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en el rincon de Chile que a caer en Nápoles, Flandes, o San Quintin sin duda ninguna el nombre de Martin Campo campeara mas y diera mayor campanada en el mundo de suerte, que ni Aníbal fuera mas fa moso que él, ni mas nombrado Adrasto rei de Grecia: pues ni Atilio cónsul se halló en mas batallas, ni Seleuco Nicanor alcanzó mas victorias. En efecto, en oyendo los indios el nombre de Martin Campo, dieron todos a huir por el campo temblando de miedo, mas como luego echasen de ver, que no venia allí, quedaron corridos de haber corrido, y de corer con la primera nueva: y así quisieron volver a batir la fortaleza, mas como se juntaron los nueve de socorro con los demas, que allí habia, pudieron entretenerlos hasta que otro dia llegó el jeneral con su ejército, con cuya vista comenzaron a bravear, viendo que no habian salido con la suya, y estaban encendidos en coraje, por no haber encendido la fortaleza, aunque con el fuego, que por de fuera le habian puesto dejaron ahumado al capitan Ahumada, que estaba con hartos humos de cólera, mientras no podia salir a vengarse. Podria ser que reparase el lector en que habiendo vencido Lorenzo Bernal tantas batallas ántes desta, y muchas mas despues así de las que iremos contando, como otras en mayor número que se quedaron por que no llega nuestra historia al tiempo que él vivió en Chile, parece fuera de propósito el tomar de propósito tratar de sus proezas y hazañas en esta ocasion, en que él no se halló personalmente. A lo cual respondo que en ninguna de sus victorias fué su apellido mas insigne que en esta: pues es mucha mayor grandeza vencer con solo el nombre estando ausente, que vencer con la presencia de su persona. Y pues esta victoria fué conseguida con solo su nombre, "razon es, que el tratar de su nombre sea en esta oportunidad donde fué él el victorioso.

CAPITULO XXVII.

De la fundacion de la ciudad de Castro de la nueva Galicia en el sitio de Chilué, hecha por Martin Ruiz de Gamboa.

Poco despues que Rodrigo de Quiroga dió el socorro a los de Cañete se volvió a la casa fuerte de Arauco, donde aunque le daban bien en que entender las cosas de la guerra, con todo eso le pareció conveniente, no dejar de descubrir nuevas tierras, como lo habian hecho sus predecesores. Para esto envió a su yerno Martin Ruiz de Gamboa, con poder para ir recojiendo jente para el camino: lo cual él hizo no con pequeño desabrimiento de los pobres hombres de la ciudad de Valdivia; y Osorno, que apénas habian comenzado a gozar de la quietud de los pueblos nuevamente fundados, cuando los sacaron para otros nuevos descubrimientos, y poblaciones. Habiendo pues juntado 130 personas, fué con ellas hasta la bahía de Chilué, que está 30 leguas adelante de Osorno, la pasaron con grande dificultad, y trabajo visitando la tierra inmediata a ella, la cual era bien poblada de indios, que acojieron a los nuestros sin jénero de alboroto; por ser jente que ya conocia a españo

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les desde el tiempo de don García de Mendoza, que habia llegado a este lugar el mesmo en persona. Y habiendo mirado bien todos los sitios, vinieron finalmente a fundar una ciudad, en el que pareció mas oportuno, poniéndole por nombre la ciudad de Castro de la nueva Galicia, por respeto del presidente Castro gobernador del Perú, que era galiciano; el cual habia proveido a Quiroga por gobernador de Chile, que tambien era gallego como él. Hízosc esta fundacion el mes de febrero de 1567. Siendo nombrado por capitan y justicia mayor Alonso Benitez, que era maestre de campo de Martin Ruiz de Gamboa. Así mismo se nombraron encomenderos señalándosele a cada uno su repartimiento de indios tributarios, que serian por todos veinte mil: la cual distribucion hizo Gamboa en un papel secretamente: el cual dejó cerrado, y sellado, dando la vuelta a la ciudad de la Concepcion, donde el gobernador estaba. Mas por ser esta la última poblacion, que hasta hoi se ha hecho en Chile: Ꭹ tambien por haber entrado a esta sazon nueva manera de gobierno en este reino pondremos fin a esta 2. parte diciendo en breve la prosapia, y partes de Rodrigo de Quiroga. Lo primero, era natural de Galicia de un lugar cerca de la villa de Monforte: fué hijo lejítimo de Hernando de Camba, y María Lopez: los cuales lo pusieron por paje del conde de Lemos siendo de doce años. Habiéndoles servido algunos pasó al Perú donde fué soldado de don Diego de Almagro; y se halló en la famosa batalla de las Salinas, y en la entrada de los indios chunchos; y finalmente pasó a Chile con el capitan Valdivia, a quién sirvió de maestre solo en el tiempo, que fué gobernador, y entonces se casó con doña Ines Juarez, que habia sido mujer tan valerosa como consta desta historia, la cual tenia un repartimiento de donde sacó Quiroga mas de cuatro cientos mil pesos en 32 años que fué casado. Despues el gobernador don García de Mendoza le hizo jeneral en su ausencia, y al fin le nombró por gobernador el presidente Castro.

