Imágenes de páginas
PDF
EPUB

PIEDAD DE ALICANTE.

Alicante 29 marzo 1841.

Sres. Redactores de la Voz de la Religion.=Muy Sres. mios y de todo mi respeto: La piadosa rogativa que por mediados del presente mes se ha hecho en esta ciudad á fin de implorar de la infinita misericordia del Señor el beneficio de las lluvias por causa de la grande sequía que en todo este territorio esperimentamos, acaba de confundir á los que en el presente siglo se titulan ilustrados y despreocupados de fanatismo. Para el efecto, se sacó en procesion de rogativa á la santísima Faz de nuestro Señor Jesucristo, uno de los tres lienzos en que quiso su divina Magestad imprimir su sagrado rostro, siendo uno de los tres el que con la mayor veneracion y culto afortunadamente poseemos en esta ciudad, segun la disertacion y auténtica que se conserva en crédito de la verdad, á cuyo auspicio nos acogemos los hijos de esta dichosa ciudad y su comarca en cualquiera calamidad en que nos encontramos, siendo socorridos las mas de las veces que imploramos la misericordia del Señor por medio de su divina Cara. La procesion de rogativa sale desde un monasterio de religiosas clarisas que hay á cosa de una legua de distancia de esta referida poblacion, sobre las tres de la tarde, hasta una de las parroquias que hay estramuros de la misma, desde donde se forma la otra mas solemne procesion para entrar como en triunfo á tan sagrado tesoro, empezando la primera salva de artilleria al entrar

por

las puertas de la ciudad, la segunda al entrar en la Iglesia de religiosas capuchinas (en donde se entra la reliquia para que la adoren), y la tercera al entrar en la colegial, en donde queda depositada por espacio de tres dias, en los cuales se hacen las rogativas de costumbre con un concurso numeroso de toda clase de gentes. Impone al paso que enternece al mas empedernido corazon el ver la devocion con que se presentan estos habitantes al sagrado templo á implorar el socorro del Padre de las misericordias, y la que tiene en todo el camino desde la salida del monasterio. Las tiernas y fervorosas voces clamando al Señor misericordia, repetidas cuasi sin interrupcion de los inocentes niños, mo zos, ancianos y mugeres de todas clases, hacen resonar en el aire los ecos mas tiernos de piedad: la multitud de gente de todas clases es tanta que cuasi impiden el poder pasar la rogativa. Este numeroso concurso se va aumentando al paso que se va aproximando á la ciudad, en donde entra la procesion cerca de las nueve de la noche. La multitud de luces que se llevan en la procesion (que este año escedian á mas de setecientas parejas); las que hay colocadas en los balcones y puertas de las casas, el repique general de campanas, la salva triple de artilleria, las músicas de la capilla y la de los piquetes de honor, el rendimiento de armas con igualdad al Señor sacramentado, los gritos de la multitud que imploran misericordia á toda voz en grito, y por último, la hora de su entrada, todo, todo presenta al corazon católico el espetáculo mas tierno que puede presentar la sagrada Religion de Jesucristo que profesamos, paso que confunde al del impio, incrédulo y herege.

al

Este hecho acaba de ocurrir en esta afortunada ciudad, con asombro de todos los concurrentes, por ver que en una época tan lamentable como la presente, en que abunda tanto la incredulidad, impiedad y heregia, baya sido mas numerosa sin comparacion que otras veces

la multitud de gentes reunidas para implorar de su divina Magestad el socorro, en la presente necesidad.

y

Me ha parecido pues oportuno y muy del caso el que para confusion de la impiedad, incredulidad heregia se sirvan Vds, insertar este hecho en la obra que Vds, han empezado y estan siguiendo con aplauso de los verdaderos católicos y de sanas costumbres, titulada La Voz de la Religion. Abber ! Vds. deberán dispensarme la imperfeccion de las voces de que he usado en el relato del hecho por mis limitadas luces, y supla el celo, que es el que únicamente me ha dirigido para hacer á Vds. presente la ocurrencia; y por tanto le suplico encarecidamente que aumenten ó modifiquen aquellas espresiones que les parezcan no estar conforme y segun corresponde á la entidad de lo ocur rido.

Esta ocasion me proporciona el placer de ofrecerme á sus órdenes muy atento S. S. Q. S. M. B.

