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77.

Como las sales se fian por años á las minerías con aprobacion del superior gobierno, segun la costumbre de los asentistas, cuyo arbitrio es útil á la real hacienda y á aquel recomendable cuerpo, en principios de Enero me remiten los administradores del Peñol y Santa Clara, la lista de los deudores del año anterior, en cuya vista. formo las boletas que firmadas de mi mano dirijo á cada uno segun sus residencias en los minerales del distrito, reconviniéndoles para la paga, la que hecha en plata á toda su ley reales 6 libranzas, bien en estas cajas ó en las otras, recojo certificaciones á los respectivos ministros de real hacienda, las remito á la administracion, para que comprobando la data de caudales se cierre la cuenta general del año y se me remita con los libros y demas documentos intervenidos por el administrador y contador como corresponde.

78.

ó

Luego que la recibo paso á su glosa y fenecimiento, y puesto el visto bueno en cada una de sus cuerdas y en la relacion jurada de cargo y data general de todas especies, con estas circunstancias remito las mismas cuentas al real tribunal en el término que previenen las leyes y las últimas disposiciones de su magestad, constituyéndome como administrador general, principal responsable de las resultas que tengo aseguradas con 10.000 pesos en favor de la real hacienda.

79.

Todas las cuentas hasta el año de 786, están aprobadas por el real tribunal, y las de 787 que tengo remitidas, está pendiente su glosa, sin que hasta fin de Diciembre próximo se esté debiendo á la renta ni aun un peso de sus productos, que todos se hau hecho efectivos en cajas reales à esfuerzo de mi vigilancia y desvelo, sin embargo de lo delicado de este manejo por falta de fianzas.

80.

Sobre este punto no he tenido por oportuno consultar hasta ahora á la superioridad, pues aunque soy responsable, temo alterar la

costumbre antigua y que se embaracen las cuentas, siempre que le sean contrarias, como que los valores del ramo penden de la voluntad de los mineros que con el libre trato de la sal pueden comprarla donde mas les acomode, siendo necesario atraerlos con aquellas ventajas á un comercio que les es tan interesante y á la corona, reservando para despues tratar por cuerda separada sobre materia tau grave con la estension que necesita. La preferencia del fisco asegura sus valores, así por el derecho de atraccion que tiene de los juicios, como porque los mineros á quien se les fia, nunca dejan de tener bienes con que cubrir sus créditos, si el administrador general procede con la cautela y conocimiento que necesita del estado de las dependencias y sus dueños no solo en este mineral, sino en los demas donde no se consumen las sales, pero sin embargo será oportuno la declaracion del superior gobierno que califique la costumbre y el grado de responsabilidad del administrador general.

81.

El real tribunal de cuentas con la glosa de los nueve años tiene aprobado el método que se sigue en la administracion y seguridad del ramo así en la formalidad de libros, método del despacho y sus insidencias, como en las demas partes que comprenden, sin que haya tenido que reclamar ni advertir, por hallarse establecidas, como ya llevo espuesto, cuantas cautelas pueden asegurar el mas sencillo y justificado manejo.

82.

En principios del año me pasan los mineros así de esta ciudad como de fuera una carta de oficio, pidiéndome las fanegas de sal que necesitan en todo él para el gasto de sus haciendas de sacar platas, en que se obligan á pagar al tiempo acostumbrado: en su virtud paso órden al administrador para que abra cuenta en el libro que corresponde á aquel sugeto, y que le vaya remitiendo las porciones que se puedan, segun se presentan los conductores, bien con libramientos del minero, ó con boletas de la administracion, como que á ella ocurren en solicitud de carga, y se les destina segun mis avisos, siendo este el arbitrio que facilita el espendio de la sal, fiando los envios al conductor sin mas seguro que la no

ticia que se tiene de su vecindad y facultades, no habiendo ejemplares que hayan faltado á la entrega, por el temor que tienen al castigo, y si en esta parte se hiciera por el administrador algun reparo, seria perjudicial á la renta y á los consumidores, que no tienen arbitrio en las largas distancias, y es necesario manejar este asunto de buena fé y que el administrador general especialmente al tiempo de las aguas requiera á los justicias á fin de que obliguen á salir de sus casas á los conductores, para que así se surta la minería y saquen ellos el flete, que suele esceder un ciento por ciento del valor principal.

83.

El seguro de la renta es la carta del ministro que se archiva en esta oficina para usar de ella, si lo pide la necesidad, y en fin de año se le hace cargo del número de fanegas que se le dirigieron de la administracion, que nunca esceden sin nueva formalidad del que señaló en el principio, cuya simple operacion facilita la salida del género, y es preciso continuarla ínterin no se toma otra providencia que será siempre peligrosa con respecto á la calidad de este manejo, que no se puede comparar con ninguno otro de la corona.

