nuestra sociedad, i el rei mismo concedió a uno de ellos

el título de marques.

En cambio de estas distinciones, don Melchor Bravo de Saravia ha dejado fama de codicioso por sus injusticias cometidas en favor de Ramiriáñez.

No le importaba perjudicar a los mejores servidores del rei en la conquista de nuestro pais si con ello daba a su hijo mas riquezas.

A fin de descargar la memoria de este gobernador de Chile, debe saberse, sin embargo, que no vivia personalmente en una situacion holgada de fortuna, i que para volver a España en 1575 tuvo que solicitar de Ramiriáñez un préstamo de 2,000 pesos de oro, pues el tesoro real le estaba debiendo de su sueldo de presidente 4,000 mil pesos tambien de oro (1).

Como la mayoría de los conquistadores de América, Bravo de Saravia murió quejoso de no haber recibido del rei las mercedes a que le daban derecho sus servicios, aunque abrigaba la confianza, como lo declara en su testamento, de que seria recompensado en la persona de sus hijos, tanto en los que dejaba en Indias como en los que vivian a su lado.

II

La primera encomienda de indios que Bravo de Saravia dió en Chile a su hijo Ramiriáñez fué la que habia

(1) Así consta de una de las cláusulas de su testamento, en la cual encarga a su hijo don Juan que pague esta deuda a Ramiriáñez.

pertenecido al gobernador Francisco de Villagra en términos de la ciudad Imperial, i habia quedado vacante por muerte de la viuda de aquel ilustre guerrero, doña Cándida Montes.

Francisco de Villagra no habia dejado hijos lejítimos; pero sí uno natural, llamado Alvaro, quien reclamó ardientemente, apoyado por el obispo de la Imperial, la herencia de su padre (1).

Ya sea que los Bravo de Saravia se atemorizaran por esta demanda, ya sea que no le dieran mucha importancia al repartimiento de Villagra, el caso es que Ramiriáñez hizo dejacion de él i su padre don Melchor lo encomendó a otra persona (2).

Al cabo de pocos años, con fecha 7 de enero de 1575, Ramiriáñez obtuvo otro repartimiento, mejor que el anterior, o sean los caciques i demas indios que habia poseido en la jurisdiccion de Santiago Diego García de Cáceres, el fiel amigo i albacea de Pedro de Valdivia.

Esta encomienda era valiosísima i comprendia caciques de los pueblos de Curimon, Huechuraba, Llopeo, Huechun, Caminanco i Apalta, concedidos a García de Cáceres por los primeros gobernadores de Chile, desde Valdivia hasta Hurtado de Mendoza (3).

Segun aparece en el decreto de concesion, García de

(1) ERRAZURIZ, Los orijenes de la Iglesia chilena, pájinas 247 i 248. (2) Carta de Rodrigo de Quiroga al rei, en 2 de enero de 1577, publicada en la Historia de Chile de Gay, Véase tomo II de Documentos, pájinas 116 i 117.

(3) Medina, Documentos inéditos para la historia de Chile, tomos II i 18. En el 11 véase la probanza del capitan Juan Gómez, pájina 451, pregunta 16; i en el 18, la informacion de servicios de Diego García de Cáceres.

Cáceres habia consentido en dejar sus indios a fin de que fueran encomendados a Ramiriáñez (1).

Es indudable que en esta época ya estaba concertado el matrimonio del hijo de don Melchor Bravo de Saravia con doña Isabel Osorio de Cáceres, hija de García de Cáceres i de doña María Osorio, pues de otro modo no se esplicaría la jenerosidad del renunciante (2).

El gobernador Bravo de Saravia recompensó, por su parte, a García de Cáceres con un repartimiento de indios en la provincia de Cuyo.

En el año 1583, cuando don Alonso de Sotomayor dió poder a García de Cáceres a fin de que en su nombre se recibiera del gobierno de Chile, el suegro de Ramiriáñez era vecino de San Juan de la Frontera (3).

En 1575 el hijo de Bravo de Saravia se presentó al cabildo de Santiago en solicitud de un sitio en el puerto de Valparaiso, contiguo al que tenia pedido su suegro, con el objeto de edificar una casa.

Consta en las actas de la corporacion que los capitulares accedieron a ello (4).

