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haber ellas terminado en su abolicion total, que acabó junto con el siglo hasta con la gente de mar en todo el reyno, segun se ha observado.

El autor del informe calcula 500 fusiles á 800 zambos, y ninguno computa á los 600 payas, de que se olvida, sin duda facili tando la expedicion. De aquí es que sigue diciendo. Supuesto pues que no ay embarcaciones, ni gente marítima, mi dictámen y el de todos los prácticos es que para esta funcion recurra U. S. á Campeche, á la Trinidad, y si fuere necesario tambien á Portobelo, para que los corsantes de dichos puertos, dándoles su sueldo ó ayuda de costa, vengan con embarcaciones competentes á dicha costa de mosquitos, y ayudándoles con todo lo necesario desde los puertos de Ulúa y Trujillo, hagan la funcion tomando tierra en dicha península, formen desde luego allí un fuerte de estacas, y cojan todas las piraguas que tienen los mosquitos en las riberas y en los rios. Luego conducidos 600 hombres con víveres y armas de Tequegua, Tiuma y Santiago, que estan en la orilla del rio de Ulúa, penetren la tierra adentro, donde formarán otro fuerte, se distribuyan en porciones de ciento en ciento á cojer los índios, y destruir sus milpas, yucales, platanales, árboles frutíferos, y cuanto hubiere y tuvieren. Desde luego todos los prisioneros y mulatos, que muchos ay mal contentos, han de buscar el real, y hallando cuartel, ayudarán á inducir á los índios á buscar refugio en él, lo que haran no hallando ya que comer, y no haciéndoles daño alguno, cargar con todos, y trasportarlos á paises distantes de la costa opuesta, ó á Filipinas.

Gonzalo Pizarro, al disponer una armada en el sur con qué llevar a cabo su rebelion en el Perú, dijo: que era menester ser dueño del agua, para serlo de la tierra; pero Guatemala no pareció poseida de esta persuacion, ni que renunciase este dominio, al avenirse, andando el tiempo, á ser privada de su marina. Ella ciertamente no volvió á ver los navíos que armaron Alvarado, Quiñonez y Valverde, ni el tercer siglo de su colonizacion halló es bueno repetirlo, rastro alguno, de las armadas salidas de sus puertos, durante el primero, tanto al sur como al norte del pacífico. Frustrada asimismo la colonizacion del pais ocupado, tan necesaria para su custodia y conservacion, todavia se empleó en el siglo segundo, como un medio á propósito para el mismo fin la despoblacion de él, y transporte de sus habitantes. Habia echaTOM. 2.

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do honda raiz en el territorio una semejante institucion, y ya se destinaba á los venturosos moradores del Cariay, como americanos, al fin procedentes del Asia, su retorno á aquel continente en Filipinas, siguiendo el impulso de la repoblacion del mundo de oriente á poniente.

Lacayo en su representacion de 759, dice. Son mui diestros en el manejo de las armas, por haberlos instruido en su uso los ingleses: insignes en la pesca y navegacion: bárbaros en sus costumbres, esclavizan á los prisioneros, y los venden á los de Jamayca: su comercio lo hacen con piraguas, que fabrican de una pieza: profesan ojeriza á los españoles, por haberles imbuido los ingleses, en que hacen esclavos, obligan á pagar tributo, y á trabajar en las minas á los índios vasallos de V. M, y que en ellos si prestasen obediencia, ejecutarian lo mismo. Les han impresionado, en que los defenderán, siempre que se intente su reduccion, y manejarlos sin rigor, dejándolos en el libre uso de su secta y costumbres, y que reconozcan al cacique por su legítimo señor.

CAPÍTULO 70.

Hostilidad de los zambos mosquitos.

El autor de la representacion que va citada, hablando con respecto á Nicaragua, decia. No puedo referir sin dolor las hostilidades é invasiones, que ha experimentado esta provincia en este siglo por los índios zambos mosquitos, por sí en tiempo de paz, y tripulados con ingleses en el de guerra: por el año de 709 y 710 saquearon por tres veces el partido de los chontales, robando y talando sus haciendas, y llevándose diferentes familias prisioneras.

