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zas tan vastas, radicales i duraderas, que, si por causas notorias no fueron únicas ni esclusivas en aquesta colonia de América, fueron tales como los veinte i cinco mil habitantes de La Plata jamas las pudieron entónces imajinarse ni soñar.

II.

No era en verdad considerable esta masa de pobladores; pero las guerras de la conquista, la administracion española i la dulzura del clima se empeñaron en hacer de La Plata una cuádruple corte eclesiástica, forense, literaria i social, formada esta última con las familias de los altos funcionarios coloniales, i con las de los mineros acaudalados que buscaban alli el holgado descanso de sus años i fatigas.

I lo habian conseguido.

«Pueblo pobre», la llamaba desde Lima en 1768 un autor, i decaido de su opulencia de otros tiempos; de suerte que apénas hai en él a quienes elejir de alcaldes i demas oficios consejiles, ni quienes sirvan los de rejidores; i en términos que el correjidor de Potosí lo es tambien de La Plata, donde mui raras veces reside (1).

Grandes alternativas de la suerte sobrevinieron no hai duda a Chuquisaca; pero no hai rastro alguno en los anales de la colonia que esplique ni confirme tamaño abatimiento.

Desde que se estableció la Audiencia de Charcas el correjidor, por lo sobrado i subalterno de su oficio en la corte, pasó a Potosí, donde tuvo algun mando importante mientras allí no hubo intendente (2). Así se esplica la ausencia del correjidor.

Es notorio, por otra parte, que cincuenta años mas tarde, época tambien de penurias i decadencia, el vecindario acomodado i (1) COSME BUENO, Descripcion de las Provincias pertenecientes al Arzobispado de La Plata. Año 1768. Lima, 8.°

(2) MARTINEZ VELA en sus Anales de la Villa Imperial. ("Archivo Boliviano," t. 1, p. 302), dice: "Este año (1559) se instituyó la Real Audiencia de Chuquisaca, i puso su asiento el correjidor de dicha ciudad en la imperial Villa de Potosí, i desde este año no asisten en Chuquisaca sino solo al recibirse." -En la Relacion del conde de Superunda ("Memorias de los Virreyes del Perú", t. IV, p. 176), que alcanza hasta los años de 1756, aparece confirmado esto mismo.-El fiscal de la Audiencia, dice con fecha 31 de agosto de 1779, que "al correjidor de esta Ciudad y provincia de Yamparaez", se le admita el teniente que ha nombrado, en razon de ser de uso corriente estas delegaciones. Pueden consultarse al respecto en mi coleccion las Vistas fiscales dadas en 1779 i 1780 por don Fernando Márquez de la Plata, fiscal de la Real Audiencia de Charcas (1 vol., fol., ms.). Desde tiempo atras los pocos indios de la ciudad eran con efecto administrados por el correjidor de Yamparaez.

noble era numeroso, pleno i mui caracterizado el ayuntamiento, la juventud floreciente i el populacho turbulento. Tal a lo ménos aparece al tiempo de la revolucion, con abundancia de comprobantes (1).

En 1786 pintábala otro autor con risueños i mas verídicos colores. Mencionaba la hermosura i aderezo de sus edificios, sus huertos i jardines, las aguas frescas i saludables de sus fuentes públicas, su esbelta catedral de tres naves rica en pinturas i alhajas; nombraba sus numerosos templos, conventos i beaterios; su concurridísima universidad i sus dos colejios o casas de estudios; los hombres ilustres de que habia sido cuna, con la lista cabal de sus presidentes, obispos i arzobispos; el grato pasar de su nobleza, perteneciente a las primeras i mas antiguas familias del Perú (2).

Pero uno i otro autor se ponian de acuerdo al asignar a la ciudad metropolitana la exigua poblacion de 13 mil habitantes; de los cuales 4,000 eran españoles, 3,000 mestizos, 4,500 indios i hasta 1,500 entre negros i mulatos (3). Cálculo total que, si se hubiese de aplicar a los últimos dias del dominio hispano, no podria resistir a la lójica de un argumento armado de fuerza pos

terior.

