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tas fábricas se enflaquecía el trato y comercio con aquellos reynos; y aun se añade, que importaría menos el que cesase en la NuevaEspaña de todo punto la fabricacion de los paños, que el menor agravio que pudiesen recibir los índios. Fueron estas fábricas en su origen procuradas por el gran Cortés, así como las de vidrio y etras de que hacen relacion Herrera y Humboldt.

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La navegacion fué libre en los principios, lo mismo que las artes. Podia navegarse en las Indias de unas provincias á otras: de todas las de tierra firme á las islas, y de las islas á España. El trato de esclavos estuvo franco mucho tiempo de la Florida con Nueva-España y Guatemala, y de Guatemala con el Perú y las islas. Las islas, surtidas primero de ganados, armas y caballos y luego de géneros y frutos de Castilla, surtian todas las provincias de estos artículos, llevando en retorno primero esclavos oro y plata, y despues oro, plata, y frutos de la tierra: lo mismo unas provincias con otras, segun su aptitud y urgencias. En todos los puertos se fabricaban navíos, así en la costa del norte, como en la del sur. Bernal Días cap. 178 habla de un navío que calafateaban los vecinos de San Gil de buena vista en el Golfo-dulce, para volver á Cuba. Herrera 5, 1, 9 da noticia de otro que estaban fabricando en Trujillo para enviar á las islas; y en estas Memorias, tratándose de las alteraciones de Nicaragua, se ha hecho mencion de una fragata, que salió del lago de Granada por el desaguadero para Nombre de Dios.

En órden á la mar del sur, Alvarado, cuando emprendió su primera jornada, cuenta Herrera 4, 7, 5, envió por el año de 30 á Luis Moscoso á buscar puertos, y á quince leguas de la ciudad halló uno muy bueno, á donde dió órden que se cortase madera para fabricar navíos, porque se halló mucho aparejo della, y muy cerca de la mar. Labró pues, escribe Remesal lib. 3 cap. 5, un galeon de 300 toneladas, otro de 170, otro de 150; y en el golfo de Chira, perteneciente á Costa-Rica, labró un navio de otras 150 to

neladas, una carabela de 60, y un patache de 52 carabelas medianas. Añade Herrera 5, 3, 5, que pasando el adelantado por el Realejo, tomó otros dos navíos, que allí se aderezaban.

Bernal Dias emplea todo el cap. 202 en tratar de una muy grande armada, que el propio adelantado hizo en Guatemala el año de 37, y fué la segunda, en la cual, escribe, puso en el mar del sur que se dice Acajutla, trece navíos de buen porte, y entre ellos una galera y un patache, y todos muy bien bastecidos, bien artillados, y con buenos pilotos y marineros, y todo género de armas, artillería, pólvora y ballestas. Remesal, tratando de esta armada, dice fueron diez ó doce navíos grandes y una galera, y otras fustas de remo. Y Herrera, hablando tambien de esta segunda armada, expresa que fueron doce navíos de alto borde, uno de remo de veinte bancos, y uno de trece.

Muchos particulares tenian tambien navíos propios. En el testamento de Alvarado, transcrito por Remesal cap. 9, se hace mencion de algunos á quienes el adelantado compró los suyos: uno fué Juan Rodriguez, vecino de esta ciudad, que tenia un navío en la costa del sur; otro Antonio Diosdado, vecino tambien de esta ciudad, que poseía un galeon; y asímismo Santos de Figueroa, Cisneros y Alvaro de Paz, que tenian otro en compañia. En auto de encomienda de don Jacinto de Estrada, de 29 de mayo de 1652, se hace memoria del mismo Alvaro de Paz, visabuelo suyo, armador de navíos en el puerto de Iztapa; y en el propio testamento del adelantado se reconoce una deuda contrahida, dice, en el servicio que le hizo el mismo Paz. En la expedicion del oidor Quiñones al Perú el año de 47, se ha visto que envió primero un navío con bastimentos, y despues salió con gente en dos galeones, de los cuales uno era de Juan Perez de Ardon, vecino de esta ciudad, nombrado capitan de la que iba en el suyo.

