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para ponerse en marcha hácia New-York. El 13 de abril entró a esta ciudad; i pocos dias despues se le reunió todo su ejército.

Miéntras Washington obligaba a los enemigos a evacuar a Boston, las armas americanas habian sufrido un grave descalabro. El espíritu de insurreccion no se habia hecho sentir en el Canadá, en donde los ingleses seguian dominando pacíficamente. Washington i el congreso americano temieron que las tropas de aquella provincia marchasen a ausiliar a los ingleses sitiados en Boston; i en setiembre de 1775 acordaron que un cuerpo de 4,000 hombres invadiese el Canadá por dos puntos a la vez. Se esperaba que la poblacion francesa de esta provincia, sometida hacia poco por los ingleses, se levantaria en masa contra los nuevos señores desde que se presentase una fuerza regular para apoyar la insurreccion. El jeneral Montgomery i el coronel Arnold mandaban las fuerzas invasoras, i ejecutaron verdaderos prodijios marchando rápidamente por caminos que parecian impracticables. Montgomery se apoderó de algunas plazas i de la importante ciudad de Montreal; i bajando el rio San Lorenzo, fué a sitiar la capital del Canadá, Quebec. Reunidas las dos divisiones el 30 de diciembre, atacaron la ciudad el dia siguiente, pero fueron recibidos con un fuego terrible. Arnold recibió dos heridas i fué retirado del campo de batalla. Montgomery, ménos feliz que él, fué muerto al principio de la accion, despues de una carrera corta pero brillante que le granjeó la reputacion de un héroe (31 de diciembre de 1775). El jeneral ingles Carleton, que defendia la ciudad, la salvó de caer en manos de los rebeldes; i convencidos éstos de que los católicos del Canadá estaban mas dispuestos a unirse con los ingleses que con los puritanos de América, cuyos principios relijiosos les eran mui antipáticos, se penetraron en breve de la inutilidad de sus esfuerzos para reducir aquella provincia, i dieron la vuelta al sur, tenazmente perseguidos por los enemigos.

DECLARACION DE LA INDEPENDENCIA DE TADOS UNIDOS.-Despues de estas batallas, la opinion pública se habia pronunciado por una completa separacion entre la Inglaterra i sus colonias. “Las cosas han llegado a tal punto, escribia Washington, que debemos estar convencidos de que no tenemos nada que esperar de la justicia de la Gran Bretaña.» Un ingles naturalizado en América, nombrado Tomas Payne, célebre por su ardor republicano, pro

LOS Es

clamó con jeneral aplauso la necesidad de declarar la independencia en un escrito titulado Sentido comun. En el seno del congreso habia apoyado esta idea, declarando que la Inglaterra no se hallaba en estado de hacer mayores esfuerzos para someter sus colonias, mientras que habia que esperar mucho aun del patriotismo de éstas. El congreso acordó dar este paso atrevido. Una comision de su seno fué encargada de la redaccion del acta; i Tomas Jefferson, natural de Virjinia, como Washington, escribió aquel documento memorable. “Nosotros, los representantes de los Estados Unidos de América, decia aquel documento, reunidos en un congreso jeneral, despues de haber invocado al juez supremo de los hombres en testimonio de la rectitud de nuestras intenciones, declaramos solemnemente que estas colonias unidas son i tienen el derecho de llamarse estados libres e independientes" (4 de julio de 1776). Nueve colonias se adhirieron a esta declaracion: los representantes de las otras cuatro firmaron tambien despues de algunas vacilaciones, de modo que la declaracion de la independencia fué considerada como la espresion de la voluntad unánime de los trece estados.

Esta declaracion fué recibida con entusiasmo en todas partes. El ejército de Washington, acampado en New-York, la acojió con aplausos. Las armas de la Gran-Bretaña fue ron arrancadas de los edificios públicos i destruidas; los retratos del rei fueron quemados, i una estátua de bronce de Jorje III que existia en la plaza de New-York, fué con

vertida en proyectiles para las armas de fuego.