[merged small][ocr errors]
[ocr errors]

Los muchos y muy repetidos atropellamientos con que en estos dias de prueba es atacada la autoridad de la Iglesia, contristan en gran manera el católico y religioso corazon de sus fieles hijos quejas muy amargas, un grito sentimental perciben nuestros oidos en el interior de sus corazones al ver pisados y concalcados los sagrados derechos del santuario, y el tenaz empeño con TOмO III. Ep. 5.*

[ocr errors]

35

[ocr errors]

que se sigue la marcha comenzada para deformar la Es posa del Cordero sin mancilla, esclavizando al efecto la Iglesia que Jesucristo adquirió con su sangre; la sañuda filosofia hermanada con el tortuoso jansenismo para el insensato y descabellado plan de destruir la Religion de Jesucristo, cuya sana y celestial moral es inconciliable con esa desenfrenada libertad que tanto decantàn, libertad clasificada por el venerable Pontifice Piò VI como autora de toda impiedad, libertinage, avaricia perfidia y liviandad, origen de todas las calamidades, dolores y esterminios, é invencion para trastornar lo divino y humano, ha suscitado el choque y disensiones entre la potestad eclesiástica y civil, y estendiendo con demasía las atribuciones de los príncipes les ha hecho sospechosa la autoridad de la Iglesia, é impelido á cautivar su libertad; todo ello con el fin de que destituido el género humano de los auxilios y proteccion de la Iglesia pudiese la impiedad levantar sus trofeos sobre las cenizas de la Religion destruida, si fuese posible, en este incendio para perdicion del universo: arrancados de entre sus ovejas los mas celosos pastores, empobrecido, vilipendiado y entregado al mas imprudente charlatanismo al edificante clero, á quien respeta y venera la mayoria de los españoles felizmente tenaces en mantener su catolicismo, diseminadas en folletos impios y hojas volantes las pestilentes doctrinas bebidas por los doctores novelistas en las cenagosas fuentes del error é inmundicia, caminan con paso presuroso para seculari. zar la Iglesia de Dios, subrogándole la Iglesia fabricada por mano de los hombres: humanam conanturf facere Ecclesiam S. Ciprian. A este fin se dirigen tantos me dios insidiosos urdidos por la cabala vendida á la mas vil y baja adulacion, que bajo un esterior de la mas refinada hipocresía encubre unos lobos rapaces vestidos con piel de ovejas; á esto conspira cuando con frivolos pretestos coloreados con la razon de estado introducen en

el lugar santo á los que deben quedarse por la parte de afuera defendiendo con su espada la libertad con que debe regirse la Iglesia de Dios: mas si en voz de este su deber se propasan á regirla y gobernarla por la fuerza dictando providencias indebidas, se introduce el trastorno y confusion, se rompe la union y trabazon con que estaban dulcemente eslabonadas ambas potestades, y tratados como rebeldes los mas fieles súbditos, que á fuer de príncipes de la Iglesia.se constituyen por antemural que defiende el santuario, se cometen atropellamientos, que si bien hacen gemir á la Iglesia por su viudez y horfandad, conmueven no menos y en gran manera los fundamentos en que estriba el trono y la autoridad: testigos nuestros dias, en que vulnerada tan directamente la autoridad de la Iglesia, se ve tan poco acatada la potestad real, divididos en continuas y nuevas escisiones los españoles, que unidos antiguamente en union muy compacta por la influencia de la pótestad pontificia y real, se elevaron hasta la cumbre de la prosperidad; asi se verifica que cuando el príncipe y potestad temporal no acata como es debido las prerogativas y derechos que por institucion divina competen á la Iglesia, permite Dios en justo castigo que revelándose los súbditos y suscitando guerras civiles pierda su brillo el trono real, y conmovidos y socavados sus cimientos se hunda en sus ruinas, para que sobre ellas se eleve el que entra en los designios de la divina Providencia: nada por tanto debieran celar los que tienen en sus manos las rient das del gobierno de esta nacion digna de mejor suerte como el que se respetasen los sagrados derechos de la Igle sia por todos los funcionarios públicos que ejercen parte de su autoridad, conteniéndose en el círculo de sus atribuciones respectivas al destino que desempeñïen,

t

¿Y son acaso funciones pertenecientes á los señores Gefes políticos dirigir sus pastorales civiles al clero, dan do lecciones á los que deben ser sus maestros, exigién

« AnteriorContinuar »