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XXI

Ideas de Camilo Henríquez acerca del teatro. -Sociedad del buen gusto del teatro.-Análisis de Cornelia Bororquia.-Henríquez publica un drama titulado Camila o la patriota de Sud-América.-Escribe después La Inocencia en el asilo de las virtudes,

Camilo Henríquez escribía en la Aurora de Chile con fecha 10 de setiembre de 1812:

«La instrucción se comunica de muchos modos. Los discursos políticos, la lectura de los papeles públicos, la representación de dramas políticos i filosóficos, deben ocupar el primer lugar.....

«Yo considero el teatro únicamente como una escuela pública; i bajo este respecto es innegable que la musa dramática es un grande instrumento en las manos de la política».

El fraile de la Buena Muerte hacía de toda cosa una arma contra el réjimen colonial.

Sabemos que había aconsejado la organización de misiones patrióticas i la enseñanza de un catecismo cívico.

Vemos ahora que deseaba convertir el proscenio en una catapulta formidable para arrojar piedras i saetas contra el pasado i en una máquina poderosa para esparcir las semillas que debían fructificar en el porvenir.

Aquel cerebro privilejiado estaba en continua ebullición.

Pero en Santiage no podía emplearse el drama como medio de propaganda: no existía teatro, ni había oportunidad de construirlo.

No sucedía lo mismo en Buenos Aires donde lo había.

Camilo Henríquez esplayó sus ideas acerca de las representaciones escénicas en un artículo que publicó en el número 77 de El Censor, fecha 6 de marzo de 1817.

Voi a copiarlo, aunque sea un poco largo, porque en Chile puede mirarse como inédito.

TEATRO

«Este es un espejo injenioso en que el hombre social ve representadas sus estravagancias i los dolorosos efectos del furor de sus pasiones. La musa dramática ha contribuído eficazmente a suavizar las costumbres; ha desterrado muchas locuras i rancios delirios, ridiculizándolos con sus sales graciosas; i aun ha contenido con un saludable terror, por medio de fuertes ejemplares, el frenesí de la ambición i el fuego de los insaciables deseos. Ella presenta con mas vivo interés las grandes lecciones de la historia, conmoviendo, enterneciendo, aterrando, horrorizando.

«Que el hombre se ría de sí mismo; que se abra su corazón a los dulces sentimientos de la beneficencia; que su ánimo se eleve, se engrandezca, escuchando i entendiendo verdades profundas i sublimes principios, tal es el objeto i fin de las representaciones teatrales, siempre que las dirijen el buen gusto i una ilustrada policía.

«Una institución semejante, tan útil, tan provechosa, ¿deberá cesar alguna vez?

«En tiempos menos felices, se representaban piezas licenciosas; ya están desterradas: piezas inútiles, obras insignificantes; ya volvieron a la oscuridad de que no debieron salir. En esta parte, ha sido sobre manera laudable la intolerancia de la policía con alta complacencia del delicado gusto del siglo XIX. Las obras sentimentales, la comedia que llaman tierna, invención de los tiempos modernos, sucedieron a las composiciones inmorales, impertinentes i frívolas, encanto de nuestros abuelos. <<¿I la exhibición de tales obras deberá interrumpirse alguna vez?

«Eh! será a veces indispensable doblar la cerviz bajo las leyes de los antiguos usos; mas no de tal suerte que no podamos desentendernos de ellas en casos estraordinarios. Convendremos en que las representaciones dramáticas son alegrías, i que, por tanto, disuenan en tiempos consagrados a la tristeza. (1) pero entonces toda nuestra conducta debía dar señales de nuestro interno i profundo dolor. Sea lo que fuere, la rutina, las ritualidades deber enmudecer en los grandes acontecimientos de la patria, en los brillantes sucesos de la causa de la libertad.

«Por esta i otras consideraciones, en celebridad de la espléndida campaña de Chile, se han representado en tres días consecutivos tres dramas nobles: uno de ellos fue Roma Libre, obra del mayor trájico del mundo. Se consagró su producto al alivio de las viudas de los héroes de la jornada de Chacabuco, pensamiento digno de una administración paternal, i que respira el aprecio i gratitud a unas memorias tan preciosas. I por la honorable insinuación del excelentísimo cabildo tendremos una función teatral de primer orden ejecutada por per

(1) Era cuaresma.

sonas distinguidas, de gusto delicado, educación elegante i amabilidad. Se ha de dar principio con una obertura soberbia, que preparará los espíritus para atender en silencio a los sentimientos heroicos, ideas sublimes, raptos de patriotismo i grandeza de alma, que despierta la Jornada de Maratón. La orquesta será grande; i entre sus amables ejecutores, habrá sujetos de carácter público. Los primores del canto corresponderán a la gala, jentileza i sentimiento de la sinfonía. Pero ¿podrá algo corresponder a la idea sublime, al reconocimiento profundo, a la admiración que en nosotros excitan el activo i vijilante celo del directorio, la sabiduría del ministerio, los sacrificios de los ciudadanos, la virtud i talentos del jeneral en jefe, la bizarría de su oficialidad, la bravura del ejército de los Andes? «Volvamos al asunto.

«La política ha conocido siempre que la supresión de las representaciones teatrales, en ciertos tiempos del año, dejaba un vacío que era necesario llenar con otras diversiones. En unas partes, se les sustituían conciertos de música; en otras, se entretenía el público todas las noches de cuaresma con pantomimas i las habilidades de los arlequines. Se ve que estos recursos son bastante frívolos i sin trascendencia alguna a la moral e instrucción del pueblo; mas, con todo, el miedo de chocar con la preocupación i con las ideas pequeñas de los estúpidos les daba la preferencia sobre la decencia, gravedad i dignidad de la trajedia i sobre las insinuaciones finas de las comedias sentimentales i delicadas.

«En América, habría sido necesario que la innovación viniese de la Península, porque todo lo que emana de allá parece bien a tales jentes. Así recibieron gustosos i tranquilos la introducción del uso de carnes saludables en casi todos los días de cuares

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