Mareguano y Talcamavida, gastando todo el año en grandes empresas: y una dellas fué, que sabiendo de una junta de enemigos que estaba en la ciudad de Puren, fue allá con 130 hombres y acometió a los enemigos que serian hasta 300 de los mas valientes de todo Chile; y aunque halló ser la ciénaga inexpugnable por ser grande y cercada de canales hondas de suerte que no se podia entrar a caballo, con todo eso puso el pecho al agua y mandó al capitan Antonio Récio que entrase por ella, quedando en el interior los demas escombrando el paso con la arcabucería para que los indios no lo estorbaran a los nuestros. Con esto ganó a este capitanel sitio de la cienega con muerte de muchos contrarios, Aun tambien recibieron algun daño los españoles, y en particular el capitan Antonio de Galleguillos a quien dieron un flechazo en un ojo; era este capitan correjidor de la Imperial, lo cual puso avilantez a los indios ra dar sobre la ciudad viendo que estaba enferma la cabeza; y juntándose 200 de a caballo entraron dentro della corriendo todas las calles y quemando muchas casas sin ser parte para impedírselo los soldados del pueblo que eran mas de 100: con todo eso se levantó el correjidor y acaudilló su jente con la cual fue en seguimiento de los indios, los cuales en su retirada iban matando muchos de los yanaconas que iban con los españoles. pa Despues desto fué el gobernador a la sierra del Aulamilla donde estaban los indios fortificados con la espesura del montecillo; y aunque era difícil la entrada por ser mucho el boscaje, con todo esto mandó al sarjento mayor Miguel Olaverria que acometiese con sesenta arcabuceros, como lo hizo entrando todos a pié con harta dificultad por ser el lugar fragoso; mas fué su entrada de tanto efecto, que a la primera rociada echaron a los indios del fuerte quedando algunos dellos muertos, y así mismo salieron heridos diez españoles, de cuyo número fué el sarjento mayor que sacó dos heridas de que estuvo manco mas de ocho meses. t: Llegado el año de 95, fundó Martin García de Loyola una ciudad en el asiento de Millapoa, que está junto a Biobio a la banda que cae de la otra parte de la Concepcion, intitulando a este pueblo con nom bre de Santa Cruz de Oñez. Fué esta poblacion de suma importancia para tener a los indios a raya, pues hasta entonces eran señores de toda la tierra que está dos leguas de la Concepción de la otra parte del rio. Y así se han reducido allanando no solamente los indios de ambas vegas, mas tambien los de Arauco, Talcamavida, Mareguano, Laulamilla y Chipimo, que son más de las dos tercias partes de los que Loyola halló rebelados en el reino. Y para asegurar mas esto, fabricó en la otra parte del rio que caera la banda de la Concepcion, el fuerte de Jesus, a contemplacion de su tio Ignacio de Loyola, patriarca y fundador de la compañía de Jesus; y por fortalecer mas su tierra con este di-. vino nombre. Sobre esta fortaleza vino un indio llamado Nangolien de la provincia de Mareguano que era jeneral de ella y valerosisimo capitan; a este dieron entrada los indios nuevamente reducidos por andar siempre de mal pié con los españoles, de suerte que dió un dia al cuarto del alba sobre el fuerte con 300 hombres, cojiendo descuidados a los españoles que eran veinte y dos solos. Tocó arma la centinela sin que se hallase hombre vestido, si no fué un soldado viejo llamado Rios que acudio al portillo por donde ya los indios iban entrando, y derribando dos de un arcabuzaso puso luego mano a su espada y detuvo el ímpetu de los demas peleando varonilmente: a esto acudió el capitan llamador don Juan de Rivadeneira, y por otra parte fueron los soldados a la puer-, ta principal que estaba ya casi derribada, y en particular Juan Gajardo impidió a los indios para que no acabasen de derribarla oponiéndose con un mosquete con que mató muchos enemigos. Viendo los enemigos cuán mal les iba en este asalto, se retiraron con las manos en la cabeza aunque no mui escarmentados, pues tornáron a hacer de las su yas. Por esta causa dió-el gobernador en perseguir a este capitan; y así envió al sarjento mayor Olaverria a darle una trasnochada con cuarenta y cinco hombres en la provincia de Mareguano: tuvo el sarjento bue na mano en este lance, porque entre otros indios prendió un cuñado del capitan Nangalien llamado Neretalia, y despues de esto fué preso un hijo del mesmo Nangalien, lo cual sintió tanto su padre, que hubo de venir de paz con todos los suyos con lo cual quedó la tierra mui quieta. Mucho es de estimar en esta parte la prudencia y ánimo de Martin García de Loyola, pues en ménos tiempo, con ménos jente y aderezo y con ninguna experiencia en cosas de este reino ni de guerra, ha salido con lo que otros gobernadores no pudieron y se ha conservado en paz y con buen nombre de todos. Hase atrevido a cosas extraordinarias, como el salir él solo con su capa y espada a tratar con algunos indios rebelados de los medios de paz estando a vista de ámbos ejércitos de mas desto usó una vez de una estratajema