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por testigos. Esta relacion bien creo que la escribirán á V. A. mas largamente, y por eso cesaré.

Pasada esta tan peligrosa turbonada, determinaron subir el rio arriba, asi, flacos como estaban y en entrada de invierno, en dos bergantines, los pocos que quedaron vivos, y las fatigadas mugeres los curaban y los miraban y les guisaban la comida, trayendo la leña á cuestas de fuera del navio, y animándolos con palabras varoniles, que no se dejasen morir, que presto darian en tierra de comida, metiéndolos á cuestas en los bergantines, con tanto amor como si fueran sus propios hijos. Y como llegamos á una generacion de indios que se llaman timbues, señores de mucho pescado, de nuevo los serviamos en buscarles diversos modos de guisados, porque no les diese en rostro el pescado, á causa que lo comian sin pan y estaban mui flacos.

Despues, determinaron subir el Paraná arriba, en demanda de bastimento, en el cual viage, pasaron tanto trabajo las desdichadas mugeres, que milagrosamente quiso Dios que viviesen por ver que en ellas estaba la vida

son señores de metal, porque no ha querido que V. M. sepa lo que ha pasado, porque decian que ido allí se irian ó escribirian al Perú, y que vendria quien le dijere jaque de ay » ; y ansí ha procurado de cerrar todos los caminos, no ha querido que ninguno se descubra, antes si algunos querian descubrir alguno, iban á él, decialas, «no ando yo tras que se descubran caminos. » Segun dicen indios, mas ha de tres años que este rio arriba del Ipití, que dicho tengo estan poblados cristianos del Perú; y ha dicho á los indios, que los ha de ahorcar si lo dicen. Hago saber á V. M. que viendo yo las cosas como van y el poco remedio de los naturales, antes, como dicho tengo, peor, por no vello, que me duele en el ánima, y por hacer servicio á Dios y á V. M. en descubrir este rio de Ipití, do dicen los indios que estan poblados los cristianos, que estoy determinado, este mes de agosto de quinientos y cincuenta y seis años en que estamos, de me ir por él con algunos españoles, que tambien quieren ir, y algunos destos Carios por guias, y para intérpretes y que fablen á los suyos, los cuales irán de su propia voluntab; y porque no se hará si guardamos la voluntad del que manda, será no sabiéndolo él.

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dellos; porque todos los servicios del navío los tomaban ellas tan á pechos, que se tenia por afrentada la que menos hacia que otra, sirviendo de marear la vela y gobernar el navío y sondar de proa y tomar el remo al soldado que no podia bogar y esgotar el navío, y poniendo por delante á los soldados que no desanimasen, que para los hombres eran los trabajos: verdad es, que á estas cosas ellas no eran apremiadas, ni las hacian de obligacion ni las obligaba, si solamente la caridad. Ansi llegaron á esta ciudad de la Asuncion, que aunque agora está mui fertil de bastimentos, entonces estaba dellos mui necesitada, que fué necesario que las mugeres volviesen de nuevo á sus trabajos, haciendo rozas con sus propias manos, rozando y carpiendo y sembrando y recogiendo el bastimento. sin ayuda de nadie, hasta tanto que los soldados guarecieron de sus flaquezas y comenzaron á señorear la tierra y adquirir indios y indias de su servicio, hasta ponerse en el estado en que ahora está la tierra.

E queriendo escribir esto y traer á la memoria de V. A., para hacerle saber la ingratitud que conmigo se ha usado en esta tierra, porque al presente se repartió por la mayor parte de los que hay en ella, ansi de los antiguos como de los modernos, sin que de mi y de mis trabajos se tuviese ninguna memoria, y me dejaron de fuera, sin me dar indio ni ningun género de servicio. Mucho me quisiera hallar libre, para me ir á presentar delante de V. A. con los servicios que á S. M. he hecho y los agravios que agora se me hacen; mas no está en mis manos, porque estoy casada con un caballero de Sevilla, que se llama Pedro de Esquivel, que, por servir á S. M. ha sido causa que mis trabajos quedasen tan olvidados y se me renovasen de nuevo, porque tres veces le saqué el cuchillo de la garganta, como allá V. A. sabrá. A que suplico mande me sea dado mi repartimiento perpetuo, y en gratificacion de

mis servicios mande que sea proveido mi marido de algun cargo, conforme á la calidad de su persona; pues él, de su parte, por sus servicios lo merece. Nuestro señor acreciente su Real vida y estado por mui largos años. Desta ciudad de la Asuncion y de julio 2, 1556 años.

Servidora de V. A. que sus Reales manos besa.

(El sello)

Doña Isabel de Guevara.

Sobre A la mui alta y mui poderosa señora la Princesa doña Joana, Gobernadora de los reynos de España, etc. En su Consejo de Indias.