El gobernador Haya, en su informe del valle y barras de Matina en Costa-Rica el año de 1719, dice: no embargante las centinelas expresadas han hostilizado diferentes veces el referido valle los enemigos zambos mosquitos, llevándose las cosechas de cacao, los esclavos, que los vecinos tienen al cultivo de las haciendas y muchas personas libres de color, vendiéndolas por esclavos en las colonias de Jamayca, Curazao y en otras poblazones, que

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tienen en esta comarca. En la Gazeta mensual de Guatemala de noviembre de 729, se refiere que los zambos habian hecho algunos prisioneros en la costa de Honduras. En la de febrero de 730, numerándose las doctrinas que eran á cargo de la órden de San Francisco, se dá el estado, sin contar dice con otras que tiene en las reducciones de índios infieles de las bárbaras provincias de Jicaque, Payas, Pakaka, y Pantasma donde apostólicamente empleados viven muchos religiosos al arbitrio de sus bárbaros habitadores. Aunque esto debe haber sido de tiempo en tiempo, segun sentencia de la audiencia de 16 de mayo de 763.

La de abril dice. El dia 9 convocó el M. ilustre señor presidente junta de guerra, y en ella se leyeron las cartas de los gobernadores de Nicaragua, Honduras y Costa-Rica, y los autos que siguió este en Cartago sobre las declaraciones de los índios del pueblo de Chiriquí, que estuvieron prisioneros en poder de los bárbaros mosquitos, y ahora legraron hacer fuga; los cuales declaran, que muerto el año pasado de 29 Anibel, que se llamaba rei de estos bárbaros, ocupó el trono su hijo Beltran, de que nació entre ellos una civil guerra, negando al nuevo rei la obediencia los avitadores del pueblo de Carate, seguidos de otros muchos de aquella bárbara nacion, que no conoce mas ley que su albedrío, ni tiene mas riqueza, que la que adquiere el robo, y algun comercio que tiene de los frutos, que lleva su pais con los ingleses, de quienes adquieren la pólvora y armas de fuego, con que in festan nuestras costas, y saquean nuestros pueblos, llevándose la gente: de la cual los hombres venden por esclavos á los ingleses, y las mugeres, que es su mas apreciable robo, aplican á su torpe uso, aziéndolas á todos comunes.

No profesan religion alguna, ni en sus poblazones se encuentra algun venerado umbral, que avise adorarse dentro alguna deidad: hablan una confusa mezcla de lenguas; pero la mas comun oy es la inglesa, que han adquirido de aquellos ingleses facinerosos, que continuamente se les agregan de las colonias que ́esta nacion tiene en la mar del norte: tienen gran número de piraguas de guerra, y algunas galeotas con que invaden nuestras costas, y ha crecido tanto su osadia, que turban ya el sosiego de todas ellas, y ahora declaran los fugitivos, que dirimida la civil discordia, y asegurado Beltran en el trono, aprestaba un gran armamento de piraguas y galeotas, cuyo destino ignoraban: de

que receloso el gobernador de Costa-Rica sea invadido el pueblo de Matina por haberlo tenido bloqueado el año pasado los bárbaros, consulta algunas prevenciones para su seguridad, sobre que determinó la junta, la remision de pólvora que se necesita, y algunas órdenes que expidió el señor presidente á los gobernadores de las otras provincias, para su resguardo.

