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entonces, que hubiese sido descubierto, vamos á tomar en consideracion otro documento auténtico, conocido por Herrera, por Muñoz, por Navarrete, por Varnhagen, por Barros-Arana, por Mitre, por Dominguez, por Lamas, por Fregeiro y por todos los que conocen la Revista del Instituto Histórico Geográfico del Brasil, en cuyo tomo XV fué publicado por el historiador brasilero Señor Varnhagen, sin que ninguno de los mencionados escritores le haya dado toda la importancia que tiene.

Es la carta de Diego Garcia, capitan general de una espedicion española hacia el mediodia de América, en 1526, en la cual hace al rey relacion de aquel viage, consignando al fin una referen cia á otro viage que habia verificado quince años antes, descubriendo el Rio de la Plata.

< Y esta señal de plata que yo he traido, dice, un hombre de los mios que yo dejé la otra vez que descubrí este rio habia quince años de una carabela que se nos perdió, fué por tierra deste rio de Paraguay é trujo dos ó tres arrobas de plata é la dió á los indios y cristianos que estaban en aquella tierra, é dellas ove esta plata, y esta relacion é descubrimiento é cuenta doy á V. M. é no hay otra cosa en contrario - Diego Garcia- capitan general. ›

En este pasage final de su relacion, Diego Garcia, en 1527, afirma que, quince años antes, habia descubierto este rio.

No dice que lo descubriese Solis, ni que con Solis viniese al descubrimiento.

No dice que el hombre aquel de quien obtuvo la plata que presentaba por muestra, hubiese quedado en esta region, procedente de algun viage de Solis, ni que hubiese quedado por pérdida de alguna carabela de Solis.

Dice, terminantemente, que él, Diego Garcia, lo habia dejado la otra vez que descubrió este rio, habia quince años, esto es, en 1512, de una carabela que se nos perdió,

agrega; y esto prueba que Garcia en el viage de dicho año, venia al mando de mas de una carabela, lo que no habria sucedido si hubiese sido subalterno entonces de otro gefe de espedicion, de Solis por ejemplo.

El viage de Diego Garcia, de 1512, nada tiene, pues, de comun con el supuesto viage de Solis en el mismo año, si hemos de dar crédito á la palabra de aquel, como debemos dárselo á quien, dirigiénd ose á su soberano, no podia pretender engañarlo con un viage de descubrimiento supuesto, pues por el mero hecho de mencionarlo ante el rey, se comprende que este era ya sabedor de la verdad del viage como del descubrimiento del Rio de la Plata hecho por Diego Garcia.

Por consiguiente, mientras no se demuestre, con documentos, que Garcia se atribuyó, sin objeto, un descubrimiento que no habia hecho, es Garcia y no Solis quien debe ser considerado como verdadero descubridor del Rio de la Plata en 1512, tres años antes que Solis viniese á morir en él, y á darle su nombre, por razon de su fin trágico y no por ser su primer descubridor.

Esto, sinembargo, no importa decir que Solis conociese el descubrimiento hecho antes por Diego Garcia, siendo mas probable que lo ignorase hasta entonces, como parece que lo ignoraban el rey y sus pilotos hasta fines de 1515.

A nuestro juicio, fácilmente se esplica la falta de noticias en España sobre este descubrimiento.

Diego Garcia era un navegante portugues que pudo emprender esa espedicion por su cuenta, como se emprendieron otras de la misma naturaleza, en aquella época.

Hecho el descubrimiento, daria noticia de él al gobierno de su patria, que, en vista de caer el rio descubierto en los dominios de Castilla, no prestaria atencion al descubridor.

Desesperado este de su gobierno, pasaria despues al servicio del monarca español, dándole noticia de su viage y comprobando su descubrimiento de este gran rio, en cuyas aguas lo encontramos como capitan general de una espedicion española en 1526, haciendo incidentalmente mencion, en su memoria al rey, del hallazgo del mismo rio

en 1512.

Despues de la publicacion de esta memoria del capitan general Diego García, es á su respecto que deben dirigirse nuestras investigaciones y estudios para llenar la primera página de nuestra historia, sin desatender por eso á Juan Diaz de Solis, y sin preocuparnos de la alcurnia del uno ni del otro, hasta el estremo de descuidar lo principal.

Cualquiera que sea la gerarquía del descubridor del Rio de la Plata, una vez comprobado, es á él, llámese Solis ó García, á quien debe discernírsele el honor que merezca el descubrimiento.

El historiador no busca nombres para ensalzar, ni oropeles con que deslumbrarse.