Todavia se notan otros vestigios de la existencia de navíos de propiedad particular en aquella época. En cabildo de 9 de junio de 36 dicen sus individuos: visto que contra la ordenanza que este cabildo hecha tiene sobre el cacao, lo sacan por muchas formas é maneras, é la tierra recibe mucha necesidad é carestía: por ende mandaban é mandaron que ningun señor de navío ni de bergantin consienta sacar ni saquen en sus navíos y bergantines ningun cacao, que no sea de la mesma cosecha del tal señor de dicho navío ó bergantin, so pena de la pena questá puesta é demas so pena de la pena

de perdimiento de tal navío ó bergantin, aplicado segun se pone por la ordenanza sobre ello hecha. En 21 de julio de 42 hace peticion Antonio de Salamanca, diciendo que aunque hubiese otros navíos en la mar del sur, los dos suyos fuesen preferidos en el viage de los puertos, mediante sus servicios; y se le respondió que no habia lugar, y que en razon de sus servicios sería gratificado en ellos.

Habiendo semejante tráfico en Iztapa, la suerte de este puerto no debió ser indiferente. En cabildo de último de julio de 38 se dispone abrir camino de carreta para él desde Guatemala de modo que pueda ir una é venir otra, salvo en los estrechos, ofreciendo á quien lo abriese el que en dos años no pueda andar por él carreta, ni récua, sino del que lo hiciere. En 22 de agosto propone tomarlo Antonio de Salazar, pidiendo se doblase á cuatro años la propiedad, porque la carretada hasta la mar no salía mas que á veinte y siete pesos: se le concedió por tres, que corriesen desde que lo acabase, y aceptó. En último de henero de 39, es decir á los cinco meses, avisa Salazar que él ha acabado el dicho camino de aquí á Iztapa, é que desde agora quiere gozar de él. Este camino parece haber durado tanto como la barra, acerca de la cual, en acuerdo de la audiencia de 10 de febrero de 1564, se comete al presidente Landecho, ver si ay dispusicion y comodidad para que entren navíos, echando en ella los rios comarcanos; y luego en instrucion de 22 de enero de 565 solicita el ayuntamiento ayuda de costa, para que los rios que van al dicho puerto se echasen todos juntos, porque con esto abriríase, dice, la barra, y podrían entrar navíos á cargar de cacao, y traer de panamá y méxico bastimentos, que podrían venir en carretas á esta cibdad, como se solía hacer; y en otra de 24 de marzo de 580 avisa el mismo ayuntamiento á su apoderado, que vá un informe pedido á la audiencia de la disposicion que avia para poder abrir el puerto de Iztapa, juntando un rio que le cae cerca, para que se pueda navegar como ántes que se cerrase.

El informe de la audiencia dice así. La ciudad de Santiago de Guatemala presentó en esta real audiencia una cédula de v. m. echa en madrid á 25 de julio del año pasado de 1576, en que v.m. manda á esta audiencia envíe relacion particular de que provecho se seguiría que en el puerto de iztapa desta provincia entrasen juntos dos rios; el uno que agora sale por la barra del dicho puerto, y otro que pasa y entra en la mar cerca del, y del beneficio y utilidad

que se seguiría de juntarse, y con cuanto se podría hacer.

En cumplimiento desto, se mandó hacer la informacion que se envia á v. m. y parece así de lo que en ella consta, como por lo haber visto por vista de ojos el licenciado Valverde, vuestro presidente desta audiencia y el licenciado Christoval de Oxaeta, oydor della, quel rio que pasa por esta ciudad se puede echar que salga por la barra del dicho puerto, porque este rio vá á dar en la mar poco mas de mil pasos de la punta de un estero quel dicho puerto hace: el cual estero es el mismo puerto de iztapa, y echado el dicho rio en el estero la fuerza del agua ahondaría la entrada de la barra, de manera que tuviese mucha mas hondura, y se poderan hacer en el dicho estero, que es hondable, navíos gruesos y de mucho porte, que siendo la barra honda podrían salir bien por ella, y las comodidades que en ello puede haber son las mismas que por la relacion de la cédula de v. m. se dicen.

