Imágenes de páginas
PDF
EPUB

estimular á los criadores á mejorar las posturas, por lo respectivo á carnes, que de algunos años á esta parte no se han visto tan ventajosas, como tambien las del sebo labrado en velas; á esto la solicitud de préstamos considerables para la compra de maices en tiempos oportunos, de que ha resultado permanezcan en el precio mas equitativo.

¿Cuándo han tenido mas ocupacion los pobres jornaleros que en el tiempo presente? Dígalo tanto número de hombres empleados en la composicion del real palacio, que la estaban pidiendo de justicia; en el escombro, nuevo plantío y fuentes de la plaza de armas, formacion del mercado, nominacion y numeracion de las calles, casas y accesorias de la ciudad, que se ha hecho sobre azulejos, consultando á su permanencia; construccion de la calzada y nuevo paseo, llamado de Revilla Gigedo, reparo del de Bucareli y todas las calzadas, aseo diario de la ciudad, construccion de tarjeas, empedrado, iluminacion y custodia de ella, &c. &c. Ciertamente causa admiracion, ver como se han emprendido y acabado con perfeccion tantas obras, por las muchas acertadas providencias de S. E., estando al mismo tiempo entendiendo en la reforma material y sustancial de la secretaría del vireinato, y oficinas de real hacienda, en la formacion de reglamentos para todo lo conducente á policía, en que no es lo menos considerable, haber conseguido se presenten generalmente vestidos y aseados todos los operarios de la fábrica del tabaco, casa de moneda, &c.; otros para el arreglo del ejército y régimen que debe observarse en las aduanas, para la formacion de sus cuentas; en la de estados, para averiguar con exactitud la poblacion del reino, y aun en dictar reglas para evitar los daños futuros en caso de cualquier incendio; pero crece la admiracion al paso que se reflexiona, que para meditar y resolver tan utilísimos puntos, emplea S. E. el tiempo en la asistencia al teatro y paseo, y en dar al cuerpo el preciso descanso, pues no contento con haber destinado las horas todas del dia y parte de prima noche, en dar audiencia á cuantos la solicitan, y despachar el cúmulo de espedientes que ocurren, continúa la tarea hasta despues de media noche sin intermision alguna; y como á este teson continuado acompaña la vasta comprension de que le ha dotado el ciclo, junto con el arreglo de sus loables costumbres, y una distribucion ordenada de tiempo, consigue évacuar asuntos que en términos regulares, solo se verificaria milagrosamente. Hablo delante de un público que todo lo está observando con asombro, y por tanto no creo se me note de lisonjero.

La minería debe á S. E. entre otras muchas cosas que á los dos meses de su llegada se hubieran verificado las juntas para el arreglo de su tribunal, de que deben esperarse muy favorables resultas á este importante ramo, como de la apertura de su colegio metalúrgico, que se verificará á principios del año próximo; y sobre todo, el que se haya establecido, conforme á una ley del reino dos siglos há dictada, y al art. 152 de la Instruccion de Intendencias, la compra general de plata y oro en las cajas reales de S. M. por todo su intrínseco valor, cuya importante providencia ya ha tenido su cumplido efecto en los reales de San Luis Potosí, Zacatecas y Pachuca, y se espera que oportunamente se estienda á los demas.

El comercio, á mas de deber á S. E. la declaracion acerca de que no se entendiera con los indios comerciantes la restriccion de préstamos, prescrita en bando de 23 de Marzo de 785, sino precisamente con los gañanes, de que ha resultado, que aquellos hayan vuelto á tomar su giro, con utilidad propia y de los españoles. ¿No debe á su influjo el que las tiendas de pulpería de poco principal, y en las que solo se vende pambaso y semillas, en todo el reino, no paguen los treinta pesos anuales que se les habian asignado; el que se aboliera la práctica del marchamo; y sobre todo, que la alcabala volviera á ponerse bajo el pié en que se hallaba antes de la última guerra? Lo cierto es, que cuando S. E. no hubiera tenido parte sino solo en esta providencia, que ya se publicó con la que le precede en bando de 31 de Agosto del año corriente, ella bastaria á inmortalizar su nombre, é imponernos el mas íntimo reconocimiento.

No debe ser menor el de los indios al vigilante celo de S. E., pues cerciorado de que en algunas partes no tenian cumplimiento las reales órdenes que les dispensan de pagar alcabala de los frutos y efectos de la tierra que espenden, ha dado las correspondientes para que se observen con exactitud bajo de graves penas, lo que igualmente que en su beneficio cede en utilidad del público y del comercio.

(2) Habiéndose prescrito por S. E. en bandos de 31 de Agosto de 1790 y 26 de Marzo del siguiente, las reglas que debian observarṣe para la general y diaria limpieza de esta ciudad, por medio de los carros que de dia y de noche la recorren, se ha conseguido con mucha satisfaccion del público, que aun las calles de los arrabales estén ahora mas aseadas que lo estaban antes las del centro, resultando de esto,

segun el comun sentir de los facultativos, que estemos gozando mas salud que antes.

[3] El suelo de esta capital se halla en el mejor estado, á causa de la exactitud con que se observa por las cuadrillas de empedradores el bando de 26 de Marzo de este año, y lo único que hay que sentir es, que el enlosado antiguo no se hubiera trabajado desde los principios como se está continuando ahora con las banquetas por ambas aceras, pues ya se hubiera concluido, con mucho menos costo que el que tuvo, y se ha erogado despues en sus repetidas composiciones.

