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desarrollar o de desenvolver cuando se emplean metafóricamente.

Locuciones tales como el desarrollo o el desenvolvimiento de una institución, de una sociedad, de un argumento novelesco o dramático, de un idioma, de una tesis, etc., etc., despiertan en la mente la idea, no de la forma peculiar a un rollo o a una envoltura, sino de algo que, habiendo empezado por ser una concepción, por estar concentrado, por estar inmóvil, por ser un simple jermen, va esplanándose, creciendo, trasformándose, manifestando ciertas consecuencias, produciendo ciertos resultados, entrando en movimiento, dándose a conocer en todos sus pormenores.

El apoyo que Baralt ha creido encontrar en la diferencia de significación, de los adjetivos desarrollado i desenvuelto, es sumamente frájil.

Desarrollar i desenvolver tienen cada uno distintas acepciones, entre los cuales algunas les son comunes, i otras no.

Precisamente los dos adjetivos citados se refieren a acepciones de la segunda clase, i no de la primera.

Desarrollado corresponde a la acepción peculiar de desarrollar en la cual este verbo equivale a «adquirir gradualmente los animales i vejetales, incremento i vigor».

Desenvuelto corresponde a la acepción privativa de desenvolver en la cual este verbo equivale a «desempachar, o sea a perder el empacho o encojimiento»..

Así el que desarrollado i desenvuelto tengan significados diferentes no impide que desarrollar i desenvolver tengan otras acepciones en que puedan usarse indistintamente el uno por el otro (1).

(1) La ACADEMIA en la 13.a edición del DICCIONARIO ha confirmado la opinión del autor de estas Apuntaciones, dando a desarrollar, entre otras acepciones, la de «acrecentar, dar incremento a una cosa del orden físico, intelectual o morals.

Desastre

Todos los individuos de habla castellana usamos actualmente este sustantivo en la acepción de «desgracia grande, suceso infeliz i lamentable» sin tener para nada presente su orijen.

Mientras tanto, desastre, que etimolójicamente significa algo como astro adverso, es una huella que ha dejado estampada en la lengua la añeja, i ya casi por completo estinguida superstición de la influencia propicia o funesta de las estrellas en la suerte humana.

La palabra mencionada, es una de las muchas pruebas que pueden aducirse para manifestar cuán pronto se olvidan los significados orijinarios.

A pesar de lo espuesto, desastre puede seguirse i se seguirá empleando sin el menor inconveniente.

Mui pocas de las personas que lo usan, i mui pocas · de las que lo oyen, traen a la memoria su orijen.

Lo malo es cuando se emplean palabras cuyo significado mui claro i mui perceptible se encuentra en la mas completa contradicción con aquello a que se aplica.

Una de ellas, verbigracia, es ceniza para denotar los residuos o los restos de un cadáver.

Tal palabra era propia en los pueblos de la antigüedad, que quemaban los muertos para conservar sus restos en urnas; pero no en los de la edad moderna, que los entregan a la tierra.

Llamar a esto ceniza es hacer que la palabra sea patentemente contraria al hecho designado por ella. Otro de los vocablos a que aludo es, verbigracia, agostar.

Léase la siguiente composición puesta en un album por el insigne Don Manuel José Quintana.

Obedezco, i mi nombre en este pliego
pongo con mano incierta i temerosa,
porque versos escritos a una hermosa,
otra edad necesitan i otro fuego.

Viniera a mí tan poderoso ruego
al tiempo de mis años juveniles,
cuando, al brillante sol de Andalucía,
en mí algún rayo de entusiasmo ardía.
Mas, ya agobiado con setenta abriles,
¡pudiera yo cantar, i en versos bellos
dar mi feudo poético a Dolores
tal que la luz se reflejase en ellos!

Es imposible: en vano de las Musas
implorara el favor: ellas lo niegan;
i a cláusulas discordes i confusas,
mi ya exánime acento al fin entregan.
Vírjenes son; cual vírjenes lozanas
a la vejez se muestran desdeñosas,
. de la vista de Saturno huyen

que agosta i quema sin piedad las rosas.

Se ve que agostar está empleado en la acepción de secar i abrasar el excesivo calor las plantas.

Don Manuel Bretón de los Herreros, en LA FAMILIA DEL BOTICARIO, acto único, escena 10, esplica en las siguientes estrofas, que pone en boca de una niña candorosa, el orijen de este verbo agòstar.

Era la noche. Luciana

yacía en sueño inocente,
cuando un hombre de repente

se aparece en su ventana.

Salta con fatal denuedo;

tiembla la joven sencilla;
va a gritar la pobrecilla

i embarga su voz.... el miedo.

Desde aquella noche fiera,

quedó mustia i sin color,

como en agosto la flor,

que pintó la primavera.

-¡Ai! A mi amargura cedo: ya mi dicha se acabó;....

dijo Luciana; i murió......

¿De qué dirías......? De miedo.

Resulta que agostar como la forma misma de la palabra lo está indicando, proviene de agosto, porque, durante este mes, el calor excesivo en España, quema i abrasa las flores i las plantas.

Mientras tanto, ese mismo mes es uno de los de rigoroso invierno en Chile.

¿Cómo los poetas chilenos pueden entonces decir que «el calor agosta las plantas»; o bien que «las flores se agostan»?

I si así lo dicen, un hecho incontestable esperimentado por todos los desmiente.

La palabra pugna con una realidad que nadie osaría

negar.

Desatornillador

Tal es el nombre que se da en Chile al instrumento que el DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA llama destornillador, esto es, al «instrumento de hierro u otra materia que sirve para destornillar».

El DICCIONARIO dice que destornillar significa «deshacer las vueltas de un tornillo para sacarlo o aflojarlo»; i que, en su lugar, puede usarse desentornillar.

Agrega en el SUPLEMENTO que también puede emplearse desatornillar.

Sin embargo, no autoriza los sustantivos afines desentornillador i desatornillador, los cuales serían enteramente análogos por la formación a destornillador.

Desaterrar

El CÓDIGO CHILENO DE MINERÍA de 1874 contiene una disposición que dice así:

Artículo 120. «El dueño de una mina cuyas labores mas profundas se hubieren aterrado, tiene obligación de desaterrarla hasta facilitar la esplotación de dichas labores bajo la pena, por primera vez, de pagar una multa de ciento a quinientos pesos; i por la segunda, de perder la mina si no principiare o concluyere los trabajos dentro del plazo que le señalare el gobernador previo reconocimiento e informe del injeniero.

<«<Si por no mantener debidamente habilitados los trabajos de desagüe, alguna mina inferior sufriere perjuicios estará obligado a indemnizarlos a tasación de peritos».

Haré notar de paso que este artículo usa la palabra perjuicios en el sentido que algunos desearían que se atribuyese esclusivamente a daños, como lo he manifestado en la apuntación que he destinado anteriormente a estos dos vocablos.

El DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA no trae el verbo desaterrar.

En cuanto a aterrar, no le da precisamente el significado que tiene en el artículo copiado del CÓDIGO CHILENO DE MINERÍA.

Véase lo que el DICCIONARIO enseña acerca de este verbo:

«Aterrar. Verbo activo. Echar por tierra-Minería. Echar los escombros i escorias en los terreros.-Recíproco. Marina. Arrimarse los bajeles a tierra».

Como he dicho, la segunda de estas acepciones no equivale exactamente a estar una labor minera llena

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