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La palabra progreso ha tenido tambien durante mucho tiempo un sentido vago en nuestro lenguaje, i épocas ha habido en Chile en las cuales ella ha pasado como una palabra vana, tan peligrosa para el órden, como la palabra libertad. Hoi se acepta corrientemente como la espresion de una idea de adelantamiento i de perfeccion.

Mas es necesario que el maestro de escuela tenga de esa palabra un concepto fijo que trasmitir a sus hijos en espíritu; i aunque en la Introduccion que precede, le hemos demostrado que aquella perfeccion humana, que el bien del hombre consiste en el desarrollo íntegro i completo de todas sus facultades, i esto le basta para comprender la idea de progreso, no obstante es útil que tratemos de poner en claro las leyes a que obedece el progreso moral, para que su concepcion sea mas luminosa.

Para el estudio de esas leyes, es necesario tomar por guia la observacion. "No es con el ausilio de la metatísica, ni con las investigaciones expeculativas, sino mas bien por medio de la historia de los hechos i la en

señanza de la esperiencia, como conviene tratar la cuestion del progreso, que conocemos i afirmamos por la íntima conciencia que él deja en nosotros de su propia existencia. Puesto que el movimiento pertenece a todos los seres, i puesto que este movimiento es la representacion de su espontaneidad, es evidente que hai i que habrá siempre una marcha acelerada o contenida, circular o curva, rectilínea o trunca, que señala la evolucion humana. Pero para darse una cuenta exacta i cabal del valor de este movimiento progresivo, es preciso no interponer prematuramente, en medio de los elementos que se estudian, un ideal cualquiera, un criterio imajinario, cuya indiscreta intervencion podria perturbar el resultado de la investigacion e impedirnos establecer con seguridad i oportunidad las conclusiones que espresan la nocion del progreso."

El progreso moral no es todo ese movimiento, no es toda la evolucion social de la humanidad, sino una parte de tal movimiento. El progreso social completo es mui complejo, pues se opera en todas las esferas de la actividad humana, no de un modo paralelo, igual en todas ellas, sino de un modo que guarda proporcion con el desenvolvimiento de las ideas fundamentales sobre que descansa la sociedad i las cuales sirven de base a aquellas esferas de la actividad social.

Estas ideas fundamentales son, como sabemos, las que representan cada uno de los fines principales en que se subdivide el fin jeneral del hombre i de la sociedad; es decir, las que representan el fin moral, el relijioso, el político, llamado tambien civil o jurí

dico, el científico, el artístico, el industrial i el comercial. El hombre i la sociedad prosiguen en cada una de esas ideas fundamentales el fin de su naturaleza, ese fin que se llama el bien o la felicidad jeneral, el interes de todos, la utilidad comun, i el cual no consiste en otra cosa que en el desarrollo de sus, facultades i de sus relaciones con el órden jeneral de los seres del universo.

El progreso social es, pues, el movimiento de la sociedad en todos esos fines principales simultánea

mente.

Estas consideraciones parecen metafísicas, solamente porque nos falta la costumbre de observar i de estudiar la sociedad. Nos formamos una idea confusa de la sociedad, porque no la contemplamos sino concretamente, en globo, como contemplamos un árbol, un edificio; pero si nos demoramos un momento a estudiar sus detalles, la confusion desaparece, i entonces el cuerpo social se nos presenta en todos los elementos que lo componen, i vemos claramente que esos elementos no son otra cosa que otras tantas sociedades particulares equivalentes a los fines principales en que se divide el fin de la sociedad. Así la idea que presentamos de la sociedad no es una abstraccion metafisica, no es una entidad ideal, arbitraria i antojadiza, sino una imájen de la realidad.

Esta idea verdadera i precisa de la sociedad nos revela pues que lo que se llama progreso social es el movimiento completo de la sociedad en todos los fines que forman lo que puede llamarse su interes colectivo.

Esa idea de la sociedad nos revela todavia otra

cosa, i es que una lei propia de la existencia humana nos impulsa a verificar todos los arreglos sociales de modo que sirvan a su objeto, el cual consiste en el progreso social. En otros términos, "los arreglos sociales deben de ser conformes al interes colectivo del jénero humano, que exije la conservacion, el acrecentamiento i la duracion de la vida." Todo arreglo social que no obedece a esta lei es reaccionario i por consiguiente contrario al progreso social.

II.

La existencia o conservacion de la sociedad, i su perfeccion o progreso obedecen a ciertas leyes, o procedimientos, o influencias, que son propias de su naturaleza; así como la materia orgánica, un árbol por ejemplo, se produce, se conserva i se desarrolla en virtud tambien de ciertas leyes o influencias que le son propias. La diferencia está en que las leyes del mundo material son fatales, porque lo dominan o gobiernan sin que él pueda dirijirlas; en tanto que las leyes de la sociedad humana siguen o no su curso, se obedecen o se contrarian, segun ese poder de que está dotado el hombre para elejir i emplear las condiciones de su existencia i desarrollo, en todas las esferas de su actividad, poder que, como sabemos, constituye la Libertad moral.

Ese poder complejo, esa facultad activa del alma, se llama libre albedrío o simplemente libertad, en el sentido de libertad moral o intelectual, la cual se diferencia de la libertad práctica, como lo hemos dicho ántes; i en virtud de él es que el hombre obedece o contraria las leyes de su naturaleza moral, segun las nociones verdaderas o falsas que modifican el impulso de sus instintos, o su voluntad. En una palabra, la sucesion de causas i de efectos que constituye la existencia de tales leyes no se opera sin la participacion

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