Esta consiste en la actual estension del nutrido caserío de Sucre, que es el mismo de principios del siglo, con ciertas refacciones i reconstrucciones i con mui contadas construcciones propiamente nuevas, i en el cual moran hoi 26,664 habítantes (4); siendo cosa vista que, mientras que por un lado la guerra de la inde

(1) Para no citar datos inductivos del espediente sobre el 25 de mayo, que poseo en copia, i de los espedientes de gastos hechos en ese alzamiento, que poseo orijinales, diré que entre los papeles de Castelli, con que me favoreció en Sucre mi respetable i exelente amigo el doctor don Manuel Cuéllar, encuentro listas no cortas de vecinos considerables, indicados para la proscripcion por sus opiniones realistas, al paso que consta que inmensa parte del vecindario estaba por el nuevo sistema, como se decia entónces. En 1802 habia en Chuquisaca 54 abogados seculares i 16 eclesiásticos, segun un Estracto de un espediente sobre el número de abogados existentes en todo el distrito de la Audiencia de Charcas el año 1802, Ms. El orijinal está en el archivo de dicha Audiencia. Poseo orijinal una presentacion del gremio de carpinteros de la ciudad en 1807, ofreciéndose al presidente de Charcas para pelear por el rei contra los ingleses; i la suscriben, fuera del maestro mayor, 26 maestros de obra blanca i negra i 7 guitarreros, sin contar los simples oficiales. Todo induce fuertemente a creer que la poblacion pasaba de veinte mil almas.

(2) ALCEDO, Diccionario jeográfico-histórico de las Indias Occidentales, t. I, pájinas 570 i 777.

(3) Es evidente que ALCEDO copiaba en esta parte a BUENO.

(4) Segun el censo de 1854 i otros documentos oficiales posteriores. Véase a L. M. GUZMAN, Curso elemental de jeografia, Cochabamba, 1868, Imp. de Gutierrez.

pendencia i las guerras civiles posteriores con su secuela de penurias han favorecido la despoblacion, la historia i la estadística no recuerdan por otro lado ningun hecho social o económico calificable, que haya contribuido al incremento segun la lei del caso formulada por la ciencia.

Lo que está fuera de duda es que La Plata como centro popular no pasará nunca de cierta medianía.

Bellísimo aun mas que ahora era el sitio por las selvas que poblaban sus contornos, cuando en 1539 llegó allí Pedro de Anzurez a fundar la villa por órden del marquez Pizarro. Su plano está atravesado por el divortia aquarum del Plata i el Amazonas; línea admirable, adonde cuando llueve, de dos gotas que caen juntas, una rueda a las cabeceras del mas poderoso rio del continente, i otra va a los tributarios del mayor caudal de aguas que corre en el globo. Está enclavada en uno de esos contrafuertes apacibles i abrigados al bajar la gran altiplanicie de los Andes, como para hacer servir su plaza de natural escala de comercio, entre las altas provincias de Bolivia i las bajas de la Arjentina.

Pero apesar de estas i otras circunstancias aun mas notables o ventajosas, la verdad es que la naturaleza fué aquí avara de ciertos dones permanentes o inagotables, necesarios siempre para la economía vital de una gran poblacion: ¡tan medidas son sus aguas cristalinas, tan a trasmano el rio, tan áridos hoi los alrrededores, tan apartados los bosques i las tierras de cultivo i crianza! (1)

III.

Aunque no tan exigua, como lo afirman los escritores mencionados, es con todo indudable que era la calidad, no la cantidad,

(1) Con el adelanto de la ciudad a fines del siglo pasado, i el predominio creciente de la raza española en ella, las autoridades comenzaron a lamentarse de la escasez de aguas i a idear proyectos para aumentarlas. Véase lo que en 1783 decia un Informe reservado del Gobernador Intendente de Potosí sobre la nueva Real Ordenanza e instrucciones de Intendentes del Virreynato del Rio de la Plata, MS. "La ciudad de La Plata merece distinta reflexion: es digámoslo así el pueblo mas civil de estas partes; su vecindario se ha aumentado un tércio de veinte años acá, y se aumentará mucho mas, si se le facilita agua, de que tiene gran necesidad, haviendo salido ineficazes todos los medios que se han tentado para buscarla en manantiales, pero no habrá con mas fácil de conseguir, si S. M. gusta auxiliar el intento con una carta; y como sea tan conveniente a la seguridad del Reyno crescan los Pueblos de españoles, yo hallo, que ningun medio seria tan conveniente a esto como proporcionar a aquella ciudad el agna que la hace falta, con lagunas artificiales semejantes a las de Potosi." La carta que aquí se indica es para el arzobispo, a fin de que éste se sirva destinar un año la mitad de sus cuantiosas rentas en hacer represas.

lo digno de notarse en la antigua poblacion de La Plata. Todo induce a creer que, entre Lima i Buenos Aires, acaso dicha villa llegó a ser en el hemisferio meridional el agrupamiento mas considerable de criollos ilustrados, magnates españoles i familias ricas o acomodadas.

