Imágenes de páginas
PDF
EPUB

audiencia, la cual no estaba ménos súbdita á México en esta parte. En el propio concepto hablan de este tiempo Remesal y Juarros. Un auto acordado de justicia de 12 de octubre de 1588, tratando de la audiencia suprimida, numera entre las personas gravísimas de sus individuos al licenciado Cerrato, presidente de ella, al licenciado Ramirez de Quiñones, presidente que fué de las Charcas, y murió presideute en Panamá, y al licenciado Tomas Lopez, que de esta audiencia fué promovido al nuevo reyno, y de allí con licencia del rey nuestro señor se fué á España á alcalá de henares, y allí estudió y se graduó en artes y theologia, y luego su magestad le presentó por obispo de esta iglesia de huatemala, y no lo acetó, y fué administrador de un hospital de Galicia. En los informes de méritos 7 y 17, del año de 601, atesta la audiencia los del capitan Alonso de Contreras, gobernador de Honduras, nieto del presidente Cerrato, y los de doña Maria de Rivas, bisnieta suya, casada con Tomas Lopez de Mesa.

Puntualmente por este tiempo habian urgido por tributo los oficiales reales á los indígenas de Almolonga, y éstos lo resistian con privilegio de conquistadores; pero alegando los primeros que los actuales moradores del pueblo ya no eran conquistadores, y que la gracia habia espirado: éstos últimos produciendo ser descendientes suyos, contradijeron hubiese espirado. El negocio se llevó á México, cuyo orígen era el blason de los interesados, y al propio tiempo una relacion de paisanage con los jueces, harto lisongera para captar su favor; y visto, fueron amparados en posesion de su libertad, y se libró en Tenuctitlan á 6 de noviembre de 1564 real provision, que conservan los naturales de Almolonga en fólios de pergamino encuadernados en forma de libro, empastado con tablas finas, y forrado en terciopelo carmesí, con sus guardas de plata al contorno, en las esquinas sus escudos al medio, y manillas correspondientes. La letra toda es redonda y grande, como las primeras ojas de un caton de escuela, y las iniciales mayúsculas doradas sobre bermellon, con sus entrepaños sueltos de tafetan nacar doble, que aun se conservan para librarlas de la colision. ¡Monumento digno de su antigüedad!

La provincia de Guatemala, dice Remesal cap. 24, desde que por órden de su magestad se pasó la audiencia á Panamá, y quedó en poder de gobernadores, padeció muchos y muy grandes trabajos, porque una persona sola no podia acudir al gobierno de tan

largas tierras, y era inconveniente grandísimo haber de ir con las apelaciones á México, que en parte dista 400 y 500 leguas. La ciudad y provincias de Guatemala, expone Juarros, teniendo por su procurador en la corte al regidor de la misma ciudad Francisco del Valle Marroquin, le dió órden para que hiciese presente á su magestad la gran distancia que hay de estas provincias á la ciudad de México, y lo difícil que se hacian los recursos, y le suplicase mande volver la real audiencia á esta metrópoli. Los padres de Santo Domingo, prosigue Remesal, escribieron al señor obispo don fray Bartolomé de las Casas, los daños que padecia la tierra sin audiencia, y cómo perecian los naturales por falta de justicia, á causa de que no podian ir á México con las apelaciones de lo que proveia el gobernador.

