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cera de la Habana, dos de cordovanes, y 2 de jabon: 18 docenas rebozos de media seda, 8 de corriente de hilo, 12 de ordinarios de colores, so de cordovanes engrasados, 18 de baldreses: dos cajones de géneros asiáticos y dos de loza de China. Un comunicado de la gaceta llama a este paquebot por irrision el Fénix del sur; pero injustamente, porque no podia restaurarse repentinamente, lo que habia caducado á pausas, y siempre es laudable, quien dió un paso hacia el bien. Por una especie de contradiccion el censor del Marte clama por el comercio libre con Manila, puesto bajo una poderosa compañia en cédula de 10 de marzo de 785, y vitupera sus limitaciones: sin duda guardó sus alabanzas para el primer empresario de él, que debia ser mas feliz.

CAPÍTULO 55.

Obstáculos de la navegacion en el mar del norte.

Los obstáculos que tuvo la navegacion del pais en el mar del norte se encuentran idénticos, y acaso mas marcados que en el mar del sur, á saber: la persecucion de los corsarios y la falta de proteccion. En el mar del sur se ha visto á Acapulco fortalecido, y que mantenia tres navíos de cuenta de la real hacienda para el comercio de Filipinas, dos en carrera y uno de reserva, que precisamente guardaba el puerto y la costa, y cuyo calor por necesidad debia abrigar las otras embarcaciones del territorio. En el Perú se ha visto tambien fortalecido el Callao, y ademas unas embarcaciones armadas de cuenta de la hacienda real, y otras reunidas al interes del comercio de España que se hacia por Panamá; y sobre carecer de todo esto Guatemala, y de ser privada en detrimento de su navegacion de un comercio activo por aquel mar, fué obligada al pasivo en fomento de la navegacion vecina.

Lo mismo viene sucediendo en el mar del norte. En primer lugar los puertos de la Habana en Cuba, y los de Santo Domingo y Puerto Rico en las islas de este nombre son fortalecidos mediado el siglo 16, y mas adelante lo son, segun relacion de Alcedo, Portobelo, con tres castillos denominados San Felipe, Santiago y San

Gerónimo: Cartagena con seis, bajo la advocacion de San Luis, Santa Cruz, Castillo viejo, San José, San Felipe y el Pastelillo: en el mismo tiempo Veracruz muda de sitio para se mejor fortificado.

Del reyno de Guatemala habian sido fortalecidos Trujillo, Talamanca, el Desaguadero y el Golfo-dulce; pero no duraron sus presidios. Gage el año de 637 prefirió el camino del Rio Suerre, al de Talamanca, lo que no habría hecho teniendo este último guarnicion. En todo el proceso de la invasion de Granada el año de 665, y fortificacion del desaguadero el año de 69, no se hace mencion, ni aun de los vestigios del fuerte de Santa Cruz. Trujillo no tenia otro resguardo que el vecindario de la ciudad. El puerto de Caballos habia sido abandonado por el de Santo Tomas; y la poblacion misma de Santo Tomas habia pasado con su alcalde ma. yor y comandante al fuerte de Bustamante en el Golfo-dulce, destituido hasta de sus armas.

El ayuntamiento de esta ciudad, hablando del último, en memorial dirigido al rey en 4 de marzo de 1586, dice: le parece V. M. se sirva de entender que el Golfo-dulce, á donde no se puede entrar si no es con lanchas por ser vajíos, es en el que convendría oviese algun reparo, porque es la lonja donde se recojen todas las mercadurías que vienen en los navíos de Honduras, y de allí en récuas se sube a esta ciudad é á las demas del distrito desta audiencia, é por no aver avido jamas en él mas que un hombre con sus criados, que recibe como encomendero la ropa de todos los mercaderes, y de allí la va entregando á las récuas que sus dueños en→ vian, que la meten la tierra adentro.

