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ba dispuesto a ausiliar con sus tesoros a los futuros espedi. cionarios. El primero ofreció para la empresa siete goletas mercantes armadas en guerra, que el mismo Brion debia mandar; i el segundo presto importantes socorros pecuniarios para completar el equipo de la espedicion.

En el puerto de los Cayos de San Luis, en la costa sur de la república de Haití, comenzaron a hacerse aquellos apres1os desde enero de 1816. Allí se habian reunido los jenerales Piar, Montilla, Mariño, Bermudez, el escoses Gregorio Mac Gregor, el coronel don Carlos Soublette, el ciudadano neo-granadino don Francisco Antonio Zea i otros venezolanos i estranjeros de menor importancia. Las rivalidades que se habian hecho sentir en Venezuela desde las primeras campañas, surjieron tambien en aquel puerto cuando se trató de designar el jefe de la espedicion. Brion, sin embargo, se pronunció decididamente por Bolívar; i el presidente Pe. tion interpuso su poder para vigorizar la autoridad de este jeneral. Se convino eniónces en que Bolívar mandaria las fuerzas espidicionarias hasta que, llegando al territorio de Venezuela, pudieran designar un jefe. Algunos oficiales, no queriendo olvidar antiguos resentimientos, se separaron de Bolívar.

El 30 de marzo de 1816 zarpó de Haití la espedicion libertadora. Componíanla, como ya hemos dicho, siete pequeñas embarcaciones armadas en guerra, i 250 hombres, en su mayor parte oficiales, que debian servir de base al ejército que se pensaba organizar en Venezuela. Despues de una larga i penosa navegacion, en que, sin embargo, apresaron algunas naves españolas, los espedicionarios desembarcaron en la Margarita (3 de mayo) i se reunieron a las fuerzas insurjentes que mandaba Arizmendi. Los realistas abandonaron algunas de sus posiciones i fueron a encerrarse en la fortaleza de Pampatar.

Parecia imposible que aquel puñado de hombres pudiera consumar la reconquista de Venezuela, donde dominaban mas de 5,000 soldados españoles apoyados por el ejército que Morillo mantenia en Nueva-Granada. Bolívar, sin embargo, no desmayó un instante; i habiendo sido designado por sus compañeros jefe supremo de la república sin su jetarse a otra lei que la salvacion de la patria (7 de mayo), anunció a los venezolanos que habia llegado a salvarlos de la dominación de los tiranos, i abrió la campaña sobre la tierra firme con loda resolucion. Mandó que Mariño i Piar iniciasen las operaciones por Güiria, en el oriente de Vene

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zuela, i él misımo se dispuso a desembarcar en la provincia de Cuinaná.

PRIMEROS CONTRASTES DE BOLIVAR; CAMPAÑA DE MAC. GREGOR.-Bolívar desembarcó en el continente, en el pequeño puerto de Carúpano el 1.° de junio. La guarnicion española, despues de oponer una reñida resistencia, se retiro al interior. Alli Bolívar anunció su proyecto de reconquistar la independencia de Venezuela; i en cumplimiento ele una promesa hecha a Petion, decretó la libertad de los esclavos negros que se enrolasen en su ejército. Sin embargo, las tropas independientes no se engrosaron como era de esperarlo. La provincia de Cumaná, agotada por la gue. rra desoladora de los años anteriores i dominada por el ie. rror, ofreció a los libertadores mui pocos combatientes. Bolivar hubia anunciado su propósito de regularizar la guerra; pero el presidente Moxó contestó a esa proposicion ofreciendo diez mil pesos por la cabeza del jefe rebelde. Los inifelices pobladores de Venezuela conocieron entonces que la guerra a muerte no habia llegado a su término.

Irriiado por este primer desergaño, Bolívar se hizo de nuevo a la vela, i fué a desembarcar cerca de Ocumare (6 de julio), al occidente de Carácas, con el propósito sin duda , de amenazar la capital. Allí anunció de nuevo sus proyectos libertadores, pero tampoco obtuvo la cooperacion que necesitaba. Despues de lijeras escaramuzas, los oficiales in. vasores resolvieron avanzar rápidamente hacia el sur para reunirse con las guerrillas de caballeria que mandaban Mo. nágas i Zaraza en las orillas del Orinoco. Desgraciadamente, cuando se hacian los aprestos para esta marcha, se esparció en el campamento la voz de que Morales habia ncupado el puerto de Ocumare con un ejército formidable. La noticia era falsa; pero produjo tal (urbacion entre los invasores que no se pensó mas que en retirarse con la mayor rapidez para evitar una derrota segura (14 de julio). Lios soldados de Bolívar se reembarcaron con gran precipitacion, i se dirijieron a Bonaire, pequeña isla holandesa inmediata a Curazao.

