No es el presente un momento histórico de florecimiento literario patrio. Es un periodo de transicion entre una época de desarrollo intelectual intenso i un futuro que promete un mayor i mas vigoroso esfuerzo de cultura nacional. Nunca fué la literatura entre nosotros un elemento de vida i de labor profesional, sinó una manifestacion de arte i de ciencia que surjió del fondo de los caractéres superiores anhelosos de un progreso brillante para el pais. Desde los oríjenes de nuestra nacionalidad, el pensamiento escrito i vulgarizado en el libro o en la revista, en el diario o en la tribuna académica, en la cátedra universitaria o en el parlamento, ha sido el fruto de la suma de conocimientos adquiridos por nuestros hombres de talento que un ideal hermoso de espansion moral guiara hacia el cultivo de las letras o de la palabra en todas sus esferas de belleza infinita. Las ciencias de la naturaleza i de la filosofia, al par que las que se relacionan con la vida institucional i práctica, tuvieron a su servicio, en su tiempo, tanto en la colonia como en la época de la revolucion i la organizacion republicana, intelijencias representativas que les conquistaron horizontes de dilatado desenvolvimiento en nuestra sociabilidad. Las ideas de profunda investigacion como las de espresion vivaz del sentimiento i la elocuencia, se abrieron paso a traves de adversas vicisitudes, des 201149 de el abate Molina i el padre Lacunza a Salvador Sanfuentes i José Victorino Lastarria, los primeros en la historia i el estudio de la naturaleza i la teolojia i los últimos en la poesia i la filosofia i la política. Así nacieron entre nosotros, en la éra propiciatoria de la libertad i del derecho público i civil, la literatura i el arte, la ciencia i la difusion de la cultura popular. siendo coetáneos de esos tiempos de intelectualidad el sabio jurista i filólogo don Andres Bello i el educador peninsular don José Joaquin de Mora. Sembrando los unos la semilla de la ilustracion en las revistas i en los libros, los otros esparcian losjérmenes de la verdad i del adelantamiento social. con enerjico empuje, en las aulas de los colejios, levantando liceos i universidades, fundando cátedras i escuelas como Sarmiento, esparciendo testos de estudio i de enseñanza para la juventud, códigos de lejislacion i de lenguaje i constituciones políticas que dieron personalidad a la República. A favor de este ambiente de espansion moral se erijieron la Universidad, la Escuela Normal, el Liceo de Santiago, la Academia de Pintura, la Sociedad Literaria i la Academia Forense, que fueron los primeros centros de actividad de nuestra literatura, de las bellas artes i de las profesiones universitarias tituladas. Don Andres Bello se regocijaba, en la apertura de la Universidad, de las nobles compensaciones que llevan al espíritu las ciencias i la literatura premiando con sus goces íntimos los trabajos i las vijilias del estudio. La sociabilidad misma se sentia renacer a una nueva vida de evolucion i de perfeccionamiento, estimulando las iniciativas de los Gobiernos i de los hombres de entusiasmo por la cultura jeneral. Ese movimiento literario se prolongó durante una serie de años, señalando a nuestro pais un puesto distinguido en la América latina, dando espresion de naturaleza a la literatura, imprimiendo proyec ciones de índole nacional a la cultura de la capital |