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encargo al maestre de campo Jerónimo de Molina, militar de grande esperiencia en aquellas guerras, i puso bajo sus órdenes seiscientos soldados españoles i un cuerpo de indios auxiliares que servian a sueldo. Este cuerpo, encargado de penetrar en la Araucanía por el lado de Yumbel, avanzó hasta cerca de la ribera norte del rio de la Laja, donde acampó una noche de mediados de noviembre. Los dos ejércitos se encontraban sin saberlo uno enfrente del otro i separados solo por el rio. Un yanacona llamado Tanamilla, que servia entre los españoles, estraviado en la marcha, se habia adelantado a los suyos, i llegó hasta el campamento de los indios. Volviendo cautelosamente atras, fué a dar al maestre de campo la noticia de la proximidad del enemigo. Inmediatamente se dispuso el ataque. Los españoles favorecidos por la luz de la luna, pasaron el Laja a media noche por el vado de Curanilagüe, un poco al oriente del famoso salto o catarata que forma el rio por un rápido cambio en el nivel de su cauce. El estrépito producido por la caida de las aguas facilitó aquella operacion, de tal manera que todo el ejército se encontró en la ribera opuesta sin ser sentido por los indios. El maestre de campo Molina dividió su ejército en dos cuerpos, i dispuso que uno de ellos mandado por el sarjento mayor don Martin de Erízar asaltara al enemigo por su retaguardia, mientras el otro, capitaneado por el comisario Luis de Lara, caia por el frente. El ataque se empeñó ántes de amanecer. Los indios, sorprendidos durante el sueño, solo pudieron oponer una desordenada resistencia. Algunos pelotones se batian denodadamente, pero muchos otros huian hácia la cordillera, o se precipitaban al rio en medio de la mayor confusion. "En el campo de batalla quedaron muertos seiscientos indios, dice un antiguo cronista, i se aprisionaron mas de doscientos, fuera de los que murieron ahogados i de las heridas en el regreso a su pais" (25). Para consumar su victoria, los españoles emprendieron la mas obstinada persecucion de los fujitivos, i apresaron al caudillo Misque, que fué ahorcado pocos dias despues en las cercanías de Yumbel.

Pocas veces habian sufrido los bárbaros una derrota tan completa. Los fujitivos que lograron salvar la vida llevaron a todas partes la noticia del desastre. Las armas españolas recobraron en esa jornada su antiguo prestijio i afianzaron por algunos meses la tranquilidad en aquellos lugares. Su victoria, que atribuian a milagro (26), dió grande aliento aun a los que desesperaban del resultado de la guerra, i fué ce

(25) Córdoba i Figueroa, lib. VI, cap. 2. (26) Rojas i Fuentes, Apuntes históricos.

lebrada cómo el principio de la restauracion del reino. Todos esperaban que luego seria seguida de mayores ventajas.

El gobernador Porter Casanate no pudo gozar largo tiempo de la satisfaccion que debió producirle este triunfo. Hallábase en Concepcion postrado por una grave hidropesía, síntoma sin duda de alguna antigua afeccion al corazon. Alcanzó a recibir los emisarios de muchas tribus que mandaban ofrecer la paz, como solian hacerlo despues de cada derrota. Habia aceptado las proposiciones pacíficas de los indios de la costa, pero exijia que todos los del interior concurrieran en un propósito comun para darles crédito. Entretanto, sus males se agravaron notablemente, i, por fin, falleció el 27 de febrero de 1662 con la confianza de haber hecho cuanto era humanamente posible por la restauracion del reino, pero con el desconsuelo de saber que sus servicios no eran estimados en su justo valor (27).

En efecto, desde tiempo atras llegaban a la corte noticias desfavorables acerca de su conducta gubernativa. La real audiencia de Santiago informaba al rei acerca de los desastres de la guerra. En 1.o de mayo de 1658 aseguraba que los negocios militares "no se han mejorado nada con el gobierno de don Pedro Porter Casanate. Felipe IV, prestando entero crédito a estos informes, resolvió nombrar un nuevo gobernador. Por cédula de 13 de octubre de 1660 confió este cargo al maestre de campo don Jerónimo de Benavente i Quiñones, que habia servido en la guerra del Portugal i que se hallaba gobernando la plaza militar de Alcántara en la frontera de ese reino. Pero como Benavente no podia partir inmediatamente de España, el rei encargó al conde de Santistéban, que entonces marchaba al Perú a tomar el mando del virreinato, que luego al mismo punto que llegue a la ciudad de los Reyes, sin nueva inspeccion, sin hacer otra dilijencia, busque en aquellas provincias la primera persona de mas crédito, intelijencia en lo militar i político que hubiera en ellas, i le nombre por gobernador i capitan jeneral de esas provincias, enviándole a ellas con el mayor socorro de jente militar que pudiere juntar con buenos cabos, i que, luego que llegue

