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La obra se divide en dos partes. La primera bajo la denominacion de Bosquejo, comprehende una descripcion geográfica, política y estadística de la República, tal como existe hoy dia, acompañada de una rápida ojeada retrospectiva. La segunda parte se compone de "apuntamientos" mas estensos para su historia antigua y moderna'; precedidos por una sucinta memoria de los varones mas ilustres que el pais ha producido.

He adoptado en esta última parte el método de simple narrativa por órden cronolójico, por ser este plan, aunque cansado, el ménos expuesto a errores y aquel cuyo desempeño demanda ménos habilidad en el escritor; mientras que una exposicion razonada de los acontecimientos, analizando sus causas y efectos, describiendo las costumbres de cada época y pintando los caractéres de los personages que han figurado en la escena, sobre las dificultades de ejecucion que presenta, exijiría conocimientos mas prolijos y minuciosos de los que me asisten. Quédese esto para otra ocasion.

La historia de Costa Rica se puede resumir en pocos rasgos. Nada se sabe acerca de los pueblos aborijenas que ocupaban el pais, al tiempo en que este fué descubierto por los españoles. No sería dificil sin embargo, reunir algunos vestijios curiosos. En la península de Cabo Blanco y en la isla de Chira, suelen encontrarse abundantes antigüedades de los indios, tales como vasijas de barro, ídolos de piedra y joyas de oro, que el Gobierno podría mandar recojer y conservar en un museo, disponiendo asimismo que se formasen vocabularios de las lenguas que hablan todavía los pocos indíjenas que existen en el territorio.

Durante la dominacion española la prosperidad de Costa Rica esperimentó muchos altos y bajos, por el azote de los piratas y corsarios que infestaban las costas en uno y otro oceano. Esta causa y la lejanía de la capital colonial, coartaron el desarrollo de la provincia y la mantuvieron sumida en profunda miseria y obscuridad.

Hecha la independencia y elevado Costa Rica al rango de Estado en la Federacion de Centro América, ese mismo aisla

miento que tanto le había perjudicado, se convirtió en principio de felicidad, impidiendo que el pais fuera envuelto en las prolongadas guerras que tuvieron lugar entre los demas Estados y el Poder Federal, ó de unos Estados contra otros; al paso que el comercio libre, la paz general, la extincion de piratas, el ingreso de forasteros, y la introduccion de nuevos cultivos y de maquinaria le comunicaron al pais un rápido impulso que lo ha conducido al grado de prosperidad en que se mira

Mientras duró la Federacion, asi como ántes y despues, cualquiera que haya sido el estandarte levantado por los revolucionarios, si examinamos las conmociones que ha experimentado Costa Rica en el transcurso de treinta años, observarémos que, exeptuando la invasion de Morazan en 1842 y su consiguiente descalabro, todas ofrecen un carácter puramente doméstico, y fueron obra del localismo, ó el resultado de ambiciones personales. Así es como, entre doce movimientos diversos que se cuentan, en diez de ellos ha triunfado la causa del órden, y solo dos veces ha sido interrumpida la marcha constitucional por facciones apoyadas en el poder militar. Este peligroso elemento, gracias á la enerjía del actual Presidente Don Juan Rafael Mora, se encuentra hoy comprimido dentro de los límites que le corresponden, lo que unido al adelanto de la ilustracion que va haciendo desaparecer las menguadas rivalidades que existieran ántes entre las poblaciones, induce à esperar que no se reproducirán en nuestro pais tan lamentables sacudimientos. Apesar de su número, que, á primera vista debe parecer crecido, no se crea sin embargo que los disturbios, ó si se quiere las revoluciones, ocurridas en Costa Rica, hayan tenido la fatal trascendencia que en otras partes; porque habiendo sido todas muy pasajeras, no han causado mayores estragos: jamas se ha atacado la propiedad: el pueblo no se ha demoralizado; y cada partido triunfante ha tenido que ajustar sus procedimientos á los principios conserva

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* Baste decir que la suma total de sus estragos no pasará de cien vidas sacrificadas y otros tantos dias perdidos para la industria.

dores de una sana política. Gracias a Dios, nuestras efímeras contiendas no han alcanzado á dejar huellas profundas, y pasada la borrasca se vé con asombro que los que han combatido ayer en bandos opuestos, se reconcilian hoy y se juntan para ayudarse mutuamente en sus trabajos.

