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las tropas invasoras, abandonaban sus tierras, segun su antigua costumbre, i enviaban emisarios a proponer la paz, algunos capitanes, aleccionados por la esperiencia de aquella larga guerra, creian peligroso el establecerse allí. Meneses, sin embargo, mandó fundar un nuevo fuerte en Puren, i puso en él doscientos hombres bajo las órdenes del capitan Luis de Lara, antiguo comisario jeneral de la caballería i soldado de grande intrepidez. Dejándoles un buen repuesto de armas, municiones i víveres, el gobernador dió la vuelta a Concepcion a fines de marzo, cuando la proximidad del invierno hacia difícil el acometer nuevas empresas (38).

Pocos dias mas tarde, el 18 de abril, llegaba a Concepcion el buque que traia del Perú el situado anual. Ese barco, ademas, era portador de una noticia que debia producir una grande impresion en todos los dominios españoles. Felipe IV habia fallecido en Madrid el 17 de setiembre del año anterior (1665); i el trono iba a ser ocupado por el príncipe Carlos, niño de poco mas de cuatro años de edad, bajo la rejencia de su madre doña Mariana de Austria. Meneses, que con una petulancia inconcebible en los funcionarios de ese tiempo, habia manifestado su desafecto por esta reina, anunciando los trastornos que habian de ocurrir en la metrópoli si llegaba a tomar la rejencia, debió inquietarse sobre manera al saber este suceso. La noticia, aunque cierta, llegaba a Chile trasmitida por comunicaciones particulares; i era preciso esperar el avise oficial para proceder a la proclamacion del nuevo soberano. El gobernador, sin embargo, se desembarazó apresuradamente de las atenciones de la guerra; i dejando éstas a cargo del maestre de campo don Martin de Erízar, se trasladó a Santiago en los primeros dias de junio a pretesto de disponer aquella aparatosa ceremonia.

En esta precipitacion del gobernador habia otro motivo. Sospechando, sin duda, que el cambio de soberano ocurrido en la metrópoli privase a sus amigos i protectores de valimiento en la corte, i temeroso de que en esta situacion llegasen a Madrid informes desfavorables acerca de su conducta, queria tener celosos i autorizados defensores cerca del nuevo gobierno. Al efecto buscó entre sus parciales dos hom

(38) La carta de Meneses al rei, de 25 de octubre de 1666 en que da cuenta de esta campaña, aunque es mui estensa, solo destina a esos hechos unas pocas líneas mui escasas de noticias, i pasa en seguida a hablar sin órden ni método de muchas otras cosas, saltando de unas a otras con aquella volubilidad que casi no permite sacar provecho alguno de la lectura de su correspondencia.

Томо у

II

bres que fuesen a España con el carácter de procuradores del reino de Chile a dar cuenta del estado en que se hallaba i de sus necesidades. La eleccion de Meneses recayó en el capitan don Gaspar de Ahumada, i en el padre mercenario frai Ramon de Morales, capellan mayor de ejército, con quienes habia mantenido las mejores relaciones, i que le habian demostrado la mas probada adhesion; pero solo el segundo de ellos partió a España en desempeño de su comision (39). Seguramente el gobernador pensó tambien en esos momentos en ganarse a algunos de sus enemigos reprimiendo en cierto modo su impetuosa arrogancia; pero su carácter violento i atrabiliario no le permitia persistir largo tiempo en este propósito. Así, al paso que se reconcilió con el obispo de Santiago demostrándole una respetuosa deferencia, se empeñó luego en nuevas rencillas con los oidores, desterrando ignominiosamente fuera de la ciudad a uno de sus miembros, don Juan de la Peña Salazar, i persiguiendo a otros vecinos importantes a quienes atribuia el propósito de fomentar el descontento i de preparar una conspiracion contra su gobierno.

5. Dilijencias de Meneses para incorporar la plaza de Valdivia en el territorio de su mando.

5. Desde los primeros dias de su gobierno, como hemos recordado mas atras, Meneses habia pretendido que la plaza de Valdivia fuese colocada bajo su dependencia. Por cédula de 9 de abril de 1662 habia dispuesto Felipe IV que "el virrei conde de Santistéban agregue al gobierno del reino de Chile el presidio de Valdivia, pero con calidad que si S. E. reconociese haber tales inconvenientes que preponderasen mas que las conveniencias que se habian considerado, lo suspendiese e informase." En virtud de esta resolucion, Meneses pidió al virrei en mayo de 1664 que se le pusiera en posesion de aquella plaza. Espresábale, con este motivo, la resolucion que tenia de fortificarla convenientemente para ponerla a salvo de cualquiera amenaza de enemigos esteriores; pero le manifestaba ademas que circulando el rumor de que el virrei queria nombrar gobernador de ella a don Ánjel de Peredo, dados los antecedentes de este caballero, la autoridad del gobernador

