Imágenes de páginas
PDF
EPUB

TERCERA PARTE.

XXX.

EL REMEDIO.

Dificil nos será mantener en esta parte de la obra, la distincion analitica de las causas. Como el mal politico moral, es consecuencia del error dogmático y de la mentira, lo que digamos para remediar el mal secundario ó derivado. inducirá á la reforma en las creencias; y lo que digamos para afirmar la verdad fundamental, llevará en si las deducciones que producirán el bien político y moral. Al fin de esta última parte, nos ocuparemos de los medios, que á juicio nuestro, deben emplearse, para fortificar la América y rechazar la invasion.

XXXI.

EL ESPÍRITU religioso.

La religion es inmortal. Obsérvese que decimos, la religion, y no las religiones. En todas las religiones hay una cosa verdadera, y es el espíritu. El espíritu religioso consiste en la creencia de aquello que se afirma como fundamental y eterno, en el amor á esa creencia, y en la práctica de los actos que la creencia dogmática y moral, á la voluntad impone.

Dogma, amor, accion. Creencia, precepto, ejecucion. Todo corresponde á la forma eterna del ser, que es fuerza, inteligencia, amor;-á la constitucion del hombre que es voluntad, inteligencia, sentimiento;-á la organizacion política que es lejislativo, judicial y ejecutivo.

El dogma afirma la nocion fundamental; por ejemplo: Dios es creador. La moral deduce la ley; Por ejemplo: la criatura es subordinada al creador. La práctica ó virtud, el acto resultado de la voluntad impulsada, atraida, motivada por el amor á la ver

dad, es la vida buena ó mala: Buena si soy la accion de la verdad, mala si soy la accion de la mentira, funesta pero sin crí men, si soy la accion del error.

Mas todo esto se aplica con mayor exactitud á lo que se llama religion. El espiritu religioso consiste particularmente, en sentir el impulso y la atraccion de algo de eterno que damos por fundamento á nuestros pensimientos, sentimientos y acciones.

Un ejemplo aclarará mejor lo que entendemos por espiritu religioso.

Voy á los comicios à votar con la conciencia del derecho que me asiste, pero movido únicamente por el interés de partido, ó por la pasion que me ajtta: -No vá el voto impregnado del soplo réligioso.

Voy à votar, porque creo que el deber del ciudadano, practicando su soberania, para conservarla, y desarrollarla, es la obediencia a la ley de libertad impuesta por Dios mismo: Mi voto es religioso. El espíritu divino, el espíritu del derecho que es eterno, y de la solidaridad del derecho, me han hecho ejecutar un acto de la religion de laley.-Mi accion es resultado del motivo racional del precepto divino y por lo tanto es religiosa. En el hecho anterior, mi accion es resultado del movil apasionado y egoista, y es fatal, interesada, no es religiosa.

Creemos que este ejemplo hará comprender lo que entendemos por espíritu religioso

Nosotros somos adversarios, ó no reconocemos en las religiones que se llaman positivas, reveladas, nacionales etc. etc. ni Ja verdad completa, ni el derecho absoluto.

Sobre todas las religiones, existe la religion primitiva, revelada á toda razon, universal criterio de las existentes, juez de todas y principio de la moral.

Si se me pregunta: ¿cual es, cuales sus dogmas, su moral, su iglesia, su culto? con la razon universal de todos los tiempos, y de todas las razas, contesto con la seguridad de la evidencia:

Ese dogma es Dios, Ser infinito y personal: La justicia eterna personificada.

Esa moral es la justicia y el amor.

Esa iglesia es la ciencia.

Ese culto es la virtud.

[ocr errors]

Y su gobierno, su politica, el self government, el gobierno de si mismo.

XXXII.

EL PROBLEMA.

Nuestro objeto es dar á la moral y á la política de la libertad que es el derecho, à la política de la igualdad que es la ley de ese derecho, y á la política de lå fraternidad, que es el vínculo moral de las individualidades libres é iguales, el eterno fundamento del AXIOMA DE LA JUSTICIA.

