sumos, proporcionar que el precio de los géneros Extrangeros se hiciese con no tanto perjuicio, establecer el giro de letras, y finalmente, arrostrar á la navegacion Americana, siguiendo en todos los ramos las máxîmas de un verdadero comerciante, que son las que interesan al Estado, al Rey, al Reyno y vasallos. Una empresa de tan supérior clase y merito, parece la destinaba la Providencia á los cinco gremios mayores de Madrid. No podian en su infancia atreverse á tanto sin especial proteccion, pues aunque no les faltaba todavia, no habian podido adquirir el comun concepto. Sin cumulo correspondiente de caudales, sin conocimiento extensivo en el comercio, y sin otras proporciones, hacian lo bastante en sostener la prohibicion de que ningun otro que no fuese de su comunidad, pudiese traficar permanentemente, y que se observase la demarcacion y señalamiento de géneros, que á cada gremio le tocaba. Fuese robusteciendo el cuerpo: su buena fe y conducta, conducta, le grangearon la confianza pública, y el mayor patrocinio en el gobierno. Ampliaron sus Ordenanzas, se aprobaron, confirmando las antiguas por la Real cédula de 17 de Septiembre de 1741. Observese que ya la citada Real Cédula es referente á servicios hechos en las urgencias de la corona, con zelo, lealtad y desinteres. No puede darse un título mas calificativo del mérito de los cinco gremios. Es menester confesar su actividad, atendidas las circunstancias de los tiempos poco favorables al comercio. Desde el año de 1683, que como se ha referido, debe reputarse el fundamental origen del establecimiento de los cinco gremios hasta el de 1713, en que se celebró la paz de Utrek, intermediaron muy pocos, que no fuesen de guerra. Despues hasta la paz de Aquisgran año de 1748,

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fueron freqüentes los rompimientos, y alguno por dilatado tiempo. Estos constantes hechos, ofrecen entre otras, dos poderosas reflexiones. Una, que siendo la guerra impedimento á los progresos del comercio, le superaron los cinco gremios con tanta prosperidad, que fueron capaces de executar servicios en las urgencias de la corona, con zelo, lealtad y des interes, clausulas de la referida real Cédula..

La otra reflexion es bien clara. Las urgencias de la Corona fueron notorias: y la obligacion de los pueblos y vasallos, indudable. No bastaban las comunes contribuciones; se hacia preciso el imponer otras de nuevo, de lo que redimieron los gremios á la nacion, dedicando ó aprontando caudales para las urgencias de la corona. Genio activo, aplicacion, serio exâmen, meditacion en las empresas, conoci miento de la ciencia de comercio, espiritu espiritu y constancia, son las calidades que todos los políticos exigen en un verdadero comerciante, calificándole con estos títulos por un miembro importantísimo de la sociedad y merecedor de las comunes estimaciones... Sin duda todas aquellas qualidades se hallaron y se encuentran en el gobierno de los cinco gremios mayores, pues á pesar de los impedimentos de la guerra, pleytos que sostuvieron para la observancia de sus Ordenanzas y de la oposicion del tráfico extrangero, prosperaron de tal modo, que pudieron hacer suplementos á la corona. No tengo individual instruccion del gobierno de los cinco gremios en aquellos tiempos mas debo opinar, que experimentarian en varias negociaciones sus quebrantos, y es loable su espiritu en no haber desmayado. Empeñáronse en extender sus giros. Establecieron fábricas en Valencia, y acreditaron que estaban instruidos radi

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calmente en la ciencia del comercio, pues se aplicaron á executarle activo, con manufacturas del Reyno. Hicieron el gran servicio de encargarse en las reales fábricas; dudo hubiesen ganado mucho : tal vez perderian por el estado en que se hallaban : pero la Nacion adelantó considerables ventajas por la manutencion de tantas familias, quantos fueron los operarios y aun qundo hubiese lucrado, no se degrada el hecho de la calidad de servicio.