WASHINGTON ES OBLIGADO A EVACUAR A NEWYORK.—Como Washington lo habia previsto, el jeneral Howe no se mantuvo inactivo en Halifax. Preparó un cuerро de tropas que puso a las órdenes del jeneral Clinton, para operar en las Carolinas a fin de distraer la atencion de los rebeldes, confiando ademas en que los realistas de aquellas provincias, denominados leales, i con los cuales estaba en comunicacion, habian de apoyar sus operaciones. Sin embargo, el movimiento realista se malogró por haberse adelantado; i el jeneral Clinton fué rechazado de Charleston con gran pérdida.

Mientras tanto, Howe emprendia la campaña sobre New-York. El 28 de junio (1776), una parte de la escuadra inglesa estaba cerca de esta ciudad; i poco tiempo despues se reunieron allí las tropas llegadas de las diversas colonias, las fuerzas con que el jeneral Clinton habia operado

a

en las Carolinas, i los rejimientos alemanes e ingleses que habian salido de Europa. Howe se encontró al fin a la cabeza de 30,000 soldados de los mas aguerridos. Washington, entre tanto, despues de hacer esfuerzos sobrehumanos, habia reunido 27,000 hombres sin instruccion ni disciplina i aun entre éstos habia cerca de 10,000 enfermos. El jeneral Howe anunció a los independientes que era portador de proposiciones pacíficas de parte del rei; pero esas proposiciones contenian solo un ofrecimiento de perdon si los americanos deponian las armas. Los defensores de NewYork no quisieron entrar en negociaciones sin el reconocimiento prévio de la independencia.

Los americanos habian ocupado una isla situada en frente de New-York i denominada Long-Island. El jeneral Howe desembarcó en ella con un cuerpo de 8,000 hombres i dispuso un ataque repentino sobre la ciudad de Brooklyn que ocupaban los americanos (27 de agosto). Los desastres que estos sufrieron fueron horribles. Perdieron mas de mil hombres, i habrian sucumbido todos sin la tardanza de los ingleses para consumar su triunfo. Washington, aprovechándose de una espesa neblina, pasó el estrecho canal que separa a New-York de Brooklyn, llevando chas chalupas para disponer con tanta habilidad como audacia la retirada de los suyos. Salvó así no solo las tropas que escaparon de la sorpresa, sino tambien los heridos, las muriciones i la artillería; i ejecutó este movimiento con tanto órden que la última chalupa atravesó el canal antes que los ingleses supiesen su retirada (27 de agosto de 1776).

El terror habia cundido en el ejército americano. Washington se convenció de que no podia quedar en New-York sin gran peligro; i despues de diversos encuentros, todos ellos desgraciados para sus armas, i en que el jeneral desplegó gran valor, le fué forzoso evacuar la isla en que está situada New-York i seguir su marcha por el norte de esta provincia. De allí pasó a la provincia de New-Jersey, i cruzando el Delaware (18 de octubre), fué a colocarse en la ribera derecha de este rio para defender a Filadelfia, en que estaba establecido el congreso. Los ingleses, entre tanto, ocuparon las provincias de New-York, Rhode Island i New-Jersey. La ruina de los revolucionarios parecia segura e inevitable.

NUEVOS TRIUNFOS DE LOS AMERICANOS.-Tan repetidas desgracias habian producido un profundo desaliento

mu

en todas partes. Los soldados se desertaban del ejército; i el congreso mismo, viendo amenazado el lugar de sus sesiones, se retiró a Baltimore. Washington, sin embargo, aunque sin caballería, sin artillería, i con solo 3,000 hombres desalentados, supo mantener en pié la revolucion en aquellas circunstancias supremas. Por medio de hábiles combinaciones, i manifestando siempre la mayor serenidad, ocultó las miserias de su situacion a sus enemigos i a sus propios soldados. Howe habia quedado en New-York; pero uno de sus tenientes, lord Cornwallis, ocupaba la provincia de New Jersey hasta la orilla izquierda del Delaware, en frente de las líneas americanas. Los ingleses esperaban que los frios del invierno acabasen de helar la superficie de aquel rio para hacer una invasion en la provincia de Pensylvania.

