Bolivia y Perú: más notas históricas y bibliográficas

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Impr., lit. y encuadernación Barcelona, 1905 - 311 páginas

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Página 33 - Y porque es nuestra voluntad y lo hemos prometido y jurado, que siempre permanezcan unidas para su mayor perpetuidad y firmeza, prohibimos la enajenación de ellas. Y mandamos que en ningún tiempo puedan ser separadas de nuestra Real Corona de Castilla, desunidas, ni divididas en todo, o en parte, ni sus ciudades, villas, ni poblaciones, por ningún caso, ni en favor de ninguna persona.
Página 79 - Ya es tiempo de organizar un sistema nuevo de gobierno, fundado en los intereses de nuestra patria, altamente deprimida por la bastarda política de Madrid. Ya es tiempo, en fin, de levantar el estandarte de la libertad en estas desgraciadas colonias, adquiridas sin el menor título, y conservadas con la mayor injusticia y tiranía.
Página 79 - Hasta aquí hemos tolerado una especie de destierro en el seno mismo de nuestra patria: hemos visto con indiferencia por más de tres siglos, sometida nuestra primitiva libertad, al despotismo y tiranía de un usurpador injusto, que degradándonos de la especie humana, nos ha reputado por salvajes y mirado como esclavos...
Página 196 - Forzoso es decir que la aristocracia del Perú nos era desafecta, desde que Castelli, con poquísimo discernimiento, la ofendió, provocando los furores de la democracia. Creo hasta ahora que ésta ha sido una de las causas que ha hecho del Perú el último baluarte de la dominación española, y el taller de esos ejércitos que volaron a todas partes para conservarla y extenderla.
Página 46 - Debe hacerse alto en esas palabras incorporadas y unidas, para entender que las provincias de América no han sido ni son esclavas o vasallas de las provincias de España; han sido y son como unas provincias de Castilla, con sus mismos fueros y honores.
Página 35 - Por donación de la Santa Sede Apostólica y otros justos, y legítimos títulos, somos Señor de las Indias Occidentales, Islas, y Tierra-firme del Mar Océano, descubiertas, y por descubrir, y están incorporadas en nuestra Real Corona de Castilla.
Página 215 - Fuera de los señores del Tribunal de recaudación — continúa diciendo Paz — , se constituyeron en pesquisadores de tapados varios coroneles y jefes de cuerpo. Cada uno de ellos buscó sus corredores y los lanzó en busca de noticias, las que, adquiridas, procedían a la exhumación de los objetos enterrados. Lo que se encontraba de valor se guardaba muy corrientemente, y luego se avisaba al Tribunal para que viniese a recoger trastes, ropas u otros objetos de menos importancia".
Página 219 - La otra no estaba mejor guardada, aunque caía a las piezas que ocupaba el presidente. "Muy luego se vieron los efectos de este desorden, pues hasta algunos oficiales subalternos empezaron a derramar dinero ya gastar un lujo enteramente desproporcionado a sus haberes. Varios de ellos, que sólo eran tenientes...
Página 33 - ... prometemos y damos nuestra fe y palabra real, por Nos y los reyes nuestros sucesores, de que para siempre jamás no serán enajenadas ni apartadas en todo o en parte, ni sus ciudades ni poblaciones, por ninguna causa o razón o en favor de ninguna persona. Y si Nos o nuestros sucesores hiciéramos alguna donación o enajenación contra lo susodicho, sea nula y por tal la declaramos.
Página 257 - Rivadavia, basta recorrer el Registro oficial para convencerse de ello : es un pululamiento de leyes y decretos gubernativos sobre todo asunto imaginable, desde los que. por su enormidad, no cabían en la constitución (como la abolición velis nolis de la provincia de Ruenos Aires), hasta los que, por su nimiedad, convertían al ejecutivo nacional en comisario o maestro de escuela de la República.

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