El infatigable obispo, entonces ya en una edad avanzada, cojia el fruto de sus tareas. No le sucedió, nota Llorente, lo que á los otros héroes de la América. El inmortal Colon muere tempranamente de pesadumbre, Cortés litigando los estados de su mayorazgo, Alvarado estropeado de un caballo, Balboa ajusticiado por un rival, Almagro en la guerra civil con su competidor, Pizarro asesinado por sus vengadores, y así los otros. Casas, dotado de una constitucion robusta, y de una alma superior á las injurias, sobrevive á todas sus contiendas, y goza las ventajas del triunfo. Ve cambiadas en aplauso las prevenciones contra sus reglas penitenciales, y que son observadas no solo en las Indias, mas tambien en España mismo, donde muchos confesores niegan la absolucion á los que emprendian esta venida, y no ser absueltos los que volvian sino con sujecion á ellas; y despues de escuchado y complacido por el gobierno, en todo lo perteneciente á indígenas, llega á ser el oráculo de particulares interesados en ellos que le consultan del Perú el año de 64 sobre doce puntos á que satisface en tratado que corre en la coleccion de este escritor, esclareciendo las materias de hecho y de derecho, de las doce dudas, estableciendo principios y deduciendo de ellos diferentes corolarios, para resolucion de cada una. Aquí amplía lo que ha sentado en sus treinta proposiciones, á saber: que la restitucion debida á los indígenas comprendia no solamente la libertad y sus bienes, mas tambien sus señoríos, estableciendo aquello á que estaba obligado el rey mismo en órden á esto último, hasta deber ser reconocidos espontaneamente estos principados para ser el suyo legítimo, llenar su deber y sanar su

conciencia.

Cuando debia ya descansar el obispo Casas, llegan los clamores de Guatemala para la restitucion de la audiencia, el año de 66. Tenia en la corte el obispo todo el valimento que era de desearse, y amigos á quienes recomendar el asunto, para que el procurador Marroquin tuviese buena acojida en su solicitud; pero no era Casas quien dejaba en manos agenas negocio que miraba como suyo. Para tratar una materia tan grave como esta, dice Remesal, salió el señor don fray Bartolomé de las Casas del colegio de San Gregorio, y vino á Madrid. Propuso sus razones con tanta eficacia al rey nuestro señor y á su real consejo de las Indias, y ellas eran tan justificadas y puestas en razon, que por su medio alcanzó la vuelta de la audiencia á la ciudad de Santiago de Guatemala. Causa ternura ciertamente considerar á un anciano nonagenario determinado á esta jornada, sin miramiento á los achaques de la edad.

El rey don Felipe II, escribe Juarros, en cédula de 28 de junio de 1568, mandó volviese la real audiencia á residir en la ciudad de Guatemala: nombrando para presidente al doctor Antonio Gonzalez, y para oidores á los licenciados Jofre de Loayza, Valdez de Cárcamo y Cristóval Asqueta; y para fiscal, que antes no habia, al licenciado Arteaga. El dia 5 de enero de 1570 entraron en esta capital con el real sello los nuevos presidente y oidores, y fueron recibidos con notables muestras de alegria y contento de todo el reyno. Abrióse la audiencia el dia 3 de marzo siguiente. Y su magestad, en cédula de 6 de agosto de 1571, manifiesta el gusto y satisfaccion que ha tenido con la noticia de haberse restablecido con la solemnidad debida la real chancilleria de Guatemala: y aprueba los oficios que libraron á las audiencias de México y Panamá, para que se abstuvieran del conocimiento de los negocios que le pertenecian, y les remitieran los pendientes de este distrito: con que entró no ya al gobierno, que entonces quedó solo al presidente, pero sí á la administracion de justicia, no mas súbdita á la audiencia de México, segun el despacho librado en 31 de mayo de 1568.

En España, impetrada que fué la gracia de la restitucion de la audiencia, el procurador Marroquin seguiría los demas trámites para su realizacion, porque al obispo Casas asaltó la muerte en Madrid, y ya no volvió á su colegio de San Gregorio en Toledo: de modo que se puede decir que murió en servicio de Guatemala. Y estando muy (22)

TOM. 1.

