Imágenes de páginas
PDF
EPUB

que designase con este vocablo las aceras de las calles principales, el ámbito de la plaza, el puente, la Alameda Vieja.

El hecho es que don Manuel de Salas afirma haber formado un paseo de que carecía Santiago, i sufrió por ello la censura de personas

asevera que caracterizadas.

Léase el pasaje en que consigna tal aserto: «Desde que se puso a mi cargo la fábrica de los tajamares, no solo dediqué todo mi conato a procurar su robustez, economía i hermosura, sino a asegurar su conservación. Para unir lo útil a lo agra dable i aprovechar las proporciones que presentaba el terreno inmediato, formé una alameda o paseo, de que carecía esta capital. A pesar de la universal concurrencia que tomaba ya por una aprobación solemne, sufrió la censura de personas caracterizadas, i aún de la autoridad pública, hasta que, pasados aquellos ataques, que siempre sufre todo lo bueno, especialmente si es nuevo, no solo subsiste con aprecio, sino que se han ordenado costos de consideración para mejorar una obra que hice furtivamente i contra la voluntad de muchos.

«En medio de la estéril satisfacción de haber servido a mis conciudanos, preveía que la obra princi pal i las que eran accesorias habían necesariamente de destruírse, si se abandonaban a su propia fuerza. Me ofrecían comprobantes de este recelo los fragmentos de muchas obras que ya no existen i algu nas que se hallan deterioradas i marchan a la ani

quilación. Estas armargas ideas afectas al celo verdadero, las radicaba la funesta esperiencia de lo que es tener la jenerosidad de continuar trabajos ajenos. Prefiriendo la modesta e interior complacencia de hacerme olvidar después, a la de ser propicio a la excecrable gloria de hacerme creer necesario cuando con mi falta perezcan mis obras, únicamente he cuidado de ponerlas a cubierto de tal riesgo. Para ello, era forzoso establecer algún arbitrio justo, cuyo producto se invierta constantemente en su reparo i adelanto. Así, sin gravarse de nuevo los caudales públicos, lograría este pueblo la seguridad de un lugar de concurrencia, tan necesario a la civilidad i a evitar diversiones nocivas.

personas

«Ni mis deseos, ni los conocimientos de sensatas i bien intencionadas que consulté, pudieron presentarme un pesamiento exento de inconvenientes ni mas adecuado, que el que tuve el honor de indicar a Vuestra Señoría, cuya bondad lo adoptó. Se redujo a que con los capitales de censos existentes en arcas, i los que se redimiesen en lo sucesivo, se costeasen unos baños i un juego de pelota público en la plazuela llamada del Basural, con lo que se conseguiría conservar los tajamares i paseo, asegurar unos caudales que cada día se subdividen i pierden, i convertir un lugar que solo sirve de muladar i escondrijo de malhechores en un punto de recreo i unión de jentes que, por carecer de motivos de juntarse en público, se emplean en vicios i preparan asechanzas a la virtud. Los baños

traerían el aseo i la salud en un clima seco i ardiente, donde se hacen demasiado comunes las dolencias que nacen de estos principios. El juego de pelota presentaría a la juventud fogosa un ejercicio de sus fuerzas i ajilidad, i una inocente diversión preferible al mate, naipe, dados, rameras i vino: entretenimiento jeneralmente adoptado en todo el mundo culto, i tanto que no hai una ciudad, i cuasi no hai un buen colejio de la Europa ilustrada i algunos de América, donde no se fomente con estudio esta diversión o alguna semejante.

«Para realizar Usía este designio, interpeló la aprobación de la real audiencia, presentando por órgano del procurador jeneral el plano i presupuestos. Este supremo tribunal mandó rectificarlo, lo aprobó i lo devolvió a Usía para que lo hiciese ejecutar por la persona en quien concurriesen el celo i actividad necesarios. Usía se sirvió encargármelo, porque encontró en mí estas cualidades, o por la casual circunstancia de tener a mi cuidado la obra

del tajamar que proporcionaba el ahorro de mayordomo, sobrestantes, la fatiga de acopiar materiales i el empleo de los escombros de aquélla.

«Como las murallas de los baños debían elevarse sobre el tajamar o propiamente ser una continuación de éste, se había necesariamente de esperar a concluír la una para empezar la otra; i por eso, no pudiendo ponerse mano en esta parte del proyecto, se trató desde luego de trabajar en la que permitía el estado de las cosas, cual era el juego de pelota.

Se trazó con arreglo a las mejores noticias que pudieron adquirirse de personas que habían frecuentado las ciudades de España, donde son mas comunes estos entretenimientos. Necesitando el muro que hace fondo de un estribo para su seguridad, se puso en lugar de una masa grosera un nicho de buena arquitectura que decorase la obra i presentase a la entrada jeneral de la ciudad un objeto que ministrase a los viajantes una idea ventajosa que los previniese favorablemente. Allí se ha hecho una fuente, que abastece el barrio de agua limpia: se halla construída una gran parte de la cañería. Están haciéndose unos asientos dobles que sirvan al mismo tiempo para consumir los fragmentos inútiles, de comodidad a los concurrentes, i de defensa a los árboles, que sin costo alguno han de cuadrar la plaza i amenizar aquel sitio asqueroso i perju

dicial.

<Debiendo preverse todos los accidentes que alcance la prudencia, i precaver las ocurrencias que pueden sobrevenir, he tenido presente que, a pesar de la afición que se nota a esta clase de juego i de la concurrencia que se ha esperimentado en alguno que hubo, sin embargo de ser defectuoso i estar mal situado, con todo, podría mui bien no haberla éste, o si se verificase, podría decaer por alguna de las muchas causas posibles e inevitables. Para que, en este caso, no quede inutilizado el gasto i frustrados los fines con que se ha hecho la obra, se ha construído de manera que pueda facilísimamente

tener otros destinos igualmente útiles. Hablandò en términos del arte: este es un edificio hecho con doble o triple intención. Su tamaño i colocación lo proporcionan para convertirse en teatro, i entonces escusaría la mitad del gasto. Igualmente puede, i con mas facilidad, servir para casa de gallos i aumentar los productos que tiene este arbitrio, los que disminuyen el alquiler del sitio donde hoi se juega. También está dispuesto de modo que pueda techarse, dividirse, i formarse así una vivienda doble i fuerte para custodiar en ella a los reos condenados a la cadena, que siempre necesita mantener la ciudad, para lo que antes arrendaba un edificio de San Pablo en cuatrocientos pesos anuales, i hoi tiene otro que mui luego deberá dejar a su dueño que lo reclama. Para esto, se han dejado huecos, aunque tapados, para puertas i ventanas. Si se creyese conveniente destinarlo a una recova, sería una providencia útil, i su ejecución fácil i de poco costo, i sus productos tan considerables, como el alivio traería al público que la desea».

que

Es de sentir que un estadista tan notable como don Manuel de Salas admitiera, entre los establecimientos propios de una ciudad, un reñidero de gallos, i todavía que lo pusiera en la misma línea que un teatro.

Un reñidero de gallos no podía ni debía ser indicado por un filántropo como un espectáculo lí

cito.

« AnteriorContinuar »