lleria desprovista de lo mas esencial para su servicio; el rio, cuya navegacion pretendian usurpar los americanos, defendido por una sola galera en mal estado: he fortificado desde aquella época, esto es, en menos de dos años, esta capital de un modo respetable, poniendola en estado de sostener un sitio formal; y previendo la sensacion que debia causar la revolucion de la Francia sobre estos habitantes, franceses por la mayor parte y muy inclinados á su patria primitiva, me valí de la misma oportunidad para levantar una especie de ciudadela, suficiente para abrigar la poca guarnicion que tengo con los vecinos españoles, y tener en respeto á todos los demas de la ciudad, que la artilleria del mencionado fuerte llamado de San Carlos puede arrasar é incendiar. He levantado á la entrada del rio un fuerte, nombrado San Phelipe, que impide enteramente el paso á los buques enemigos en qualquier número que se presentaren. Mediante el nuevo fuerte de Nogales, levantado el territorio que por el tratado del mismo nombre acabamos de conseguir de la nacion Chactá, he extendido las posesiones de la España á la orilla Este del Misisipi, al propio tiempo que se ha cubierto contra una invasion por lo alto del rio, como lo está ya por abaxo mediante el fuerte de San Phelipe. La plaza de la Movila, mucho mas importante que la de Panzacola para contrarestar los proyectos que tienen los estados al Ouest americanos de extender su navegacion hasta el golfo mexicano, valiéndose de los rios navegables que desaguan en este, se ha recompuesto de un todo y se halla como nueva. Seis galeras y dos galeotas dominan el Misisipi hasta el Ohio, esto es, en una extension de 500 leguas, no habiendo exemplar hasta ahora de haber remontado tan alto embarcacion de guerra alguna, que tremolando en aquellos parages remotos la bandera española pudiese desimpresionar las belicosas naciones indias que los habitan de las ideas poco ventajosas que los americanos les habian influido del poder de la España, con el fin de valerse algun dia de ellas contra nosotros. Otro tratado con la misma nacion Chactá, por el que cediéndonos un terreno suficiente para levantar en la misma un fuerte se hace el Rey dueño de la navegacion del rio Movila, sesenta leguas mas arriba del fuerte de Tombecbé, nos asegura de la voluntad de aquellos salvages, cuya poblacion no baxa de diez mil hombres de armas, y cubre por la parte interior de las tierras la del Este de la Luisiana hasta el rio Yasú contra las usurpaciones de los americanos, no ha costado à S. M. mil pesos. Al mismo tiempo que conseguí apresar al aventurero Bowles, actual mente encerrado en el alcázar de Segovia, cuyos talentos extraordinarios le habian grangeado el afecto de parte de la nacion poderosa de los Criks, con la que proyectaba echar los españoles de la Florida, y fundar un estado independiente, cuyo comercio con las islas vecinas habia de ser libre, apoyado por el lord Dunmore y por un comerciante inglés nombrado Miller, de la isla de Providencia; V. E. no ignorando lo que ha costado el interrumpir la comunicacion de aquellos indios con los mencionados, aun despues de haberse hecho prisionero á Bowles, como tambien que logré apresar una goleta enviada por el Lord Dunmore, con papeles fidedignos que prueban la irregularidad de sus procederes con la España: al propio tiempo digo que pasaba lo que acabo de exponer, y era mas que suficiente para exasperar la nacion Crik, conseguia el estorbar la demarcacion de límites de la misma con la Georgia, é impedir la verificacion del tratado concluido en su nombre con los Estados Unidos en Nueva York por el famoso caudillo Alexandro M. Guillevray, que el Congreso habia ganado con dádivas y pensiones, y que reconquisté á nuestro partido de resultas de las conferencias que tuvo conmigo en esta capital, habiendo conseguido que pasase á ella á la propia época que estaba citado por Seagrove, comisario de los Estados Unidos, para verificar la demarcacion de límites: las resultas de esta negociacion han sido el inutilizar todos los proyectos de los Estados Unidos por aquella parte, pues se han visto precisados á mandar al enunciado comisario Seagrove solicite los buenos oficios