baxo la sombra de un Rey magnánimo un Ministro sabio, no jura la guerra ni el odio á las Naciones Infieles, sino que con la paz, la caridad, y mansedumbre convida á todas. Las Paces con las Potencias Mahometanas serán en los fastos de la Nacion Española la época mas memorable de sus hazañas políticas. Las edades venideras no acabarán de creer, ni se cansarán de admirar, lo que la presente toca, y aun no ha empezado á conocer: porque estamos acostumbrados á leer en las Crónicas antiguas de los Reyes ensalzado, no el número de los enemigos que venció su humanidad y sagacidad desde el Gabinete, sino de los que derribó en la pelea el esfuerzo de su brazo. V. M. ha renovado en nuestros dias la sábia política de sus valerosos y esclarecidos progenitores los Serenísimos Re yes yes de Aragon: quienes, no contentos con haber exterminado los Sarracenos de Valencia, de Murcia, y de las Islas Baleares, sus incómodos vecinos; terrorizado y asolado despues sus puertos y posesiones ultramarinas; y enfrenado en los mares sus excursiones con la siempre temida y nunca vencida marina Catalana; vinieron á sujetar á los belicosos y vengativos espíritus de los Príncipes Africanos, desde el mas sobervio y poderoso Soldán de Egypto hasta el mas impotente é intruso Reyezuelo de la Mauritania, con freqüentes treguas y alianzas, que cimentaron la seguridad del tráfico marítimo, tan activo y floreciente en los siglos decimo tercio y decimo quarto entre los Christianos. Pero los Historiadores, mas cuidadosos y diligentes en pintar los efectos de la guerra en el dia de la batalla, que en en el del armisticio ó la paz ; no hicieron el menor caudal de aquellos Tratados,en que están cifradas la sabiduria y benefi cencia de los Gabinetes. Justo era, pues, ofrecer ahora á los ojos de la presente edad y de las venideras estos monumentos de la magnánima y provida sagacidad de aquellos Prínci pes Aragoneses, publicándolos baxo la sombra y amparo de V. M., que con su generosa é ilustrada conducta ha confirmado la prudencia y utilidad de tan preciosos Convenios. Justo era que en la reciente revolucion, con que ha resuscitado V. M. un nuevo sistema de pacificacion en sus dilatados Dominios, saliesen á la pública luz estos ignorados testimonios de otros Reyes Españoles, que la falta del arte de la imprenta no pudo entonces hacer comunes. Este corto número de Dipló mas mas Regios tengo la honra y dicha de presentar á la alta perspicacia de V. M. como una pequeña muestra de los inestimables tesoros que encierra el Real y General Archivo de Barcelona, el mas antiguo,copioso, precioso y universal de quantos posee la Europa, y el mas digno de ser conocido del mundo entero; y como un monumento de la fortuna y gloria de nuestra Nacion, que sin necesidad de mendigar de las extrañas modelos en todos los siglos del arte de reynar, tiene dentro de su casa exemplos antiguos de Príncipes sabios, benéficos, y esforzados. Pueblos Españoles, Provincias Meridionales que baña el Mar Mediterráneo, á quienes la Naturaleza colocó tan ventajosamente para ser fértiles, ricas y poderosas ,quanto desgraciadamente por ser fronterizas y vecinas á las invasiones del fe feroz Berberisco, y el blanco de su furor y ojeriza: si habeis padecido por espacio de dos siglos y medio el cruel azote en vuestra navegacion y comercio, la desolacion y terror en vuestras costas, con la amenaza contínua de una espantosa esclavitud; bendecid al Señor de la Paz, que formó á nuestro Monarca á la medida de su corazon,paraque no le llamaseis desde hoy Rey vuestro, sin aclamarle PADRE DE LA PATRIA juntamente. V. M. al admitir la cópia y traduccion de tan estimables documentos, dignese recibir benignamente esta anticipada aclamacion de mi humilde y reverente pluma, como deuda que me adelanto, con este feliz motivo,á pagar por todos sus fieles vasallos y amados compatriotas mios. Y rogando al piadoso Cielo que el INCLYTO PRINCIPE, que es heredero de los Esta dos |