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diáléctica del pantheismo, fortificados por profundos trabajos históricos y críticos.

Un ejemplo aclarará mejor este nuevo proceder, de que tambien se ha servido el Sr. Renan.

Se expone el estado moral de los Judios, su situacion histórica, el desarrollo lógico de la idea mesiánica, constantemente ali'mentada por sus profetas, la expectativa de una regeneracion profundamente sentida, la fé en una próxima revolucion, y con todos los rasgos depositados poco a poco, en los libros del Antiguo Testamento, se forma poco a poco, se crea por medio de la imajinacion popular y la exaltacion de la esperanza, un tipo, un personage redemptor, salvador, juez, resuscitador, verdadero myto, ó figura, de un ideal del género humano en un pueblo desgraciado.

Asi, lo que en los evanjelistas es histórico, hechos, narracion, vida, se convierte en composicion, o fabricacion, en reproduccion de un texto antiguo. Si efectuó el milagro de los panes, es porque ya Moisés ha dicho que el mana alimentó al pueblo en el desierto. Si hizo tal viaje, si pronunció tal palabra, si comió, bebió, bautizó, predicó, es para reproducir tal texto, que ya decia: y «< dirá tal palabra » y « hará tal viage, » y « predicara tal cosa» y el personage mesiánico compuesto de ese modo, verdadera y humana creacion, vendrá á ser el Cristo que el mundo cristiano reverencia.

Que tal idea sea original, grandiosa, no hay duda, que sea totalmente verdadera, no lo creemos. No nos toca ahora discutir este punto.

Reasumiendo: se vé como ha venido la idea reformadora, Tas faces que ha seguido, hasta llegar al libro del Sr. Renan, que, aprovechando considerablemente del trabajo de sus antecesores, considera simplemente á Jesus como hombre, sin negar su existencia, sin hacerlo myto, y procurando explicar lo milagroso por los medios naturales que la crítica presenta. Niega el milagro, pero no niega el hecho que puede haber servido para imaginarlo. No lo convierte en alegoria, èn símbolo, en myto. Acepta y discute los hechos, no los niega. Esta es la particula ridad del libro. Un ejemplo aclarará mejor lo que decimos. Jesus resucita à Lázaro: hé ahí el texto. ¿Qué dice Strauss? El antiguo testamento presentata los tipos mejor preparados para « la formacion de narraciones detalladas, de resurecciones aisladas.

«Los profetas Elias (I. Reg., 17, 17, IV reg.-IV. 18-seg.) y « Eliseo (2 Reg., 4, 18 seg.) habian resuscitado muertos, y los au«tores judios invocan estos precedentes como typos del tiempo me« stánico. » (1)

El texto se vuelve myto.

¿Qué dice Lamennais?: «El que Jesus ha resucitado, que « tiene en sí la vida que Jesus dá, que se le desate, que se le deje « libre (alusion à los vendajes que envolvian á Lázaro;) no

quieren que aprisionen á los su os en las bandeletas de los <«< muertos....« Ha salido una voz que los muertos mismos han <«< oido, una voz, cuya potencia creciendo de siglo en siglo, « grita á los pueblos encerrados en la tumba: Lázaro, Sal! y <<< salen. >>

El texto aqui se hace simbólico de la regeneracion del espíritu y de la resurreccion de los pueblos. (Lamennais, comentario y nota al cap. XI de Juan).

¿Qué dice el Sr. Bianchi-Giovini?—:

<< Nótese que el milagro operado por los huesos de Eliseo sucedió en la Samaria, donde la tradición se habia conservado << viva en el pueblo; y el cuarto Evangelista que, segun todas las << apariencias escribió en la Samaria, tomó de ahí la idea primi«tiva para formar su narracion de Lázaro: si es que ya no habia «formado en parte en la imajinacion de los cristianos samarita« nos, que despues por discrepacion de principios teosóficos << formaron secta aparte; y por tanto, por este diverso origen, <«<es que la leyenda del cuarto evangelista, no se encuentra en «<los synópticos, los cuales tuvieron un origen todo Judaico. » (Critică degli Evangeli di A. Bianchi-Giovini II. Libro terzo.)

