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dor, quien volvió avisando que era el bergantín Serafín, que traía a flete víveres para los confinados, i algunas cartas, por las que se supo que debían salir algunos de ellos, sin espresarse sus nombres, por un oficio del jeneral en que mandaba retener a uno de los agraciados. Se presumió que éste sería don Manuel Blanco Encalada.

«A la tarde, desembarcó el dueño i capitán don Francisco Perales, limeño, trayendo el resto de la correspondencia i los papeles públicos.

«8 de setiembre. Hubo mui buen tiempo desde su arribo hasta el día 8 de setiembre, en que zarpó a las cuatro i media de la tarde, llevando a los siguientes detenidos:

«Don Francisco de la Lastra.

José Santiago Portales.

Pedro José Prado Jaraquemada.

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«Durante su permanencia, se tomaron declaraciones a los que estuvieron a bordo de los buques ingleses, en los cuales, según se había referido al jeneral, se había brindado por la patria. Fueron llamados para esto, el gobernador don Anselmo Caravantes, el capitán don Marcos García, don Juan Enrique

Rosales, don Antonio Mendiburu, don Agustín Bayner, don Enrique Lassalle, don Manuel Blanco Encalada, don Remijio Blanco i algunos oficiales. «Trajo el bergantín al capitán don Domingo Puga con veinte i seis soldados.

«Se fueron en el barco el gobernador Caravantes, el capitán García, el teniente don Santiago Pizarro, el alférez don Francisco Vial, don Fermín Barril, don Fernando Salcedo, don Francisco Gallardo i algunos soldados.>>

El gobernador de la isla don Anselmo Caravantes fue separado de su cargo por el delito de ser valdiviano.

Nombróse para subrogarle al español don José Piquero, oficial del rejimiento de Talavera.

Hasta en el presidio, se hacía sentir el esclusivismo que animaba al gobierno de la reconquista.

<<15 de setiembre. A las siete de la noche, se presentó un bote; el piloto dijo ser de la fragata inglesa ballenera Elisa, que se había avistado el día anterior, pidió carne, i se la ofreció el gobernador. Agregó que, seis semanas antes, había encontrado tres buques de Panamá a los once grados conduciendo mil i tantos hombres, que anunciaron venir en seguimiento de diez i seis velas con cuatro mil soldados para Lima. Que luego vendría la fragata de guerra inglesa Infatigable, que de Galápagos

iba al Callao. Se volvió luego, i no encontró a la Elisa. Se dudó si lo hizo por el tiempo o por recelo ocasionado por la alarma i cautela que notó, i por la noticia del mal trato que han tenido otros buques de su nación.

«Ossorio pide una lista de los confinados.

«Se manda que don Pedro Tavira salga de Santiago, porque hablaba de lo que éstos sufrían.

«Encargo al gobernador para tratar bien a los relegados.

«Precauciones i señales para la entrada de un bergantín: permiso para ella considerado como un favor por ser mercante.

<27. Sueño funesto de un cabo de Talavera. A su consecuencia, se envían soldados al Puerto Inglés a poner los cañones sobre polines.

<30. Se fija bando para que los entretenidos no vendan de las provisiones que les trajeron, en perjuicio del gobernador, público i tropa.

«1.° de octubre. Misa cantada por don Juan Pablo Michilot. Solo la ofició un soldado. Aniversario de la batalla de Rancagua.

«Sueño del gobernador sobre la ruína de Esрайа.

«Este día i los anteriores, vientos furiosos.

<Don Antonio Morgado es reclamado de España por haber traído consigo a la mujer de un calafate de la Carraca, como propia. Ésta fue visitada por las señoras de Chile, así como doña Francisc a Cordón, mujer de Piquero.

«Doña Mariana Pérez fue sacada de las monjas una vez por la Esterripa, Arleguis, etc.; i la segunpor Ossorio i comitiva.

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«No se publicó en la Gaceta del gobierno el donativo voluntario colectado por el cabildo cuando entraron las tropas de Lima.

«El virrei no contestó a la representación de los confinados, espresando a sus confidentes que intercedería por ellos si pidiesen perdón, pero no intentando justificarse.

«Los refujiados en Mendoza solo son llamados a edictos i pregones, confiscados, i declarados dignos de pena indirectamente en el suplemento de la Gaceta del gobierno de 15 de junio de 1815. Éstos son, a mas, retraídos con la perspectiva de Juan Fernández i las investigaciones hasta de los embarazos de las mujeres de los escondidos, como don Joaquín Echeverría, don Fernando Errázuriz, don Francisco Vicuña, etc.

<22. El domingo, a la tarde, se vio un buque de dos palos, que desapareció al ponerse el sol.

«En la noche, fandango en casa de una chilota vieja. Rompen la guitarra del artillero Jara. Herido levemente Argomedo. Recelos del orijen de este suceso.

<<21 de noviembre de 1815.

«Exemplum enim do vobis, ut sicut ego feci, ita

et vos faciatis.

«Et vos debetis esse misericordes, sicut et pater misericors est.

«El 21 del presente se cumple un año de nuestro arribo a esta isla; i es una obligación de relijión i de justicia, consagrar este día para rendir gracias a Dios por los beneficios que aquí nos ha dispensado. Juan Fernández, conforme a la intención del jefe que nos hizo venir, i a las circunstancias del mismo lugar i de nuestras personas, debía de acabar con nuestra existencia, si la Providencia de Dios, siempre bienhechora, no nos hubiera soste nido medios por exceder a lo que parecen naturalmente podía esperarse.

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«Llegó la fragata Elisa, ballenera inglesa, que estuvo el 15 de setiembre a la vista. Se fue el día 24. Llevó dos reses. Vendió algunas frioleras. Los soldados le robaron una hacha i aguardiente después de recibida la carne i otras cosas. Llevaba mil ochocientos barriles de aceite. Venía de la isla de Afuera, donde los tripulantes pescaron i tomaron lobos. Dieron noticia de una gran siembra de papas hecha allí por tres americanos, a quienes habían traído allí i dejado antes, pero a quienes no encontraron a la vuelta. Habían quedado para cazar lobos por haberlos hallado en aquel punto, donde, habiendo desembarcado, perdieron su buque apresado por un corsario inglés.

«Los dos navíos españoles San Hermenejildo i Real Carlos se baten sin reconocerse i se des truyen.

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