,

"ger, ni al párvulo, ni al niño que está "á los pechos de su madre." I Puede, pues, un Soberano en casos semejantes publicar guerra; y como esta no puede hacerse sin soldados, deben entónces, y están obligados los vasallos á servirlo con sus personas; y si fuere necesario con sus vidas. Los quintados ó sorteados para la guerlos citados ó nombrados para la expedicion contra el enemigo, que fingen accidentes, hacen fuga, ó buscan otros pretextos para huir el cuerpo del peligro, sobre faltar á la obediencia y asistencia que deben á su Rey, faltan tambien á la justicia, perjudicando aquel tercero que entra á suplir la suerte que ántes no le cupo, ocupar el lugar á que ántes no habia sido llamado.

ra,

ó á

Al soldado no toca, dice San Agustin, exâminar la justicia de la guerra ; debe suponerla siempre que no le conste ciertamente lo contrario; así como el executor de una sentencia dada por legítimo Juez, debe suponer que se dió justamente, y á él no le toca sino ponerla en execucion. La obliga

1. Reg. c. 15. v. 2. et 3.

I

cion del soldado no es otra, que la que dixo el sagrado Precursor: »Exponer su vida en "defensa de la Monarquía, á nadie hacer » injuria ni violencia, y contentarse con el " sueldo que tiene señalado por el Rey." " Si ingrato y alevoso volviere las armas contra su Soberano, entienda que es impío, que es traidor, que es infiel, y que será castigado como tal. Los Christianos que se hallan cautivos entre Sarracenos, y los que igualmente lo están entre los Indios infieles, no pueden juntarse con ellos para hacer guerra á los Christianos, aun quando los amenacen con la muerte, si no lo hacen porque siendo la guerra injusta una accion intrínsecamente mala, primero se ha de perder la vida, que cometerla; y morir en este caso, es una accion gloriosa, y una prueba de su constante fidelidad á Dios, al Rey, y á la patria.

P. ¿Qué cosa es guerra ?

R. Disension entre Príncipes, ordenada á la pelea con multitud armada.

P. ¿La guerra es lícita ?

R. Lo es, quando son justas las causas.
P. ¿Quáles son estas?

R. La defensa propia, la vindicacion de la injuria, la recuperacion de las tierras usurpadas.

P. ¿Pueden los vasallos mover guerra por sí? R. No pueden; porque no gozan de suprema autoridad.

P. ¿Están obligados á servir en ella con sus personas?

R. Y con sus vidas, si fuere menester, por la asistencia que deben á su Rey.

P. ¿El que

está sorteado para la guerra, ó citado para la expedicion, peca si huye ó se excusa sin justo motivo?

R. Peca contra obediencia, contra piedad y contra justicia, si es en perjuicio de ter

cero.

P. ¿Toca al soldado averiguar si la guerra es justa ó no?

R. No le toca; sino suponer que lo es, y obedecer.

P. ¿El que está cautivo entre infieles puede juntarse con estos, y hacer guerra á los Christianos?

R. Nó ; porque es ciertamente injusta.

P. ¿Y si le amenazan con la muerte?

آخ

R. Ni aun en tal caso; porque la guerra injusta es mala por su naturaleza.

P. ¿Quál es la obligacion del soldado?
R. Exponer su vida, no hacer injuria ni

violencia, y contentarse con su sueldo. P. ¿Peca el soldado que se pasa al exército enemigo?

R. Sí; contra obediencia y fidelidad, y debe ser castigado como traidor.

LECCION XX.

De la obligacion que tienen los vasallos de rogar á Dios por sus difuntos Reyes.

No solo están obligados los vasallos á honrar al Soberano quando vive, sino tambien despues que muere; porque si en vida le deben amor, respeto, obediencia y fidelidad, despues de la muerte le deben memoria, compasion, oraciones y sufragios. San Pablo quiere que se hagan oraciones y ob

ce,

I

secraciones por los Reyes, caridad y piedad, que no deben limitarse á solo el tiempo de la vida, siendo cierto que despues de la muerte su necesidad es mas espiritual, y es mayor por lo mismo que ya nada pueden hacer por sí para redimirse de ella. Honrar al Rey solamente quando vive, quando oye, quando ve, y quando puede recompensar y premiar los obsequios que se le hacen, esto es lo mismo que adorar al sol quando na~ ó quando se halla en su zenit, y volverle la espalda quando se pone ó quando ya se puso: es manifestar que todas las demostraciones de honor y respeto que se le hiciéron en vida fuéron inspiradas por la política ó por el interes, no por la piedad, ni por la Religion, pues estas mandan honrarlo aun despues de muerto, haciéndole funerales, asistiendo á sus exêquias, publicando sus hazañas y virtudes, y sobre todo ofreciendo por su alma oraciones y sufragios.

El religioso Príncipe Judas Macabeo envió á Jerusalen doce mil dracmas de plata