Imágenes de páginas
PDF
EPUB

Civilizacion sin libertad, sin el gobierno de hombre sobre si mismo, sin el gobierno directo del pueblo es una farsa. El pueblo debe encaminarse á tomar la posesion del poder, porque él es el único propietario del poder.

Todo lo que os aleje de esa via, es usurpacion, es robo. Todo lo que os encamine es adelanto.

El hombre siente y conoce la magnitud y la verdad de sus destinos.

Esos grandes dolores que le aquejan y perturban su faz, hecha á semejanza de Dios, son los lamentos callados, las aspiraciones silenciosas por un bien que no posee y que se cree llamado á poseer. Vive proscripto del bien soberano que es la libertad. No pensemos en abdicar para consolarnos, cediendo los titulos divinos a la reyecia de la tierra. No olvidemos nuestro orijen soberano, tengamos la obcecacion de la soberania, la persistencia por conquistar la patria del pueblo soberano. Quién es aquel que habiendo conocido y sintiendo vivir en sí mismo la revelacion inmediata del Espiritu, y participando del espíritu de creacion renegará de la consagracion sagrada? Es grande el destino del hombre, es sublime el destino de los pueblos libres. Es miserable el destino de los déspotas, es nefando el destino de los que faltan á la verdad. El proscripto que no abdica es algo mas que el usurpador que engaña.

El poder usurpador que os gobierna, pretende oscurecer el horizonte del porvenir, porque forma parte de la coalicion de las tinieblas, porque todo gran pensamiento es solidario y alzaria el alma de Chile á una nueva potencia de su soberania para alcanzar ese porvenir. Todo esto los haria desaparecer. Lógicamente teneis que haceros enemigo de todo lo bello, de todo lo grande, de todo lo justo. Lógicamente encaminareis á Chile á la pérdida de la conciencia de su soberanía, á la pérdida del momento histórico, á la abdicacion de la profecía que palpita en sus entrañas. ¿Será esto posible?

Esa constitucion aleja al hombre de la soberanía, aleja al pueblo del poder, educa al hombre en la patria de una legalidad mentirosa y perturba la espontaneidad y la inocencia de la libertad. Esa constitucion nos aleja del espíritu universal, nos separa de la comunion de las razas y naciones, nos aisla en la tradicion de la conquista, nos sumerje en la abdicacion de la personalidad, nos impide la marcha, nos dá

al aspecto de un convento, nos elimina la funcion civilizadora para que somos llamados y nos presenta á nosotros mismos como una masa esplotada y como un pueblo dominado.

Esa constitucion es la forma esclavizadora del pasado, cuna de fierro, molde de la estrecha é inhumana ciudad de la edad media. La ciudad futura, el espíritu del mundo, la agitacion del alma del planeta se estrellarán en sus murallas y pasareis en la historia como tanto pueblo galvanizado que no es pueblo, pobres de obras, desnudos de acciones, y cargados de desesperanzas. Entrareis en la química, á donde la América del Sur se encamina, preparando el camino al zapador misterioso que se avanza. ¿Qué son cien años, cuando se trata de la personalidad inmortal de una nacion?

Mas si sintiendo y conociendo que la verdad es distinta cosa de la vida que llevais, si sentis en cada uno al alma de la patria en su presente y porvenir, si conoceis el deber y os decís: Ha llegado el momento de asistir á una nueva creacion, entonces vereis vuestra vida traspasando las murallas de nuestra constitucion para abrasar no solo la causa de vuestro derecho sino la causa de la humanidad.

Guayaquil, Julio de 1854.

A LA JUVENTUD BRASILERA.

« Et ego in Arcadia.» Y yo tambien he estado en Rio! Tambien he participado de esas horas que cuando vuelven á aparecer en la memoria hacen dudar à uno de la realidad que ha visto, confundiendo las impresiones positivas con las visiones mas fantásticas que una imajinacion peregrina del ideal puede encon

trar.

La trasparencia del mar y de los cielos, la variedad incesante del paisaje aumentada por la locomocion del pasajero que en alas del vapor penetra en el seno de la gran bahià para ser abrazado por los potentes brazos de Circe, la hechicera naturaleza que acomoda en ese punto sus encantos, y la exaltacion del espiritu contemplativo deslumbrado, sobrepujada por la belleza

realizada, hacen que la entrada á Rio sea la entrada á la rejion de los ensueños.

Oh recuerdo, oh tesoro! Visiones sublimes de belleza, no pasais, no desapareceis: vivis en el pensamiento como imàjen de las nupcias de la naturaleza y del espíritu!

Y yo me acuerdo! De pié sobre el puente, y mucho antes de la aurora, como un centinela que espía el menor ruido ó el menor movimiento de las formas, acechaba la esperanza de lo que iba á ver: la entrada á Rio Janeiro.

Ya el crepúsculo revela la cadena de montañas, grandiosa muralla que, como antemural del océano, arroja la palabra de la firmeza, inmóvil al frente del líquido elemento. Un silencio sublime del cielo, del mar y de la tierra, dejan oir la música sagrada de la creacion en ese momento de la aurora, que conserva la juventud inmortal del primer dia. Ya la luz, vibrando la revelacion de los objetos, enrojece la faz del horizonte. Nubes flotantes, esparcidas, reflejan y anuncian la proximidad del Dios, y aumentan por su contraste la profunda y azul trasparencia de los cielos.