En tales circunstancias, el congreso confió a Washington un poder dictatorial por el término de seis meses. Se le autorizó para organizar el ejército, asignar el sueldo a los soldados, nombrar o destituir oficiales i castigar a los adversarios de la revolucion. Poniendo en ejercicio su maravillosa actividad, Washington, a quien las desgracias de su situacion habian obligado a permanecer a la defensiva, se halló en poco tiempo en estado de dar un golpe de mano. En la noche del 25 de diciembre (1776), durante una tempestad deshecha, pasó el rio Delaware en medio de las masas de hielo que arrastraba en su corriente. Sus fuerzas se componian de 2,500 hombres, i con ellos atacó el pueblo de Trenton que defendian tres rejimientos alemanes, los acometió a la bayoneta i les tomó mil prisioneros i seis cañones. El jener. Cornwallis marchó con el grueso de su division para desalojar de Trenton a su adversario; pero Washington abandonó sus posiciones dejando encendidos los fuegos del campamerto para engañar al enemigo, i marchó hasta Princetown, donde estaba estableci. do el cuartel jeneral de la division que ocupaba a NewJersey. Allí derrotó a las tropas británicas, tomándoles 300 prisioneros; i burlando hábilmente a lord Cornwallis, repasó el Delaware i volvió a ocupar su campamento (2 de enero de 1777).

MISION DE FRANKLIN A EUROPA; EL JENERAL LATAYETTE.-Desde el principio de la insurreccion, los americanos habian querido atraer a su causa a alguna de las naciones curopeas, rivales de la Gran Bretaña. En efecto,

en Francia se habian despertadlo vivas simpatías por la causa americana, i aun el gobierno no habia hecho nada para impedir el que los independientes se proveyeran de armas i municiones en sus colonias de las Antillas. El congreso de los Estados Unidos creyó que podia contar con el apoyo de la Francia; i en octubre de 1776, comisionó dos negociadores, uno de los cuales era Benjamin Franklin, para solicitar tan importante apoyo. Otro ajente fué despachado con el mismo objeto a España, que con mucho fundamento se suponia mal dispuesta hacia el gobierno ingles.

El rei de Francia Luis XVI i sus ministros, no quisieron comprometerse desde luego en una causa que parecia mui aventurada. Franklin, que gozaba en Francia de una gran reputacion por sus descubrimientos científicos, fué favorablemente acojido en todas partes. Turgot compuso en su honor un verso latino que constituye su mayor elojio: Eripuit coelo fulmen, sceptrumque tirannis (Arrebató el rayo al cielo i el cetro a los tiranos). La corte, sin embargo, no se atrevió a reconocerlo en su carácter, oficial esperando que los sucesos de la guerra de América dieran firmeza a la independencia que los Estados Unidos acababan de declarar.

A pesar de esta actitud espectante de la corte, algunos señores franceses se pronunciaron decididamente en favor de la insurreccion de las colonias británicas. Uno de ellos, el marques de Lafayette, arrastrado por su entusiasmo, compró un buque, !o cargo de armas i municiones i se embarcó en él para ir a ofrecer sus servicios al pueblo americano. El congreso le concedió el grado de mayor jeneral (abril de 1777); i Washington, a cuyas órdenes sirvió, le dispensó su amistad que no se interrumpió jamás.

LA FRANCIA RECONOCE LA INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS-UNIDOS.- En esa época, las operaciones militares de los ingleses habian recibido grande impulso en los Estados Unidos. El jeneral Howe habia combinado gran movimiento con que creia poner término a la insurreccion. Dispuso que el jeneral Burgoyne, que mardaba en el Canadá, marchara con sus tropas hacia el sur, miéntras él atacaba la insurreccion por el este. A fines de junio embarcó el grueso de su ejército i se hizo a la vela para el sur, con el propósito de entrar a la provincia de Pensylvania por el golfo de Chesapeak. Washington, viendo amenazada a Filadelfia, que podia considerarse como la capital de la Union, corrió en su ausilio. Una sangrienta batalla tuvo lugar en Brandy-Wine (12 de setiembre de 1777).

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