sible reducirlo á la capacidad de un edificio de madera. La industria y el deseo de lucrar, vencen todas las dificultades, y pocos comerciantes habrian adelantado sus fortunas, si se hubiesen intimidado por los primeros escollos que se les presentaron. Exâminada la historia del Comercio, se hallará que el descubrimiento ó empresa de tal ó tal ramo, hasta entónces desconocido, no solo ha encontrado contradiciones, sino pérdidas. Pero la constancia ha recompensado quanto el inventor perdió, y ha producido á lo general de la Nacion grandes utilidades. No perdamos oportunidad en el aprovechamiento de materias primeras: fomentemos su cultivo, esforcemos nuestras manufacturas, é insensiblemente se propagará la felicidad pública. Quando el significado tráfico no produxese otra ventaja, que la de animar y vigorizar la industria de los indios, seria bastante beneficio á la Nacion. No dudo que el clima influye sobre las inclinaciones, é inspira actividad ó indolencia. Pero mucha parte de la inaccion deriva del animo acobardado habituado á la subordinacion, y acostumbrado al desprecio.

No han olvidado nuestros sábios Soberanos aquellos vasallos distantes, pues entre otras providencias, lo es particularísima, la de que se le permita á los Indios el envio á España por su cuenta de la grana (1), cuyo espiritu es extensivo á todos y qualesquier frutos. La quina es en el dia un fruto de extraordinario consumo, y de ella como que es su origen, abundan nuestras Indias, especialmente en el Reyno del Perú , que fue su descubrimiento. No era ignorada de los Indios, guardaban el secreto, y el

(1) Ley 21. tit. 18. lib. 4. Recopilacion de Indias.

agra

res

agradecimiento de uno lo manifestó. A vista de ser produccion de nuestro territorio, no se hace por los Españoles el Comercio que era de esperar. Los Extrangeros nos traen grandes porciones, llevando en cambio el oro y plata. La madera tan abundante en aquellos dominios para construccion de navios, que economizaria la mucha moneda que nos llevan los extrangeros, el importantísimo Comercio de cueros que se fomentaria, pagandose los derechos al peso, y no por piezas, pues aprovechariamos las mayo, que se llevan los extrangeros, el cultivo de té y café, y finalmente, otros varios frutos harian en su Comercio la felicidad de unos y otros dominios. Sin temeridad puede asegurarse que el tráfico Americano se halla estancado en pocas manos y abandonado el util aprovechamiento, que pudieramos tener de aquella natural riqueza. Los navegantes de España no tienen otra idea política, que la de executar pronta y ventajosamente la venta de sus efecfrutos. Los que compran y cargan en retorno, és por conceptuar los dexarán mas utilidad que la plata. Los Comerciantes de Indias no son conducidos de otro respecto què el de comprar, para despues revender en aquellos vastos dominios. Unos y otros miran con indiferencia qual sea la fortuna de aquellos naturales, qual la conveniencia universal de lá Nacion.

tos y

Los superiores, Gefes y Magistrados, por mas zelosos que sean al servicio del Rey, y causa pública, otros ciudadanos tambien de la primera importancia los ocupan, y como no pueden estar instruidos del estado, progresos é incidentes del Comercio de España, ni de la situacion política de las cosas que varían freqüentemente, y diversifican las

circunstancias en que se promulgó la ley, no pueden determinarse á ninguna providencia. El sistema abraza ambos dominios, forman una máquina política, cuyos resortes ha de moverse al impulso de la mano del Gobierno, desde la capital, que es, digamoslo asi, la atalaya que registra todos los Orizontes observa los movimientos de tal, ó tal ramo, su rapidez ó lentitud, calcúla las ventajas, discurre y forma juicio, quando conviene ampliar, quando restringir, é ilustrado con estos conocimien tos, aplica las oportunas providencias. La combinacion del Comercio Européo y Americano por sí sola, el reciproco auxilio á los respectivos frutos, la observancia de las sabias leyes dictadas con estos respectos, y el de la felicidad de unos y otros vasallos, son puntos que ofrecen materia á un dilatado volúmen, si se hubiesen de individuar todos los renglones. Basta lo expuesto para la instrucción pública, y excitar el amor á la patria, y el mismo interés de los Comerciantes : pero lo vasto que deberia ser la tal obra, si solo fuese el objeto de esta la citada combinacion; es argumento que demuestra con la mayor evidencia, quan indispensable es se encargue tanto cuidado á un Tribunal privativo, con la competente autoridad y extensiva jurisdicion, sirviendose de los subalternos, que tales deben graduarse los Consulados, para los avisos, informes, noticias, y execucion de las providencias. La concordancia de ambos tráficos, y fomento de agricultura en los dominios Européo y Americano, exige un puntual plan de las producciones de cada terre, y modos de hacerlas comerciables,