(27) La fecha precisa de la muerte de Porter Casanate no está mencionada por los cronistas, ni tampoco lo fué por don Diego Gonzalez Montero en una carta de 6 de abril de ese año en que avisa al virrei que ha tomado el gobierno de Chile. En los acuerdos del cabildo debia hallarse la indicacion de esta fecha, pero el libro 16 que los contenia ha llegado a nuestros dias lastimosamente mutilado. Solo en carta del gobernador don Ánjel de Peredo al rei, de 15 de setiembre de 1662 encuentro que Porter Casanate murió el 27 de febrero de ese año.

a esas provincias, tome posesion del gobierno de ellas, dando órden para que el dicho don Pedro Porter, o la persona que las gobernare, cese en ello" (28). En cumplimiento de una órden tan terminante, el virrei, conde de Santistéban, al llegar a Lima en 1661 se ocupó preferentemente en buscar la persona que viniera a Chile a separar del gobierno a Porter Casanate. La muerte libró a éste de ese injusto desaire.

Pocos años mas tarde se reconoció la importancia de los servicios de aquel gobernador. En agosto de 1668, la audiencia daba cuenta al rei del resultado de la residencia tomada a los últimos mandatarios. Pruébase, decia allí, que don Pedro Porter Casanate, cuando vino a gobernar despues del alzamiento jeneral, se conservó lo mejor que pudo, e hizo algunas poblaciones por entónces convenientes." Teniendo que luchar con las mayores dificultades, contrariado ademas por desgracias terribles que no le era dado evitar i ni siquiera prever, terremotos, pestes, naufrajios, adelantó en la medida de lo posible la recuperacion del territorio perdido i la pacificacion del reino. Sus contemporáneos, ademas, tributaron los mas cumplidos elojios al carácter personal de Porter Casanate. "Fué ministro mui vijilante i celoso del real servicio i bien comun, dice Rojas i Fuentes. Lejítimo padre de los soldados en el derecho de sus asistencias, el desprecio que hizo de los esclavos (de la venta de indios en provecho propio) publica su desinteres, dejando su libre comercio al albedrío de los que los apresaban, españoles o indios, siendo esta intervencion el mas solicitado lucro de los que gobiernan" (29).

(28) Real cédula de 13 de octubre de 1660 dirijida a la real audiencia de Chile. Ha sido publicada por don Miguel L. Amunátegui en la Cuestion de límites entre Chile i la República Arjentina, tomo III, pájs. 32-33.

(29) Rojas i Fuentes, Apuntes históricos.

Las noticias que acerca del gobierno de Porter Casanate nos han dejado los cronistas, son mui deficientes i adolecen ademas de numerosos errores, de tal manera que el historiador está obligado a apoyarse principal i casi esclusivamente en los documentos. Sin embargo, existió, i quizas existe, una relacion histórica acerca de su gobierno. Latassa, en su ċitada Biblioteca nueva de escritores aragoneses, tomo III, páj. 234, recuerda un manuscrito anónimo titulado Relacion de los felices sucesos que lograron las armas de España en el reino de Chile el año 1656 que lo entró a gobernar don Pedro Porter Casanate. Desde que el marques de Baides hizo escribir i publicar en España una relacion de los sucesos de su gobierno, los gobernadores subsiguientes imitaron su ejemplo. El manuscrito mencionado por Latassa debia ser una relacion destinada a darse a luz.

