Imágenes de páginas
PDF
EPUB

Pocas veces se habian reunido contra uno de los gobernadores de América tantos i tan tremendos cargos como los que contenia aquel espediente contra don Juan Henriquez. Sin embargo, la reina, que en 1670 habia mandado vijilar la conducta de ese mandatario, autorizando al virrei del Perú para separarlo del mando si lo creia conveniente, no tomó ninguna resolucion definitiva en presencia de los hechos acumulados en aquella acusacion. Por cédula de 28 de mayo de 1674 se limitó a enviar al virrei del Perú, conde del Castellar una relacion sumaria de las cartas i memoriales en que constaban las competencias entre el gobernador de Chile i el oidor Peña. "Os ordeno, agregaba, que luego que la recibais, os informeis mui particularmente acerca de lo que por una i otra parte se refiere en las dichas cartas, testimonios i papeles, i me deis cuenta de lo que acerca dello inquiriéredes, para que visto en el dicho consejo (de las Indias), se resuelva lo que convenga." Pero ni entónces ni mas tarde volvió a hablar la reina de los motivos que habia para separar a Henriquez del gobierno.

Esta conducta parece a primera vista inesplicable. Sin embargo, no debe estrañarse que en el torbellino de intrigas grandes i pequeñas que se cruzaban en torno de la reina, i que constituian la vida política de España en esa época, los adversarios i los parciales del gobernador de Chile pasasen por las alternativas de favor o de desgracia, i que éstas produjesen esos cambios. Pero don Juan Henriquez, por otra parte, contaba en la corte con el apoyo de los protectores mas poderosos que se

a España, pero la condesa viuda burló esta tentativa, segun se ve por la carta siguiente dirijida a la reina gobernadora.

"Señora: Entre los papeles del conde de Lémos hallo una carta orijinal que le escribió el conde de Peñaranda, siendo presidente del consejo real de las Indias, en que viene inserto un decreto de V. M. para mudar del gobierno de Chile a don Juan Henriquez en caso que sus procedimientos no sean iguales a las obligaciones del puesto que ocupa (es el documento que hemos copiado en la páj. 176 del testo). "Para tomar resolucion en esta materia, hizo el conde de Lémos la causa cuya copia va con ésta. Hame parecido ponerle en manos de V. M. con un tanto autorizado de la carta para que con su vista determine lo que fuere de su mayor servicio. "La causa orijinal queda en el archivo del acuerdo (audiencia) porque los oidores que fomentan a don Juan Henriquez me la pidieron, i la entregué al escribano. Vine en ello por escusar mayores inconvenientes, reteniendo tres copias autorizadas que iré remitiendo al consejo (de Indias) en las ocasiones que se ofreciere. Guarde Dios la católica real persona de V. M. como la cristiandad ha menester. Lima, julio 1.o de 1673.-Lo condesa de Lémos."

Estos pequeños incidentes contribuyen poderosamente a darnos a conocer como se gobernaban en esa época las colonias del rei de España, i los artificios que los mas altos funcionarios empleaban para burlar la vijilancia del soberano,

podia tener en esos tiempos. Eran éstos los padres de la Compañía, cuyos intereses habia favorecido en Chile por todos los medios que estaban a su alcance. En sus comunicaciones representaban a la reina gobernadora el cristiano celo con que Henriquez atendia al progreso de la relijion, a la fábrica de templos, al socorro de los misioneros i al mismo tiempo al mejor acierto de los negocios de gobierno. En sentido análogo informaban el obispo de Santiago, los cabildos seculares de esta ciudad i de Concepcion, i algunos de los oidores de la real audiencia (23). Todos ellos presentaban a don Juan Henriquez como el modelo de los buenos mandatarios, que sabia reprimir los avances de los indios i mantener la paz i la concordia en la colonia, ejecutando a la vez grandes trabajos de utilidad pública. Ademas de esto, por mas empeño que el virrei i sus allegados pusiesen en mantener secreta la informacion que se levantaba en Lima contra el gobernador de Chile, éste tuvo conocimiento de aquellos manejos i se apresuró a contrarrestarlos. Dos individuos que acababan de llegar del Perú, le revelaron que en Lima habian sido empeñosamente solicitados para prestar declaraciones contra su conducta administrativa; i, haciendo comprobar la efectividad de estos hechos, Henriquez remitió a la corte los documentos del caso para desautorizar aquella informacion (24).

Don Juan Henriquez tuvo en esa ocasion otros sostenedores que le ayudaron a salir airoso de la tempestad que contra él habian provocado sus enemigos. Tenia, como dijimos, dos hermanos ventajosamente

(23) Carta del obispo de Santiago a la reina gobernadora, de 12 de abril de 1672. -Id. de la audiencia, de 20 de agosto del mismo año.-Id. del cabildo de Santiago, de 29 de abril de 1672.—Id. del cabildo de Concepcion, de 29 de enero de 1674.

