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Entre tanto aumentan las fiestas reales, y se llevan la atencion. El nacimiento del infante primogénito se celebra en 708: su reconocimiento por príncipe de Astúrias en 710, y su casamiento en 722. En las primeras fiestas se repiten las antiguas: entre ellas, ordenadas dos encamisadas, una de hombres nobles, y otra de hombres de los gremios, comienzan á escusarse los primeros, y son subrogados por otras personas; bien que decentes y lucidas: lo cual era ya el crepúsculo de una cesacion poco distante. El regocijo del volcan parece que se hace entónces por última vez. Juarros trat. 6 cap. 11, advierte, que el gobernador de Jocotenango de nacion guatimalteca, á quien correspondia representar al rey Sinacam, estimaba tanto este derecho, que ofreciéndole una vez el de Itzapa 500 pesos por que le cediese el de esta representacion, desechó constantemente su propuesta. Igualmente se ordenó el estafermo, con premio para los que salieren mas ridículos; y por último se asignan cien pesos para mantas y vestuario de los índios que saquen de la plaza los toros muertos en la lid.

En las segundas fiestas, el año de 710, ademas de los gremios toman parte los barrios, y disponen cinco comedias, un baile y un coloquio de niños principales; y se mandó formar, y dar á la prensa relacion de todo, para dar cuenta á S. M. En lo sucesivo ya se harán salvas en semejantes funciones con artillería gruesa, porque el ayuntamiento en 14 de octubre de 712 acuerda dar las gracias á los capitanes don Sebastian de Loayza, don Juan Bautista de Iribe y don Pedro de Iturbide por la construccion de cuatro piezas de ella, y ocho pedreros. En fin, el año de 722, destinados para las otras fiestas del príncipe de Astúrias 1200 pesos, el alcalde de primer voto don Juan Barreneche dió 1300, para ajustar 2.500, ofreciendo mas si fuese menester: con que se repitieron los antiguos regocijos, entre ellos la encamisada de caballeros, y ademas se agregaron cuatro mogigangas. El diccionario define esta palabra: fiesta pública, que se hace, con varios disfraces ridículos enmascarados los hombres, especialmente en figuras de animales.

Por este tiempo, andando el año de 743 ocurrió la ereccion de esta silla episcopal en metropolitana, y la venida del pálio de su primer arzobispo illmo. señor doctor don fray Pedro Pardo de Figueroa el año de 745. El licenciado don Antonio de Paz y Salgado, en relacion impresa el año de 747, cuenta que lo trajo hasta Veracruz el illmo. señor doctor don Isidro Marin obispo de Nica

ragua: lo recibió y condujo hasta Guatemala el señor don Francisco Molina obispo de Comayagua; y se halló en su recibimiento el illmo. señor don fray José Cubero obispo de Ciudad-Real: con que se juntaron en esta capital el metropolitano y sus tres sufragáneos. La comitiva de obispos, cabildo eclesiástico, ayuntamiento, prelados y caballeros que acudió á recibir la insignia en Jocotenango y entró en cuerpo en la ciudad hasta el palacio arzobispal, ocupó setenta y cinco forlones. En la noche de la imposicion ardieron cinco castillos, distribuidos en el centro y ángulos de la plaza: de ellos el primero constaba de siete cuerpos, y los otros de cinco; los cuales estallaron y lucieron en distintos tiempos, ya alternativa, ya simultáneamente, correspondidos entre sí. Pasadas las funciones religiosas hubo siete corridas de toros costeadas por don José de Nágera, don José de Arrivillaga y don Miguel de Coronado. Entre otros lancés, de que el escritor hace prolíja narracion, se menciona uno, en que montados dos toros se embestian uno á otro contra sus respectivos ginetes; y otro en que tomando el toreador las gradas de la pila, y luego el bordo de ella, hubo de echarse en la fuente.