CAPÍTULO XVI

GOBIERNOS INTERINOS

DE GONZALEZ MONTERO I DE DON ÁNJEL DE PEREDO: BORRASCOSO PRINCIPIO DEL GOBIERNO

DE DON FRANCISCO MENESES

(1662-1664)

1. Don Diego Gonzalez Montero, gobernador interino durante tres meses.--2. Don Ánjel de Peredo, nombrado gobernador por el virrei del Perú, toma el mando de Chile.-3. Gobierno de Peredo: repoblacion de las plazas fuertes de la frontera i de Chillan.-4. El jeneral don Francisco Meneses nombrado gobernador de Chile: su viaje i su entrada al gobierno.-5. Atropellada conducta del nuevo gobernador: persecucion de don Ánjel de Peredo i del oidor Solórzano i Velasco.— 6. Casamiento secreto del gobernador Meneses.—7. Ruidosas competencias del gobernador con el obispo de Santiago.

1. Don Diego Gonzalez Montero, gobernador interino durante tres meses.

1. Al recibirse en Santiago, en los primeros dias de marzo de 1662, la noticia de la muerte del gobernador Porter Casanate, la real audiencia abrió solemnemente el pliego cerrado en que, segun la lei vijente, el virrei del Perú designaba su sucesor. Aquella provision, firmada cuatro años antes por el conde de Alba de Liste, nombraba gobernador interino del reino de Chile al maestre de Campo don Diego Gonzalez Montero. El cabildo de Santiago lo reconoció inmediatamente en el carácter de capitan jeneral. La real audiencia, por su parte, le negó el título de presidente del tribunal, alegando que por

una cédula de carácter jeneral dada en 1656, el rei habia dispuesto que en los casos análogos la persona designada por el virrei tomaria el mando militar, i que el gobierno civil quedaria a cargo de la misma audiencia. Todas las jestiones de Gonzalez Montero para entrar en la plenitud del mando se estrellaron contra la resolucion inflexible del supremo tribunal para hacer cumplir su primer acuerdo (1).

Gonzalez Montero era el primer chileno que hubiera sido llamado al desempeño de tan altas funciones. Nacido en Santiago por los años 1558, i sobrino-nieto del primer obispo de esta ciudad, pertenecia por su familia al mas alto rango de la aristocracia colonial; pero contaba ademas cincuenta i siete años de buenos servicios militares, en que se habia ilustrado por su valor en centenares de combates i en que habia recorrido todos los grados de la milicia, desempeñado ademas con prudencia i acierto comisiones de carácter civil i, entre ellas, los cargos de procurador del reino de Chile cerca del virrei del Perú, i de correjidor de Concepcion i de Santiago, i habia servido el importante puesto de gobernador de la plaza de Valdivia (2). Pero

(1) La pérdida de las primeras pájinas del libro 16 del cabildo de Santiago no nos permite fijar el dia en que Gonzalez Montero se recibió del mando. Éste, en su carta al rei de 6 de abril de 1662, le avisa que está desempeñando el gobierno interino, pero no señala la fecha en que fué recibido en el mando, ni le da cuenta de sus dificultades con la real audiencia. Aunque los cronistas i los documentos refieren que este tribunal no reconoció a Gonzalez Montero en el carácter de presidente, solo en la carta de don Ánjel de Peredo, que citamos anteriormente, hemos hallado indicada, en mui cortas palabras, la razon alegada para sostener esa negativa.

(2) El marques de Baides, al conferir a Gonzalez Montero, en 1644, el cargo de maestre de campo jeneral del reino, hizo una estensa reseña de sus servicios, de tal suerte que ese título contiene abundantes datos para la biografía de ese capitan. El lector lo hallará publicado en la Historia jeneral del padre Rosales, tomo III, páj. 421.

El nombramiento de Gonzalez Montero para desempeñar el cargo de gobernador en la provincia en que habia nacido i en que tenia su familia, fué desaprobado por algunos funcionarios españoles que veian en ello un grave peligro. El gobernador don Ánjel de Peredo escribia al rei tres cartas diferentes el 15 de setiembre de 1662, i en una de ellas se contraia esclusivamente a hablarle de este asunto. "Pareciendo esta materia digna de la atencion de V. M., decia en ella, informaré con celo de su real servicio los inconvenientes que tiene i los que se han esperimentado de estas sucesiones. Los virreyes nombran siempre tres personas de aquellas que han ocupado el puesto de maestre de campo jeneral de este reino, graduando los mas antiguos, atendiendo solo al puesto que han ocupado, sin averiguar prendas de justificacion, prudencia i celo, habiendo muchos sujetos que son buenos para servir debajo de otra mano i no para sustentar el peso de un ejército, i una provision que tanto im.

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