Una parte de las tropas independientes quedó en tierra por no haber alcanzado a embarcarse en medio de la jeneral Gorfusion. Los soldados elijieron por jefe al jeneral escoses Mac-Gregor, jóven lleno de valor que se habia conquistado una alia nombradia en Venezuela i en Nueva-Granada durinite las primeras campañas de la guerra de la independencia. A su lado se colocó con el rango de jefe de estado mapor el coronel venezolano don Cárlos Soublette, jóren tan valiente como entendido que gozaba tambien entre los suyos de una merecida fama. Estos dos militares, seguidos por 6501 hombres mal arınados, realizaron una de las empresas mas heroicas de que haya sido teatro el nuevo mundo. Atravezando una estension de mas de ciento cincuenta les guas de un territorio en que dominaban los enemigos con fuerzas mucho mas numerosas i mejor disciplinadas, batieron cuantas partidas realistas le salieron al encuentro i obtuvieron una espléndida victoria en Quebrada Honda contra tropas mas formidables. El 10 de agosto (1816), se reunie. ron con las guerrillas del jeneral don José Tadeo Monagas; i emprendieron la marcha hacia el nor-oeste. Los patriotas obtuvieron todavia otra gran victoria en Los Alacranes (6 de se. tiembre), que les dejó espedito el camino hasta Barcelona. Los españoles evacuaron esta plaza; i Mac-Gregor la ocupó el 13 de setiembre, estableciendo alli el cuartel jeneral de la insurreccion. Desde entonces conló ésta con un centro de operaciones, que por su situacion sobre el mar, lo permitia recibir refuerzos de la Margarita i de las otras islas vecinas.

No pasó mucho tiempo sin que los patriotas se viesen amenazados en aquella posicion. El jeneral español Morales, con 3,000 soldados, se acercó a Barcelona pocos dias despues lleno de arrogancia i creyendo que nada podia re sistirle. Los independientes, sin embargo, mandados por el jeneral don Manuel Piar, que viniendo de Güiria acababa de reunirseles con alguna infanteria, presentaron batalla a Morales fuera del pueblo, en el sitio denominado el Juncal, i lo derrotaron completamente (27 de setiembre). La dispersion de los realistas fué tan grande que pasaron Ini chos dias para que Morales pudiera reorganizar algunos cuerpos.

Hasta entonces, la participacion de Bolívar en la campaña libertadora habia sido casi nula. Los patriolas de Vene. zuela no tenian noticia alguna suya, i ni aun sabian cuál era eu paradero. En efecto nunca habia sido menos afortunado aquel jeneral. Despues de su retirada de Ocumare, se refujió, como ya hemos dicho, en la isla de Bonaire. Alli se le juntó Brion con algunas naves. Bolívar no pensó enttónces mas que en volver al continente a tentar fortuna abriendo nuevamente la campaña. Ignorando la siterte de Mac-Gregor i de sus compañeros, se dirijió a las costas de Cumaná, en donde esperaba encontrar a Mariño i a Piar,

encargados por él de operar en aquella provincia. El 16 de agosto, desembarco Bolívar en Güiria, i encontró en efecto un cuerpo patriota que ocupaba aquella parte de la provincia de Cumaná; pero en vez del recibimiento que esperaba, vió desconocida su autoridad i que se le trataba de cobarde i de traidor. El jeneral Bermudez, que encabezaba la rebelion, despues de ultrajarle cruelmente, sacó su espada ciego de rabia, i habria acometido contra el Libertador, a no haberse interpuesto algunas personas (22 de agosto). Bo. lívar pudo felizmente reembarcarse, i dar la vuelia a Haití, a solicitar de nuevo el amparo del presidente Petion. Mari. īso i Bermúdez quedaron mandando en Güiria: el jeneral Piar, que habia salido poco antes de este pueblo i marchado sobre Cumaná, supo el arribo de Mac Gregor a Barcelona, i fué, como hemos dicho, a juntarse con él.

