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é imponente; todas las autoridades asistieron á ella, y se siguieron regocijos que se repitieron aun con mas esplendor el dia aniversario de la independencia de los EstadosUnidos (1). Lo mismo sucedia siempre que llegaban felices nuevas sobre buenos sucesos de las armas revolucionarias de diferentes comarcas de la América. En estos casos, al punto habia funciones civiles y relijiosas, Te Deum, iluminaciones y salvas de artillería, procurando de esta manera animar á la multitud para atraerla á la santa causa, y sacar partido de ella en caso de necesidad.

Pero la funcion la mas solenne y demostrativa fué sin disputa la que hubo para celebrar el aniversario de la instalacion de la primera junta, funcion que fué trasladada del 18 al 30 de setiembre (2). Ya habia dos meses que la escarapela nacional era tricolor : encarnada, amarilla y azul; pero solo la llevaban algunos militares, y aquel dia se desplegó una bandera de los • mismos colores con el escudo de las armas nacionales para eternizar la memoria de aquella era de renovacion. Este escudo, que se acuñó durante muchos años en la moneda del país, fué dibujado, en grande, en el frontispicio de la casa de la moneda, centro de la funcion, y representaba un grupo de montañas por encima de las cuales rayaban los albores del sol que venia á alumbrar este dichoso país. Por exergo tenia dos inscripciones latinas alusivas á la circunstancia; una en la parte su

(1) El cónsul Poinset dió un gran baile al consulado, y á consecuencia de algunas discusiones que se levantaron entre Chilenos y Anglo Americanos, se vertió sangre y hubo algunos muertos. Esta lucha tuvo lugar en la calle cuando se llevaban presos á los quimeristas.

(2) En aquel instante Miguel Carrera estaba, por decirlo así, reñido con su hermano Juan José, motivo por el cual no asistieron á la funcion ni él ni los oficiales de su cuerpo. Miguel y Luis, que tenian algun recelo, tuvieron á sus rejimientos sobre las armas durante toda la noche. (Diario de Miguel Carrera.)

perior indicando la aurora de la libertad chilena, y la otra en la inferior esplicando que la luz de la libertad venia en pos de las sombras de la noche. Debajo de esta última inscripcion habia otras dos, tambien en latin, de las cuales una, conservada igualmente en el cuño de la moneda, declaraba que los Chilenos habian de ser libres por la razon, ó por la fuerza (1), y la otra no era mas que la repeticion de la segunda, con palabras equivalentes y mas concisamente. Ambas estas inscripciones servian de gráfila á otro escudo en el medio del cual habia un globo sostenido por una coluna y superado de una estrella adoptada por astro de la suerte de Chile.

Si á estas manifestaciones tan ruidosas como espresivas, añadimos el cuidado que se habia puesto en ocultar, en cierto modo, las armas reales grabadas en algunas partes del edificio, veremos que no carecia de fundamento la voz esparcida aquel dia de que se iba á proclamar la independencia. Sinembargo, no se trataba de eso y solo hubo mucho jubilo y muchas esperanzas. En el baile lucidísimo que siguió por la noche en la misma casa de la moneda, todos los convidados parecian poseidos de sentimientos patrióticos que mostraban en todas sus acciones y palabras. Estos mismos sentimientos aparecian algunas veces en trajes insultantes para el nombre real; otras, en conversaciones, cantatas é himnos que inflamaban los corazones y exaltaban los espíritus. Hubo damas que los llevaron á mas

(1)

AURORA LIBERTATIS CHILENSIS;

UMBRE ET NOCTI

LUX ET

LIBERTAS

SUCCEDUNT.

AUT CONSILIIS, AUT ENSE

POST TENEBRAS LUX.

alto punto renegando su oriundez española y presentándose vestidas en un brillante traje de Araucanas.

