Anales del Ateneo del Uruguay, Volúmenes9-10

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Ateneo del Uruguay, 1885

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Página 129 - Y el canto silencioso Duerme sobre las cuerdas de su lira. Mas nunca el genio muere, y con su aliento La tierra, el firmamento, El mármol y cadáveres anima. Ya está dentro de mí. — Veloces vientos, Anunciad á las gentes Un nuevo canto de victoria. Dadme Laurel y palmas y alas esplendentes ; Volvedme el estro santo, Que ya en el seno siento hervir el canto.
Página 340 - Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba, como en tu rostro y tus acciones vía que con palabras no te persuadía, que el corazón me vieses deseaba. Y Amor, que mis intentos ayudaba, venció lo que imposible parecía, pues, entre el llanto que el dolor vertía, el corazón deshecho destilaba. Baste ya de rigores, mi bien, baste; no te atormenten más celos tiranos, ni el vil recelo tu quietud contraste con sombras necias, con indicios vanos, pues ya en líquido humor viste y tocaste mi corazón deshecho...
Página 116 - Unión ¡oh pueblos! Para ser libres y jamás vencidos. Esta unión, este lazo poderoso La gran cadena de los Andes sea, Que en fortísimo enlace se dilatan Del uno al otro mar : las tempestades Del cielo ardiendo en fuego se arrebatan ; Erupciones volcánicas arrasan Campos, pueblos, vastísimas regiones, Y amenazan horrendas convulsiones El globo destrozar desde el profundo : Ellos, empero, firmes y serenos Ven el estrago funeral del mundo.
Página 340 - Detente, sombra de mi bien esquivo, imagen del hechizo que más quiero, bella ilusión por quien alegre muero, dulce ficción por quien penosa vivo. Si al imán de tus gracias atractivo sirve mi pecho de obediente acero, ¿para qué me enamoras lisonjero, si has de burlarme luego fugitivo? Mas blasonar, no puedes satisfecho de que triunfa de mí tu tiranía; que aunque dejas burlado el lazo estrecho que tu forma fantástica ceñía, poco importa burlar brazos y pecho si te labra prisión mi fantasía.
Página 209 - Legislaturas, ciudadanía natural en ejercicio, ó legal con catorce años de residencia. En las siguientes, siete años de ciudadanía en ejercicio antes de su nombramiento; y en unas y otras, treinta y tres años cumplidos de edad, y un capital de diez mil pesos, ó una renta equivalente, ó profesión científica que se la produzca.
Página 116 - Será perpetua, ¡oh pueblos! esta gloria y vuestra libertad incontrastable contra el poder y liga detestable de todos los tiranos conjurados, si en lazo federal, de polo a polo, en la guerra y la paz vivís unidos; vuestra fuerza es la unión. Unión, ¡oh pueblos! para ser libres y jamás vencidos. Esta unión, este lazo poderoso la gran cadena de los Andes sea, que en fortísimo enlace, se dilatan del uno al otro mar.
Página 341 - ¿O cuál es más de culpar, Aunque cualquiera mal haga, La que peca por la paga, O el que paga por pecar ? ¿Pues para qué os espantáis De la culpa que tenéis?
Página 121 - Sol la imagen, de iris los colores. Y en ágil planta y en gentiles formas, dando al viento el cabello desparcido, de flores matizado, cual las Horas del Sol, raudas y bellas, saltan en derredor lindas doncellas en giro no estudiado, las glorias de su patria en sus patrios cantares celebrando, y en sus pulidas manos levantando, albos y tersos, como el seno de ellas, cien primorosos vasos de alabastro que aspiran fragantísimos aromas.
Página 119 - La antigüedad con poderoso aliento reanime los espíritus cansados; y este hervir incesante de la idea, esta vaga, mortal melancolía que al mundo enfermo y decadente oprime, sus fuerzas agotando en el vacío, por influjo de nieblas maldecidas que abortó el Septentrión, ante su lumbre disípense otra vez.
Página 58 - Son ángeles los niños De paz y de alegría, Guirnaldas que coronan La frente maternal, Palomas mensajeras Que Dios al cielo envía Para traer al hombre La oliva celestial. Por eso hay en los niños Irresistible encanto, Y el alma estremecida Palpita de placer, Cuando al mirar sus gracias, A la pupila el llanto Se agolpa, y dulcemente \ Sentírnosle caer. . . ¿Qué arranca aquella lágrima?... La luz de la inocencia, Que brilla protestando Contra él sufrir común; Y esparce en torno de ellos La...

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