del comisario del Rey en la misma nacion el teniente D. Pedro Olivier, para conseguir por su influxo el restablecimiento de la paz, que se concluirá en efecto en Abril próximo. Por último, no obstante las dificultades que nacen del genio voluble У de los zelos que tienen entre sí las naciones indias, he verificado el proyecto de reunirlas en una alianza ofensiva y defensiva, baxo la proteccion de la España, de cuyos dominios en esta provincia se han hecho garantes, añadiendo por el mismo tratado la valerosa nacion Cheroqui á las Criks, Chactás y Chicachás, que componen entre todos unos veinte mil guerreros, barrera invencible contra los americanos, siempre que la España quiera mantenerla por la moderacion, y unos 40,000 pesos anuales distribuidos á aquellos salvages. Interin mi tiempo se repartia entre las obras, que urgian para la defensa de la provincia, las que se hicieron en esta capital sin ingeniero, sobreestante ni empleado alguno, estando diariamente á caballo antes del dia para visitarlas, alentar los trabajadores, repartir las faenas y las ocupaciones políticas que acabo de referir, me hallé todavia recargado por los informes reservados y las relaciones que se me pidieron por los Ministros de Guerra, Real Hazienda, Gracia, y Justicia: he evacuado tres informes reservados bien largos y dificiles de averiguar, sodre las desavenencias que mediaron entre mi antecesor el brigadier D. Estevan Miró, el Ilmo. Obispo auxiliar, y este contador de exército D. Joseph de Orue: he remitido al Ministerio de Guerra una relacion de toda la artilleria existente en esta provincia, con expresion de la utilidad y empleo de cada pieza, dotacion que considero necesaria, individualizando el costo de todo lo perteneciente á la misma, conforme me lo habian mandado. He dirigido al mismo Ministerio una relacion de todas las plazas, fuertes, edificios militares, hospitales y demas gastos concernientes al ramo militar de la provincia, detallando el valor de cada cosa, como me estaba mandado, y remitiendo los planos, sin haber tenido para ello socorro de ingeniero alguno. He enviado al Ministerio de Gracia y Justicia un informe circunstanciado de todo lo perteneciente á la administracion espiritual de esta provincia. Estoy concluyendo el estado que me ha pedido el Ministerio de Real Hazienda de todas las rentas Reales en estas provincias, los ahorros que se pueden hacer en sus gastos, etc., trabajo inmenso que abraza todos los demas ramos de su administracion, y tanto mayor quanto desde que la Luisiana pertenece a la España ha tenido su extension y poblacion unos aumentos quasi duplicados, lo que ha hecho variar continuamente sust gastos. A tantas faenas se han anadido las atenciones que ha exigido la conservacion de la paz y tranquilidad, que infinitos mal intencionados y desafectos al Gobierno han intentado turbar mucho tiempo antes que se declarase la guerra á la Francia, ya por anónimos, ya con escritos y conversaciones sediciosas, poniendonos en el caso de recelar una revolucion semejante á la de las islas francesas, siendo constante que si esta capital se hubiese hallado en el mismo estado en que la encontré, esto es, sin defensa alguna, no se hubiera evitado la misma suerte que han tenido aquellas. A fuerza de desvelos, sujetando los unos con el temor, los otros con el castigo ó el destierro; echando todos los franceses recien venidos á la colonia, que la tenian ya contaminada en gran parte con sus máximas de igualdad; interceptando las cartas y papeles de noticias sospechosas, y disimulando con todos, he conseguido mucho mas de lo que me esperaba, pues que toda la provincia disfruta de la mayor tranquilidad desde la retirada á Francia de la expedicion preparada en Nueva York contra esta provin cia, segun el aviso que me pasaron los Ministros del Rey cerca de los Estados Unidos, y dispersa por la discordia suscitada por el capitan Bompard contra el Almirante Serzey á su salida de Nueva York. Esta exposicion de todo lo que me ha ocupado de dos años á esta parte persuadirá á V. E. que si no he desempeñado con mas celeridad lo que me ha sido encargado, es que mis fuerzas y el tiempo no han alcanzado á mas, y con tanta mas evidencia que