(39) Los procuradores que en nombre del reino solian ser enviados al Perú o a España, iban revestidos de los poderes dados por los cabildos i a veces por las demas corporaciones. En este caso, no veo en los documentos que se dieran tales poderes a Ahumada i al padre Morales. El gobernador en su carta citada de 26 de octubre de 1666, los recomienda al rei como hombres que podian informarlo con verdad acerca del estado de Chile i de sus necesidades; pero el primero de ellos no emprendió el viaje. El padre Morales pasó a España llevando algun dinero para favorecer los intereses del gobernador.

de Chile sufria un notable menoscabo (40). El virrei del Perú no dió contestacion alguna a esta reclamacion, dejando las cosas en el estado que tenian, pero informó francamente al rei contra las pretensiones de Meneses.

Ántes de dos años ocurrió en el gobierno del Perú un cambio importante que iba a alentar de nuevo las esperanzas de Meneses. El 16 de marzo de 1666 falleció en Lima el conde de Santistéban; i la real audiencia tomaba el mando provisorio del virreinato. Meneses, quiso aprovechar aquella situacion, asumiendo, con su arrogancia acostumbrada, una actitud que importaba un verdadero desacato. Sin dar cuenta de sus actos a la audiencia que gobernaba el Perú, "resolvió ejecutar la dicha agregacion (de la plaza de Valdivia), para lo cual hizo despacho a don Baltasar Mejía, que a la sazon, por nombramiento del señor virrei gobernaba aquel presidio, remitiendo al mismo Mejía patente para el gobierno, i otras para los capitanes i castellanos que actualmente servian" (41). Mejía reunió en junta consultiva a los capitanes i oficiales que guarnecian la plaza, î acordó con ellos no aceptar los nombramientos emanados de Meneses i poner apresuradamente todo esto en conocimiento de la audiencia de Lima (42). La conducta del gobernador de Chile dió oríjen a todo órden de sospechas i desconfianzas, i mereció que el gobierno interino del Perú la desaprobase abiertamente. Ya veremos mas adelante las consecuencias que tuvo esta desaprobacion.

Meneses no podia resignarse a no ver satisfechas sus aspiraciones en este asunto. Tan luego como tuvo noticia de la resolucion tomada por el gobernador de Valdivia, se dirijió de nuevo al soberano para quejarse del procedimiento observado por el virrei del Perú. "Pretendia dicho conde, decia, poner en Valdivia sobre el gobernador, i con el título de teniente jeneral suyo, a don Anjel de Peredo, pretendiendo por este camino darme un competidor a este gobierno dividiéndole, para lo cual no solo se hizo esta dilijencia sino cuantas son decibles" (43). En esta virtud le pedia que mandase dar cumplimiento efectivo a la real cédula de 1662, para que, estando esa plaza bajo su

(40) Carta de Meneses al virrei del Perú, de 8 de mayo de 1664.

(41) Relacion de gobierno de la audiencia de Lima, dada en 15 de noviembre de 1667.

(42) Carta del gobernador de Valdivia don Baltasar Mejía a la audiencia de Lima, de 30 de agosto de 1666.

(43) Carta de Meneses al rei, de 25 de octubre de 1666.

inmediato mando, pudiese adelantar la conquista definitiva del territorio ocupado por los indios. Cuando llegó a España esta solicitud, el gobierno de la metrópoli habia tomado las medidas mas decisivas acerca del gobierno de Chile.

6. Tercera campa

ña de Meneses: fundacion de nuevos fuertes i desastre de un destacamento es

pañol.

6. El gobernador tenia dispuesto emprender en el verano siguiente una campaña mas decisiva i eficaz contra los indios. Se les suponia atemorizados i abatidos por los triunfos que contra ellos habia alcanzado el maestre de campo Erízar en diversas correrías que emprendió a principios de la primavera, i se creia poder alcanzar ventajas mas trascendentales todavía. Pero Meneses se vió detenido en Santiago por los deberes de su cargo. A principios de 1667 llegaba a Chile la noticia oficial de la muerte de Felipe IV, i era necesario celebrar los funerales de este monarca i hacer la solemne proclamacion de su sucesor (44). Desembarazado de estas atenciones, el 25 de febrero partia para el sur dispuesto a aprovechar el corto tiempo que quedaba de verano, en la ejecucion de sus planes militares.