A los dos años se hizo la proclamación del rey don Fernando VI, y ya se dobla el gasto de las fiestas, para las cuales se destinan 4 mil pesos, en cabildo de 25 de febrero de 747, distribuidos en esta forma: mil pesos para colaciones: mil para fuegos; 500 para el teatro de comedias en el palacio de presidentes: 400 para el de la jura en la plaza: 200 para esparcir en moneda de á 2 reales: 130 para el retrato de S. M. é iluminación: 100 para festejo de la gente de Petapa, á que se encomendó la comedia de la ciudad con loas, y el resto para gastos inferiores, aprovechándose el arrendamiento del circuito de la plaza para indemnizacion del tablado y toril. Al teatro de la plaza en la jura se manda echar á distancia de diez váras un cerco en contorno: el paseo se ordena seguido de las compañías milicianas de caballería: una comedia se costéa por las milicias de infantería y caballería: otra por los procuradores de la audiencia; y otra por los escribanos. A todos los pueblos del valle se llama, para que vengan con toda, y la mas aparatosa, triunfante, festiva pompa, trayendo cuantas inventivas tengan de celebracion, aplauso y regocijo, vestidos decentemente, en sus caballos, todos los principales y justicias.

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CAPÍTULO 83.

Abasto de carnes.

Smiht lib. 4 cap. 7, hablando del progreso de una colonia, dice: en un pais, que no disfruta ni aun de la mitad del cultivo y poblacion de que es capaz, el ganado se multiplica mucho mas de lo que exige el consumo de sus habitantes, y por lo mismo es de muy poco ó de ningun valor. Así parece sucedió en Guatemala á fi→ nes del siglo 16. Se ha visto, que el año de 1576 se daban en el mercado 28 libras por el real: en cabildo de 3 de marzo de 1587 aparece que se estaban dando 11 libras mas de las que se habian dado el año anterior; y una cédula de 22 de diciembre de 1605, anuncia haberse dado ántes de esta época 40 libras por el real.

Mas ya entonces, entrado el siglo 17, extraña la misma cédula se estuviesen dando 14 libras; y ello sale conforme al valor que tenia el ganado y la piel. En cargo de alcabalas de 6 de noviembre de 1609, se lee una partida de 200 cueros de toro por 300 tostones; otra de 300 cueros de ganado vacuno á 5 reales; y una de mil cabezas de ganado á razon de cuatro tostones: y así no es extraño, que en el tiempo de la cédula se diesen 14 libras por el real.

Sin embargo, el precio de la carne en el mercado no pendia precisamente de la abundancia del ganado: dimanaba tambien de la libertad ó sisa impuesta á su venta. En cabildo de 19 de agosto de 1586 aparece impuesta una de 4 libras, y en el de 3 de marzo de 1587, abolida: en 27 de agosto de 1609 resulta quitada una; y mas pronto en 7 de setiembre inmediato cargada otra, para cuya abolicion se acuerda hacer toda gestion.

Acerca del surtimiento del mercado, un artículo de acta de 28 de febrero de 1609, dice: tratóse sobre la carne de abasto de la ciudad, y atento que an dado en pregones, y no a abido hasta ora persona que se quiera obligar á dar carne abasto, se mandó á pregonar, que si oviere persona que se quiera obligar, se le dará á la persona que mejor baja hiciese, cinco mil tostones prestados hasta el dia de navidad fin deste año, dando fianzas para la paga de ellos á comercio del cabildo desta ciudad. Otro de la de 7 de setiembre siguiente, dice. Así mismo se acordó que las carnicerías desta ciudad, se traigan en pregon declarando que à la persona que se

quisiere obligar á dar carne abasto á esta ciudad por todo el año de seiscientos y diez hasta las carnestolendas del de seiscientos y once, se le prestarán cuatro mil tostones con fianzas á comercio del cabildo para volverlos el dia de navidad fin del año. Estos préstamos, segun otras actas, se hacian de bienes de difuntos, y tambien de las alcabalas.

