Imágenes de páginas
PDF
EPUB

ésta raciocina examinando los hechos pasados con la luz de la razon. Empero ¿quién mejor puede darnos a conocer la influencia de aquellas leyes i preocupaciones que un testigo presencial, un chileno que a su veracidad i sabiduria juntaba la circunstancia inapreciable de conocer bien a fondo el estado de nuestra sociedad, a fines del siglo pasado, época que he señalado como la mas a propósito para mis investigaciones, por hallarse en ella desenvueltos ya en toda su deformidad los resultados característicos del sistema colonial? El testimonio que invoco, en calidad de irrecusable para nosotros, es el del filántropo Salas, quien en una representacion a la corte de España de 1796 describe con vivo colorido el miserable estado de nuestra industria i la consiguiente degradacion de nuestro pueblo.

Segun él, era portentoso que entre los habitantes de los feraces campos de Chile, cuyo moderado trabajo alimentaba a otras naciones, hubiese muchos cercados de necesidades, pocos sin ellas i raros en la abundancia; i sobre todo que fuese comun ver en los mismos lugares que acababan de producir pingües cosechas, estendidos, para pedir de limosna el pan, los mismos brazos que las recojieron. En las plazas, calles i caminos públicos se veia ordinariamente a los desgraciados proletarios ofrecer sus servicios i malbaratarlos en cambio de especies inútiles, porque no hallaban quien les suministrara trabajo para adquirir su sustento. La agricultura i las minas no eran suficientes para entretener la numerosa clase jornalera, pues que las tierras no se cultivaban sino en proporcion de los consumos, so pena de tocar en la

decadencia o carestia, i las minas no se laboreaban en todo tiempo, bastando por consiguiente para el beneficio de unas i otras la asistencia de los inquilinos i mitayos o, cuando mas, la de un pequeñísimo número de braceros libres. De aquí la ociosidad forzada i con ella todos los vicios que son su consecuencia i a que el pobre se entregaba con ardor para sobrellevar su desesperante miseria. Iguales desgracias se hacian sentir entre aquellos colonos que a pretesto de su nobleza desdeñaban los trabajos manuales i que por su indijencia no tenian medios de entregarse a otro jénero de industria: de este modo la sociedad se consumia por la inercia i se degradaba por los vicios, siendo poseedora de un territorio sobre el cual derramó la naturaleza sus preciosos dones con prodigalidad.

El comercio no presentaba mejores arbitrios de ocupacion i lucro a los colonos: reducido el jiro de sus especulaciones "al arte de comprar barato i vender caro," la concurrencia de especuladores hacia vacilar este fundamento erróneo i producia estorbos i desastres que arredraban. El monopolio que la metrópoli se habia reservado orijinaba necesariamente demoras e incertidumbres que embarazaban este jénero de industria: a ninguno le era permitido comprar otros efectos que los que de vez en cuando arribaban a nuestras costas en alguna embarcacion de las privilejiadas, i era de todo punto imposible esportar las producciones de nuestro suelo, a no ser que se vendiera a los que tenian el derecho de comprarlas i trasportarlas al Perú, aprovechándose siempre de las necesidades de los productores para tiranizarlos e imponerles

las condiciones onerosas que su interes les sujeria. (1) Los impuestos, por otra parte, i los defectuosos medios de comunicacion se unian a las infinitas trabas que nacian de este órden de cosas i anulaban los bie

(1) El valor de todos los frutos nacionales que se esportaban por los monopolistas era el siguiente:

[merged small][ocr errors][merged small]

A Buenos-Aires i provincias del Este.. 250,000

[merged small][ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors][merged small]

(*) Aunque el autor no especifica la época a que se refiere este balance, no nos parece del todo exacto, al menos respecto de la esportacion a las provincias trasandinas.

Segun los datos estadísticos publicados en el Mercurio peruano a fines del último siglo, la esportacion trasandina de Chile ascendia a cerca de un millon de pesos, de los que 300,000 eran enviados en metálico para la compra de la yerba-mate, estando a lo que asevera el conde del Maule, don Nicolas de la Cruz, en su traduccion de la historia de Molina.