(24) Llamábanse estos individuos Agustin de Hevia Vergara, capitan de un buque mercante que hacia el comercio entre Chile i el Perú, i Francisco de Tarragona, capitan del ejército de Chile. El gobernador hizo tomar a ámbos declaraciones juradas, al primero en Valparaiso el 28 de enero de 1673 i al segundo en Concepcion el 4 de febrero del mismo año. Ámbos confirmaron la verdad de los hechos revelados, i sus declaraciones fueron remitidas a Madrid para demostrar con ellas la parcialidad con que se habia hecho la informacion secreta de Lima. Insistimos en estos pormenores, volvemos a repetirlo, para señalar la imposibilidad eǹ que se hallaba el gobierno de la metrópoli para conocer exactamente la verdad acerca de la conducta funcionaria de los mandatarios de América.

Poco mas tarde, en diciembre de 1673, un fraile de San Agustin llamado frai Juan Ugalde Salazar, firmaba, al parecer espontáneamente, una retractacion de las acusaciones que habia escrito contra el gobernador Henriquez, declarando que hizo esto último por sujestiones del oidor Peña,

colocados en el Perú, que lo mantenian al corriente de lo que se tramaba en contra de él (25). Por influjo de ellos, sin duda, el tribunal del consulado, el cabildo secular i el tribunal de cuentas de Lima informaron a la reina gobernadora de los benéficos efectos producidos para la paz de Chile i para el comercio del Perú por la administracion prudente i legal de don Juan Henriquez, que suprimiendo las trabas puestas por sus antecesores al tráfico de naves, habia hecho cesar la carestía de los artículos chilenos en los otros mercados del virreinato (26). Todos estos informes, emanados de fuentes tan diversas, i artificiosamente preparados, debian, naturalmente, nuetralizar los malos efectos de la informacion levantada contra la conducta del gobernador de Chile.

administra

tivos.

5. Trabajos 5. Pero cualquiera que fuese la verdad de los cargos que se hacian al gobernador, i reconociendo que algunos de ellos, así como su evidente parcialidad por la familia de don Francisco Meneses, estaban fundados en hechos exactos, i que eran la simple manifestacion de la inmoralidad i del desgobierno que se habian arraigado en la administracion española, es preciso reconocer tambien que don Juan Henriquez compensaba sus defectos con grandes cualidades i con notables trabajos de utilidad pública. Aunque provocado por la persistente hostilidad de algunos de los oidores, este gobernador se abstuvo prudentemente de apelar a los actos de violencia que habia hecho tán odiado al gobierno de Meneses i que produjeron la estrepitosa caida de este mandatario. Léjos de eso, él supo atraerse por los medios de suavidad i de discrecion a muchas personas que parecian dispuestas a ser enemigos suyos (27). En el ejercicio del poder públi

(25) Estos hermanos eran el ya nombrado don Francisco Henriquez, caballero de la órden de Calatrava i chantre de la catedral del Cuzco; i don Gabriel, caballero tambien de la misma órden, i establecido en Lima. En Madrid tenia el gobernador otro hermano llamado don Luis, que en algunas ocasiones tomó su representacion ante el consejo de Indias para justificar su conducta i presentar documentos que la abonaran.

En cuanto al otro hermano, don Blas Henriquez, que vino a Chile i que figuró como secretario i consejero del gobernador, se volvió al Perú en 1675, i falleció en Lima un poco despues.

(26) Carta del consulado de Lima a la reina gobernadora de 2 de setiembre de 1671.-Id. del tribunal de cuentas, de la misma fecha.—Id. del cabildo secular de 7 de setiembre del mismo año.

(27) El mismo oidor don Juan de la Peña Salazar, que segun hemos referido en las pájinas anteriores, habia sido un enemigo tenaz i persistente del gobernador Henriquez i el mas encarnizado de sus acusadores, depuso mas tarde sus odios.

co desplegó tanta laboriosidad como intelijencia en beneficio del pais que le habia tocado gobernar.

A pesar de la pobreza del tesoro real i de las escaseces constantes del cabildo de Santiago, el gobernador supo procurarse recursos para acometer obras que habian arredrado a sus predecesores. Trajo hasta la ciudad el agua de las vertientes que nacen en la falda de la cordillera, i construyó en la plaza principal de Santiago una fuente necesaria para el servicio i adorno de la república," decia el mismo. "Queda hoi, escribia en diciembre de 1672, en toda perfeccion la fuente, mui hermosa, con treinta i tres caños de agua que arroja mui copiosa." Era una pieza de bronce, de pobre gusto artístico, pero de evidente utilidad, fabricada por un artífice llamado Alonso Melendez que habia prestado sus servicios en la fundicion de cañones. En ese mismo año construyó sobre el rio Mapocho un puente de cal i piedra, de seis

En 1676 el oidor Peña fué encargado de levantar en Santiago una informacion sobre el estado del reino de Chile bajo el gobierno de don Juan Henriquez, irecojió, al efecto, numerosas declaraciones que eran en su totalidad favorables a ese mandatario. Asociado con otro oidor, don Diego Portales, que acababa de llegar a Chile, firmaba en octubre de 1678 un estenso memorial dirijido al rei, en que, haciendo un resúmen de aquella informacion, se tributan los mas ardientes elojios a la conducta administrativa de ese gobernador.