Luego, lamentando la falta de fortificacion, añade. La experiencia a mostrado, que por no tener otra guarnicion de reparo, un ladroncillo con una sola lancha mal harmado entró el dicho Golfo é robó el dinero que halló así de vuestro real aver procedido del almojarifazgo, como de particulares é tomó el vino é bastimentos que ovo menester, y fué Dios servido que no hiciese otro daño, que pudiera pegar fuego á toda la hacienda que allí estaba é casas con que quedaban destituidos mucha suma de vecinos de Castilla y des ta tierra, porque avia en el dicho Golfo duzientos mil tostones de ropa, é por no aver en él mas que una guarda, le fué forzado uirse al monte. Esto se podría reparar con hacer en él alguna casa fuerte, porque el sitio de su naturaleza lo es, é con poca preparacion podría estar seguro en cualquier ocasion.

Adam Smith, en la Riq. de las nac. lib. 5 parte 3, hablando de la proteccion que el soberano debe á la sociedad, del cargo de defenderla de la invasion de otras sociedades, y de los gastos que le corresponde hacer en la institucion y conservacion de los establecimientos públicos, en cuyo número incluye los puertos, enseña: que segun el periodo en que se halla la sociedad, y cuando el estado de adelantamiento á que ha llegado es tal que ellos producen renta y espensas para costear su mejoramiento y resguardo, deben éstos hacerse de su cuenta. Tal era la pretension del ayuntamiento de esta ciudad, cuando, descubierto el puerto de Santo Tomas en 604, pedia en 607 su fortificacion y presidio en instruccion de que se ha hecho mérito, remitida á Alonso de Ibar su solicitador en España, dicéndole. Ha de hacer Vmd. gran instancia y suplicar que S. M. mande y ordene que de su real hacienda se fortalezca este puerto y ponga en él presidio de soldados: pues no es esta ciudad y provincias de tan poca importancia al servicio de S. M. que esté sin la fortificacion y defensa que los demas puertos, que muchos sin ser de tanta consideracion é interes lo estan; y despues de otras razones, añade: teniéndose atencion á que aunque de otras partes vaya mas plata y dinero, de ninguna tantos frutos y derechos de ellos para S. M. Pero nada se adelantó, y todo quedó en el mismo estado.

En el libro de alcabalas de este tiempo, corre razon de las cobradas el año de 1610, y en ella la de las ventas de la cargazon de las náos venidas al puerto de Sato Tomas el año anterior, de que fué maestre Gerónimo de Arrieta, y por la cuantía que ellas montan puede conjeturarse la baja que el comercio tenia ya á los veinte y cinco años. Las ventas son como sigue: 120 quintales de hierro en cantidad de 2400 tostones: otros 2 quintales de hierro y 2 de herrage caballar en 711 tostones: 18 pares de chapines y 12 resmas de papel en 231: 100 botijas de vino en 1250: otras 200 en 4500; y 150 en 2250: una cargazon de mercadurías de Pedro Lopez de Sevilla á Cristóval Ibáñez vecino de esta ciudad, en 5286 tt. 2 reales: otra cargazon de mercadurías Antonio Jovel de Sevilla al mismo Ibáñez en 5105 tt. 2 reales: otra cargazon Francisco Zeron de Sevilla al mismo en 4966 t. 1 real: otra Martin de Mendizábal á Juan Martinez en 2776 t. 2% reales: otra Diego Rosales á Tomas de Verdia en 7703 t. un real: otra Juan de Bergara al capitan Pedro de Solórzano en 6948: otra Antonio de Villapando á An

dres de Espisa en 5697: otra Fernando de Palma á Cristóval de Santana en 4678; y otra Francisco Abarca á Alonso Alvarez en 8328. Todas ellas hacen la cuantía de 62831 tost. 1 real, que son 31415 pesos 5 reales, casi una cuarta parte de los 200 mil tostones de ropa afuera del vino que habia en el Golfo el año de 1586; y aparece rebajado el comercio en tres cuartas partes, y reducido á casi una sola. Por otro respecto no es de estrañar la menor cuantía de mercadurías, habiéndose ordenado por cédula de 13 de febrero de 608, segun queda referido, que las náos de Honduras trajesen cada una ocho piezas de artillería de bronce, cuya cargazon debia estorbar y disminuir la de otros efectos.