La vastísima jurisdiccion de su Real Audiencia, la fama de su Universidad en todo el virreinato, i la alta primacía de su curia metropolitana, mantenian de asiento o de paso en su vecindario un número mui crecido de abogados, litigantes, ministriles, estudiantes, maestros, clérigos i empleados de diversas categorías, que con la variedad simultánea de sus ocupaciones i quehaceres, comunicaban no poco movimiento i animacion a la ciudad en las altas horas del dia.

Ciertamente, los círculos sociales no eran en La Plata ménos apáticos, ni ménos aislados entre sí, que en otros centros de las colonias; pero no se puede negar que el comun del pueblo era aquí, respecto a la clase decente o educada, comparativamente mucho menor en número que en otras capitales importantes de Hispano-América.

A las antiguas familias de los conquistadores i fundadores se juntaban siempre, para formar el estrado aristocrático, la del presidente, las de los oidores, las de cuatro o cinco títulos de Castilla, i unas diez o doce de mineros titulados. En inferior pero decorosa jerarquía venian las familias de los jefes de oficinas jenerales o importantes, como las cajas, el estanco, el correo, la recepturía de misiones, la clavería, etc.; familias todas que disponian de la renta suficiente para alternar, segun la sencillez de los tiempos, con las de muchos mineros acaudalados pero sin blason, con las de no pocos mercaderes enriquecidos a fuerza de economía i honradez, i con las de los demas vecinos, que eran o propietarios urbanos o particulares en ejercicio de alguna profesion liberal.

Todavía pudiera mui bien diseñarse una tercera clase de familias de buen trato i arreglado vivir, que apesar de los cambios operados en la estructura social por la emancipacion i la reinante decadencia, conserva hasta hoi parte de sus elementos, esfera i fisonomía, haciéndose notar del viajero por la cortesanía de sus modales, su parla salamera i su aficion a los entretenimientos del estrado.

Las castas de europeos, criollos, mestizos e indios formaban por decirlo así la urdiembre social de estos pobladores en la capital

alto-peruana; habitando los arrabales tan solo el indio, miéntras la plebe mestiza ocupaba la plaza mayor i los barrios centrales, en tiendas o cuartos a la calle bajo las habitaciones de las clases superiores.

En medio del estrecho agrupamiento de las tres primeras castas, dentro de una ciudad de escaso recinto i nutrido caserío, cuatro gremios principales se repartian la actividad viril de los negocios i de la vida, dentro de otras tantas esferas concéntricas, cada una con su atmósfera privativa de intereses, ideas i aun preocupaciones características.

La mas vasta de estas esferas era la del mundo relijioso, encaminado en la clase popular por el clero i los frailes, aconsejado en las casas nobles o ricas por los canónigos, inspirado universalmente por el arzobispo, fascinado de continuo por las pompas del culto. Era aquel un verdadero mundo, con sus trajines de con. vento en monasterio, sus novenarios i procesiones en competencia, sus negocios de gobierno i curia, sus celillos i mezquindades levíticas, sus esquisitos bocados, su numerosa i tierna grei femenina; pero donde por desgracia hacian falta los capítulos de les conventos para la eleccion de provincial, la cual se verificaba siempre en la casa grande de Lima con disturbios ruidosos. Este era mas bien un grato i no turbado imperio, con suave predominio, esplendores incomparables, rentas suculentas, granizadas de estipendios, i adonde venian las jentes de los otros mundos de la ciudad a rendir el pleito homenaje de los deberes relijiosos i de la fé sincera.

Seguíase despues lo que aquí llamaremos el mundo político. Componíanlo todos los funcionarios i empleados de cargo u honor, consejiles o rentados, tanto locales como provinciales o jenerales, del órden administrativo, del militar i del municipal. Todas estas jentes estaban suspensas del ceño de S. E. el presidente de Charcas, a la vez gobernador intendente de la provincia, que ejercia por este medio sus influencias i ascendientes sobre el vecindario en jeneral.

Este majistrado posaba con firmeza un pié en el mundo eclesiástico, con el hecho de ejercer por delegacion las atribuciones i preeminencias del real patronato.

El foro era un campo independiente, otro mundo de jentes especiales, donde la Mui Poderosa Señoría de Su Alteza la Real Audiencia de los Charcas, imperaba con un despotismo tan absc

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