Aqui el milagro es la reproduccion de una leyenda, aplicada á Jesus, por el único discipulo que habla del milagro mas notable atribuido á Jesus.

Llega su turno al Sr. Renan: <<< La familia de Betania fué -« quizás inducida, casi sin sospecharlo al acto importante que se << deseaba. Jesus era alli adorado. Parece que Lázaro estaba <<< enfermo, y que fué por un mensaje de las hermanas alarma« das que Jesus dejó la Perea. La alegria de su llegada pudo « volverá Lázaro la vida. Quizás tambien el ardiente deseo de « tapar la boca á los que negaban con ultraje la mision divina « de su amigo arrastró á estas personas apasionades mas allá de (1) (Vida de Jesus por Strauss Trad. de Litré, Il tomo, pag. 184.)

« todos los límites. Quizás Lázaro pálido aun de su enferme« dad, se hizo envolver con bandeletas como un muerto y en« cerrar en su tumba de familia. Estas tumbas eran grandes « cuartos tallados en la roca, en donde se penetraba por una « abertura cnadrada que se cerraba con una piedra enorme.... «La emocion que experimentó Jesus cerca de la tumba de su

amigo que creia muerto, pulo ser tomada por los asistentes por <«<esa turbacion, por ese extremecimiento que acompañaban á los <«< milagros;...Jesus deseó ver una vez mas al que habia amado, <«< y habiendo quitado la piedra, Lázaro salió con sus bandele- · <«tas y la cabeza envuelta en un sudario. Esta aparicion debió << naturalmente ser mirada por todos como un milagro. »

(Renan, cap. XXII.)

Aquí el milagro es negado, pero se afirma la existencia de un hecho que pudo por aquellas gentes ser considerado como milagro, y además se explica como pudo haberse verificado tal sorpresa y la creencia en la resurreccion de Lázaro.

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Viene el filósofo y dice: diga el texto lo que quiera, milagro no hay. ni puede haber. Sea myto, simbolo, leyenda, ó hecho fal sificado y compuesto, no me importa. La ley, la verdad, es in, mutable, y no necesita de hechos exteriores, cualesquiera que ellos sean, para que deje de ser lo que es: Ley y verdad.

Hé ahí pues el método diverso seguido en la exégesis. Se vé pues, con este ejemplo, la diferencia que caracteriza el libro del Sr. Renan: puramente humano é histórico. La alegoria, el my to, el símbolo, la leyenda no forman la base de su libre; pero distin+ gue con notable tino, lo que puede venir de la leyenda, lo que puede ser alegoria, y procura, apesar de criticar la autenticidad de las narraciones Evangélicas, dar una explicacion posible, histórica, que nazca naturalmente de las ideas del tiempo, del génio de la raza, de la influencia de la tradicion, de las costumbres de ese pueblo, y sobre todo de la influencia moral del perso

nage.

IV.

RESULTANTE.

Todas estas corrientes del pensamiento vienen a producir una resultante: La negacion de la divinidad de Jesus, ó la negacion de la verdad de la Iglesia. Esa resultante es bajo su as

pecto positivo, el entronizamiento de la filosofia para la elabora cion del dogma, el principio de libertad é igualdad como ley de las relaciones, el sentimiento de la sublime caridad como vínculo de unidad del género humano. Examinemos ese resultado que es al mismo tiempo el ideal. ¿Cuál es esa afirmacion que se niega? la afirmacion católica. ¿Qué es Jesus al fin de este resultado, cual es su obra y su mérito? ¿Por qué tanto interés en hacer desaparecer esa creencia de la divinidad de Jesus?

¿Cual es la afirmacion?

V.

SOBRE LA AFIRMACION Ó NEGACION DE LA DIVINIDAD DE JESUS.

