Cautiverio feliz, Volumen2

Hermoso, desde el punto de limpiar de distorsiones, muchas veces, ligadas a la vanidad de moda, para poder acceder a una fotografía de aquel entonces. Enriquecedor y sanador puesto que hace inevitable encontrar los mismos buenos tratos en el seno de cualquier familia chilena que lo recibe a uno con el alma llena de genuino afecto sin calcular retribución, te das cuenta que cuando uno deja las armas, prejuicios y orgullos, en desnuda apariencia te visten de camaradería y aprecio, sintiendo como uno más, hoy en día muchos somos cautivos de la máquina de una vida plagadas de esfuerzos para conseguir un éxito individual y mezquino con nuestra propia alma, la felicidad en cambio, reposa en lo simple y eterno, dejarse llevar para quien “que se va al río a divertir sus cuidados”. Para estos días o “esta vanidad de moda” buena medicina es entender que no todo es tan trágico ni tan ajeno, acumular riquezas para no saber compartir tiene un límite en la cohesión social, y que mejor será para todos deleitarse en compartir lo poco que te hace sentir en lo mucho pertenecer y sentirse partícipe, poder decirse que somos parte de algo.