Suprimida la real audiencia i reemplazado don Mel

(1) Papeles de familia.

(2) Tengo a la vista una certificacion orijinal, firmada por el cura de la Catedral de Santiago, doctor don Antonio de Astorga, en 6 de abril de 1720, a peticion del marques de la Pica, en que aparece que el matrimonio de Ramiriáñez se verificó en 11 de mayo de 1588. Esta fecha es falsa, pues lo contrario se deduce de una carta de Rodrigo de Quiroga al rei en 1577 (véase Gay, tomo II de Documentos, pájinas 116 i 117), i de papeles de familia que se hallan en poder de don Fernando Irarrázaval Mackenna.

(3) MEDINA, Historiadores de Chile, tomo XIX. Véase acta del cabildo de Santiago de 18 de julio de 1583.

(4) MEDINA, Historiadores, tomo XVII. Acta del cabildo de 15 de abril de 1575.

chor Bravo de Saravia por Rodrigo de Quiroga, la situacion privilejiada de Ramiriáñez cambió de un modo notable, aunque el sucesor de su padre en el gobierno le manifestó siempre suma deferencia.

Con fecha 26 de marzo de 1575, Quiroga confirmó a Ramiriáñez en la encomienda que habia pertenecido a García de Cáceres; i al año siguiente, en 19 de mayo, en la encomienda que le habia concedido don Melchor de los indios vacantes por muerte de Bernabé Mejía i Diego de Soto (1).

Desgraciadamente, al poco tiempo recibió el gobernador una real cédula, dada en Madrid a 3 de noviembre de 1574, por la cual se le ordenaba quitar a Ramiriáñez los indios que le habia encomendado su padre.

Aunque la corte se hallaba mui léjos de América, habian llegado hasta los oidos del soberano las quejas de sus súbditos de Chile contra el nepotismo de don Melchor Bravo de Saravia, i ellas habian producido todo su efecto.

Quiroga no podia ménos de cumplir el mandato del rei, i obligó a Ramiriáñez a entregar sus encomiendas, pero dió evidente prueba de la simpatía que le inspiraba el despojado cuando volvió a entregar a García de Cáceres los indios que ántes le habian pertenecido (2).

De este modo, la real cédula quedó burlada; pues, con escepcion de los indios de Mejía i de Soto, los demas de que gozaba Ramiriáñez, en el hecho no salieron de la familia.

(2) GAY, Historia de Chile. Tomo II de Documentos. Carta citada de Rodrigo de Quiroga.

Ramiriáñez apeló, sin embargo, del decreto de Quiroga ante el Consejo de Indias, fundado en que la resolucion del soberano no podia referirse a la encomienda de su suegro, García de Cáceres, ya que ésta le habia sido concedida en 7 de enero de 1575, dos meses despues de la real cédula que mandaba le quitaran sus indios.

Mui eficaces recursos debió de emplear Ramiriáñez en España, donde, por lo demas, residia su familia, si se atiende a que obtuvo buen éxito completo, a pesar de existir una real cédula en su contra.

Antes de que se supiera en Chile este resultado, ya la encomienda de García de Cáceres habia vuelto a poder de Ramiriáñez, por decreto del mismo Rodrigo de Quiroga.

Segun se deduce lójicamente de los hechos, García de Cáceres habia consentido en admitir su antigua encomienda para conservarla a Ramiriáñez; i cinco meses despues, en 16 de enero de 1577, habia hecho nueva dejacion de ella (1).

Rodrigo de Quiroga se habia apresurado, entonces, a entregarla a su dueño anterior, o sea, a Ramiriáñez.

El real Consejo de Indias dió sentencia favorable a este último en 8 de marzo de 1578, i sentencia de revista en iguales términos en 20 de diciembre de 1580 (2).

Cuando aun no tenia noticias de la resolucion del Consejo, Ramiriáñez determinó dirijirse en persona a la

(1) El decreto por el cual Quiroga mandó quitar la encomienda a Ramiriáñez i entregarla a su suegro lleva por fecha la de 9 de agosto de 1576.

(2) Papeles de familia que ha tenido la amabilidad de comunicarme el señor don Fernando Irarrázaval Mackenna.