de mucha industria, y fué que estando los indios de Mareguano y Arauco mui orgullosos pretendió amainarles los brios y en particular la confianza que tenian en el famoso cerro de Catiray donde siempre habian quedado victoriosos i hecho grandes suertes a los españoles: y para esto los desafió para cierto dia señalado en aquel mesmo cerro que es la mayor fuerza que ellos tienen, para darles a entender cuan poco caso hacia dellos, pues los queria cojer en el mas fuerte castillo de su reino. Estando los indios mui metidos en obra apercibiéndose para el dia aplazado, previno el gobernador acudiendo al cerro y lugar elejido, tres o cuatro dias antes del plazo, y halló algunos pocos indios que estaban descuidados de tal acometimiento, y cojiéndolos a manos les reprendió i envió a sus capitanes que les dijesen de su parte que eran unas gallinas, pues no habian osado acudir a la batalla. Y diciéndole los indios que ellos habian entendido ser mas largo el plazo, les hizo entender que era aquel dia y que ellos no estaban engañados en ello, pues sabian mui bien que era el dia presente determinado, sino que lo hacian de cobardes. Fueron los indios con esta embajaba a sus capitanes los cuales se quedaron pasmados de oir el caso a que los mensajeros del desafío no habian entendido el dia que se señalaba, y consiguientemente creyeron que el gobernador habia acudido puntualmente y tenian prenuncio dellos que no osaban acometer de puro. cobardes, con lo cual tuvieron de él mayor estima y ellos quedaron mui corridos y amilanados. Y por remate desta historia advierto que es mucho de ponderar el teson y ánimo de los indios, pues nunca, se ha visto que ninguno dellos se rinda a español dejándose rendir aunque muera en la demanda; y así los que cojen son a pura fuerza y no pudiendo ellos defenderse. Acontece tenerse un indio con dos o tres españoles armados y no rendírseles hasta morir. Porque lo que mas sienten entre todos sus trabajos, es servir a jente extranjera, y por evitar esto sustentan la guerra de casi cincuenta años a esta parte: y han venido en tanta disminucion, que donde habia mil indios apénas se hallan ahora cincuenta; y por esta causa está la tierra mui adelgazada, pobre y miserable, y finalmente sin otro remedio sino la esperanza del cielo. Concluyo con lo que el eclesiástico dió período a su libro diciendo: que el escribir muchos libros es cosa sin propósito, y que lo que importa es que oigamos todos el fin del razonamiento que es éste: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque este es todo el hombre, y que Dios ha de nivelar todas las cosas en su juicio y sentenciar lo bueno y lo malo segun el fiel de su justicia. Y si este santo temor hubiera sido el principio con que se conquistaron estos reinos, no estuviera esta historia llena de tantas calamidades como el lector ha leido en ella. Plegue al Señor sea servido de poner en todo su piadosa mano, para que en los corazones haya mas amor suyo y mas felice prosperidad en los sucesos. LAUS DEO. INDICE DEL TOMO VI. PAJ. LIBRO PRIMERO. CAPITULO I. De como el adelantado don Diego de Almagro tuvo noticia del reino de Chile, y se puso en camino para descubrirle......... CAPITULO II. De algunos encuentros que tuvo don Diego de Almagro en el los indios chilenses hicieron para reci- bir a los españoles siendo informados por tres dellos, que fueron ...ados ántes del ejército............ CAPITULO IV. De la entrada de los españoles al valle de Copiapó pasando. CAPITULO V. De la llegada de la jente española al valle de Coquimbo, y finalmente al gran valle de Chile... ............................ ................... CAPITULO VI. De la entrada.................................. Gomez de Alvarado..... CAPITULO VIII. De la partida del capitan don Pedro de Valdivia del reino del Perú para el de Chile por el largo despoblado de Atacama......................... CAPITULO IX. De la resistencia que los indios de Copiapó hicieron a los españoles, que pretendian subjetarlos.......... CAPITULO X. De la batalla que hubo en el valle de Coquimbo entre los es- pañoles y naturales de aquella tierra, a donde llegó a la sazon nuevas de un navío de españoles, que surjió en un puerto que estaba cerca........ PAJ. 47 32 52 53 57 CAPITULO XI. De la fundacion de la ciudad de Santiago intitulada con este ....... CAPITULO XVII. De la batalla que hubo en Penco entre los indios y espa- CAPITULO XXI. De la poblacion de la ciudad de Coquimbo........ CAPITULO XXIII. Como el capitan Alonso de Monroy hizo jente en el Perú, CAPITULO XXV. De la vuelta que el capitan don Pedro de Valdivia hizo al CAPITULO XXVI. De la llegada del capitan Valdivia al Perú; donde go- rena....... CAPITULO XXVIII. De como fué reedificada la ciudad de la Serena ; y có- 59 102 105 CAPITULO XXIX. Del viaje que el maestro de campo Francisco de Villa- ............ 110 115 CAPITULO XXXIII. De una famosa batalla que los indios araucanos y tuca- 122 CAPITULO XXXV. Del descubrimiento de la provincia de Tolten, y la bata- 127 131 |