El SER infinito es el axioma de los axiomas: tafísico.

El Infinito-Persona es el axioma moral.

El axioma me

El Infinito-Justo es el axioma de la religion sin fin y sin principio.

EL PROBLEMA CONSISTE, EN TRASPORTAR EL ESPÍRITU RELIGIOso, (únido y consagrado á dogmas falsos, ó religiones falsas o incompletas) De Las religionES, A LA RELIGION.

El problema consiste en vivificar la justicia, la libertad, la ley, con el convencimiento y fuerza de un imperativo del Eterno.

El problema consiste en acercar, unir, poner en comunicacion directa á la criatura con su Dios, por medio de la razon emancipada y del amor á la ley.

El problema consiste en transfigurarse con el entusiasmo de la verdad, revelada à toda razon independiente.

El problema consiste en creer primero que la razon es inviolable, que la soberania del hombre es religiosa y política;--que la persona es sagrada, la ciudad (civitas), un templo, la ciudadania un sacerdocio, el derecho una encarnacion divina, el deber la forma de la comunion universal que realiza la armonia de los seres, el órden social y la perfeccion posible.

Hé ahí lo que creemos, amamos y queremos;-lo que juzgamos necesario para restablecer el órden, pacificar los espiritus, regenerar los pueblos y para anticipar en este mundo, el imperio de la verdad, que es el de la única felicidad posible.

Si fuera posible unificar dogma y amor, espíritu y precepto, filosofía y religion, instinto y razon, espontaneidad y reflexion, sentimiento y pensamiento, entusiasmo y raciocinio;-si fuera posible concretar en una afirmacion suprema, el axioma y la regla, la evidencia y la ley, diriamos :

SÉ VERDAD.

sienEs decir, sé verdad en lo que pienses, verdad en lo que tas, verdad en lo que hables, verdad en lo que hagas.

Y como la verdad es la justicia, eso quiere decir: piensa la justicia, ama la justicia, proclama la justicia, practica la justicia.

Y como la justicia es soberania, razon y libertad de todos, derecho de todos ó igualdad, amor de todos ó fraternidad, eso quiere decir: desarrolla, conserva y fecunda tu derecho, en tu pensamiento libre «para dar á cada uno lo que es suyo,» proclama, defiende y desarrolla ese mismo derecho en todo hombre, y ama sobre todas las cosas al Creador del derecho que no puede contradecirse,-sino fecundar nuestra libertad, nuestra razon soberana, siempre que acudamos y pidamos a esa fuente de justicia, la verdad y la justicia.

Y el hombre, que como la Minerva antigua se desprende armado e la frente del Júpiter Olimpico, funda su dogma, su religion. su moral, su sociedad, su gobierno, su familia, en la tierra y en las almas, armado por Dios mismo, con el axioma de justicia.

Esa es la religion. El espíritu que de ella emana es el que queremos aplicar á la ley, á la política, á sociabilidad.

El grave mal de la vieja educacion, ha sido preocupar al hombre con el terror y la gloria, y hacer que solo mirase como divino, como necesario, como el asunto capital de la vida, lo que los católicos llaman la necesidad de salvarse, la fé ciega, la obediencia ciega, la prepotencia de la Iglesia,

Naturalmente la vida política, la moralidad política era un asunto secundario. Asi es que se ha hecho vulgar el principio de las dos conciencias: una para las cosas religiosas y otra para las sociales y politicas. Bajo este aspecto, el mundo antiguo es muy superior al mundo moderno. Na habia sino una conciencia.

De esa dualidad ha nacido la abdicacion de la justicia, para las cosas de la vida,-y no creyéndose pecado intrigar, falsificar, engañar en la política,-vemos hombres que se llaman religiosos é ilustrados, faltar á la verdad, á la sinceridad, y ser cosa permitida y autorizada semejante doblez en la conducta.

Por el contrario, nosotros queremos que la conciencia

« AnteriorContinuar »