De los cielos, si, porque la atmósfera herida por la luz variaba sus matices à medida que ascendia, y el firmamento se presentaba en zonas ondulantes de todos los colores, convirtiéndose su bóveda celeste en un arco íris de la inmensidad. El arquero divino producia las siete notas, y el espacio con sus orbes emprendia el ritmo de la armonía infinita de las cosas.

¡Cuán libre el alma se dilata, penetrada de belleza! ¡Cuán firme ó inmortal se siente, descubriendo en la naturaleza manifestaciones sucesivas de la eterna patria del ideal! Qué momento tan sublime, si meditando en la belleza, la medida eterna que todo lo pesa, aparece como justicia encarnada en el hombre que saluda atónito y deslumbrado al sol, al dia refuljente de los trópicos, entrando á Rio Janeiro en medio de los resplandores del cielo, del mar y de la tierra.

Es de dia. Ya se vé el verde de la tierra. En línea recta el vapor se precipita al canal estrecho de la entrada. A babor y estribor, mirar es admirar. Montañas reflejando sus formas en estensidad profunda, sobre la superficie ondulante de las aguas, aparecen como mundos ajitados por la mano de un Atlas subterráneo. Picos atrevidos, variedad fracturada de perfiles, masas entrantes y salientes como baluartes de una fortificacion

se

de titanes, líneas suaves que en lejanía se prolongan, el coro, la pirámide, el trapecio, las formas abruptas de la jeometría de la tierra, como recuerdos de los cataclismos petrificados, combinan, se suceden, y provocan esos toques misteriosos de ciertas cuerdas del ser humano, que nos trasportan á una fraternidad primitiva de los seres.

Y todo eso es verde, con todos los matices de lo verde. La potente vejetacion nos envuelve ya en su atmósfera perfumada, como si sintiésemos los jérmenes de la creacion flotantes en el aire, que buscan su reproduccion indefinida. La palma se dePalmas en línea. Héla alli: es la personificacion de una zona.

la cima, en los flancos, al pié de la montaña, se reflejan en el mar. Y el mar acariciando esa sombra, el aire tibio y embalsamado, el calor inmortal, la luz siempre resplandeciente, belleza, riqueza, y abundancia, todo, todo se combina para darnos una idea de la entrada al paraiso terrenal.

Nos acercamos al canal. La locomocion del espectador hace que el espectáculo tan variado de por sí, varie à cada paso, y el movimiento produzca el efecto del movimiento en el paisaje. Imajinaos esa combinacion de formas que se deslizan, que unas sobre otras se precipitan, y que á cada momento, nueva faz, nuevo espectáculo, nueva admiracion, sorpresa incesante en ese baile de montañas nos presentan. Islas esparcidas, valles, ensenadas, canales, casas suspendidas en las quebradas, en medio de las palmas, las pequeñas embarcaciones á la sombra de los árboles, todo pasa, todo esto es la vanguardia de la soberbia entrada. Estrecho es el paso; á derecha é izquierda la montaña con sus castillos y al frente otra isla fortificada detienen un momento la marcha;-hasta que al fin, la bahia de repente se presenta, abriendo su seno como un mar, y circundando el lejano horizonte con sus montes.

El golfo de las delicias, es el anfiteatro de los climas, es el circo de las fantasías.

Qué habeis visto que allí no viéreis? qué habcis soñado que alli no encontreis? Florencia la bella, allí está-la gracia de tus colinas y la dulzura de tus valles. Génova, la soberbia, allí, tu puerto en un fragmento de Rio. Nápoles, Nápoles, tú sí, ruedes preguntar si está allí tu Vesuvio de 20 leguas.

qué

Oh jénio de la tierra, arquitecto sublime del universo, templo de tu bondad has elevado !-Oh aglomeracion de todos

los amores, y de todos los ensueños, de todos los perfumes, de todos colores, de todas las figuras, de todos los encantos del cuerpo, de la imajinacion y del espiritu! ¡ oh armonía de los elementos, oh tierra de Rio, tú debes ser la mansion de la virtud y de la felicidad sobre la tierra!

No!- La tierra del Brasil bendecida por el cielo, para ser un paraiso terrenal, ha sido convertida por los hombres en infierno! LA ESCLAVITUD EXISTE!

[ocr errors][merged small]

Mientras la humanidad sea desconocida, negada ó atormentada en alguna parte de la tierra, la palabra debe hacer concentrar sobre ese punto las miradas del jénero humano. La mirada de la humanidad sobre una institucion cuyo crimen se revela, produce el efecto de los espejos ustorios de Arquímedes: la devora. El deber del hombre es señalar la marcha, para que una ondulacion del alma de la humanidad haga llegar la vida y la justicia, allí donde el alma tiene su imperio.

Ya no existe un solo esclavo en las Repúblicas de la América del Sur!-y cuando los Estados Unidos sacrifican sin medida sus tesoros y su sangre, para purificarse de ese crímen de una parte de sus Estades, vemos en el Brasil, tranquilo é impacible recostado en su indolencia, sobre cerca de cinco millones de hombres esclavizados.

Ahí está el punto negro de América esplendente!-Ahí está esa permanente provocacion á la venganza!

¿Debe durar ese fenómeno de degradacion y de tormento? ¿Qué se hace para destruirlo?

¿Hay algun partido organizado que presente en su programa la abolicion de la esclavitud como condicion fundamental ? ¿Han producido algun resultado los trabajos de los filántropos?

Sea lo que fuere, -el hecho existe y dura, y mientras exista, la protesta, el proselitismo, la interpelacion incesante son un deber para todo brasilero.

« AnteriorContinuar »