(4) El beneficio incomparable de la iluminacion, que aunque determinado por otros bandos no tuvo su cumplido efecto hasta que se publicó de órden de S. E. el de 26 de Diciembre de 90, se ha estendido ya casi á todos los barrios, y la general complacencia con que fué obedecida la ligera pension que la sostiene, es el mejor argumento de su utilidad. Es anexa á esta providencia la del establecimiento de los serenos, ó guarda-faroles, que al mismo tiempo que los cuidan son los custodios de la ciudad, y verdaderamente unos criados fieles del público, dispuestos á servirle de balde á cualquiera hora de la noche: por medio de éstos, el auxilio de los vivaques que se han establecido, y las muchas patrullas que continuamente rondan la ciudad, se ha conseguido la absoluta quietud de ella, y que hayan cesado enteramente los robos, muertes y demas escesos que antes eran tan frecuentes.

(5) Esta es la del nuevo paseo nombrado de Revilla Gigedo, que dá principio en el barrio de San Pablo, sigue hasta la viga, de allí á la Candelaria, luego al Puente de los Cuartos y termina en la hermita de la Piedad, abrazando su todo 4.619 varas. Será con el tiempo el de mayor diversion por estar situado en gran parte al márgen de la acequia real y con cuatro filas de árboles. Se ha reparado tambien el de Bucareli, la calzada de San Cosme, y su vuelta por la Verónica hasta Chapultepeque, habiéndose hecho preciso para perfeccionar tanta obra, en unas partes abrir y en otras cerrar algunas zanjas. Todo lo cual se ha conseguido en tan corto tiempo, que se hace increible aun á los mismos que lo estamos palpando. Y para que en el espresado paseo de Bucareli y el de la alameda, se guarde por todos el mejor órden, se han dado las correspondientes á la tropa, así para que hagan observar lo prevenido para el giro de los coches, como para que no consientan entrar á los que no vayan vestidos y calzados.

[ocr errors]

(6) Este se halla perfectamente concluido en la Plazuela del Volador con tan buen órden, disposicion y simetría, que cuanto antes no cabia en ella y en la principal (que como que es de armas, debe mantenerse absolutamente despejada), no solo tiene ahora lugar, sino que ofrece el competente por dentro y fuera para el preciso tránsito. Compónese por la parte esterior de 96 cajones de madera cerrados, que hacen frente á uno de los costados de dicho palacio, y las calles de la Universidad, Portacoli y Flamencos, y por el interior de otros tantos puestos fijos, situados á la espalda de aquellos, todos los cuales pueden trasladarse á otro sitio en caso necesario. A mas de esto tiene 80 puestos movibles y 29 casillas tambien movibles para los barberos, y en el centro una fuente dispuesta con tal artificio, que solo ministra la agua necesaria al que ocurre à sacarla. Se ha asignado á cada clase de efectos, frutos y manufacturas su lugar respectivo para evitar confusion, y facilitar las compras y ventas: se abren sus puertas al amanecer, se ilumina todo el centro en las noches oscuras hasta la retreta, y á esta hora se cierra, quedando con la custodia competente. No es posible reducir á una nota cuanto hay que decir en el particular, y aun seria ocioso, habiéndose ya publicado un reglamento que comprende el todo de esta providencia. Pero aun á primera vista, cotégese este mercado con el que antes teniamos, y habremos de confesar que aquel, lejos de merecer tal nombre, solo era una sentina de inmundicias, intransitable en ocasiones, y una confusa Babilonia, donde muchas veces no se encontraban efectos que habia de sobra, con notable daño de sus dueños y de los que los solicitaban.

[7] ¿Quién bastará á elogiar debidamente la integridad, desinteres y celo de S. E. en órden á la administracion de justicia? Puede decirse con verdad, que no ha omitido recurso alguno para llevar al cabo sus altos designios sobre este particular. A esto se dirigió el nuevo método que planteó y se observa en su secretaría, de dar cada mesa diariamente razon individual por medio de un estado de los espedientes que les entran, se despachan y quedan existentes. A esto, la órden que espidió para que en todas las oficias de rentas reales se gasten siete horas diarias en sus respectivas funciones, y formen relaciones mensuales de los espedientes que giran. A esto, haber aumentado plazas en el tribunal de cuentas, y creado un departamente para la glosa de las atrasadas. A esto, haber comisionado sugetos de TOM. V.-12

idoneidad notoria para la formacion de un libro general de reales rentas, ya muy adelantado. A esto, haber estendido otro reglamento para gobierno de los alcaldes de cuarteles, promoviendo cuanto pueda conducir á la bondad de sus elecciones. A esto, las frecuentes visitas de las cárceles, hospitales y cuartes, haciendo que el castigo de algunos reos ceda en utilidad del público, y aun de ellos mismos. A esto, el haber destinado una arca para que le presenten sin rubor sus memoriales cuantos quieran; y á esto finalmente, entre otras mil cosas, la audiencia verbal que concede S. E. á toda clase de gente. El pobre, la viuda, el huérfano, el pupilo, se hacen lenguas en sus debidos elogios, y aun los infelices reos destinados á los presidios, pues libres por su actividad de las incomodidades de una cárcel que en otros tiempos se les prolongarian, despues de ser atendidos para su trasporte con cuantos auxilios dicta la humanidad, expian mas breve sus delitos, y consiguen la deseada libertad.

« AnteriorContinuar »