Ni puede suceder de otra manera en una tierra cuyos habitantes viven en el contacto mas estrecho entre sí, necesitándose reciprocamente, donde todos poseen algunos bienes, y todos trabajan, no conociéndose proletarios ni grandes capitalistas, y donde las familias están tan enlazadas por el parentezco unas con otras que se daban en otro tiempo los Costa Ricences á si mismos y aceptaban con agrado, el apodo de Hermanicos. Esta perfecta homojeneidad: esta absoluta ausencia de castas y de clases sociales, prueban que Costa Rica es un pais eminentemente republicano, y que allí no puede existir, como no existe, ni el despotismo ni la anarquía. Y en efecto, á este respecto, poco ó nada tiene que envidiar á otras naciones mas antiguas.

Disuelta la Federacion, la individualidad política de Costa Rica, ha sido reconocida por todas aquellas naciones con quienes estamos en contacto; al paso que la República posee los principales elementos necesarios para sostener su independencia y soberanía, esto es: un buen nombre: un erario superior á los gastos, que no estando gravado con ninguna deuda extranjera ni doméstica presenta un sobrante disponible; y finalmente un pié de milicias bastante respetable y bien disciplinado.

Con todo, no cabe duda que Costa Rica por su posicion geográfica por sus antecedentes y por los vínculos antiguos de familia, está llamado á formar y mantener con los otros Estados de Centro América, algun género de union ó de alianza bajo condiciones practicables y reciprocamente satisfactorias y ventajosas. Considero como sueño irrealizable la formacion de un gobierno general; porque los pueblos ó naciones jamas se han unido, á lo ménos la historia no nos presenta ningun ejemplo de lo contrario, sino por la conquista, los enlaces dinásticos, ó la necesidad de defenderse contra un peligro común que los amenaze de una ma

nera muy inmediata. No hay probabilidad alguna, es preciso confesarlo, de alcanzar semejante bien, aunque cada partido en nuestras pequeñas Repúblicas, cuando le toca su vez de encontrarse caido, debe forzosamente sentir cuan útil sería la existencia de una autoridad moderadora colocada fuera del alcance de las pasiones del momento y del influjo de círculos demasiado estrechos; pero nada se opone á la celebracion de pactos para uniformar la política exterior, simplificar el sistema de aduanas, mejorar el servicio postal, arreglar la extradicion de reos por delitos comunes, igualmente que el cumplimiento de las sentencias judiciales, para identificar el sistema monetario y los pesos y medidas, y para otra multitud de objetos importantes.

Hé aquí, á mi modo de ver, el punto primordial, á que deberán dirijir sus patrióticos esfuerzos nuestros hombres de estado. La administracion que lo lleve al cabo, se coronará de gloria inmarcesible y asegurará el porvenir del pais; pero debe tenerse presente que para esto se necesita la concurrencia y buena voluntad de las otras Repúblicas. Mientras ellas no rectifiquen su marcha, y abandonen el campo de las ilusiones, adoptando un plan mas sencillo, nada se podrá adelantar.

Otro de los grandes lauros reservados á los gobernantes de Costa Rica, consiste en la abertura, hace tanto tiempo deseada de un camino carretero que conduzca al mar atlántico; empresa cuya realizacion han entorpecido, ya las cuestiones con Nicaragua, ya la morosidad de la compañia con quien se contrató.

En tercer lugar coloco, como una de las mejoras mas necesarias, la abolicion de los estancos, principalmente el de tabacos. El financiero que encontrase arbitrios para cubrir el déficit que dejaría la supresion de esta última renta, y pusiese en absoluta libertad la siembra, espendio y extraccion de dicho fruto, haría á su pais el mayor de los beneficios posibles. Es sabido que los productos que rinde la isla de Cuba en este renglon, apénas alcanzan ya para satisfacer la demanda, y ningun otro cultivo podría ofrecer mas ventajas en Costa Rica. Sin embargo, por mucho que esta gran medida sea de desear, no convendría de

cretar el desestanco, sin contar ántes con otra renta igualmente segura que reemplazase la renta de tabacos, porque ante todas cosas debe haber hacienda pública, para tener gobierno y poder disfrutar de órden y paz. Una reforma prematura acarrearía males incalculables.

Dos cosas mas necesita Costa Rica, para continuar en la carrera del progreso: Brazos y capitales. Es de creerse que cuando el pais sea mejor conocido, el interés individual á la sombra de nuestras instituciones eminentemente liberales Ꭹ de la política ilustrada de nuestro gobierno, irá satisfaciendo á estas exijencias.

Entre tanto, congratulando á mi patria por la situacion lisconjera en que se encuentra, y lleno de confianza en su porvenir, considero haber expuesto cuanto me propuse decir en este discurso preliminar.

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