Y se ennoblecería mucho esta tierra con esto, y tambien habiéndose de hacer navíos por mandado de v. m. se harían mejor allí que en otro cabo ninguno de toda la costa de la mar del sur; porque allí junto ay infinitos montes y mucha madera para los navíos, que se pueden hacer muchos y á ménos costa que en otro cabo, y ay en la comarca mucha pez, y para las jarcias mucho maguey y pita. Parece que echar este rio en el estero se podrá hacer con mill ducados de castilla. En 5 de abril de 89 se reprodujo este informe, solicitando la union de los dos rios, y limpia del estero.

En memorial hecho al rey en 20 de abril de 1591, escribe. La merced que V. M. hizo á esta ciudad de mandar dar el valor de los dos regimientos para ayuda á abrir el puerto de iztapa de la mar del sur, a sido muy grande. Este cabildo por sí, y en nombre de toda la república, besa los reales pies de V. M. por la memoria que de hacernos merced tan necesaria V. M. a tenido. Los regimientos se vendieron, y el procedido de ellos, por órden del presidente de esta audiencia, se a comenzado á gastar en los puertos de iztapa, y otro puerto que siete leguas mas arriba se a descubierto, que llaman el estero del salto, en que se an hecho muchas diligencias para satisfacerse de su capacidad, y a parecido bastante para recibir navíos de cient toneladas, y en esta mar del sur se tiene por muy bueno. El presidente de la audiencia envia dibujado el puerto con todo el territorio de mas de quince leguas: tenemos por cierto con el favor de Dios se abrirá el camino,

para que en esta tierra haya contratacion con el pirú y nueva españa, y la China. Aquí no aparece que el puerto de Iztapa fuese abandonado por el del Estero del Salto. En acuerdo de junta de hacienda de 30 de enero de 644 se aprueban los gastos hechos en la gente que llevó el capitan Pedro del Rosal para la defensa del puerto de Iztapa. Ximenez, que en su historia natural tít. 7 describe el origen y curso de los rios de Michatoya y Guacalate, llama Iztapa la barra de este último, y dice que es puerto á donde pueden llegar navíos; mas no expresa si estaba en uso en su tiempo.

Una prueba de que el cacao de Guatemala influia en el mercado de Nueva-España se encuentra en que el virey Velasco puso precio en aquel reyno al que se llevase de estas provincias, fijando el número de 180 almendras por el real, y á este tenor la carga, que salia á diez y seis pesos cinco y cuartillo reales. Esta ciudad, en cabildo de 3 de noviembre de 53, se dá por agraviada de esta tasacion de precio, y nombró en la propia fecha apoderado en México que la reclamase y pidiese su revocacion: lo que denota que á me→ diados del siglo exedía de aquel precio el valor del cacao, y que sin duda disminuyó despues abundando y aumentándose su cultivo á fines del siglo en que escribió Herrera: el cual en la dec. 4,lib. 8 cap. 9 expresa, que en términos y costa de los Izalcos está el puerto de Acazutla, á donde surgen los navíos que andan en el trato del cacao y mercaderías del Perú y Nueva-España. Acosta, que escri bió por el año de 589, tratando de las frutas de la tierra, y llegando á la del cacao, lib. 4 cap. 22, dice: es tan preciada entre los índios y aun entre los españoles, que es uno de los ricos y gruesos tratos de la Nueva-España, 'porque como es fruta seca, guárdase sin dañarse largo tiempo, y traen navíos cargados della de la provincia de Guatimala, y este año pasado un cossario ingles quemó en el puerto de Guatulco de Nueva-España mas de cien mil cargas de cacao. A razon de quince pesos, cien mil cargas, hacen mas de millon y medio de pesos.

Se vé pues al pais en el transcurso del siglo con navíos propios y en un comercio activo y recíproco con los reynos vecinos, en la mar del sur. Semejante libertad estaba reconocida en cédulas de los años de 35, 51, 60, y81, resumidas en las leyes 1 y 3 tít. 44 lib. 9, de las cuales la primera dice, Concedemos licencia y facultad á los vecinos de los puertos del mar del sur para que puedan fabricar y hacer y hagan en ellos cualesquier navíos que quisieren y

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