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Ademas de estos diversos empleos, todos de elevada categoria, el Señor Zamora ha sido distinguido con las mayores condecoraciones propias del ramo, habiéndosele concedido los honores de Auditor de guerra en 1815, los de Togado de la Audiencia de Caracas en 1816, los de Consejero en el Supremo Tribunal de Hacienda en 1830, y los de Ministro en el Supremo Tribunal de Guerra y Marina en 1846, sin contar otros muchos que seria largo especificar. El curso de los acontecimientos ha impedido que el Señor Zamora prestase ningun servicio directo á su pais natal, á pesar de sus vehementes deseos y de que Costa Rica, siempre tuvo puestos los ojos en él, ántes de que rompiésemos los vínculos que nos unian á la madre patria y cuando todavia podia considerársele, en todos conceptos, como un Costa Ricense. Testigo de esto son las elecciones de representante de la provincia que obtuvo y se preparaba á desempeñar, primeramente en 1810, para las Cortes constituyentes de la Monarquia Española, despues en 1813 para las Cortes constitucionales, y por último en 1820 para las mismas Cortes restauradas. La primera vez, la eleccion no pudo tener efecto, por que habiéndo sido designado en union de otros dos candidatos, entre los cuales habia de sortearse el que debiese servir la diputacion y habiendo presentado los compañeros excusas legales, para no entrar en cántaro, se mandó proceder á nueva eleccion. No hay necesidad de explicar que, en las dos ocasiones posteriores, la suspension de las Cortes, habiendo ocurrido casi inmediatamente, el nombramiento del Señor Zamora vino á ser inoficioso. Nos consta, sin embargo, que siempre ha abundado en sentimientos de adhesion al suelo en que nació y que no ha dejado pasar ocasion de probarlo así, con servicios positivos á todos los Centro Américanos que han podido encontrarse con él; interesándose tambien vivamente, cuando Costa Rica trató de reanudar, por medio de tratados, sus antiguas relaciones con la Madre Patria.

Permítasenos notar aquí una circunstancia muy curiosa. En las instrucciones que las Juntas Electorales de Costa Rica, enviaron al Señor Zamora en 1820, se le recomendaba, con particularidad, que solicitase de las Cortes la supresion del estanco de tabacos y sin embargo, despues de treinta años que el pais lleva de gobernarse por sí, nada se ha hecho para correjir este mal.

No solamente se ha distinguido el Señor Zamora, como jurisconsulto y como administrador y financiero, sino tambien como escritor. Su Biblioteca de Legislacion Ultramarina, es una obra generalmente apreciada y de mucha utilidad, que, por si sola, bastaria para recomendar su nombre á la posteridad. Igualmente ha sido autor de muchos informes interesantes, enviados á España con referencia al Gobierno de la Isla de Cuba, á cuyos adelantos en todos ramos ha contribuido poderosamente. Su opinion continua considerándose de tanto peso en la materia, que las autoridades superiores de aquella importante colonia, no se desdeñan de solicitar con frecuencia el auxilio de sus luces, no obstante hallarse retirado de los negocios.

El Señor Zamora es alto de cuerpo, delgado y bastante erguido para sus años. La magnitud y configuracion de su frente, perpendicularmente levantada, corresponden al desarrollo y carácter de sus capacidades mentales. En su agradable fisonomía se refleja la agudeza, combinada con los sentimientos mas benignos. De maneras insinuantes y de conversacion tan variada como instructiva, llama la atencion especialmente, por la claridad de sus ideas y por una memoria extraordinaria, que aun en la edad avanzada en que se encuentra, y en medio de las enfermedades de que ha estado adoleciendo, conserva toda su frescura y energia.

EL BENEMÉRITO SENOR DON JUAN MORA.

(Véase su retrato, página 48.)

El deseo de perpetuar la memoria de un compatriota esclarecido, nos obligó á separarnos, al emprender la biografia del Señor Zamora, del propósito que habiamos formado, de no ocupar nuestra pluma en trazar la historia de ningun personaje que estuviese vivo todavia, mientras que la circunstancia de residir el referido Señor, fuera del pais, removia todos los inconvenientes que se pudieran presentar. Bajo tales conceptos, no deberá extrañarse que no ofrezcamos, ahora, á nuestros lectores una noticia circunstaciada de la vida de nuestro digno conciudadano el Benemérito, Señor Don Juan Mora.

Su carrera pública y privada es tan notoria, que consideramos suficiente hacer mencion de su nombre, para que todos cuantos se hallan al corriente de los sucesos de nuestro pais, lo reconozcan, como uno de los primeros hombres de Costa Rica.

Dotado de un espíritu reflexivo y de un buen entendimiento, sin mas educacion, que la que él mismo habia podido proporcionarse, por medio de la lectura, y sin otros preparativos, que la experiencia adquirida en el desempeño de la subdelegacion de un pequeño distrito, que era un empleo de órden inferior en la gerarquia colonial, el Señor Mora tuvo la gloria de presidir los destinos de su patria, cuando esta se colocó en el número de los pueblos libres, constituyéndose en estado de la federacion de Centro América, y tuvo además, el arte y rara felicidad, de conducir á puerto seguro, la navecilla política que le estaba encomendada y de gobernarla en paz, por espacio de ocho años continuados, salvándola de las borrascas de la revolucion.

