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y promovido al Arzobispado de Santa Fé de Bogotá. 25.o—El Ilustrisimo Señor Don Francisco Javier Olivares, gobernó hasta el año de 1795, que fué promovido á la Iglesia de Durango.

26.°—El Ilustrisimo Señor Doctor Don Fermin Fuero, Dignidad de la Santa Iglesia de Oajaca: electo Obispo de Chiapa, fué consagrado en Guatemala, en la Iglesia de Religiosas Capuchinas, por el Ilustrisimo Señor Doctor Don Juan Felix de Villegas, el 14 de Setiembre de 1796: gobernó hasta su muerte, que sucedió por el mes de Julio de 1800: se enterró en la Catedral.

27.-El Ilustrisimo Señor Don Ambrosio Llano, Canónigo y Tesorero de la Santa Iglesia Catedral de Guatemala, Provisor y Vicario general de este Arzobispado: presentado para Obispo de Chiapa, se consagró en Guatemala, en la Iglesia del Convento de Santo Domingo, el dia 12 de Setiembre de 1802: pasó á su Iglesia que gobernó hasta su muerte que acaeció por Julio de 1815.

CAPITULO 14.o

Del partido de Soconusco.

Las primeras tierras de este Reino que pisó el Capitan Don Pedro de Alvarado y los primeros pueblos que redujo á la obediencia del Rey de España, fueron los de la provincia de Soconusco. Esta comarca, que en el dia se halla en tanta decadencia, era en los tiempos retirados una de las mas opulentas y bien pobladas del Reino: en efecto, su cacao es el mas apreciado del mundo y el que se gasta en el Real Palacio. Era su capital la gran villa de Soconusco y de aqui tomò el nombre toda la provincia: hallábase situada entre los pueblos de Santo Domingo, Escuintla y Acacozagua. Tenia esta poblacion en los tiempos pasados, á mas de los indios, cerca de 200 españoles; pero há mas de 200 años que se extinguió esta famosa villa; y lo mismo ha sucedido á muchos de los pueblos de este partido. Antes que se agregase á la Intendencia de Ciudad Real, la provincia de

Soconusco tenia título de Gobierno, denominacion que Do gozaban sino es las primeras provincias del Reino, como son Nicaragua, Comayagua y Costa-Rica: lo que comprueba la estimacion que de ella se hacia.

Estuvo la provincia de Soconusco, como todo este Reino; bajo la jurisdiccion de la Real Audiencia de Méjico; y aunque despues de establecida la de los Confines. de Guatemala y Nicaragua, permaneció Soconusco en el distrito de la de Méjico hasta el año de 1555, en que por cédula de 20 de Enero la agregó S. M. á la Real Chancilleria de Guatemala; trasladada esta á la ciudad de Panamá, volviò la provincia de Soconusco á la citada Audiencia de Méjico; pero restaclecida la de Guatemala, declarò N. C. M. por cédula de 25 de Enero de 4569, que Soconusco pertenecia al distrito de la Real Audiencia de Guatemala. Por lo espiritual esta provincia de Soconusco en sus principios es regular que fuese del Obispado de Tlaxcala, como lo fué Ciudad Real; pero asi que se erigió el Obispado de Guatemala, estuvo al cuidado de su Obispo el partido de Soconusco; y el Padre Remesal, lib. 6° cap. 15, asegura que él vió en dicha provincia cálices y otras piezas de plata marcacadas con las armas del Señor Marroquin, Obispo de Guatemala. Y habiendo el Supremo Consejo de las Indias, à peticion del Señor Don Fr. Pedro de la Peña, Obispo de Vera-paz, agregado á dicha mitra los partidos de la sierra de Zacapulas, Soloma, Sacatepequez y Soconusco: la Magestad del Señor Don Felipe II, á solicitud del Procurador general de esta Ciudad, revocó la determinacion del Consejo y mandó se vuelvan al Obispo de Guatemala la sierra de Zacapulas, Soloma, Sacatepequez y Soconusco. De donde se infiere que por los años de 4564, cuando esto pasaba, era Soconusco de la Diócesis de Guatemala. Pero habiendo representado el Señor Don Fr. Pedro de Feria, Obispo de Chiapa, con muy justificadas razones, la utilidad que resultaba á la provincia de Soconusco. de que se agregase al Obispado de Chiapa, se mandó incorporar dicha provincia en la Diócesis de Chiapa, por los años de 1592, al mismo tiempo que se nombró Obispo de Ciudad Real al

Señor Don Fr. Andres de Ubilla y llegó á Gualemala la real cédula el año de 96; y desde este tiempo ha sido la provincia de Soconusco de la Diócesis de Chiapa.

Esta provincia fué sublevada el año de 1700 por el Licenciado Don Francisco Gomez de la Madriz, que vino á ella fugitivo de Nueva España (el mismo que causó tantos escándalos en Guatemala el año de 1700, como se puede ver en la nota 14 del suplemento del primer too). El Señor Don Gabriel Sanchez de Berrospe, que por este tiempo gobernaba el Reino de Guatemala, envió a pacificarla y á prender al referido Licenciado, al Oidor Don Pedro de Eguaras Fernandez de Ixas, que nombró su Teniente de Gobernador y Capitan General, con tropa competente y los pertrechos necesarios. Y aunque al principio fué rechazado este ejército por los rebeldes; mas habiendo vuelto á acometer á los sediciosos, fueron éstos desbaratados y puestos en fuga el espresado Don Francisco Gomez de la Madriz, causa de dicha sublevacion y los otros. cómplices de la sedicion: con lo que se consiguió la pacificacion y sociego de la provincia de Soconusco. En esta espidicion sirvieron de Cabos principales del ejército Don Juan Antonio Dighero y Don Juan Ignacio de Uría, y de Ayudante general Don Pedro de Iturbide y Azcona.