Por todo esto se ve que el entusiasmo era grande y síncero, y que el país se encaminaba á pasos largos á la independencia. El movimiento se aumentaba cada dia mas con nuevos patriotas, que orgullosos de verse en él, no podian contar ninguna de sus menores particularidades sin que su imajinacion exaltase su amor propio. Ya los partidos y las diferentes opiniones empezaban á transijir y á confundirse. Todos procuraban echarse á la parte del que era la personificacion de la revolucion; y si algunos empleados civiles se mostraban indiferentes ú opuestos al nuevo gobierno, se les obligaba á seguir el ejemplo de los demas y á ponerse la escarapela nacional como símbolo de adesion, real ó finjida. Algunos meses despues, se exijia con tal rigor que todos llevasen esta insignia, que los pagadores tuvieron órden para no pagar á los que faltasen á este deber, ya fuesen civiles ó militares.

CAPITULO XIX.

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Pronunciamiento jeneral en favor de la independencia.- Desunion entre José Carrera y Miguel. Dimision de este del poder ejecutivo. Es remplazado por su padre.-Reconciliacion de los hermanos.— Desarreglo de las cosas y proyecto de una constitucion. Agustin Vial presenta uno que es adoptado por el gobierno. Sus bases. - Descontento que causa en Concepcion y en el clero. Instalacion de un senado. - Nombramiento de dos ministros y de un intendente. Reformas en el ayuntamiento. Establecimiento de serenos. Formacion de una sociedad filantrópica bajo el nombre de sociedad económica de amigos del país.- Fin del año 1812.

Desde el principio de la revolucion nunca se habia visto un pronunciamiento tan jeneral y tan espresivo por la independencia; no parecia sino que una verdadera y síncera alianza de todos los partidos iba á triunfar de todas las enemistades y rivalidades que los dividian, y que en lo sucesivo todos serian responsables con sus acciones de un acontecimiento que hasta entonces habia puesto la fidelidad en hostilidad contra la desgracia. Todo esto era muy propio á inflamar el noble patriotismo de Carrera; pero desgraciadamente, sus bellas intenciones se resentian muchas veces de la inconstancia de su carácter tan móbil que le hacia ser injusto aun con aquellos que podian ayudarle mucho en la ejecucion de sus proyectos. Al adoptar el papel de reformador, ya debia de saber que iba á constituirse, en cierto modo, como fuente y oríjen de todos los acontecimientos futuros, que con razon le serian imputados, y que tendria que violentar su carácter inconstante, caprichoso y que se burlaba de la suerte de la nacion, haciendo y deshaciendo su gobierno, muchas veces por leves moti

vos. Así vemos, en el espacio de pocos meses, entre sus asociados en el poder ejecutivo personas tales como O'Higgins, Marin, Nicolas de la Cerda, Juan José Aldunate, Manso (1) Portales, Prado, sucediéndose unos á otros sin permanecer mas que el tiempo necesario para dar pruebas de sus nobles inclinaciones à la gravedad y á la moderacion en las ideas, y de no poder, por consiguiente, simpatizar con sus humos esencialmente belicosos, ni con las puerilidades que eran tanto de su gusto. Algunos de ellos, como Manso y Nicolas de la Cerda, habian mas bien caido en el poder que entrado voluntariamente en él; porque eran hombres muy pacíficos, dotados de un verdadero espíritu de conciliacion, detestando los partidos estremados y que no habian jamas consentido en aceptar la mas leve complicidad en sus violencias y escesos.

Pero la desunion que habria podido ser mucho mas grave fué la que se declaró entre Juan Miguel Carrera y Juan José, entre los cuales habia despues de algun tiempo una especie de frialdad, que en realidad no era mas que un efecto de una rivalidad secreta de ambicion. Siendo el primojénito Juan José no queria ser subordinado de su hermano y se quejaba muchas veces de no poder obrar mas que segun este lo juzgaba conveniente. La disciplina y la ordenanza le forzaban á someterse á formalidades que le repugnaban, y no le acomodaba que su hermano diese en todo la preferencia á su gran guardia sobre los demas cuerpos. El descontento de Juan José llegó á ser tal que no quiso ir al gran baile del ani

(1) El cual era administrador de la aduana de Santiago, y pariente del ilustre Manso, que, por mediados del siglo 18, fué presidente de Chile, y despues virey del Perú,

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