PARTE 3.a

DEL SEGUNDO LIBRO

EN LA CUAL

SE TRATA DEL ASIENTO DE LA REAL AUDIENCIA EN CHILE,

Y DEL GOBIERNO DEL DOCTOR SARAVIA.

CAPITULO XXVIII.

De como se puso tribunal de audiencia real en la ciudad de la Concepcion. Y estando su majestad el rei don Felipe II desde nombre informado de las cosas de Chile, acordó de enviar oidores, que atendiesen, así a las

cosas de justicia, como al gobierno del reino. Porque como los gobernadores pasados eran hombres, que habian conquistado la tierra, habian siempre opositores: y no faltaban por una parte émulos y por otra demasiadamente parciales. Y para poner remedio a todo esto, y autorizar mas la tierra, proveyó su majestad nuevo órden en el gobierno, enviando para esto tres oidores llamados el uno el licenciado Torres de Vera, y el otro el licenciado Egas Vanegas, y el licenciado Sierra, el cual murió en el camino en la ciudad de Panamá: por lo cual no hará la historia mas mencion dél acabando con requiescat in pase. Llegados los dos oidores de Chile pusieron su tribunal en la ciudad de la Concepcion, por estar en medio de todo el reino, usando para esto de las ceremonias ordinarias en semejantes coyunturas. Para lo cual hicieron un cadalso en la plaza principal a donde llevaron el sello real en un caballo ricamente aderezado, y debajo de palio como es costumbre, y allí lo recibieron los oidores con el aparato y gravedad que para tal caso se requeria. A todo esto estuvo Quiroga en el suelo, y en pié entre los demas no poco sentido de que no se hiciese caso de su persona no faltando, quien le estuviese incitando a que no pasase por ello, y persuadiéndole a volver por sí, y a que su majestad gustaria dello: pero él como hombre cuerdo no quiso hacer otra mudanza mas de irse a su casa, saliéndose de allí con algunos amigos suyos. Otro dia yendo los oidores a la iglesia mayor a misa solemne acompañados de todo el pueblo, llegaron algunas personas a suplicarles señalasen lugar honroso a Rodrigo de Quiroga, pues acababa de ser gobernador, y era razon hacer caudal de su persona a lo cual respondieron, que se podia sentar en un banco con el correjidor, a donde mejor le pareciese. Sintió esto Quiroga en tal estremo que no quiso ponerse a tiro tercera vez, y así se salió al puntó de la ciudad para Santiago acompañándole mas de 300 hombres, que se salieron de la iglesia mohinos de lo que pasaba dejándola casi vacia, y a los oidores solos en ella. Luego comenzaron a dar órden en las cosas del reino, y mui en particular en las de la guerra enviando al capitan Alonso Ortiz de Zúñiga a las cuidades de arriba a notificar a los vecinos que acudiesen a la guerra, y juntamente a recojer bastimento, armos, y ropa para los soldados; y por otra parte enviaron a otro capitan a la ciudad de Santiago, de Coquimbo 'para el mismo efecto nombrando para esto al capitan Joan Alvarez de Luna. No fué poco el sentimiento, que hubo en todos las antiguos del reino, viendo que despues de haber conquistado la tierra les mandaban trabajar de nuevo, y les sacaban sus haciendas, y aun la de los pobres cada dia para sustentar la guerra, ocupándose los que venian de Europa con sus manos lavadas en oficios de correjidores, y otros semejantes, y no pocos en ser proveedores con harto detrimento de todo el reino: pues por ser muchas las que para esto se disputan hai algunos, que con achaques de proveedores, suelen arrebatar, cuando pueden y no pueden. Demas desto nombró el audiencia por capitan de la ciudad, y correjidor della al maestre de campo Lorenzo Bernal por tener allí al hombre mas experi

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mentado, y valeroso que habia en el reino de cuya experiencia, y consejo podian ayudarse en muchas cosas, mayormente en las de guerra.

Tambien dieron el cargo de capitan de la casa fuerte de Arauco a Gaspar Verdugo, en la cual estaba con ochenta hombres mientras don Miguel de Velasco andaba con sesenta corriendo la tierra por todos los estados de Arauco y Tucapel, como hasta allí lo habia hecho. En este tiempo vino Longonaval con gran número de bárbaros sobre la casa fuerte de Arauco dando primero en los indios de paz, que estaban en servicio de los españoles sin que fuesen favorecidos dellos, por ser noche mui oscura, cuando dieron el asalto. Mas como saliese por la mañana el capitan Verdugo con 30 de a caballo halló muchos indios muertos, y quemadas sus pobres casillas sin poder él tomar venganza, por haber vuelto las espaldas los bárbaros ántes que amaneciese. Al cabo de algunos dias sucedió que dos caciques principales, que estaban encontrados vinieron a tal rompimiento que hicieron bandos juntando cada cual la mas jente que pudo para salir en campo contra su contrario. La causa deste desafio entre los dos príncipes fué una mujer con la cual pretendia cada uno casarse, no queriendo desistir ninguno dellos de su propósito. Y no es cosa nueva en el mundo levantarse semejantes disensiones por causa de mujeres, pues están las historias llenas desto: ni fué otra la causa del encuentro entre Turno y Eneas, sino querer ambos casarse con Lavinea hija del rei latino, y su mujer Amata. Tuvo el capitan Verdugo noticia deste desafio, y pareciéndole, que granjearia las voluntades destos dos señores, fué a Talcamávida, donde los halló metidos en batalla, y algunos dellos mal heridos, y poniéndose un rato a la mira envió al capitan don Pedro de Lovera autor desta historia, a que reconociese mas de cerca las personas, que peleaban; el cual como conociese, que eran Alicoyan y Turcopangue, entró de por medio a meterlos en paz: y tuvo tan buena mano, que los confederó y hizo amigos, cosa con que ellos quedaron mui gratos, y afectos a los españoles.

