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IV

Si pretende el cañon estranjero Nuestros pueblos osado invadir, Desnudemos al punto el acero

I

sepamos vencer o morir.

Con su sangre el altivo araucano
Nos legó por herencia el valor;
I no tiembla la espada en la mano
Defendiendo de Chile el honor.

V

Puro, Chile, es tu cielo azulado, Puras brisas te cruzan tambien, I tu campo de flores bordado Es la copia feliz del Eden: Majestuosa es la blanca montaña Que te dió por baluarte el Señor, I ese mar que tranquilo te baña Te promete futuro esplendor.

VI

Esas galas, ¡oh patria! esas flores Que tapizan tu suelo feraz, No las pisen jamas invasores; Con su sombra las cubra la paz Nuestros pechos serán tu baluarte, Con tu nombre sabremos vencer, O tu noble, glorioso estandarte Nos verá combatiendo caer.

Las Flores

Hermosas en la espléndida mañana Alzais ¡oh flores! la hechicera frente, Porque el aura jentil que os engalana Venga a daros sus besos inocentes.

Ojalá que rodando placentero
En las alas del aura el canto mio,
Se prenda en algun cáliz hechicero
Como una fresca gota de rocío.

Ojalá que por siempre lindas flores Inspiráseis mi loca fantasía, Ojalá mis recónditos dolores Entre vosotros adurmiera un dia.

Felices sois que en el jardin precioso Por los juegos del viento remecidas, Sin que os turben el plácido reposo Vuelan las horas leves i perdidas.

Felices sois que no teneis un alma Ni un corazon que siente la amargura, Vosotras bellas que dormis en calma Mientras el aura en derredor murmura.

Felices sois que al

rayo de la aurora

El seno alzais bellísimo i galano,
Porque las perlas que preciosa llora
Venga a traeros el céfiro liviano.

I no teneis ni un vago pensamiento Ni una espina en el cáliz oloroso

Que brinde solo matador tormento
Robando a la existencia su reposo.

Felices sois... ¿pero porqué marchitas
Doblais a veces las hermosas frentes,
I apareceis que vejetais malditas
Las secas hojas arrugando ardientes?

¿Por qué cerrais el seno perfumado
I a las auras huyendo con desvío,
Ni os levanta la luz del sol dorado
Ni os refresca el purísimo rocío?

Cuando así estais, sin duda el sentimiento Os cubre con su manto de agonía, Luego teneis tambien un pensamiento Un alma i una ardiente fantasía.

Luego tambien teneis en esta vida
El llanto i el placer, preciosas flores
I esa esperanza que el corazon anida
I ese fuego que encienden los amores.

Luego teneis pasiones roedoras Que vuestras frentes al dolor dobleguen, O ilusiones de amor encantadoras Que los senos purísimos os rieguen.

Talvez cuando columpia su albo coche La reina de la noche limpia i grave Abrais del seno el delicado broche Por recibir un beso puro i suave.

Talvez en un lenguaje misterioso En el jardin donde yaceis unidas,

Os mandais con el viento voluptuosos
Pensamientos de amor, flores queridas.

Talvez amándoos en union divina Mientras la frente vuestros pies halaga Resbala la existencia peregrina

I en las alas de amor tranquila vaga.

Si es cierto que abrigais, cándidas flores, La blanca luz de hermosa fantasía, Si mucho gozareis, tambien dolores Vendrán a atormentaros dia a dia.

Mil veces mirareis al ronco viento
Tronchar el tallo de la flor querida,
I enredarla en sus pliegues turbulentos
I verla ¡ai triste! para siempre ida.

Otras veces vereis hoja por hoja
Arrancar el revuelto torbellino
I la flor bella a quien el viento arroja
Ir a ocupar el polvo del camino.

I así tendréis en la existencia amarga Eternos dias de tristeza i llanto... Eternos, sí, porque la vida es larga Si la angustia lo envuelve con su manto.

Mas si esperanzas, oh flores, os asiste, Talvez en el sufrir tendréis la calma Esperar i sufrir, cualidad triste

Del sér que siente porque abriga un alma.

Bosquejos

Al Paraguai.

Estendidas i fértiles llanuras con jigantescos bosques seculares, profundas hondonadas

llenas de entretejidas espesuras
en que se ocultan misteriosas hadas;
rios competidores de los mares,
que en olímpica marcha se deslizan,
i al sol enrojecido haciendo guerra,
calman la sed perenne de la tierra
i en lucha con el sol, la fecundizan.

Allí, en tiempos lejanos, teocrático poder sentó su planta, i, uniendo en su redor seres humanos, con próspera fortuna,

ante sumisa grei la cruz levanta...... i de un pueblo viril surjió la cuna.

Ese pueblo, mas tarde,
sencillo i vigoroso, aislado crece
i, de su independencia haciendo alarde,
ante los otros pueblos aparece;
su vigor atestigua

encerrado en selvático aislamiento;
se alzan allí tiranos a la antigua
que, siguiendo la lei de los tiranos,
matan la libertad del pensamiento
para formar serviles ciudadanos.
Inerte bajo el yugo, llegó un dia
en que fuerte invasor pisó esa tierra

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