Las tropas que debian operar en esta ocasion estaban listas para entrar en campaña. Partiendo de la plaza de Yumbel, que se proponia abandonar para situarla mas al sur, en el territorio mismo de los indios enemigos, el gobernador avanzó hasta Tolpan, a orillas del rio de este nombre, mas conocido en nuestro tiempo con el de Reinaco. Allí, en el punto de reunion de ese rio con el Vergara, mandó echar los cimientos de una plaza militar que debia servir de campamento al tercio encargado de resguardar la frontera por el valle central. Recibió el nombre de San Carlos de Austria, en honor del príncipe que acababa de ser proclamado rei de España; pero situada en la confluencia de aquellos dos rios, espuesta a sus inundaciones i a los ataques de los indios, esta plaza con que Meneses creia haber avanzado la ocupacion del territorio, fué abandonada poco despues i trasladada de nuevo a Yumbel, conservándole su nuevo nombre.

Sin embargo, la facilidad con que el gobernador habia ejecutado esta empresa, sin hallar en los principios resistencia alguna de parte del enemigo, le hizo creer que era posible adelantar mas aun la línea

(44) Segun el libro 18 del cabildo de Santiago, a fojas 143 i 144, las exequias de Felipe IV se celebraron en esta ciudad con gran pompa el 8 de febrero de 1667; i despues de dos semanas de duelo, el 22 del mismo mes, que era mártes de carnaval, se hizo la proclamacion i jura de Cárlos II, en medio de grandes i ostentosas fiestas.

de frontera. Despues de hacer castigar con la pena de muerte a algunos indios prisioneros a quienes se acusaba de haber estimulado el levantamiento de los suyos, el gobernador regresó a Santiago ántes de la entrada del invierno; pero dejó encargo de que se fundasen dos nuevos fuertes algunas leguas mas al sur, uno en el territorio de Repocura, casi en las faldas de la gran cordillera, i el otro en las inmediaciones de donde existió la ciudad de la Imperial. Sus órdenes fueron puntualmente ejecutadas, i en el mes de abril quedó establecido el fuerte de San Carlos de Virquen con una guarnicion de sesenta soldados bajo el mando del capitan don Pedro Paredes (45). El fuerte de la Imperial, que debia subsistir mui corto tiempo, fué, segun parece, fundado algunos meses mas tarde.

La flojedad de la resistencia de los indios en las últimas campañas militares, era el resultado de su convencimiento de que no podian acometer empresa alguna contra las fuerzas españolas mientras estas operasen en cuerpos numerosos i compactos; pero esa misma resistencia debia hacerse otra vez tan tenaz i vigorosa como ántes desde que los indios vieran a sus enemigos fraccionarse en pequeños destacamentos separados unos de otros por largas distancias. Meneses, por su parte, creia que el no haber sufrido ningun desastre, era el resultado de su prevision, i la prueba de que habia doblegado la soberbia altivez de los indios, i hacia celebrar estrepitosamente cada uno de esos hechos de armas que anunciaba como una gran victoria. La fundacion del fuerte de Virquen o Repocura, situado en la rejion de la Imperial que habian abandonado los españoles hacia medio siglo, fué referida como el principio de la reconquista definitiva i completa de todo el territorio. En la capital, muchas personas no querian creer que se hubiese alcanzado una ventaja de tanta consideracion. Un vecino importante de Santiago, llamado don Juan Fernandez Gallardo, que habia sufrido en su fortuna los efectos de los atropellos i violencias del gobernador (46), se atrevió a dudar de la autenticidad de esta noticia, que

(45) Algunos cronistas posteriores dan a este fuerte el nombre de Encarnacion de Repocura.

(46) En octubre de 1666 Gallardo habia sido obligado por el gobernador a venderle en cabeza del suegro de este último, don Francisco Bravo de Saravia, una hacienda que tenia a pocas leguas de Santiago en las márjenes del rio Maipo, i a venderla a censo i por un precio bajo. Gallardo protestó secretamente de este despojo; pero habria quedado consumado si un año mas tarde, sabiendo Meneses que venia un visitador, no se hubiera apresurado a devolver a aquél la referida hacienda para eximirse del cargo que por este hecho resultaba contra él. Véase el curioso do

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