Lo que busca es la verdad de los hechos, y lo que tiene que discernir, en todos los casos, es la justicia, llámese como se llame, y tenga ó no antecedentes, ó méritos, aquel en cuyo favor hable el derecho.

Diego García, apenas es conocido como descubridor por dos documentos; pero consta por ellos que era capitan general de una espedicion española al mediodia de América en 1526, es decir, se encontraba entónces á la misma altura que Gaboto, cuyos méritos anteriores conocemos, dándonos suficiente motivo para presumir que los de Diego García eran muy semejantes, cuando obtenia el mismo cargo de capitan general, en el mismo año y de parte del mismo soberano de quien lo obtenia Sebastian Gaboto.

Con el objeto de difundir el conocimiento de los únicos documentos auténticos que se refieren á los viages de

Diego García, los reproducimos á continuacion. Ambos son de grande interes histórico y dignos del mas detenido estudio.

Manuel Ricardo Trelles.

MEMORIA DE LA NAVEGACION QUE HICE ESTE VIAGE EN LA PARTE DEL MAR OCCEANO DENDE QUE SALÍ DE LA CIUDAD DE LA CORUÑA, QUE ALLÍ ME FUÉ ENTREGADA LA ARMADA POR LOS OFICIALES DE SU MAGESTAD, QUE FUÉ EN EL AÑO DE 1526.

A quince de Enero del dicho año partí del cabo de Finisterre, haciendo mi navegacion, y en el dicho cabo estan cuarenta y tres grados, é de allí tomé mi derrota para las islas de Canaria y corrí por el susudueste que deste cabo á las islas se corre en esta derrota, y del cabo de Finisterre hasta las islas de Canaria trescientas leguas, y en este camino pasamos por la isla de la Madera, que es del Rey de Portugal, está en treinta y dos grados y medio, é de la otra parte, de la banda del Nordeste, está Puerto Santo, propio en el altura de la isla é diez leguas de la isla de la Madera; é á la banda del Sueste de la isla de la Madera, está una isla que se llama la Desierta, que está seis leguas en la mar, de la isla; y andando por mi derrota allegué á la Palma, que es isla de las islas de Canaria; esta isla de la Palma con la isla de Tenerife é la isla de Fuerte Ventura y el cabo de Quilo, está veinte y nueve grados á la isla de Gran Canaria, con la isla de la Gomera están veinte y ocho grados y medio, é la isla del Hierro en veinte y siete; todas estas se llaman las islas de Gran Canaria; y en estas islas hacen azúcares para cargar para acá en España, é son cristianos, é de aquí toma

mos lo que habíamos menester para nuestro viage, porque de acá de la tierra íbamos desproveidos, é por un poder que llevamos del conde don Fernando, nos partimos en primero de setiembre del dicho año, porque entonces está el sol en la línea, á trece de setiembre, porque vá á hacer verano en la parte que nos íbamos á descubrir: por cualquier navegante é piloto que ha de navegar en aquellas partes, ha de conocer navegar en el tiempo que el sol haga verano en aquella parte, é á trece de diciembre está el sol en el trópico del Sur que está sobre el Cabo Frio, que está en veinte y tres grados é medio, que aqui hace el mayor dia de aquella parte de la banda del Sur é del rio donde venimos; y esta navegacion no supo tomar Sebastian Gaboto con toda su estrulugia; tomó la contraria, como hombre que no sabia nada, é tomamos la derrota de las islas del Cabo Verde, que son al Sursudueste; y destas islas de Canaria á estas islas del Cabo Verde hay doscientas é cincuenta leguas, é córrese por esta via que tengo dicho; allegamos á una isla que se llama Buena Vista y allí tomamos mucho refresco de carne é pescado y agua é sebo, é de todas las cosas que ovimos menester, que nos los dió un factor portuguez que estaba allí, por nuestros dineros; y estas islas de Cabo Verde, la isla de Santo Antonio que está mas al norte, está en diez é ocho grados, é la isla de Santa Lucía, é la de Santo Nicolás, é la isla de la Sal están en diez y siete grados, Buena Vista en diez y seis grados, Santiago con la isla de Mayo con el rio de Senaga quince grados; la isla del Fuego con el Cabo Verde, en catorce grados: estas se llaman las islas de Cabo Verde en todas estas islas, salvo Santiago é la isla del Fuego, que estas dos tienen el trato de Guinea los portugueses que viven en ellas, que cargan ciertos algodones para el rio de las Palmas y el rio Santo Domingo, é allí viven unos negros de los propios rios que son herreros é de allí sacan

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