Supongamos que los Indios se animasen, al cultivo de su terreno, se aumentase su agricultura é

industria, vendiesen sus frutos á los navegantes Européos, ó los diesen á cambio de los de España, y de las ropás, ó finalmente, que los remitiesen á España por su cuenta, es menester confesar que estos tales Indios, eran otros tantos consumidores de los efectos que se navegasen en nuestras expediciones, y se acreceria la circulacion, de suerte, que pudiera' llegar el caso de ser precisa mas freqüencia de flotas. Aquellos Indios que en el dia no consumen á proporcion de lo que pudieran, pues contentos con su miseria , y acostumbrados á su modo de vivir, no son excitados, ni de las expecies de la comodidad, ni de las que contribuyen á vivir con mas gusto, serian inducidos por ambos renglones, y con la proporcion de mayores facultades, consumirian mas frutos, caldos, y géneros de Europa. De sucrte, que si en la feria que celebran los flotistas en Xalapa, concurren mil compradores por exemplo, se aumentarian todos aquellos Indios enriquecidos por las producciones de su agricultura ó industria. Los frutos acrecerian un renglon considerable para pagar con ellos las ropas y géneros que necesitamos del extrangero, y saldria menos plata y oro, verificandose uno de los tráficos que los políticos graduan por ventajoso, qual es el de cambiar frutos á efectos, necesitandose por consiguiente menos moneda para soldar la balanza. El mucho oro y plata, (reflexionan los políticos calculistas) ni constituyen privativamente la riqueza de un Estado, ni se puede asegurar su perpetuidad, á menos que aquellos metales no sean sostenidos en su circulacion por la poblacion, agricultura, fábricas, y artes. Dos Naciones (asi discurre un moderno) empeñadas en adquirir el oro y plata, la una extrayendolos de las mi

nas

nas , y y la otra por el Comercio de los productos de su agricultura é industria; la segunda siempre aumentará su riqueza, y la primera cada vez en pobrecerá mas, por faltarle los medios de conservar estos metales , y no tener otro para ocurrir á proveerse de lo que necesite, sino á su cambio; esto es, enagenandose de él.

Aun hay otro inconveniente: mientras mas oro y plata saca de las minas, como que abunda mas, encarece el precio de las mercancias que necesita, y se acrecienta su pobreza, por lo qual es menester confesar, que la agricultura é industria son las minas mas preciosas y perpetuas (1). Se hace juicio, que la masa circulante en Francia en dinero, sean ciento y setenta millones, considerandose ser el estado de la Europa donde mas abunde este metal circulante, sin que por eso sea mas rico en dinero, á proporcion de la extension de su Reyno. Supongamos que por la ventaja anual que logra en su Comercio esta masa circulante, llegue á ser duplicada, y aun quadruplicada dentro de cien años qual será entonces la situacion de la Francia? Su agricultura, población, manufacturas, y producciones naturales, se aumentarán á proporcion. El dinero tendrá mas objetos que representar, como signo ó equivalente de todas las cosas, y una esfera mas dilatada en que extender su circulacion. De ningun modo hay el riesgo de que el mucho dinero la empobrezca, porque derivando ó consistiendo su adquisicion en su agricultura, comercio, é industria, habrán de sosteners e como fundamento á la circulacion del oro y plata (2).

Apli(1) Jornal de Comercio de Bruselas, mes de Marzo. 1759. El mismo Autor arriba citado.