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El principio despótico era la tradicion romana. El principio emancipador era la tradicion sajona. Ambos genios se personificaron en dos razas y en dos secciones de la geografia de la Europa: El medio dia de la Europa y la raza latína encarnaban la idea autoridad, unidad, centralizacion y despotismo El norte de Europa y la raza sajona representaban la idea individual, la soberanía del hombre, de la familia, de la tribu, del clan, base de las federaciones futuras. La religion latína en todo tiempo, desde Rómulo hasta Pio IX ha sido el credo de la autoridad personificada en un rey, en un senado, ciudad, concilio, iglesia ó en un pontifice. La religion sajona ha sido desde Hermann, hasta Lutero y Washington la libertad en todo hombre, la alianza de las sectas, de los pueblos ó la confederacion de los elementos individuales y sociales.

Son las dos grandes causas, las dos nociones, si podemos espresarnos de ese modo. La aspiracion unitaria al medio dia y á las razas latínas: La aspiracion federal al norte y á las razas sajonas. La idea autoridad particularizada en individuos es la religion Romana. La idea autoridad universalizada en todos es la religion sajona.

Esas dos corrientes de la historia se dividieron el mundo de Colon. La religion Sajona 'se apoderó del Norte y produjo los Estados-Unidos. La religion latina se apoderó del sur y produjo los Estados des-Unidos.

¿Se vé ahora la causa de las diferencias esenciales entre ambos mundos?

V.

Han sido pues, dos ideas, dos sistemas, dos naciones, dos razas, las que se han divido el continente Americano. La lucha histórica del pasado, traspasó los mares, y en grandioso palenque y nueva lid, con campeones rejuvenecidos por el bautismo de una era nueva, reproduce el perennal combate del dualismo de la historia.

Ha habido una diferencia que es necesario no olvidar; ha habido una idea que ha servido de intermediario y mediador entre ambos mundos. ESA IDEA ES LA REPÚBLICA.

La idea republicana, cualquiera que sea el dogma religioso

de los que la aceptan, lleva en si, la idea DE SOBERANIA, y es por eso que la lógica, por la fuerza sola de las cosas inclina al rapublicano á la religion de la soberania ó de la libertad.

En Europa, la Francia, por consideraciones que nos llevarian muy lejos, representa el genio mediador por exelencia, entre las razas, del Norte y medio-dia; entre el individualismo sajon y la centralizacion latina. La América del Sur despertando de su sueño de 300 años al resplandor de la revolucion francesa, no pudo emanciparse lógicamente del dominio político de España, sino bajo el amparo de la idea Republicaną.

La República en la América del sur, aunque sin raices profundas en el génio de las razas. y mucho menos por la educacion recibida, fué verdaderamente el mediador entre la América del norte y la del sur. Ya no fueron dos mundos hostiles. Entre ellos hay una idea que predispone á la alianza y que despoja á Ja historia americana de la oposicion radical que presenta la historia del norte y medio-dia de la Europa. He ahí el gran resultado conquistado.

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La República impera en América. Despues de la emancipacion se reproduce el dualismo; no ya personificado en dos sec'ciones geográficas y en dos razas, sino en el corazon mismo de las jóvenes naciones. La lucha no es esterior, entre Roma y Alemania, entre Gregorio VII y Lutero, entre Gustavo Adolfo y Wallenstein, entre protestantes y católicos. No, Hoy es interna en los mismos pueblos, en las mismas razas latinas, en el pensamiento mismo del hombre. No combatimos contra la España de Fernando ó de Isabel, sino contra la España de Felipe Il que llevamos en nosotros mismos, como la piel del centauro aferrada á las espaldas del Hércules simbólico. Y estamos toda

via en la pira purificadora de aquel héroe.

VI.

En feliz momento se embarcaron los peregrinos que fundaban 'las colonias orientando las nuevas poblaciones con los himnos de los profetas que saludaban la aparicion de la nueva Jerusalem en los bosques de la América del Norte. Ellos huian de la autoridad, de la unidad, de la centralizacion latina, què á sangre y fuego queria devorar la libertad del Norte de la Europa. Su primer palabra es emancipacion, y levantan un mundo emancipado.

En fatal momento se embarcaron los conquistadores que fun daron las colonias del sur, orientando las ciudades sobre las razas primitivas inmoladas, saludando el oro de las minas para en riquecer la corona de la España. No eran fugitivos de la libertad, sino emisarios del despotismo, que traian en sus almas todo el furor pagano de las guerras de religion, cuando la España convertida en brazo del absolutismo religioso y politico, exterminaba las tradiciones y franquicias, pretendiendo esterminar toda libertad, declarada hija de Satan.

Se vé pues que las dos razas pobladoras, fueron dos ideas, dos génios hóstiles que se dividieron un mundo.

El momento histórico de la colonizacion vino tambien à fortalecer el antagonismo de las dos ideas. La libertad fugitiva se dirige al Norte con la traduccion de la Biblia.

El despotismo vencedor se dirige al sur con el imperativo de la monarquia absoluta y con las excomuniones del concilio de Trento.

VII.