Despues desto hubo noticia, que en el lebo de Lincoya fabricaban los rebelados una fortaleza: para cuyo remedio enviaron los oidores al maestre de campo Lorenzo Bernal: el cual fué con alguna jente, y se dió tan buena maña que desbarató a los indios matando muchos dellos sin alzar mano de la obra, hasta dejar postrado por tierra el fuerte. Despues de lo cual, fué enviado el capitan Verdugo a la ciudad de Valdivia a hacer jente, juntar municiones para la guerra: lo cual hizo como la primera vez, volviendo a los estados de Arauco, y Tucapel con buen número de jente de socorro.

CAPITULO XXIX.

De cómo el jeneral Hernan Carrillo de Córdova fué electo por correjidor, y capitan de la ciudad Imperial.

Una de las cosas que los oidores pusieron ante los ojos desde el dia que entraron en Chile, fué dar asiento a la ciudad Imperial por haber

sido fundada con título cabeza del reino: y conociendo que lo mas esencial para esto era el poner persona de autoridad, y las demas partes necesarias, que asistiese así a las cosas de justicia, y órden del pueblo, como a las de la guerra, que entónces estaban en su punto, echaron mano del jeneral Hernan Carrillo de Córdova, por ser hombre con quien se hallaban en no mucha edad, todos los requisitos, y buenas partes, que para tales oficios eran convenientes. Y digo que fué jeneral, no porque hasta entonces lo hubiese sido, sino porque tiene ahora este nombre al tiempo, que se escribe esta historia por haber sido despues acá jeneral del mar del sur constituido por don Fernando de Tórres, y de Portugal conde del Villar, que fué virei del Perú desde el año de 1584, el cual cargo encomendó a Hernan Carrillo de Córdova en tiempo que menudeaban los ingleses piratas, y era menester la calidad de su persona, para limpiar el mar destos corsarios: la cual eleccion hizo en él estando en la ciudad de los Reyes casado con una señora mui principal vecina de la ciudad llamada doña Leonor de Carabajal, hija de Gonzalo de Carabajal, que la habia pasado a Indias, y yendo con su hermano, el licenciado Carabajal, que iba proveido por oidor de la real audiencia de Panamá. Así que por esta causa le llamó aquí jeneral, aunque en esta ocasion no lo era; aunque habia sido capitan el año ántes que fué el de 68 de la casa fuerte de Arauco, donde habia mostrado mucho valor en sosegar a los naturales, que estaban rebelados en aquella provincia con no poca dificultad y trabajo suyo. Mas porque el oficio que intentaban darle era mui preeminente, y su edad apénas pasaba de 30 años, no se contentaron con lo que habian visto a sus ojos los oidores por no dar muestra de ménos circunspeccion, en dar tal cargo a hombre tan mozo; mas haciendo escrutinio por menudo de su vida, hallaron que aun siendo de ménos edad habia dado tan buena cuenta, de su persona, que sin jénero de recelo se le podia encomendar cualquier empresa. Porque demas de la mucha calidad de su persona, que era hijo de An de Valenzuela Carrillo de Córdova y de doña María Carrillo de Córdova, naturales de la misma ciudad, y descendientes de los que la ganaron por ser deudos mui cercanos de los condes de Cabra, marqueses de pliego, y comares, y casa de baena: era tambien por su persona hombre de mucho asiento y prudencia la cual suele suplir la diuturnidad de los años: pues dice el Espíritu Santo que las canas de mayor ancianía, y madureza es el seso de la persona; aunque se habia tambien mostrado no poco en cosas de guerra sirviendo al rei en la toma de S. Quintin, en picardia, y en Milan en la que hizo el duque de Cesa al frances: y no ménos en el mesmo reino de Chile, donde habia entrado el año de 66 con el jeneral Jerónimo Castilla hallándose despues en muchas batallas, y pacificacion de los indios entrando para ello en los estados de Arauco, y Tucapel donde habia sido señalado: y en particular en la batalla de la cuesta Talcamávida, y en el desbarate de aquel fuerte, y en los reencuentros de la provincia de Mareguano: en los cuales se habia señalado mucho, dando mui buena cuenta de su persona. Y no ménos el año si

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