Utilísimo comercio (oponian los politicos) aquel en que lucran los particulares, y la nación no pierde. Mas recomendable es si como en nuestro caso ésta tambien participa de las utilidades: siempre fue loable empeño. ¡Oh que gozo hubieran tenido los șabios Señores Ministros patriotas, amantísimos del real servicio y causa pública, si hubiesen alcanzado tan floreciente establecimiento y manutencion de fábricas, suspiradas en sus conferencias y propuestas en las consultas desde el año de 1679! Lamentaban (aquellos verdaderos ciudadanos) las muchas dificultades que conocian insuperables. Puede haber personas inclinadas á su establecimiento (asi discurrian); pero sin fondos. Tal vez se encontrará uno y otro: pero faltará constancia, pues la falta del consumo por el preferible concepto de las extrangeras, que desmayaran. Desempeñaron los cinco gremios mayores los nobles patrioticos deseos de la real junta, proferidos desde el año de 1679 que fueron, inclinacion á fábricas, su establecimiento, caudales, actividad, constancia y consumo. Su espiritu ha vencido todas las dificultades: lograron el proyecto: las tiendas se hallan en la mayor parte provisionadas con géneros del país. No se ciñen los cinco gremios á sus fábricas. Fomentan las de otros, consumiendo sus manufacturas. Conociendo las

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ventajas del Comercio Americano. Le emprendieron: establecen su casa en Cadiz, Mexico y en otros parages, despachan navios, alternan las prosperidades con las desgracias: no los intimida la adversidad: animalos la felicidad de algunas negociaciones, y confian, y debe desearlo la Nacion, el que prosperen sus sucesos. El Rey, Estado, la Nacion y los Vasallos, se interesan en ello, y por lo mismo (repito) todos estamos obligados á concurrir á sus logros.

Evacuada ya la breve pintura de la anterior situacion de nuestro comercio y fábricas; é insinudo el ligero bosquejo de los adelantamientos del de los cinco gremios mayores, que fundadamente hace confiar rapidos, felices, continuados progresos: pasemos á demostrar la importancia de este cuerpo á la sociedad y sus ramos. Se exâminará si su trafico es util á la Nacion, y si sus empresas son ventajosas. Se apurará si su conducta es arreglada á las maxîmas verdaderas de Comercio. Al mismo tiempo se propondrán algunos puntos que sean instructivos á la generalidad del giro y las ulteriores exènciones, que pueden auxiliar á su mayor fomento y permanencia. Protesto de nuevo, no me induce la adulacion ni otro algun respeto, ni abogado ni consultor, ni personalidad alguna he tenido ni tengo con los cinco gremios. El amor al Rey y causa pública son el norte de mis tareas. Excito el aplauso del público y su atencion á favor del comercio, agricultura, fábricas, artes, y sus individuos que han adquirido merito. Sin embargo de ser Cadiz mi amada Patria, no excuso el manifestar los reparos que ofrece su trafico: esto es prueba de mi indiferencia é imparcialidad.

Tom. XXVI.

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CAPITULO IV.

Los cinco Gremios mayores en su giro y negociaciones observan en quanto lo permite el actual sistema las máximas de un verdadero importante Comercio.

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Observando el mismo metodo

bservando el mismo metodo que me he propuesto desde el principio, serán el primer objeto sus ordenanzas, aprobadas á consulta de la Real Junta en el año de 1741, cuyo contexto hace ver un tráfico establecido, segun las circunstancias del tiem, po, baxo las reglas de la buena fe, y con objeto á la conveniencia pública. Este cuerpo se ofrece, y facilita por su instituto, á consumir los texidos de las fábricas de España, de que han de surtir sus tiendas, como expresamente se deduce de las ordenanzas respectivas á cada comunidad. Este es un beneficio conocido á nuestros fabricantes, (aun desde entonces) y uno de los medios de adelantarse. Si alguna vez, ó muchas, la falta de compradores desanimó á los Gremios á que se hiciesen cargo de grandes partidas, ó no se atrevian á tomar las que los fabricantes les conducian, no les era imputable el perjuicio de nuestros artifices. El daño derivaba de otros principios. El capricho de los consumidores, por los generos extrangeros, el precio mas equitativo de estos, por no trabajados segun las calidades prefinidas por leyes y ordenanzas, la precision de nuestros fabricantes de antemperarse á ellas, y el no haberse podido contener la introduccion de aquellos texidos defectuosos, fueron la causa.

- Los cinco Gremios mayores (y esto basta para su mérito por el interés de la causa pública) se presentaron dispuestos en quanto pendiese de su parte,

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