84.

Aunque las sales se fian por un año, es aparente este plazo, porque en los primeros siete meses son muy cortas las conclusiones, así por la falta de aguas y pastos en los caminos, como porque los operarios se entretienen en las labores del campo, dedicándose á la conduccion de la sal desde Agosto hasta Noviembre, en cuyo tiempo es cuando todos se surten, y cobrándose al minero el total de su deuda en principios del año que entra, ya se percibe que en la gruesa no logra de aquellas ventajas, y que solo se le debe considerar en las cortas porciones que desde antes tenga recibidas.

85.

El administrador del Peñol Blanco no puede fiar sino partidas cortas y por cortos plazos que no pasen de un mes, con lo que se habilitan los carreteros y arrieros que conducen el género de su

cuenta á los minerales, consiguiendo la renta con este arbitrio el consumo que no pudiera verificarse de lo contrario, porque estos pobres no tienen para pagar el valor principal, y habilitándolos sacan ellos su flete y continúan en un giro que es útil á ambas partes; pero las partidas gruesas se han de remitir, precediendo órden mia y no de otra suerte, pena de responsabilidad.

86.

El administrador de Santa Clara no tiene arbitrio para vender ni aun con los reales al contado por no haber allí caja ni depósito de caudales, lo que es conveniente á la utilidad de su renta: las sales blancas que producen aquellas lagunas se encierran en las bodegas, cuyo espendio se verifica por libramientos particulares mios, segun las solicitudes de Guanajuato, Bolaños y Sombrerete, ó en otros parajes donde se destinan, por no ser costeable la saltierra ó por que se escasean los conductores que se necesitan para ella en mayor número, de suerte que así el administrador como el interventor no tienen que hacer otra cosa en aquel distrito que cuidar de las lagunas, de custodiar los almacenes, de levantar las cosechas, de despachar mis libramientos y llevar la cuenta de lo que entra y sale en especie de sal, ocurriendo á la administracion principal por sus salarios y por lo necesario, dándome razon cada mes del estado de aquel manejo para mi inteligencia y gobierno.

87.

La laguna principal es la del Peñol Blanco, que lleva el nombre de la administracion: dista veinticinco leguas al oriente de esta ciudad, y treinta y cinco al Noroeste de San Luis Potosí, produce la sal tierra que es una materia imperfecta que comprende en sí la tercia parte, poco mas o menos de partículas de sal que se destina únicamente para el beneficio de la plata; en los catorce minerales del contorno, se vende á cuatro reales fanega que es el precio que tenia el género desde la antigüedad, sin que en esta parte ni en las otras se haya innovado cosa alguna, consultando á la utilidad de la minería y á las ventajas de la corona.

TOM. IV.-4

88.

La administracion de Santa Clara dista veinte leguas al Norte de esta ciudad, y sesenta y cinco de San Luis Potosí, comprende cinco lagunas distantes unas de otras, siendo diferente la producciou: las de Santa Clara y Santa Ana, dan en algunos años sal blanca purificada de grano grueso que se vende para los mismos minerales, á tres pesos fanega, que es el precio que establecieron los asentistas; y las nombradas Saldivar, Sta. María y la Doncella, producen sal blanca espumilla, que es una materia mas delgada y de menos calidad que la otra, la que se espende á 22 reales fanega.

89.

A doce leguas al Norte de esta ciudad, está situada la laguna del salitral de Carrera, que en algunos años produce sal de grano, sucediendo lo mismo en la última que llaman del Morro, distante quince leguas de aquí, y al mismo viento con poca diferencia, cuyas dos lagunas se retiran respectivamente de la capital de San Luis Potosí para la de Zacatecas.

90.

Estas ocho lagunas son una joya preciosa del erario, no solo por sus valores si no es por la plata que resulta del consumo de sales: la Providencia las ha situado en medio de los dos mares de Sur y Norte, de suerte que tomando á Zacatecas por punto fijo, dista de aquí una y otra costa como 150 leguas con corta diferencia, y 132 de México; y hallándose los minerales en el centro, tienen á la mano el surtimiento que necesitan.

91.

Los de Guanajuato, Bolaños y el Real de los Catorce, consumen hoy la mayor parte de sal de las costas; pero en tiempo de escasez ocurren al Peñol Blanco. Los otros solo gastan la sal tierra por ser mas útil que la del mar para el beneficio de sus metales, aunque tambien suelen usarla cuando los precios estan cómodos.

92.

La ubicacion de Zacatecas que está en el centro de estas lagunas y en paraje fácil de reconocerlas, y de seguir la correspondencia

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