La segunda especie de proteccion dispensada á Nueva-España, y no prestada á Guatemala, fué el impulso de la navegacion. La cédula de 13 de junio de 590, de que es tomada la ley 9 tít. 18 lib 4, dice. Los vireyes de Nueva-España dén las órdenes que convengan, para que continuamente se lleven bastimentos á la isla de Cuba, de forma que esté bien abastecida, y de esto tengan muy especial cuidado. Las órdenes que convenian á este efecto, comprendian la abundancia de los frutos de tal provision, el fomento de su comercio; y para la navegacion, siendo al propio tiempo el virey general de la armada, eran convenientes las respectivas á la seguridad de las embarcaciones, á la construccion de ellas y responsabilidad de sus pilotos, á la continuacion de viages, al buen éxito de ellos, á la utilidad de sus interesados, y en fin, á todo lo que llenase un cuidado no comun, sino muy particular.

Con los presidentes de Guatemala no se encuentra ley ni cédula que hable sobre este punto, ni providencia que los obligue á dar órdenes para que se embarquen bastimentos, ni cargo que tuviese de estar proveida de ellos ninguna isla ni provincia, ni que de ello debiese tener algun cuidado comun ó particular. Para esta pretericion, es menester repetirlo, debe buscarse otra causa, que no sea la pobreza del pais. Una instruccion del ayuntamiento ya mencionada de 16 de abril de 1572, solicitando Universidad, califica la tierra de abundante de mantenimientos; y Remesal lib. 2 cap. 1 de mas bien proveida y barata que otras. Asi es que aunque la ciudad de Panamá, en carta de 24 de setiembre de 595 que se ha transcrito, pide á la de Guatemala los mantenimientos que en esta tierra abundan, y en aquella faltan, ni el ayuntamiento solo tenia posibilidad para ello, ni los presidentes cargo de dar órdenes

al efecto. Juatros trat. 5 cap. 17, hace mencion de una fragata de Trujillo, que espontáneamente viajaba á Jamaica. Echevers en su ensayo, hablando de esta época, anterior precisamente al año de 630, dice: en otro tiempo se enviaban para España crecidas cantidades de azúcar de Trujillo, hasta que los piratas desolaron a quella ciudad. Gage, que se retiró de Guatemala por los años de 637 p. 3 cap. 2, despues de hablar del ingenio de azúucar de los domínicos, trata del de Zabaleta, en tieras que adquirió cerca de Petapa, comenzando á traginar primero con dos mulas, y contando despues el caudad de 500 mil ducados: todos los años, dice, fabrica una gran cantidad de azúcar, vendiendo una parte en el pais, y mandando el resto á España. Luego trata de un trapiche de Agustinos á media legua; y por último del ingenio de Pedro Crespo, gefe de la casa de postas, en la inmediacion de Amatitan, en que hay, dice tambien, un molino mas grande que el de Zabaleta: todos los cuales, añade, contribuyen mucho á la riqueza de Guatemala, y á su comercio con España.

.. Algunas provincias del Perú y de Tierra firme tampoco fueron olvidadas en órden á su comercio y navegacion. En cédula de 18 de febrero de 595 que forma la ley 10 del mismo tít. se manda á los vireyes del Perú tengan cuidado de que la ciudad de Panamá esté bien proveida de bastimentos, y que à los valles de Trujillo y Saña no se impida llevarlos á esta ciudad: en efecto nota Alcedo, que esta provincia en el puerto de Charrepe cargaba muchos navíos de frutos para Panamá. En otra cédula de 29 de marzo de 621, de que son tomadas las leyes 11 y 12 siguientes, se trata en la misma forma de que Cartagena sea provista de mantenimientos de las provincias de Santa Marta y la Hacha; y que Portobelo lo sea de las circunvecinas á Panamá. He aquí la tierra adentro y litoral del Perú, con el cargo de abastecer á Panamá, la circunvecina de Panamá á Portobelo, y la interior y litoral de Tierra firme á Cartagena, y todas ellas protegidas en la libertad del tráfico lejano.

Unicamente con las provincias internas de Guatemala no se cuenta para que, surtan de mantenimientos á sus puertos, ni para que las litorales y circunvecinas à ellos acudan á otras distantes, ni á sus presidentes se encarga el cuidado del surtimiento de puerto alguno propio ó vecino, ni la libertad del tráfico de las provincias de su mando, que harto la necesitaban. Panamá en carta que se ha citado de 22 de enero de 694 pide bastimentos de harinas y

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