CAPITULO 15.°

De la reconquista de la previncia de Tzendales.

Aunque en el capitulo 2o de la geografia hemos dado alguna noticia de este suceso, ha sido de paso y suscintamente, como correspondía en una Descripcion Corográfica. Mas reflexionando que este pasage de nuestra historia pide ser tratado con alguna mas estension, destinamos este capitulo para dar una noticia completa de este acontecimiento, sin faltar á nuestro acostumbrado laconismo.

Por los años de 1712, enfurecidos los indios de los treinta y dos pueblos que componian la provincia de Tzen

dales contra los españoles, determinaron deshacerse de ellos: para cuyo efecto, reunidos en el pueblo de Cancuc y resueltos á cabar con todos los que no fuesen de su nacion, dieron cruel muerte á algunos de los Ministros Evangélicos, como fueron los W. PP. Fr. Marcos de Lamburú, Fr. Nicolas Colindres, Fr. Simon de Lara y Fr. Juan Torres, todos del Orden de Santo Domingo; y apostatando de la Fé Católica que habian abrazado, reincidieron en la idolatria y sacrilegos ritos de su gentilidad. Y como su mayor encono fuese contra los vecinos de Ciudad Real, se encaminaron para dicha ciudad hasta acamparse en el pueblo de Güistan, distante seis leguas de ella. Los referidos vecinos, hallándose sin fuerzas para resistir á una tropa que se hace juicio seria de 45,000 indios, recurrieron al Cielo, y haciendo una solemne rogacion à la Santisima Virgen, sacaron en procesion una Imágen que llaman Nuestra Señora de la Caridad, quien los socorrió en tan gran conflicto; pues al tercer dia de la rogacion, que fué el de la fiesta de la Presentacion de Nuestra Señora, consiguieron los nuestros (que eran en cortisimo número), una completa victoria de tan gran multitud de indios.

Con tan feliz principio se comenzò la reduccion de estos pueblos rebeldes; y habiendo llegado á aquella provincia del Señor Don Toribio Cosío, Caballero del Orden de Calatrava, Gobernador y Capitan general de este Reino, con un lucido ejército, que llevó de esta ciudad, se concluyó con igual éxito la pacificacion del partido de Tzendales. Dió cuenta de todo lo obrado el Señor Cosío á S. M., quien en cédula de 9 de Diciembre de 1713 le da las gracias, por el zelo con que entendió en la reduccion de los espresados indios apóstatas; y por despacho del mismo dia, da tambien muestras de su real gratitud al Señor Obispo Don Fr. Juan Bautista Alvarez de Toledo y al Oidor Don Diego de Baños, Auditor de guerra y á otras personas que tuvieron especial influjo en esta empresa. Y en cédula de 24 de Abril de 1714, dirigida al mismo Señor Cosío, despues de aprobarle todo lo ejecutado, le dice: y en señal de lo bien servido que me hallo de vos, he tenido por bien honraros con un titulo

de Castilla, para vuestra persona y casa. Y le encarga tenga presentes á los que han servido en esta jornada, en provisiones de encomiendas. Ultimamente, por otra cédula de 24 de Febrero de 1715, manda que en atencion á que la primera victoria que consiguieron las armas españolas y que abrió el paso á la reduccion de los pueblos rebelados, se alcanzó el 24 de Noviembre, dia de ja Presentacion de Nuestra Señora, por lo que justamente se atribuyó tan próspero suceso al Patrocinio de esta santísima Señora, todos los años, en el referido dia, asi en la Catedral de Guatemala, como en la de Ciudad Real de Chiapa, se celebre una fiesta en accion de gracias, con misa solemne, cuyas espensas se hagan de su real Hacienda. En cumplimiento de esta real determinacion, se celebra hasta el dia de hoy en la Catedral de Guatemala la espresada festividad, con asistencia de los tribunales, y antiguamente convidaba el sermon el Señor Presidente. En Ciudad Real se hace esta fiesta en la Iglesia de Nuestra Señora de la Caridad, con la solemnidady fausto posible; y va á hacerla el Cabildo y Coro de la Catedral, y convida el sermon el Señor Intendente.

CAPITULO 16.°

Del establecimiento y progresos de los índios Pipiles en las costas del Mar del Sur de este Reino.

Autzol, octavo Rey de Méjico, no habiendo podido subyugar por armas las poderosas naciones que dominaban este Reino, Quichées, Kachiqueles, Mames, Tzendales, Quelenes y Zapotecas, ocurrió al ardid, enviando gran número de indios, bajo la conducta de cuatro capitanes y un general, que introducidos en esta region con el titulo de mercaderes, se poblaron á lo largo de las costas. del mar del Sur: era la mira de este Emperador tener gente de su parte establecida en estos paises, que le ayudasen á hacer la guerra á los Señores que reinaban en ellos; pero la muerte cortó el hilo á su trama, casi al mismo tiempo que la urdía. Estos indios eran de la plebe

JUARROS.-Tomo II.

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