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CAPÍTULO SEGUNDO

Mayorazgo Cerda.—El licenciado don Juan de la Cerda i Contreras.— Don José Nicolas de la Cerda de Santiago Concha, alcalde ordinario en el cabildo de 1810.

I

Desde los primeros años de la conquista, el rei de España envió a sus colonias de América frailes, soldados i oidores.

Los frailes se encargaban de la conversion de los indíjenas al catolicismo; los soldados, de someterles al yugo de la metrópoli; i los oidores, de hacer respetar las leyes españolas por europeos i americanos.

El rei se indemnizaba de este exorbitante gasto de hombres i dinero con las riquezas ilimitadas del Nuevo Mundo.

Los virreinatos, las capitanías jenerales i lás presidencias eran verdaderas haciendas esplotadas en beneficio de un amo que vivia allende los mares.

MAYORAZGO

de

Despues del rei, adquirian fortuna en los campos América, en proporcion al grado que ocupaban en su jerarquía, los empleados públicos dependientes de la corona. Así un virrei o un oidor se enriquecía con estraordifacilidad que un gobernador de plaza o un capitan de ejército.

naria mayor

Cuando alguno de aquellos altos funcionarios habia dejado parientes en España, se apresuraba a llamarlos a su lado.

Tal es la causa porque al rededor de los obispos, de los capitanes jenerales, de los oidores, de los virreyes, i mas tarde, de los grandes comerciantes, se ve ajitarse un enjambre de sobrinos i de parientes, la mayoría de los cuales recien llegados de la Península.

Estos sobrinos i parientes casaban con las hijas o nietas de los conquistadores, dueños casi siempre de grandes estensiones de tierra, i llegaban a ser a su turno troncos de nuevas familias.

La familia chilena de Cerda trae su orijen de don Alonso de la Cerda i Miranda, sobrino del oidor don Cristóbal de la Cerda i Sotomayor, presidente interino de Chile por los años de 1620 i 21 (1).

Don Alonso era natural de Ciudad Real, e hijo lejítimo de don Juan de la Cerda, primo hermano del oidor don Cristóbal, i de doña Francisca de Poblete, vecinos de la ciudad nombrada.

La casa en que habia nacido don Alonso estaba situada en la calle de la Parra, i en su puerta principal tenia esculpidas en piedra las armas de la familia.

Como un detalle característico, los contemporáneos

(1) BARROS ARANA, Historia Jeneral de Chile, tomo IV, capítulo V.

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recordaban que don Juan de la Cerda se distinguia por su aficion a la caza i habia reunido en uno de los poyos del patio muchas cabezas de ciervos i venados, muertos por su propia mano.

A don Alonso le habian bautizado con este nombre en homenaje a un tio paterno, cuyas hazañas en la guerra marítima merecian recordacion (1).

Habiendo llegado a América con su hermano Pedro, sentó plaza de soldado en Lima, i se vino a Chile a fines de 1621 con el presidente don Pedro Osóres de Ulloa.

Segun tradicion de familia, don Alonso pretendió casarse en el Perú con persona de inferior calidad a la suya; pero su hermano, i el virrei, a quien estaba recomendado, impidieron que el matrimonio se realizara.

El jóven militar carecia de solidez de juicio, como desgraciadamente hubo de manifestarlo despues en la direccion de sus negocios.

Don Alonso de la Cerda sirvió por diez años efectivos en la guerra contra los indíjenas de nuestro pais.

Por espacio de cinco años fué soldado de infantería; en tres ocasiones desempeñó el cargo de alférez; i en dos, el de capitan de infantería.

Por primera vez, fué nombrado capitan en la ciudad de Concepcion, a 9 de abril de 1629, por el presidente don Luis Fernández de Córdoba i Arce, con un sueldo mensual de 50 ducados de a once reales.

Con este grado peleó en el combate de las Cangrejeras, a 15 dias del mes de mayo, en el tercio de San Felipe de Austria.

(1) Informacion de nobleza rendida por don Alonso de la Cerda ante la audiencia de Chile en el año de 1646.

En este encuentro, como se sabe, fué hecho prisionero el capitan Francisco Núñez de Pineda i Bascuñan, i habria perdido la vida el sarjento mayor Juan Fernández Rebolledo, comandante de las tropas españolas, quien ya estaba herido, a no haberle salvado don Alonso de la Cerda.

Este fué traido a Santiago como capitan de leva por el presidente Laso de la Vega, a mediados de 1630.

En informe dirijido al virrei del Perú conde de Chinchon, con fecha de 12 de setiembre, la real audiencia pidió que se concediera a don Alonso, en recompensa de sus servicios militares, algun buen correjimiento (1). Esta recomendacion descubre, por decirlo así, la mano de don Cristóbal de la Cerda.

Don Alonso fué tambien deudor a su tio en esta misma época de un préstamo de 3,350 pesos (2).

En Arauco, Laso de la Vega continuó manifestándole la misma estimacion que los presidentes anteriores, i le nombró, al mismo tiempo, capitan de caballos i alférez jeneral, en 12 de mayo de 1631 (3).

En este año, don Alonso de la Cerda contrajo matrimonio en Santiago con doña Teresa de Contreras, hija lejítima del capitan don Antonio Méndez de Contreras i de doña Baltasara de Mondragon i Várgas.

Méndez de Contreras habia llegado a Chile en 1601, con Alonso de Ribera, como piloto de uno de los barcos

(1) Apéndice, número 1.

(2) Biblioteca Nacional, Rejistro de escribanos, vol. 17, páj. 438.

(3) Datos tomados de un espediente que inició don Juan de la Cerda i Contreras, a 8 de febrero de 1687, para obtener en favor de su hijo la encomienda de la Ligua. El sueldo de capitan de caballos era de 700 pesos al año.

en que este gobernador traia soldados para combatir a los araucanos.

Durante todo el primer gobierno de Ribera habia servido en el mar, i habia llevado ausilios a Valdivia i demas ciudades australes.

Continuó de piloto en el segundo gobierno de García Ramon, hasta que éste le dió licencia, en 3 de marzo de 1607, para ir a Lima, con el objeto de cobrar sueldos atrasados i el valor de la ropa con que habia ayudado al socorro de las ciudades del sur.

En 1631 Méndez de Contreras gozaba en Santiago fama de hombre rico, i vivia en la Cañada, frente a la iglesia de San Francisco, en la esquina poniente de la calle de San Antonio.

Tres hijas suyas casaron con tres capitanes distinguidos: doña Beatriz con don Martin de Urquisa; doña Marcela, con don Juan de Hermúa; i doña Teresa, como se ha visto, con don Alonso de la Cerda (1).

Esta última, que era, segun parece, la preferida de su padre, llevó de dote al matrimonio la cantidad de 19,042 pesos (2).

Ademas de los cargos militares ántes enumerados, don Alonso de la Cerda ejerció en Santiago las funciones de alcalde de la Santa Hermandad (3), o sea, en

(1) Don Antonio Méndez de Contreras i doña Baltasara de Mondragon tuvieron tambien un hijo hombre, el capitan Bartolomé de Mondragon. Véase el poder para testar de doña Baltasara, otorgado ante el escribano Domingo García Corvalan en 11 de noviembre de 1620.

(2) La carta de dote del capitan Méndez i Contreras a favor de su hija Teresa fué estendida en 17 de agosto de 1631. Las demas noticias relativas al mencionado capitan se hallan en los papeles de familia del mayorazgo Cerda.

(3) Entre los documentos históricos de don Benjamin Vicuña Mac

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