Segun los mismos estados publicados en el Mercurio peruano, el comercio de Chile en 1793, cuando habia vuelto a restablecerse el monopolio, se descomponia en las siguientes cifras:

[merged small][ocr errors][ocr errors][merged small][ocr errors][ocr errors][merged small][ocr errors][merged small][merged small][ocr errors][ocr errors][merged small][merged small][merged small][merged small][ocr errors][merged small][merged small][merged small][merged small][ocr errors][merged small][merged small][merged small][merged small]

El total del comercio de Chile con el Perú ascendia pues el año de 1793, a 1.057,311 pesos 4 reales.

El principal artículo de esportacion era el trigo, pues de Valparai

nes que la nacion podria haber reportado del comercio, ciñendo sus provechos a un pequeño número de individuos.

El estado de las artes era proporcionalmente mas degradado: solo existian las mui necesarias a la vida i en tan completa imperfeccion, que sus toscos i deformes productos apénas bastaban a suministrar una escasa subsistencia a los pocos que se dedicaban a ellas

so salieron 168,000 fanegas (210,000 ps.) i 50,000 fanegas de Concepcion o sea 62,500 ps. valorizado a 10 reales en ambos puertos.

El retorno mas valioso era la azúcar, de la que se importaba 57,272 arrobas a Valparaiso, 8,000 a Coquimbo i 12,000 a Concepcion.-V. M.

Esta nota de la 3 edicion manifiesta que no se comprende que el autor no se propuso hacer una estadística del comercio de la colonia, sino únicamente comprobar con el testimonio del señor Salas que, a causa del monopolio, era imposible esportar las producciones de nuestro suelo; poniendo al pie de la pájina, para indicar que este era un detalle que no entraba en la materia del testo de la obra, el guarismo que el mismo señor Salas da a la esportacion de los frutos nacionales sacados por los monopolistas en 1796. Para ilustrar mas este punto, i no para hacer la estadística comercial, se agregan ahora los siguientes datos tomados del Estado jeneral de la internacion i esportacion que hubo en 1802, segun las pólizas presentadas a la Real Aduana, que se publicó en el Mercurio de Valparaiso del 15 de mayo de 1861. De ese Estado resulta que en 1802 hubo este movimiento:

[merged small][ocr errors][merged small][merged small][merged small][merged small][merged small][merged small][merged small][merged small][merged small][merged small][merged small]

Analizando las cifras de la esportacion, solo para comprobar el

para desertar luego con mas vicios a soportar la miseria en la ociosidad.

Ved aquí en compendio el deplorable estado de nuestra industria i los efectos que en nuestro pueblo producia la influencia profundamente corruptora del sistema legal i consuetudinario de los conquistadores. La metrópoli misma los conocia demasiado bien i participaba hasta cierto punto de estos males con una incuria en mi concepto bien estraña. El mejor comprobante que puedo presentar en este punto es el informe hecho a Fernando VI con motivo del espediente formado en Chile para contener i reducir a debida obediencia a los araucanos. El autor de tan interesan

asunto de que habla el testo de esta obra, se conocen los siguientes datos:

1 que en la esportacion figuran 1.786,529 pesos en onzas de oro i plata fuerte, de modo que el valor total de la esportacion en frutos i manufacturas fué de 637,527 ps. solamente.

2

que de este valor corresponden a frutos i mercaderias chilenas solo las siguientes cifras:

Esportacion por cordillera.

Id. por mar.

Total

69,115

134,837

203,952 ps.

cifra que equivale a poco mas de la cuarta parte del valor que daba el señor Salas a los frutos nacionales esportados seis años ántes, de modo que la decadencia era tanjible.

El resto de las mercaderias esportadas por mar i cordillera, hasta completar 637,527 pesos, era de manufactura europea o arjentina, que pasaba a otras plazas por las conveniencias del comercio. En el valor de las esportaciones por mar, aparecen 69,115 pesos, precio de 74 esclavos que se llevaron a Lima, i que no hemos considerado en la cifra de los productos nacionales.

Estos datos son ilustrativos del punto a que se refiere la nota puesta al testo, i no tienen conexion con el objeto mui diferente que se propuso la nota de la 3 edicion.

« AnteriorContinuar »