La rectitud, la calma, el deprendimiento y los principios liberales de una política progresiva y conservadora, á un mismo tiempo, fueron las calidades que distinguieron la administracion del Señor Mora, y su mayor elogio se encuentra consignado en aquel decreto, que al acabar su segundo periodo, emitió la legislatura, mandando que su retrato fuese colocado en el salon de se

siones de la Asamblea, con está inscripcion al pié: “ocupa este lugar el ciu"dadano ex-Gefe Juan Mora, por sus virtudes, y le ocuparán sucesivamente, "los qué, en el mismo destino, se hagan dignos de él."

Este sencillo homenage de gratitud, nos parece el honor mas alto, á que puede aspirar un ciudadano, entre nosotros, y solo añadirémos, que la reputacion del Señor Mora, ha sobrevivido á todas las vicisitudes de su patria, y que, sus mismos émulos y antagonistas en ideas, le han guardado siempre, las consideraciones debidas á su carácter y grandes virtudes.

Casi siempre ocupado en el servicio público, ya como representante en el Congreso Federal, ya como diputado en diversas Asambleas, ya como magistrado en la Corte Suprema de Justicia, el Señor Mora, es hoy Rejente de dicho tribunal y cuenta sesenta y cinco años de edad, habiendo nacido en la ciudad de San José, en el de 1785. El retrato que se acompaña, está copiado de uno que se sacó, cuando solo tenia cuarenta y tres años.

APUNTAMIENTOS HISTORICOS

ό

COMPILACION DE NOTICIAS PARA LA HISTORIA DE

COSTA RICA.

INTRODUCCION.

HUBIERA deseado presentar á mis lectores un cuadro completo de las diver sas condiciones en que ha existido Costa Rica desde que los Españoles, nuestros antepasados, abordaron á aquel territorio, hasta nuestros dias: dar una relacion circunstanciada y continua de los sucesos mas notables; analizar las vicisitudes que el pais ha experimentado, y aun echar una ojeada sobre las poblaciones aborijenas que lo ocupaban, cuando fué descubierto, y que se van extinguiendo ó confundiendo, en términos tales, que bien pronto no quedará vestijio de ellas; pero he tenido que renunciar á tan halagüeño proyecto, acaso superior á mis fuerzas, por la sencilla razon de no tener á la vista los datos necesarios, por hallarme ausente de aquel suelo, que es donde únicamente se encuentran, ó por lo ménos, donde deben buscarse.

Héme, pues, limitado á reunir en un cuerpo algunos materiales que estaban dispersos en obras y documentos bastante conocidos, para poner una base, que si bien es imperfecta, podrá al menos, servir de punto de partida, á las investigaciones de escritores naturales ó extranjeros que gusten de ocuparse en la

materia.

Los autores que he consultado ó de donde he sacado estos extractos, son los siguientes:

Relacion del Cuarto Viaje del Almirante Don Cristobal Colon, escrito por su hijo Don Fernando.-Viajes y Descubrimientos de los Españoles, por Navarrete. Decadas de Antonio Herrera.-Historia de las Indias por Torquemada.-Vida de Colon por Washington Irving.-Diccionario Geográfico Histórico de las Indias Occidentales por Alcedo,-Noticia Geográfica é Histórica del Reino

de Guatemala por Juarros.-Viaje á Nueva España por Tomás Gages.— Revoluciones de Centro América por Alejandro Marure.-Efemérides de Centro América por Marure.

Finalmente, algunos documentos inéditos, sacados del archivo de Indias de Sevilla, para el Gobierno de Costa Rica, me han suministrado datos muy preciosos.*

Al fin de cada párrafo, cuando no lo he verificado en el centro del mismo relato, cuido de hacer breve referencia del autor ó documento que he seguido; excusando este requisito, desde que comienza la parte moderna, por evitar repeticiones, pues me parece suficiente declarar aquí, que en el periodo comprendido de 1821 á 1843, casi todo está tomado de las obras del Sr. Marure, ya copiando literalmente, ya con lijeras alteraciones, para acomodar sus conceptos al plan de mi opúsculo, que es muy distinto del que se propuso aquel escritor. En cuanto al periodo mas inmediato á nosotros, se han omitido tambien las citas, por referirse á hechos notorios, de que somos contemporaneos, ó que constan en actos públicos.

He recorrido lijeramente esta última sección, á causa de estar tan frescos los sucesos, y de hallarse vivos los actores que han figurado en ellos; dejando de puntualizar algunas fechas, por no tener á la vista las piezas oficiales, en donde están consignadas.

El enlace que naturalmente existe entre la historia de Costa Rica y la de los otros pueblos de Centro América, no me ha permitido circunscribirme, en estos apuntes, á hablar solo de aquel Estado.

Concibo que se encontrarán en ellos notables vacios. Sírvanme de disculpa las circunstancias en que escribo el hecho de ser esta la primera obra que se dedica exclusivamente á conmemorar los anales de Costa Rica; y la disposicion en que estoy, de aprovechar cuantos informes se me suministren ó rectificaciones quieran proponerme mis compatriotas, para trabajar una nueva edicion.

La adquisicion de estos documentos se debe al zelo y eficacia de nuestro Comisionado, en dicha ciudad de Sevilla, Don José Maria Gutierrez y Hurtado. ]

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