Gage, con respecto al tiempo que estuvo en esta capital, que fué por los años de 1627 á 1637, al cap. 18, dice. Carne de res hay bastante sin excepcion mas que en todas partes de Amèrica, como se ve por la cantidad de cueros, que anualmente van de Guatemala á España, donde matan mas el ganado por el interes de los cueros, qué tiene en España. La carne estaba tan barata, que daban trece libras y media por medio real; siendo ésta la moneda mas pequeña equivalente á cinco peniques. Sin embargo que todo el pais cerca de Guatemala tiene estancias grandes, ó haciendas para criar ganado hasta el Golfo-dulce, llegaba mucho de Comayagua, San Salvador y Nicaragua. Pero sobre todo, las estancias grandes estan hácia la costa del sur, en donde habia un repastor, que en su propia hacienda contenia 40 mil cabezas de ganado grandes y pequeñas, ademas de muchos cimarrones que se mantenian sueltos en las montañas; los cuales no se podian juntar, y se cazaban como puercos de monte, y les tiraban diariamente por recelo que se multiplicasen, y dañasen el demas ganado. Yo he estado presente en una feria en la villa de Petapa con un amigo mio, llamado Lope de Chavez, que era obligado de proveer de carne seis ó siete poblaciones, quien en un trato con un mismo sujeto compró seis mil cabezas de ganado, grande y pequeño, pagando uno con otro á diez y ocho reales, ó nueve shelines.

Habla tambien este escritor del abastecimiento de carnero, y dice. Ademas de que no falta carne de res, hay tambien de carnero en Mixco, Pinula, Petapa, Amatitan, y el Fango, y otros lugares. Yo vivia con Alonso Zapata, que mantenia cuatro mil carneros. En consecuencia está provisto el pais de bastimentos baratos que es imposible encontrar un pobre, porque por medio real el mas pobre tiene carne para una semana, y lo mismo cacao y pan de maiz,

Andando el tiempo, la sisa de la carne prevaleció en beneficio de los propios; y ya en cédula de 20 de octubre de 648 es amparado el ayuntamiento en el prometido de carnicerías, y de los pue

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blos de su valle, quedando adjudicado á los fondos de la ciudad, para sus necesidades, dice la cèdula, y cosas inescusables de obras públicas, fiestas y otros gastos. Ya entónces se sacaban las carnicerías al pregon sin habilitacion, prefiriéndose la postura, que bajaba mas el precio de la carne, y subia mas el prometido para propios.

El abasto de carnero, que no estaba sugeto á sisa, se mantenia, segun parece en cabildo de 2 de junio de 1643 en el pié de tres libras por el real: el de res que lo estaba, resulta en 7 de diciembre de 1666 en cuantía de catorce libras con el prometido de mil pesos para propios. En 23 de agosto de 667 aun conserva el de carnero la de tres libras, hasta el remate que se menciona en 22 de agosto de 670, en que desciende á dos libras y media, y no se ve bajar á dos libras netas, sino acabado el siglo y comenzado el siguiente en cabildo de 20 de junio de 1702:

El prometido para propios sufrió algunos menoscabos. En junta de hacienda de 17 de octubre de 1665 entre otros arbítrios para dotar el castillo de Granada, se propuso el que concurriese á su dotacion el prometido de carnicerías; y ya se ve puesto en ejecucion con las de los pueblos del valle el año de 1679, en el cual corren partidas de enteros hechos en la caja por el abastecimiento de Santa Maria de Jesus, San Juan del Obispo, Mixco, Santiago, San Lucas, San Martin, San Raymundo y otros pueblos de la costa. El arbítrio fué aprobado en cédula de 26 de febrero de 1687; y luego incluido el prometido de carnicerías de la misma capital, se ve en cabildo de 19 de febrero de 1703 que de 1200 pesos que comprende, 400 son para castillos, y 800 para propios: mas adelante en 709 son 800 pesos para castillos y 200 para propios: en 710 para castilllos 800, para propios 600: en 712, para castillos 800, para propios 750: en 1721 para castillos 800, para propios 600; y lo mismo en 725, para castillos 800 y para propios 600.

Cuando no habia postor para el abasto, ó la postura no era admisible, se hacia por repartimiento, esto es, se distribuia el cargo de abastecer, entre los criadores y dueños de ganado, dándose por base el número de libras que se regulaban al precio de un real, y prorateándose el contingente de la cantidad que se regulaba de prometido para castillos y propios. En 1 de abril de 1705 por auto del superior gobierno oido el fiscal y préviamente el ayuntamiento, se fijaron doce libras por el real, 400 pesos para castillos

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