se avanzó en este plan por el consejo de gobierno en setiembre de 1829, mientras Bolívar se hallaba ausente en el Sur con motivo. de la guerra entre el Perú i Colombia. Todo hace presumir que el gobierno francés, ó á lo ménos su representante, Mr. Bresson, apoyaban este delirio; pero no hai datos que persuadan ni prohabilidad de que el mismo Bolívar lo aprobase. Siempre rechazó la imputacion; i en efecto, ¿qué le importaba personalmente una forma de gobierno, que en nada hubiera aumentado su autoridad, i que no habria podido aprovechar su descendencia de que carecia ? Un poder discrecional i vitalicio fué toda su aspiracion, i en verdad que no era poca.

Por una estraña aberracion, al convocar para el nuevo congreso autorizó Bolívar á los pueblos para manifestar francamente sus opiniones sobre la situacion, i sobre la organizacion futura de Colombia. Muchas i mui contradictorias fueron esas manifestaciones; pero la más notable fué la de los departamentos de Venezuela, que desde 24 de noviembre en adelante se pronunciaron abiertamente por la separacion i formacion aparte de un nuevo estado mientras el Libertador pisase el territorio de Colombia. Fué tal la popularidad de semejante concepto, que nada pudo contrarestarlo, ni aun la influencia de Páez, que parece haberlo combatido mientras tuvo esperanza de destruir sus ef ctos. Convencido al fin de lo contrario, aceptó la direccion del movimiento, i convocó á un congreso constituyente venezolano, que reunido en 6 de mayo de 1830, constituyó en setiembre la república de Venezuela, como estado independiente.

Entre tanto, el congreso de Colombia, á llamamiento de sus miembros, habia sido instalado por Bolívar en Bogotá el 20 de enero de aquel año. Aunque admirable, segun la espresion del libertador, para realizar sus miras, tuvo que cejar en vista de los acontecimientos de Venezuela, que pensó contener apresurán

dose á dar, como dió el 29 de abril, una constitucion, que puede pasar por liberal, atendidos los autores i los antecedentes. Por su parte Bolivar, lleno del mismo espíritu, renunció decididamente la presidencia desde el dia en que instaló el congreso, i de tal modo insistió en ello, que éste tuvo que aceptar la renuncia para despues de espedida la constitucion i hecha la eleccion de nuevos funcionarios superiores. Recayó ésta en el señor Joaquin Mosquera para presidente, i el jeneral Domingo Caicedo para vicepresidente; i retirado Bolívar de los negocios públicos desde el 2 de marzo, emprendió viaje para Europa el 8 de mayo, por la via de Cartajena, en donde se detuvo. Tres dias despues el congreso constituyente cerraba sus sesiones, no sin haber nombrado una comision que presentase la nueva constitucion á los pueblos de Venezuela, como lo hizo sin ningun resultado satisfactorio.

Luego que se supo en Quito la intencion manifiesta del Libertador de ausentarse del país, reunióse en 13 de mayo una junta de autoridades i jente principal, que terminó por un pronunciamiento en favor de la independencia de los departamentos del sur, á saber, Quito, Guayaquil i Asuai, constituyendo un sólo estado con los demás que quisiesen incorporársele. Quedaba encargado provisionalmente del mando el jeneral Juan José Flores, quien debia convocar, como en efecto convocó para el 10 de agosto, á un congreso constituyente que se reuniria en la ciudad de Riobamba. Tal fué el orijen de la nueva república, que se denominó del Ecuador.

Abandonados así los departamentos del centro, siguieron por cosa de un año rijiéndose por la constitucion de 1850, mientras combatian un gobierno usurpador, entronizado allí á nombre de Bolívar, i encabezado provisionalmente por el jeneral Urdaneta. Destruido éste, se convocó en 1831 por el vicepresidente Caicedo á una convencion, que constituyó en 1832 la república de Nueva Granada. Mientras vivió Bolívar no perdieron sus secuaces la esperanza de restituirle al poder, ni omitieron dilijencia para efectuarlo; pero muerto en la hacienda de San Pedro, no lėjos de Santamarta, el 17 de diciembre de 1850, murió tambien

esa esperanza, como muerto habia ya Colombia; aunque ni con una ni con otro murieron del todo los principios de gobierno que, sin duda de buena fe, concibió la cabeza, alimentó la ambicion i sostuvo el inmenso poderío del héroe sud-americano. Ya los veremos reaparecer en las tres hijas de la gran república militar.