La divinidad de Jesus, es la encarnacion del Infinito, la hu manizacion del Absoluto, en el año primero de nuestra era. Ya fa humanidad habia vivido cinco mil, diez mil, veinte mil años, y el Eterno esperó hasta hace 1864 años, para realizar un acto concebido eternamente, y del que depende la salvacion del gé. nero humano.--Paciencia eterna!

Ese acto, aunque existia como idea, en la mente del Eterno Logos, no solo se verificó segun los católicos en ese estupendo año 1o de nuestra cra, sinó que consistió además, en que ese Logos, o intelijencia divina, era persona, en la persona de Dios, y se desprendió de su Padre segun unos, ó fué el mismo Padre, es decir, el Infinito, segun otros, que descendió á María, esposa de Josef, para incubarse, erecer, nacer, y desarrollarse, enseñar, padecer y morir por mano de los hombres en la tierra de los judios.

Exponer esas afirmaciones, que en verdad, para todo espíritu no pervertido por la educacion, el terror ó el interés, no son sino mitologia absurda, es refutarlas. Jamás han podido sos tener una demostracion científica, pues los católicos para probar no hacen otra cosa que afirmar. Sus pruebas son afirmaciones tan gratuitas, como lo es el sujeto de la discusion. Batidos en sus premisas, como por ejemplo: El Infinito no puede ser hombre, sin cesar de ser Infinito, os responderan que es hombre y Dios al mismo tiempo;-otra afirmacion mas absurda que envuelve una peticion de principio, pues responden afirmando y

*

nada mas que afirmando, lo mismo que se niega. dormir porque tiene virtud «dormitiva.» De ese raciocinio católico.

El ópio hace calibre es el

Tal es el Dios del mundo católico, y tal es su historia en la mente de la eterna paciencia divina.

Habiendo sido educados los pueblos católicos, en la creencia de que es Dios mismo en la persona de Jesus, quien instituyó la Iglesia, (llamamos la atencion del lector á esta consideracion) es claro que cualesquiera que sean sus errores, estravios ó crimenes, o falsas doctrinas que esa iglesia propague, los pueblos, los pobres pueblos católicos, que son los mas atrasados, harán este instintivo raciocinio: Dios lo manda, á mi no me toca, ni puedo, ni debo juzgar las misteriosas vias del Eterno; «doctores tiene la Santa Madre Iglesia que sabrán responder.» Y hé ahí la razon porque la reforma protestante, y toda crítica apoyada en la revelacion, produce entre nosotros, resultados lentos. Pero si se ataca la base directamente, si se niega la autoridad de la revelacion, si se prueba en fin la no-divinidad de Jesus, el fundador, la Iglesia, sin necesidad de la interminable polémica teológica, solo al alcance de las minorias, arrancada por la raiz, viene al suelo, aunque el mundo católico temblare, con el desplome de la basílica de Pedro.

Y tal es hoy el plan de ataque general. El libro del señor Renan apesar de su estilo flotante y de algunas contradicciones, es un poderoso contingente. Y este es el momento de observar, aunque rompamos la serie de nuestros raciocinios, una particularidad del libro.

En una obra notable sobre la vida de Jesus, escrita á la faz de la Iglesia y de muchos pueblos creyentes todavía, y en la que se niega la divinidad del personage, ¿cual parece a prime ra vista y con razon, debia ser el problema principal? El exámen de esa divinidad. Y aun que en el libro se niega, y de su lectura resulte una negacion justificada, el Sr. Renan, à pesar de eso, no ha encarado directamente la dificultad, no ha tomado en cuenta los argumentos católicos, ni organizado las pruebas evangélicas que podian dar plena legitimidad á su tesis.—¿Por qué ese desden?-¿por qué pasa como con desprecio, sobre la gran cuestion de la posibilidad ó imposibilidad del milagro? Dos motivos, pueden a juicio nuestro, explicar esa deficiencia que

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