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servir sin sueldo. Tal fué el que Gar ci Fernandez concedió á los vecinos de Castroxeriz en el año de 974 (1), el qual extendió su hijo D. Sancho á todos los castellanos (2) en la forma prevenida por la ley 1. tit. 3. lib. I. del Fuero viejo de Castilla.

Los sueldos no todos se pagaban en dinero. La moneda andaba muy escasa; y la mayor riqueza de la Corona consistia en las tierras y heredamientos, que le pertenecian por conquistas, como se ha dicho en el capítulo 5. Estas tierras se daban en usufructo ó feudo á los señores, é hi

dal

(1) Caballero de Castro, qui non retenuerit prestamo, non vedat in fosado, nisi dederint ei expensam. Fueros de Castrogeriz impresos en el Apéndice á las Memorias para la vida de S. Fernando pag. 415.

(2) Castellanis militibus, qui et tributa solvere, et militare cum principe tenebantur contulit libertates; videlicet, ut nec ad tributum aliquod teneantur, nec sine stipendiis militare cogantur. Rodericus de rebus Hispanix, lib. 5. cap. 19.

dalgos con la carga del servicio militar, y muertos los poseedores volvian á la Corona, á menos que por gracia particular se continuara el usufructo en sus familias.

Las tierras feudales se llamaban tambien beneficios en algunas partes (1), y en otras caballerías (2), por la obligacion que tenian sus poseedores de servir en la guerra con caballo , y las armas correspondientes.

Finalmente ademas de las referidas clases de feudos (3), se tenian por tales los marquesados, ducados, condados, y demas oficios y dignidades civiles, como que en todas ellas se encontraba la qualidad esencial y característica de los feudos, siendo un bien fecho, que da el Señor á algun ome porque se torna su vasallo, é él face homenagede le ser leal, como se

(2)

di

(1) Tit. 1. lib. 1. Consuet. Feudorum. Anales de Aragon, lib. 6. cap. 64.. (3) Tit. 14. lib. 1. Consuet. Feud.

dice en la citada ley 1. tit. 26. de la

part. 4.

Todavía se aclarará mas esta interesante materia, explicando lo que se entendia en la edad media

sallage y homenage.

por va

CAPITULO VIII.

Continuacion del capítulo antecedente. Del vasallage y homenage.

os germanos, mas que de habitar en magníficos palacios, de muebles y galas exquisitas; de mesas delicadas, y otros géneros de comodidad y de luxo, gustaban, y se preciaban de tener á su sueldo, y verse servidos por numerosas comitivas de vasallos y criados.,, En esto, decia Tácito (1), constituyen su mayor

dig

(1) Hæc dignitas, hæc vires, magno semper electorum juvenum globo circundari, in pace decus, in bello præsidium....

dignidad y grandeza en verse siempre acompañados de muchos y escogidos jóvenes, que en la paz sirven para su lucimiento, y en la guerra para su defensa..." Léjos de avergonzarse aun los mas nobles, de servir á los Señores, compiten entre por grangear la preferencia en su estimacion, así como los Señores compiten tambien sobre quien tiene mas, y mejores compañeros (1).

Esta misma costumbre se observó por los españoles de la edad media. Los Reyes gastaban casi todas sus rentas en salarios de criados y vasallos. Y estos mismos criados y vasallos gastaban quanto tenian por parecerse á los Soberanos en el tren de casa, y de campaña.

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Nec rubor inter comites adspici. Gradus quin etiam et ipse comitatus habet, judicio ejus quem sectantur. Maguaque, et comitum æmulatio, quibus primus apud principem suus locus; et principum, cui plurimi, et acerrimi comites. De moribus germanorum c. 13. (1) La misma costumbre tenian los an

En el año de 1328. concurrieron á la coronacion de D. Alonso I. en Zaragoza muchos ricos hombres y caballeros, algunos con mas de ducientos y aun de quinientos caballos, de suerte que entre todos pasaban de treinta mil, de solo el reyno de Aragon (1).

Ahora que la civilizacion ha aclarado mucho los derechos naturales y civiles de todos los hombres; y que la autoridad de los Monarcas es bastante poderosa para hacerlos respetar, no se comprehende bien lo que interesa y vale la proteccion y seguridad de la vida y de los bienes. En la edad media nadie la disfrutaCIG I ba

tiguos galos. Omnes, dice Julio César, in bello versantur, atque eorum, ut quisque et genere, copiisque amplissimus, ita plurimos circum se ambactos, clientesque habet. Hanc unam gratiam, potentiamque noverunt. De Bello gal. lib. 6. cap. 15

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(1) Zurita, Anales de Aragon, lib. 7. cap. II Clinic

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