Las colonias unidas, fundaron y desarrollaron la libertad que anidaba la educacion, la vida, y el ejemplo de los peregri nos. La libertad del pensamiento, la educacion relijiosa, el culto del trabajo, la salvacion futura, y la vida del presente, la responsabilidad de las acciones, el mérito de las obras, la comunicacion directa con el espiritu divino, forman el alma de esa raza. Dispersos en grupos, que se gobernaban y administraban, reasumiendo en si las funciones esenciales del hombre, que son el sacerdocio, la ciudadanía, la administracion y gerencia de sus propios intereses, sin tutela relijiosa, sin predominio politico, sin absorcion centralizadora y unitaria que devorase sus inspiraciones, y el fruto de su trabajo, esas colonias habian nacido para ser Nacion, como Minerva del cerebro de Júpiter, armadas de todas piezas.

Tenian vida propia, porque tenian la religion de la libertad, la soberanía en el pensamiento, la soberania en la localidad y municipio, la soberanía en la administracion de sus propios intereses, tradicion evidentemente germánica é inglesa que ha dotado à la humanidad de los parlamentos modernos, del derecho

de votar los impuestos, del juicio por jurados y de la libertad en todo.

Cuando la Inglaterra vencedora de la Europa, pero recargada por las deudas de esa guerra quiso espoliar á las colonias imponiéndoles impuestos, no votados ni autorizados por los con tribuyentes, entonces despertó el genio incontrastable de la independencia, que ha producido el acta de emancipacion que hoy celebramos.

El interés era comun. Las colonias se unieron. Triunfaron con un congreso, asamblea de hombres virtuosos, y con un general que pocos hombres han merecido mejor el título de padre de la patria: Washington de inmortal memoria; soldado, general vencedor, organizador y pacificador, símbolo de las glorias, de la virtud, y de la unidad del nuevo mundo.

Despues de la victoria las colonias unidas en Confederacion sin el impulso dictatorial y unificador que daba la necesidad de la victoria, tendieron á la supremacia de los Estados y este fué el mayor peligro que han corrido.

Los Estados no veian al Estado. Las legislaturas no veian al Congreso. Los gobernadores no veian la presidencia viril de la Nacion. Los intereses puestos en comun, no bastaban para unificar la patria. Habia ciudades, pero no habia la ciudad. La nueva autoridad general no tenia relacion directa con los ciudadanos de la Union, sino con los Estados. De aquí la anarquia, de aqui nació la necesidad del nuevo pacto que reasumiendo la independencia de los fragmentos, elevase sobre toda localidad, sobre toda autoridad, la realidad nacional. La realidad nacional quitó á los Estados el imperativo absoluto sobre los ciudadanos. La ley federal pudo dirijirse directamente á todo hombre. La anarquia fué ahogada en su cuna. La ley federal fué ley suprema para todos. El americano fué súbdito de la federacion, en primer lugar, y despues súbdito de su propio Estado. Es decir que al análisis de la confederacion de Estados, sucedió la síntesis de la federacion.

VIII.

La federacion supone pues la educacion del norte. Esa educacion es la creencia en la libertad, es la religion de la libertad.

Los Americanos del Sud no tenemos la religion de la liber

tad pero la conquistamos al revés de los Estados Unidos. Allá la libertad venia de la creencia individual. Acá viene de la creencia social, de la imposicion de la idea de República.

Allá la libertad fué idea,—Aqui la libertad es poder.

Hé aquí toda la diferencia.

Nosotros creemos que ser libres es ejercer el poder, ser libres con el poder. De ahí nace que toda libertad entre nosotros produce el despotismo ó la anarquía. La libertad de pensar es forzar á que piensen como nosotros. La libertad de la prensa, el ataque personal. La autoridad no es la universalidad, es el poder del individuo, circulo ó partido que gobierna. La libertad local, municipal y provincial es el aislamiento, el caudillage, ó la prepotencia de una localidad sobre las otras. Los cabildos, cuya influencia ha sido tan espléndidamente manifestada por el Doctor Lopez en vez de ser elemento municipal en su apogeo, se convierten en entidades soberanas, que mutilan la idea nacional--En todo, el poder de la pasion, del egoismo, la tradicion imperante de la fuerza, el principio del que no está conmigo es mi enemigo.

Y por qué? porque no hay religion de libertad, educacion de igualdad, respeto recíproco, ni fraternidad solidaria. La cues. tion de formas es necesaria. Y si hoy vemos a la República Argentina con el código de la federacion como resultado de su tradicion, de la voluntad de los pueblos, no olvidemos quela federacion no puede ser fecunda sin la paz que arrigue los gérmenes salvados y que esperan el rocio de la religion y de la educacion de la libertad.

IX.

Y entretanto, volvamos nuestras miradas á la nacion que lleva la palabra, en el coro de las naciones que progresan. En este dia, y desde el humilde puesto que ocupamos, tambien recordaremos á los Estados Vnidos, que la palabra de Washington no ha recibido su sancion completa. El dió libertad á sus esclavos.

Noblesse oblige. Sin entrar hoy á manifestar todo lo que descamos ver iniciando á los Estados Unidos, le diremos, que las viejas naciones de la Europa, cuando no tienen argumento que presentar contra el triunfo de la idea republicana, apelan á la es

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