contento, dice Remesal, con este despacho, fué nuestro señor ser vido de llevarle para sí, habiendo recibido devotísimamente los sacramentos al fin de julio de 1566, y con gran concurso de todo Madrid se enterró en la capilla mayor antigua del convento de nuestra señora de Atocha, con pontifical pobre y el báculo de palo, como lo ordenó; y hízole unas solemnísimas exéquias el padre fr. Domingo de la Parra, que era superior, y despues fué provincial del Perú. Murió de edad de noventa y dos años, habiendo llegado ǎ Guatemala por primera vez en la de cincuenta y siete, y fungido de vicario del convento de santo Domingo de esta ciudad en la de sesenta, y venido por obispo de Chiapa en la de setenta. Muy pocos hombres han tenido la ventaja de llenar una vida tan larga como la suya por servicios tan lucidos hácia sus semejantes. Los amigos de la religion, de las costumbres, de la libertad y de las letras deben un tributo de respeto á su memoria. Eguiara, en la biblioteca mexicana, art. 6, le llama ornamento de la América. Mr. Gregoire, antiguo obispo de Blois, en discurso pronunciado en la sociedad del instituto de Paris año de 1804, por deber su nacimien→ to á España y su orígen á la Francia, le nombra ornamanto de ambos mundos. Por pertenecer su muerte, y una gran parte de su vida á este pais afortunado, los Redactores de estas Memorias le proclaman ornamento de Guatemala.

Juarros anuncia: que de las audiencias comarcanas, la de México no devolvió los asuntos pertenecientes á Yucatan, de lo que entendido el rey, pidió informe, aunque no en el año que cita al virey de Nueva-España y gobernador de esta provincia, el cual indica Ximenez lib. 4 cap. 68, fué dado en contra, oponiendo este último por causa, la falta de camino de Yucatan á Guatemala; pero esta causa no parece fuese entonces positiva; pues mucho ántes, desde el año de 48, que solicitaron los de aquella provincia tener esta audiencia por superior, suponen en la instruccion que dan á su procurador, que habia camino y tráfico de una á otra provincia. Porque somos informados, dicen, que en la ciudad de Santiago de Guatemala S. M. ha mandado ó quiere proveer audiencia real, sea servido, que porque es de aquí muy cerca y comarcana, y la contratacion de ella por tierra firme, y grandes gastos que se hacen en el camino para México, nos haga merced de nos la dar por superior, é que nosotros podamos libremente ante ella pedir justicia, é interponer nuestras apelaciones. El rey orde

nó, añede Ximenez, que conforme hubiese camino, continuase Yucatan en acudir á Guatemala; pero la realidad es, nota este escritor, que el gobernador apetecia que la superioridad estuviese mas remota, para que fuesen ménos las quejas y apelaciones; y así no es mucho se dificultase mucho tiempo el tráfico, verificándose de este modo, que la administracion gubernativa obrase en contradiccion de los intereses y deseos de los moradores del distrito. Señal demostrativa de que habian faltado los respetos, que obtuvieron la providencia principal.

CAPÍTULO 23.

Reduccion de las poblaciones indígenas.

Say, defendiendo el interes individual del agricultor, enseña que es libre para vivir en el campo. Jovellanos, decidido por la cultura de la tierra en pequeñas porciones, exige la presencia del dueño en su propiedad rural. Ambos han debido convenir en que solo un interes superior ha podido trasladarlo alguna vez del campo á la ciudad. Esta ocasion debe haber sido el concurso de otros intereses que se acumulan en el poblado, ó el de la defensa del individuo en una invasion enemiga. De aquí los cacerios, las aldeas, las villas, ciudades y fortalezas. Este órden habian guardado los indígenas en la formacion de sus poblaciones. Tenian ciudades fortificadas, como Utatlan, Guatemala la vieja, Uspantan, Copantl: ciudades abiertas, como Cuscatlan, Tecoluca, Escuintla, Guasacapan, Esquipulas, Quezaltenango, Isancanac y otras; y por este tenor sus villas y aldeas que Remesal, Dias y Herrera llaman pueblos y pueblezuelos, y por último sus rancherias y corrales de crias y sementeras, que denominaron estancias.

Remesal habla de los pueblos y pueblezuelos de una manera, que no los distingue de las estancias, por la disposicion en que estaban derramadas las casas y ranchos de su mansion. Vivian, dice lib. 8 cap. 24, los índios en su gentilidad en pueblos diferentes unos de otros, con diferentes nombres, diferentes señores, diferente gobierno, diferentes lenguas, y todo tan distinto como una señoría ó reyno de otro; y á causa de no se ordenar los pueblos por

« AnteriorContinuar »