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1703 el título de gobernador i capitan jeneral de la provincia de Yucatan, empleo que desempeñó a completa satisfaccion de sus superiores (1).

VIII

Don Francisco Bravo de Saravia poseia en segunda vida la misma encomienda de indios que habia pertenecido a su padre don Jerónimo, la cual era una de las mas valiosas, si no la mas valiosa de todas, por el número de sus tributarios (2).

Bravo de Saravia deseó perpetuar en su familia esta riqueza, que constituia un verdadero mayorazgo, i consiguió que el rei le prorrogara la concesion de la encomienda durante dos vidas mas.

Por cédula firmada en el Buen Retiro a 23 de mayo de 1654, el soberano de España i de las Indias Occidentales consintió en la prórroga de una tercera vida, a condicion de que se pagara al real erario el valor de la renta de la encomienda en tres años, de la cual suma debian entregarse al contado mil pesos de a ocho reales en plata; i por cédula de 8 de febrero de 1706, espedida despues de la muerte de Bravo de Saravia, se hizo merced a éste de la prórroga de la encomienda

(1) Relacion de los servicios del maestre de campo don Fernando de Meneses Bravo de Saravia, gobernador i capitan jeneral de la provincia de Yucatan. Madrid, 2 de julio de 1725.

(2) La matrícula de 1752 arrojó el guarismo de 124 indios obligados a pagar el tributo, comprendidos los de Pullalli, Illapel, Curimon i Llopeo.

por una cuarta vida, en cambio de la renta de dos años i del pago al contado de otros mil pesos de a ocho reales (1).

Don Francisco Bravo de Saravia tuvo tambien la fortuna, como ántes se ha leido, de percibir las rentas de los mayorazgos de Soria i Almenar (2), en España, merced a la intervencion de los padres de la Compañía de Jesus.

En recompensa de tan importante servicio, Bravo de Saravia hizo donacion a la Compañía de la suma de diez mil pesos, de los primeros réditos que se recojieron en Soria de los caidos del mayorazgo (3); i, con fecha 20 de octubre de 1654, los aplicó al Colejio Máximo de San Miguel de Santiago (4).

El esplendor de la casa de don Francisco Bravo de Saravia llegó a su apojeo cuando el rei de España, por cédula de 18 de julio de 1684, le hizo merced para él

(1) Papeles de familia. La tercera vida debia gozarla don Antonio de Irarrázaval, marido de doña Marcela Bravo de Saravia, nietos uno i otro de don Francisco; i la cuarta vida, don Miguel de Irarrázaval, casado con doña Francisca Portales Meneses, hermana del conde de Villaminayo.

(2) El castillo de Almenar, que se hallaba entre los bienes vinculados, dió albergue en 1706 a la reina María Luisa de Saboya, primera mujer de Felipe V, rei de España. Papeles de familia.

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(3) Puestos aquí en Chile, importaron doblado». Historia del jesuita Olivares. Tomo VII de los Historiadores de Chile, pájina 28.

(4) Catálogo de los manuscritos relativos a los antiguos jesuitas de Chile, los cuales se custodian en la Biblioteca Nacional, pájina 42.

Entre otros actos de piedad del mismo personaje, se citan el de haber ayudado con sus caudales a la reedificacion de la Catedral de Santiago, i el mas importante de haber edificado a sus espensas una Iglesia en cada una de sus haciendas de Pullalli e Illapel.

(Relacion de los méritos del doctor don Juan de Andîa Irarrázaval, dean de la Catedral de Santiago, presentada al real Consejo de Indias.)

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i sus descendientes del título de marques de la Pica (1), en atencion a sus méritos i a los de sus antepasados.

Este fué el primer título nobiliario que se concedió a un chileno, i aunque de ordinario tales distinciones se obtenian en la corte a precio de oro, debe confesarse que la familia Bravo de Saravia era digna de ellas.

Los servicios civiles i militares del presidente don Melchor Bravo de Saravia, i los de su hijo i nieto Ramiriáñez i Diego Bravo de Saravia, merecian la recompensa real.

Diego García de Cáceres, que era segundo abuelo del marques, habia sido de los fundadores de la capitanía jeneral de Chile.