He aquí un pueblo rebelado y rival de Guatemala, provisto de embarcaciones de que ésta carece, y á quien nada falta para traficar el mar de las Antillas: él gira un comercio recíproco con in→ gleses, y ademas de poderlo resguardar, toma la actitud de inva→ dir y atacar el reyno de Guatemala en todas sus costas del norte: con lo cual se sobrepone y subroga á él; pues no son ya Guate mala ni Honduras las que envian una embarcacion á la isla de Cuba: tampoco Nicaragua ni Costa-Rica las que atraviesan el mar, para remitir sus frutos á Portobelo y Cartagena. Mosquitos es ahora quien recorre las costas desde Campeche hasta Portobelo, él quien conduce sus frutos á la isla de Jamaica, y Mosquitos en fin el que bloquea los puertos de Guatemala. Así es que esta tribu indígena merece un lugar distinguido entre las de su clase, y si cede la primacía en el uso de las armas de fuego á los valientes iroqueses y apalaches del norte, á veces vencedores y aliados de los ingleses americanos, ella se reserva la de haber armado el primero una escuadra en el océano, de que fueron pasivos y temerosos espectadores los españoles guatemalanos.

Llegando la misma Gazeta al artículo de Puerto Caballos, dice: en este puerto se mantienen acuarteladas las milicias de él, de órden del gobernador de Honduras, recelando la invasion de los bárbaros mosquitos, y lo mismo se practica en Trujillo, en San Pedro Zula, y toda la costa. En la de mayo del mismo año 730 se lée lo siguiente. El dia 11 convocó el M. ilustre señor presidente junta de guerra, y en ella se leyeron las cartas del gobernador de Honduras y del alcalde mayor de Tegucigalpa, quienes avisan la intempestiva, cuanto irremediable invasion, que los bárbaros mosquitos ejecutaron el dia 30 de abril en el valle de Olancho, llevándose 36 personas; y aunque el gobernador consulta entrar á sangre y fuego en la montaña de los indios chatos, de quie nes entraron auxiliados los mosquitos, en número bien crecido, determinó la junta negar al gobernador esta licencia hasta nueva órden, que se dará, en viniendo ciertos informes, que se esperan

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de Comayagua, y ahora se dieron algunas providencias, que párecieron convenientes al resguardo de este valle y su comarca. Las eartas de Comayagua llegaron, y noticia que el número fué dé 180 en cuatro compañías comandadas por los ingleses, y que aunque el teniente de gobernador de Olancho hizo gente y marchó én su alcance, no logró el rescate de los prisioneros, sino so→ ló los deudos el de una española por cien pesos.

Lacayo, en su representacion de 759, dice. De está alianza ha provenido la osadía con que estos bárbaros saquean continuamente los pueblos vecinos matando á sus moradores, llevándose las mugeres, profanando los templos, cometiendo los demas absur dos que les dicta su fiereza, con los cuales obligan á sus naturales, á que abandonen sus casas y haciendas..

Hace mencion este escritor, que don Pedro Truco, encargado del mariscal de campo don Alonso de Heredia en el tiempo que fué gobernador de Honduras y Nicaragua, desalojó á los índios zambos del pueblo de Sonaguera, de que tripulados con ingleses se habian apoderado por el año de 747. No son menores, añade, las hostilidades experimentadas en otros parages, especialmente en el valle de Matina, mui conocido por el cacao tan exquisito que produce, numerándose en él ciento cuarenta y dos haciendas de este fruto, situadas sobre las orillas de los rios Barbilla y Carpintero. Para la conservacion y defensa de éstas se erigió un fortin, con el nombre de San Fernando, en la boca del segundo, que los ingleses mezclados con los índios demolierón en el año de 747. Por el año de 749 invadieron los pueblos de Comalapa y Boaco, que desampararon sus moradores: al de Muimui y Xinotega por cuatro ocasiones, llevándose muchas familias robadas: al de Lovaga por el de 760, y diferentes otros pueblos, villas, y lugares.

El ingeniero don Luis Dies Navarro en informe de 31 de mayo de 1745 escribe. Por el año pasado de 1743 sacaron del pueblo de Xinotega, en el partido de Matagalpa cuarenta mugeres y niños, cuya entrada hicieron cien índios mosquitos y cuatro ó cinco ingleses: y aunque el corregidor, que entonces era les salió al encuentro con mas de trescientos hombres armados, y les cortó el paso en un rio, con todo no se atrevió á embestir. Mas adelante añade: en la provincia de Nueva-Segovia varias veces han salido y saqueado la ciudad de Segovia, que es cabecera de ella,

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