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saccion entre las dos doctrinas teóricas i jeográficas de límite.

Es singular que el entusiasmo de la cordialidad que estalló en tan ardorosa i recíproca sinceridad entre ámbos pueblos a raiz de los Pactos de Mayo, nos les haya permitido todavía a ninguno de los dos antiguos contendientes recordar que la guerra habria venido sin duda si el Arbitro Británico no se hubiera salido del marco estricto de derecho de los Tratados primitivos para producir una sentencia rápida, de equidad-en que la inspeccion del terreno fué una simple fórmula aparente, pues no diócomo se recordará-ni tiempo material para ningun

exámen verdadero.

La jestion de Tornquist, pudo, pues, prender i desarrollar resultado, porque llegaba en el momento en que estaba hecha ya la jestion que debia producir el fallo de equidad o transaccion, que ha sido la causa histórica mas real i efectiva que la paz. La limitacion de los armamentos fué simplemente su primera i mas plausible consecuencia.

• I esta paz ha resultado duradera i sólida por eso mismo, o sea, porque el pleito no lo perdió ninguno de los dos pueblos, es decir, porque ámbos lo ganaron, puesto que el Arbitro equilibró las doctrinas. de Barros Arana i de Moreno, aceptando ámbas en casos diversos i compensados.

El amor propio de ámbas Repúblicas quedó a salvo i lograron así ámbos pueblos quedar unidos para trabajar sin rencores ni humillaciones en la grandiosa obra del progreso i engrandecimiento hispano-americanos.

DON ENRIQUE MAC-IVER

Esta Antolojía no podia quedar completa sin la figura moral e intelectual del señor Enrique Mac-Iver, orador eminente i esclarecido, pensador sobrio i profundo como escritor i publicista.

Víctor Hugo ha dicho que la historia para ser humana debe presentar no sólo a los héroes i a los libertadores, sino tambien a los pensadores que forman el progreso de los pueblos.

En un libro de poetas i de artistas, de escritores i publicistas, la personalidad del orador se hace inevitable, porque es el artista de la palabra, el poeta de la elocuencia, el publicista de la tribuna que habla sus escritos.

El señor Mac-Iver es el periodista de la tribuna. Sus hermosos discursos tienen la vibracion de la palabra i del pensamiento, i la forma brillante, orijinal i espontánea del artículo del diario de combate.

Se diria al leer uno de sus notables discursos parlamentarios o populares, que se está recitando un artículo de Justo Arteaga Alemparte.

El corte de su frase es la del escritor i del pensador que modela en forma breve i rápida sus ideas. Se me ha dicho que Mac-Iver no tuvo juventud.

Descendiente de sajon i sin gran fortuna, se labró por sí mismo en el estudio i el trabajo.

Apareció en la escena pública en 1868, en la tribuna de un comicio, hablando con la esperiencia de honda filosofía.

Mas tarde, en 1876 ingresó a la Cámara de Diputados en representacion del departamento de su cuna, Constitucion, i el orador i el parlamentarista se revelaron a un mismo tiempo.

Se habia educado en las doctrinas inglesas i su política se debia desenvolver dentro de ese marco de severo réjimen británico y sin ser conservador.

De principios avanzados proclamó la reforma de nuestras instituciones con acopio de ciencia política i constitucional.

En una serie de artículos de La Revista Chilena, se manifestó publicista mesurado i erudito, de largas vistas i de ideales de gobierno democrático.

Esta ha sido su labor i su obra durante toda su vida. Senador, Ministro de Estado, delegado de Chile ante

paises limítrofes, ha presidido sus actos con espíritu sereno i correcto i elevado patriotismo.

Su discurso a la juventud es un programa i un credo proclamado en un comicio.

A la juventud

A esta numerosa asamblea la reune aquí un sentimiento de justicia.

Ese mismo sentimiento reunió a la juventud universitaria, que cree que para amar a la patria i para condenar lo malo i aplaudir lo bueno, no se necesita peinar canas.

El patriotismo no reconoce edades: se alberga en todos los corazones nobles.

Ella, la juventud, no hace el negocio de ningun bando político, no hace tampoco la apolojía de partido alguno.

Débil su voz por los pocos años i la inesperiencia, vale talvez mucho, por ser a la espresion de almas a las cuales no guia el odio que ciega ni la ambicion que precipita.

La enseña que la une no es la de este o aquel partido, nó; es ese simpático tricolor chileno a cuya sombra peleará mañana los combates de la idea.

La aspiracion es el bien de la patria, los medios que empleará para conseguirlo, la verdad i la jus

ticia.

Sostendrá con ánimo, valor i voluntad firme la bandera de la República; a ella hará el sacrificio de su intelijencia i de su corazon, i fija la vista en su refuljente estrella, marchará siempre por el camino de la libertad i del derecho.

Los partidos políticos

Voi a hablaros sobre los partidos políticos; de su oríjen i su razon de ser, de su clasificacion i su carácter: tema tan vasto como complejo, mas propio para un libro que para una disertacion oral, i que, por lo mismo, solo he de tratar someramente en sus aspectos principales i de mas provechosa contemplacion.

Los partidos llenan, con sus principios, sus programas, sus actos i sus hombres, la historia política de este siglo

La trasformacion de los gobiernos absolutos de la mayor parte de la Europa continental en constitucionales representativos, i la independencia de la América Latina, han venido a colocar a la casi totalidad de los pueblos cristianos bajo un réjimen en el que la direccion, que antes correspondia a los monarcas en el gobierno de la sociedad, pertenece a los pueblos que la ejercen por medio de los partidos. No parece probable que las épocas históricas contemporáneas o del porvenir lleven nombres rejios o pontificios.

Los Carlos V o los Luis XIV, los Gregorios i los Inocencios pasaron para no volver.

La suerte de las naciones no depende ya de un rei o de una dinastia, sino de ellos mismos, de sus propias ideas, sentimientos i esfuerzos.

El partido politico no es una creacion artificial, ni es el fruto de las diferencias i discordias sociales, es un organismo natural, casi necesario del sistema representativo, que fortifica el poder público, populariza los principios, lejitima los intereses, facilita el gobierno e impulsa el progreso.

No se comprende la vida humana sin la sociedad; no se comprende la sociedad sin la autoridad, familia, municipio, provincia, nacion o, mas propiamente hablando, sin el Estado, sin el gobierno que ejerce las funciones del Estado.

El fin del Estado es el cumplimiento del derecho para el arreglo social, para el órden i la justicia. Para cumplir el derecho, se requiere comprenderlo i aplicarlo.

El concepto del derecho i de su aplicacion puede sen tar vario, como es vario el criterio humano, i diferentes la intelijencia i condicion, las necesidadades i costumbres de los hombres.

Pero estas variedades i diferencias no son innumerables, i tienden para la naturaleza de las cosas a concentrarse en tendencias i vistas comunes. Así se forman, permítaseme la espresion, los intereses de las diversas concepciones del derecho i de su aplicacion; i, con ellos, la escuela; i tras la escuela el partido político.

Mientras el concepto jeneral del derecho i de su aplicacion se mantiene en la esfera del estudio i de la contemplacion, es la escuela.

Cuando se aplica o pretende aplicarse por medio de la accion al réjimen i gobierno de la sociedad, es el partido.

Tal es el oríjen de los partidos políticos que hubiera podido indicarse, quizas de una manera mas clara i sin pretensiones de científica, diciendo que los partidos se orijinan de la diversidad de criterios con que se juzga de la estension de las funciones del Estado, de su organizacion i del modo de dirijir el gobierno.

Señalar el orijen de los partidos politicos, es decir donde está su razon de ser.

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