El cronista Córdoba Figueroa, que trató de cerca a los contemporáneos de don Juan Henriquez i que pudo recojer de boca de ellos la tradicion ántes de ser adulterada por el tiempo, ha trazado un retrato de ese gobernador en el cap. 8 del último libro de su Historia, que debe acercarse mucho a la verdad, i que coincide con nuestras apreciaciones formadas en vista de los documentos de la época. Dice así: Era el gobernador de consumada prudencia i de singulares máximas de política. Miraba con aprecio i distincion a las personas eclesiásticas i seculares que le pareció podrian servirle para el desempeño de su residencia. Fué el gobernador que mas rico ha salido del reino: muchos reputaron su caudal por el de un millon de pesos; algunos, poniéndolo en lo promediado, lo estendian en setecientos mil pesos, segun lo tenemos visto i oido a personas dignas de credulidad, sin que sea exceso, segun las entradas que diremos al fin de su gobierno. I siendo el interes distante del servicio del rei i utilidad pública, este caballero parece que supo unir lo disconforme, pues dejó a Chile en paz, distribuyó en el vecindario indios i aun en las relijiones i adelantó tanto su caudal, como dejamos dicho; i bien advertido de que las dichas ofenden i las soberbias irritan, su fina política siguió el consejo que dió Mecenas a Augusto, de que se mostrase en el tribunal severo i en su casa afable. Historia de Chile, libro VI, cap. 8. I en el cap. 12 repite los mismos conceptos, esplicando en qué consistian algunos de los negocios que enriquecieron a don Juan Henriquez, el principal de los cuales era comprar el trigo en yerba, es decir, ántes de la cosecha, i a ínfimo precio, para venderlo el año siguiente al ejército por su precio corriente, lo que le producia una entrada mui considerable.

ojos, para asegurar una comunicacion permanente entre la ciudad i las chacras o huertos que proveian a su alimentacion, i lo situó enfrente del nuevo templo de la recoleccion franciscana que se edificaba en la banda norte del rio (28) Inició igualmente la obra de los tajamares para resguardar la ciudad de las inundaciones del rio, obra que solo pudo terminarse en 1678, con el empeño que en ella puso el correjidor de Santiago don Pedro de Amasa. Desde el terremoto de 1647, el cabildo de Santiago funcionaba en un edificio provisorio, hecho de madera estraida de entre los escombros amontonados por aquella catástrofe. El gobernador Henriquez emprendió, con la cooperacion del correjidor Amasa, una nueva construccion que pudo instalarse el 25 de agosto de 1679. A estas obras de carácter civil, habria que agregar

(28) Carta de don Juan Henriquez a la reina gobernadora, de 25 de diciembre de 1672.—Estas obras públicas, aunque de proporciones i de costos mui modestos, fueron celebradas por los contemporáneos que reconocian su indisputable utilidad i la escasez de recursos del gobierno i de la ciudad para llevarlas a cabo. Recomendando el obispo de Santiago la conducta funcionaria del gobernador Henriquez, escribia en 12 de abril de 1672 lo que sigue: "Atiende mucho (el gobernador) a la fábrica necesaria i conveniente del puente que se está fabricando sobre el rio de esta ciudad; el cual tomando agua crece mucho, ahogándose en él muchas personas, i quitando el acarreo del sustento comun que viene de las chacras comarcanas a este lugar. I mediante su cuidado i desvelo se ha hecho en la plaza de él una fuente de bronce mui hermosa que no solo la adorna sino que abastecerá con sus aguas a todos los habitadores de ella."-Los padres jesuitas, recomendando diez años mas tarde ante el rei a don Juan Henriquez por los servicios que habia prestado a Chile du. rante su gobierno, se espresaban en los siguientes términos: "Ha reedificado su celo las casas del ayuntamiento mui suntuosas, i una hermosa fuente de bronce en la plaza con pública utilidad, una puente con seis ojos a su rio, i con no menos seguridad ha contenido sus inundaciones que en varios tiempos han hecho notable daño, i hoi con un fuerte tajamar no solo ha prevenido los que contínuamente se estaban temiendo sino que en su misma madre ha añadido mucho terreno a la poblacion, viéndose ya en sus cascajales calles formadas de casas, huertas i aun viñas, a que se han adelantado los vecinos por la seguridad que reconocen." Carta de los jesuitas de Santiago al rei, de 24 de marzo de 1682.-Conceptos iguales a éstos se hallan en el informe citado de los oidores Peña i Portales.

El puente construido sobre el Mapocho por el gobernador Henriquez, ocupó el mismo lugar que hoi tiene el denominado "puente de palo," i fué el primero que tuvo este rio. Servia para comunicar la ciudad con las chacras i molinos de la ribera norte, en la parte que hoi llamamos barrio de la Recoleta, i que desde entónces comenzó a poblarse de casas de habitacion.

La fuente que ese gobernador levantó en la plaza de Santiago subsistió en ella hasta el año de 1838, en que fué reemplazada por la que hoi existe. La primera, trasladada entónces a la Alameda, se halla ahora colocada en la plazuela de la Recoleta, donde continúa prestando el mismo servicio a que se la destinó en 1672.

« AnteriorContinuar »