I los Ovalle i los Pastene i los Henestrosa tenian tambien derecho a reclamar un asiento entre los nobles de la monarquía española.

La aristocracia de Francia e Inglaterra no se fundaba en un orijen mas alto, pues ni los cruzados franceses ni los compañeros de Guillermo duque de Normandía habrian desdeñado contar entre los suyos a los conquistadores de América.

Quien debia heredar tanto la encomienda de Chile como los mayorazgos de España i el título de marques de la Pica era el único hijo hombre que don Francisco Bravo de Saravia habia tenido en su lejítima mujer.

Este se llamaba Jerónimo como su abuelo, i habia sido bautizado en la Catedral de Santiago a 28 de febrero de 1653 (2).

(1) Este era el nombre de una de las propiedades de la familia Bravo de Saravia en la Península.

(2) Certificacion del cura don Diego Garai i Tobar. Títulos del marquesado, folio 67.

El ideal de todos los criollos chilenos en aquella época era aproximarse en cuanto les fuera posible a la corte de España; pero entre ésta i la humilde colonia en que les habia tocado nacer se interponia el virreinato del Perú, el cual por su riqueza i su boato podia considerarse como una de las antesalas del monarca.

Don Jerónimo Bravo de Saravia i Henestrosa casó en Lima en 8 de julio de 1675 (1) con doña Catalina Anjela de Iturrisara, hija de un oidor de la ciudad de los Reyes.

La novia, que solo tenia quince años de edad, llevó de dote a su marido la suma de 78,114 pesos, en dinero i en especies (2).

Una sola hija nació de este matrimonio, doña Marcela María Norberta, bautizada en Lima a 30 de junio de 1678.

Don Jerónimo habia sido nombrado correjidor i justicia mayor de la provincia de Paucarcolla, donde le tocó morir, en la villa de la Concepcion de Puno, en el mes de diciembre de 1685. Habia dado poder para testar a su mujer, en la ciudad de Lima, a 23 de abril de 1683 (3).

Dejaba dos hijos naturales, llamados Jerónimo i Luisa Saravia, segun se lee en el testamento del marques su padre.

La viuda contrajo segundas nupcias con don Diego Hurtado de Mendoza, depositario jeneral i rejidor perpetuo de la ciudad de los Reyes.

Algunos años despues de este enlace, la hija de don

(1) Papeles de familia.

(2) Carta de dote otorgada en Lima a 6 de julio de 1675.

(3) Papeles de familia.

Jerónimo i de doña Catalina de Iturrisara casó en Lima con su primo hermano don Antonio de Irarrázaval, hijo de don Fernando Francisco de Irarrázaval i de doña Agustina Bravo de Saravia, previa dispensa del parentesco hecha por el arzobispo de la ciudad de los Reyes, que lo era el doctor don Melchor Liñan de Cisneros (1).

Por falta de su padre, la novia debia suceder en el marquesado de la Pica cuando falleciera su abuelo don Francisco.

Tanto éste como su mujer doña Marcela de Henestrosa se apresuraron a llamar a Chile a los recien casados, a fin de que les acompañaran en su ancianidad; i con fecha 28 de julio de 1698 mejoraron a su nieta doña Marcela Bravo de Saravia en el tercio i remanente de todos sus bienes, especialmente en las casas de su morada, en las estancias de la Ligua e Illapel, i en la chacra de Santiago, trasfiriéndole desde luego el dominio directo de estas propiedades, con la sola reserva del usufructo de ellas mientras vivieran los donantes (2).

Posteriormente, en 11 de enero de 1704, la marquesa viuda de la Pica hizo donación a su nieta del usufructo que se habia reservado en los antedichos bienes (3).

De este modo la familia de Irarrázaval sucedió a la de Bravo de Saravia, no solo en el marquesado de la Pica, en los mayorazgos de España, i en la encomienda

(1) Las velaciones se verificaron en la Catedral de Santiago a 2 de agosto de 1690. Papeles de familia.

(2) Escritura pública otorgada ante el escribano Jerónimo de Apello i Novoa.

(3) Ante el escribano Domingo de Oteiza.

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