OBSERVACIONES JENERALES

Todas las tradiciones del Ecuador han propendido al establecimiento de un gobierno centralizado i despótico. Durante la época comprendida en su historia antigua, los Seiris primero i los Incas despues, gobernaron la tierra á modo de imperio asiático. En su segunda época, ó sea, de la historia media, fué rejido á la manera de todas las colonias españolas, cuyo distintivo eran la unidad i la concentracion de poder. En la primera parte de la época que abraza su historia moderna, los patriotas ecuatorianos nunca llegaron á establecer, ni una constitucion como la de Venezuela en 1811, ni un pacto federativo como el de Nueva Granada en el mismo año, sobre el cual se fundó un gobierno nacional en 1812. Cierto es que ni en ésta ni en aquélla república arraigaron por entonces las instituciones que se habian dado; pero fueron ocasion de cierto movimiento político, de discusion i aspiraciones, que nunca se olvidaron del todo, i que ausiliaron poderosamente para el establecimiento de gobiernos libres en 1830 i 1832.

Así mismo la segunda parte de la época moderna fué mucho más favorable á Venezuela i Nueva Granada que al Ecuador para fundar instituciones populares. Cuando en 1820 logró reaparecer en Guayaquil un gobierno independiente, ya Colombia existia, i sus huestes, que ocupaban el territorio ecuatoriano, á medida que lo arrancaban al dominio español, traian consigo el réjimen militar, reputado necesario durante la guerra, i que fué luego un formidable antagonista del poder civil.

No fué sino en 1822 cuando quedó libertado el territorio me

ridional de Colombia, en que se crearon los departamentos de Pichincha, Asuai i Guayaquil. Para entónces Venezuela i Nueva Granada, léjos del teatro principal de las operaciones militares, gozaban de un gobierno civil desempeñado por el vicepresidente Santander; mientras que el Ecuador sentia el peso de todo el grande ejército, que acababa de vencer en Pichincha, i que se preparaba para la campaña del Perú. Durante ésta la influencia militar colombiana debia ser mayor en el sur que en el resto de Colombia. I no bien habia terminado la guerra con los españoles por la rendicion del Callao, cuando aparecieron los planes de gobierno dictatorial, que justamente en el Ecuador fué donde más pronto i con mayor ahinco tuvieron acojida por los tenientes de Bolívar.

Hallábase encargado de los tres departamentos como jefe militar semiabsoluto el jeneral Juan J. Flores, cuando la lucha entre los dos principios civil i militar, democrático i autoritario, rompió la union colombiana. Venezuela, como más distante del libertador i de su séquito, sus aduladores, su ejército i su influencia, fué la primera en desafiar los planes liberticidas de Bolívar ó de sus adeptos. Nueva Granada, asiento del gobierno civil de Santander, era un palenque donde se debatian las encontradas opiniones i en que el partido liberal preponderaba. El Ecuador bajo Flores, uno de los más fieles ejecutores de los planes bolivianos, apénas daba muestras de vida propia, cuando la separacion de Venezuela i el fallecimiento del gran caudillo, pusieron naturalmente en las manos de aquél todo el territorio ecuatoriano.

Por poca ambicion que hubiese tenido Flores, los sucesos venian á coronarle rei de aquellas comarcas, sobre todo, despues que el atentado de Berruecos, en 4 de junio de 1850, le libró del formidable competidor, que el mérito más que la ambicion de Sucre le presentaba en la persona del Gran Mariscal de Ayacucho. Organizóse la nueva república bajo la férula de un jeneral valiente, ambicioso, intrigante, tal cual instruido i no poco vanidoso, que se habia propuesto por modelo á su maestro Bolivar,

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