ESPEDICION A LA GUAYANA. -El desprestijio i la ruina de Bolívar parecian definitivamente consumados. Una serie de desgracias habia desbaratado sus planes į destruido casi completamente su crédito. En esos momentos, fueron mui pocos los hombres que le quedaron fieles; pero el activo i desinteresado Brion fué de este número. Dueño de algunas naves, que debian ser mui útiles a los revolucionarios, fué solicitado por los rebeldes de la Margarita, que necesitaban de su poderoso apoyo. Brion hizo valer su situacion en favor de Bolivar, convencido de que, apesar de los contrastes sufridos, éste era el único jefe capaz de reconciliar a todos los patriotas que hasta entonces vivian enredados en enojosas querellas.

No tardó mucho Bolívar en ser llamado al continente. El escoces Mac Gregor, disgustado por las discordias que a cada ralo se suscitaban entre los jefes venezolanos, se retiró de Bacelona para buscar alguna tranquilidad en las islas neutrales de las Antillas. El jeneral Piar se retiró tambien de la plaza con 500 hombres i marchó a las llanuras regadas por

el rio Orinoco con la esperanza de reunirse al guerrillero patriota Cedeño, i de abrir una cani passa formal en la provincia de Guayana.

Bolívar desembarcó en Bacelona el 31 de diciembre. Las fuerzas que allí le reconocieron por jefe eran mui poco numerosas; pero resuelto a hacer algo memorable, pensó en una tentativa contra Carácus. Supo entonces que los realistas, en número de mas de 5,000 hombres mandados por Morales, se acercaban a Barcelona, i le fué forzoso mantenerse a la defensiva. En este cstado pasó Bolívar hasla mediados de marzo de 1817, empeñando algunos ataques parciales, pero sin lograr batir las respetables fuerzas del enemigo.

El Libertador no era hombre de soportar por mucho tiempo una situacion semejante: resuelto i tenaz en su propósiio de consumar la independencia de Venezuela, variaba, sin embargo, de planes en cada 'nueva dificultad que se le presentaba. liposibilitado para llevar a cabo una em. presa cualquiera sobre Caracas, se resolvió al fin a abrir la campaña en las orillas del Orinoco, del mismo modo que lo habian hecho los realistas en 1813, cuando, batidos en todas partes, armaron a los pobladores de los llanos i recomenzaron por el sur la reconquista de Venezuela. Bolívar esperaba reunir bajo su mando a los guerrilleros del sur i establecer una base sólida de operaciones mediante la su. bordinacion de los jefes subalternos. El Orinoco i sus afluentes, rios navegables hasta el centro de la Nueva Granada, podian ponerlo en comunicacion con las islas de las AntiÍlas, de donde esparaba algunos recursos. El proyecto de Bolívar encontró resistencia de parte de algunos de los jefes que defendian a Barcelona; pero el Libertador, impaciente con tantas resistencias, i deseando salir cuanto antes de aquella situacion, dejó 700 hombres para la defensa de la plaza, i el marchó con una pequeña escolta de jefes i ofi

. ciales hácia Guayana (fines de marzo de 1817). Como debia esperarse, Barcelona fué ocupada pocos dias despues por los españoles, que cometieron en ella las atrocidades acostumbradas.

Cuando Bolívar se presentó en el campamento de los patriotas que combatian en las orillas del Orinoco (2 de ma. yo), ya éstos habian abierto la campaña i sitiaban la plaza de Angostura. El jeneral Piar habia obtenido importandes ventajas en aquella parte del territorio batiendo diverEos cuerpos de tropas enemigas. Para consolidar su posicion i apartar embarazos, apresó a los padres capuchinos catalanes que dirijian las misiones de la Guayana, i que eran mui detestados por los indíjenas. Durante la guerra, esos misioneros fueron asesinados por los oficiales encargados de su custodia, cruel atentado que solo puede esplicarse por el furor producido por las atrocidades de aquella horrible guerra. Con el objeto de asegurar la provision de su ejército, Piar estableció en las cuarenta i siete misiones sometidas a los capuchinos una adıninistracion regular, que fué mui útil a los patriotas durante todo el trascurso de la guerra.

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