Carta de Domingo Martinez al Emperador don Cárlos, suplicando le hiciera merced de poder traspasar á los hijos naturales que tenia, los indios que por sus servicios se le habian repartido, sin que fuera privado de ellos al pretender hacerse clérigo.-Asuncion, 2 de julio de 1556.

Sacra Cesarea Católica Magestad.

Considerando como el padre se diga respecto de tener hijos y el señor respecto de tener criados y el Rey y principe respecto de sus vasallos y servidores, porque asi tiene el padre cuidado especial de los hijos, el señor de sus criados, el príncipe y Rey de sus vasallos, en proveer y remediar las cosas necesarias y remunerar y gratificar á los que hacen en su servicio lo que es justo y debido, conforme á sus servicios y ovediencia los gratifica y señ ala, asi en hacerles mercedes, como en desfavorecellos conforme á lo

que bien ó mal han sido ovedientes y leales á su padre ó señor ó Rey; conforme á esto y teniéndolo delante, tuve atrevimiento de representar á vuestra sacra magestad en lo que en esta provincia de mi parte he servido á vuestra católica magestad como tan servidor y en tiempo de tan grandes necesidades como en esta provincia se han ofrecido, como á vuestra sacra magestad será y es notorio. Lo primero, en la primera habitacion de Buenos Ayres, siendo como era venido de España con don Pedro de Mendoza, gobernador por vuestra católica magestad, y siendo un pobre estudiante que no sabia de oficio ninguna cosa alguna, visto la necesidad que en aquel tiempo habia, hice anzue los, de los primeros dos que lo hicieron: de lo cual hasta el dia de hoy ha redundado y redunda mucho provecho, porque sin ellos no se podria pasar por la contratacion de los indios y las pesquerias, cuanto mas en aquel tiempo, que no viviamos de otra cosa. Despues, venidos á esta ciudad de nuestra señora de la Asuncion, los hice, y dejando esto, hice asi mismo peines, en tiempo que para peinarse la barba no alcanzaban los hombres un peine, de lo cual así mismo hay ahora muchos que los hacen, y son necesarios para la tierra. Despues desto, hice cuchillos de rescate, amolados y encabados al modo de los que traen de Flandes, para el contrato de los indios, en que no se ha perdido nada, antes aprovechado mucho. Allende desto, habiendo gran necesidad de anzuelos pequeños, del grueso de alfileres gordos, y menores, y siendo mui grande el trabajo de los tirar á martillo, por ser menester gran cantidad dellos, nunca habiendo visto hileras, ni como se tiraba, hice un aparejo, con el ayuda de Dios, que para todo dá favor á los que se quieren disponer á alguna cosa de virtud; lo cual, asi mismo, ha sido mui provechoso y es, y hay muchos ya que lo haz y todo es menester, porque de aqui se saca lo que es necesario para otras partes. Así mismo

he hecho fuelles como de platero, que han sido menester; ansi mismo cuchillos de cortar, y tigeras para las mugeres y mestizas; que, bendito Dios, hay en cantidad; agujas de coser y de labrar, asi para los oficiales como para las mugerès mestizas, en cantidad; he hecho almaradas para alpar gales y agujas, y lo que es mas, dagas, que han sido necesa rias y son, porque ha habido muchos que se han visto con los indios en trabajo, y à no tener una daga, hacen dellos los indios lo que quieren y afrontan; estas han sido, al dicho de todos, tan buenas y aun mejores que las que de los reinos de España vienen algunas; y otras cosas, que se hacen de menudencias, que contallas seria mui largo. Allende desto y el remate hasta agora, plantándose cañas dulces para azucar y no habiendo conque esprimir que aprovechase, porque esprimian con unas alzaprimas, y por lo me nos, se perdia la cuarta parte, segun despues se esperimentó, que hice un husillo, el primero que se hizo, y despues hice otros mejores, de que asi mismo ha sido mucho provecho en la tierra y es; y queriendo hacer una rueda, como la tengo hecha, de madera, grande y mui pesada, para moler la caña, de lo cual hay mui gran necesidad, porque se muele á brazos, al modo y manera como se mucle en Motril y como se muele el aceytuna y el zumaque, y porque no sé lo que aprovechará hasta que la pruebe, no digo mas. Y porque en esto me parece que especialmente he hecho servicio á vuestra sacra católica magestad, allende de los trabajos comunes y generales servicios que yo he servido en esta conquista como uno de los demas, con mi persona y armas, á mi costa y mision, sin haber sido reservado de ningun trabajo que se haya ofrecido, teniendo respecto á que yo haya hecho alguna cosa de lo que arriba tengo dicho, por la cual doy muchas é infinitas gracias á nuestro Señor Jesu-Cristo, que ha sido servido de me dar gracia y habilidad para que con ello se sirviese,

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