muchos de los asuntos que pertenecen á esta provincia, siendo referentes á sus habitantes У á la conservacion de su tranquilidad, ó á la política de la España con los Estados Unidos, entran en la clase de reservados, y no se hallan escritos mas que por el secretario de este Gobierno D. Andres Armesto, hombre infatigable en el trabajo, y por mí mismo, pues que no hay de quien fiarse para lo reservado; á este inconveniente se agrega la necesidad de duplicar el trabajo regular en otros gobiernos, respecto que por Real órden tengo la obligacion de transcribir al Capitan general todo quanto comunico al Ministerio de Estado; este y otros motivos no menos constantes persuadieron á dicho Capitan general que S. M. hallaria mas conveniente la reunion de la Capitania general á este Gobierno, y habiéndoselo hecho presente por el Ministerio de la Guerra, no se adhirió á sus deseos; no obstante, puedo en honor y conciencia asegurar que el hombre mas robusto no puede resistir mucho tiempo á este trabajo, y que el Rey quedaria mejor servido si el Capitan general residiese en la Luisiana. Inmediatamente que quedare evacuado el informe sobre el arreglo de la Real Hazienda en estas provincias, trabajaré sin demora al que V. E. me recuerda de órden del Rey; pudiendo en el interin asegurar que á esta fecha la iglesia parroquial, que se habia de haber concluido en Agosto del año último pasado, no tiene todavia mas que las quatro paredes acabadas con su fachada, faltándole el texado, el piso, y todo lo interior menos los pilares que sostienen el edificio, de suerte que si D. Andres Almonester no aumenta el número de sus obreros, no conceptuo que la fábrica se pueda concluir antes de otros dos años. En quanto á la casa curial parece resuelto á emprenderla quando concluya la iglesia; con todo, puede tal vez suceder que el nuevo dignisimo Obispo que la piedad de S. M. ha tenido á bien conceder consiga de D. Andres mas celeridad en la obra, considero su venida á estas provincias sumamente necesaria, tanto para el aprovechamiento de nuestra santa religion, como para que un sujeto de este carácter pueda disipar las dudas que se han originado sobre el espíritu del informe que el zelo de la religion, desprendido de toda pasion, me ha empeñado á dar, y que se evidencie la exacta verdad en que está fundado, como la nulidad de todo quanto ha representado en varias ocasiones el mencionado D. Andres Almonester, cuyo rencor no tiene mas fundamento que el haberme opuesto sin publicidad alguna y con la mayor moderacion y urbanidad á que prosiguiese en la posesion de los honores y derechos del Patronato Real, que tenia usurpado años antes de haber conseguido la cédula del Consejo, que se le despachó y recibió en Agosto del año anterior. Dios, nuestro Señor, guarde á V. E. muchos años. Nueva Orleans 18 de Enero de 1794.-Exmo. Señor. El Baron de Carondelet. Exmo. Señor Duque de la Alcudia. INDIOS. 1516.-1518. Papel sobre los abusos que se cometian en las Indias, en contravencion de las ordenanzas que para su gobierno hizo el Rey Católico. Copia en la coleccion de Muñoz en la Real Academia de la Historia, tomo LXXVI. Para la buena provision e determinacion de los negocios de las Indias, es de saber, que la Reyna Doña Isabel, nuestra Señora, que en gloria sea, en su testamento e postrimera boluntad dispuso una clausula, que deve ser avida por ley, fecha en esta guisa. Iten por quanto al tiempo que nos fueron concedidos por la Santa Se apostolica, las Islas e tierra firme del mar oceano descubiertas, e por descubrir, nuestra principal intencion fue al tiempo que suplicamos al Papa Alejandre sesto, de buena memoria, que nos fizo la dicha concesion, de procurar de inducir e atraer los pueblos dellas, y los combertir á nuestra santa fee catholica, y embiar a las dichas Islas, e tierra firme Perlados e Religiosos e Clerigos e otras personas dotas, e temerosas de Dios, para instruir los vesinos, e moradores dellas en la fee catholica, y los enseñar, e dotar buenas costumbres, e poner en ello la diligencia devida, segun mas largamente en las letras de la dicha concesion se contiene, por ende suplico al Rey mi Señor muy afectuosamente, y encargo, y mando a la dicha |